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INTRODUCCION

 

     [e7] [i3] Es de gran interés para nosotros conocer algo referente a las energías y fuerzas que originan la actual situación internacional y presentan los complejos problemas enfrentados por las Naciones Unidas. En último análisis, toda la historia es el registro de los efectos de estas energías o radiaciones (en otras palabras, rayos) a medida que actúan sobre la humanidad en las muchas y variadas etapas de su desarrollo evolutivo, que se extienden desde la etapa de la humanidad primitiva hasta nuestra moderna civilización; todo cuanto ha acontecido es el resultado de estas energías que afluyen cíclicamente a través de la naturaleza y de esa parte de la misma que llamamos reino humano.

Si queremos comprender lo que hoy está ocurriendo, debemos reconocer que estas energías son siete. En los diversos países se las denomina de distintas maneras, pero para nuestros propósitos emplearemos las siete denominaciones siguientes:

1. La energía de Voluntad, Propósito o Poder, llamada en los países cristianos energía de la Voluntad de Dios.

2. La energía de Amor-Sabiduría, denominada frecuentemente el Amor de Dios.

3. La energía de Inteligencia Activa, designada la Mente de Dios.

4. La energía de Armonía a través del Conflicto, que afecta grandemente a la familia humana.

5. La energía de Conocimiento Concreto o Ciencia, tan poderosa en esta época.

6. La energía de Devoción o Idealismo, causante de las actuales ideologías.

[i4]7. La energía de Orden Ceremonial, que produce las nuevas formas de civilización.

Estas energías actúan incesantemente sobre la humanidad, produciendo cambios y expresándose mediante sucesivas civilizaciones y culturas, dando forma a las distintas razas y naciones.

Esto de ninguna manera infringe el libre albedrío del hombre; tales fuerzas presentan un aspecto superior y otro inferior y el hombre responde a ellas de acuerdo a su desarrollo mental y [e8] espiritual, como lo hacen la totalidad de las naciones y razas. La humanidad ha llegado a la etapa donde hay una respuesta muy sensible a lo superior y mejor.

La enseñanza referente a los siete rayos es una especulación infructuosa mientras no sea susceptible de investigación, de corroboración eventual y de utilidad general y particular. Mucho de lo que hoy se escribe deberá ser descartado por inútil, y no puede ser aceptado como posible hipótesis, y tampoco presenta una verdad que puede ser probada. Por lo tanto trato aquí de hacer dos cosas:

1. Indicar, como se habrá observado, una nueva, poderosa y eficaz psicología esotérica.

2. Señalar las inevitables líneas de desarrollo, debido a que están comenzando a actuar en esta época ciertas potencias importantes. Algunas fuerzas van acrecentando su actividad, mientras otras pasan constantemente a ser pasivas. Las que vamos a considerar son las activas.

Quisiera detenerme aquí y puntualizar que dichas fuerzas entran en actividad cíclicamente o por demanda. Este interesante punto debe ser recordado por los estudiosos. El trabajo realizado [i5] por medio de la Gran Invocación no es por lo tanto nulo. Quizás se aclare el tema si digo que existen cinco energías (generalmente hay cinco energías dominantes de rayo, activas en cualquier momento) que entran en actividad:

1. Las energías que salen de la manifestación, como está saliendo hoy el sexto Rayo de Devoción.

2. Las energías que entran en manifestación o encarnación, así como está surgiendo a la manifestación actualmente el séptimo Rayo de Orden Ceremonial.

3. Las energías que -en cualquier momento dado- expresan el tipo de rayo a que pertenece el conjunto de la humanidad manifestada. En la época actual los tipos de rayo predominantes son el segundo y el tercero. Un número relativamente grande de egos de primer rayo están actuando como puntos focales de ciertas fuerzas de primer rayo.

4. Las energías invocadas hoy como resultado de la necesidad y demanda humanas de ayuda. En forma curiosa esta demanda permanece principalmente en el campo de influencia de primer rayo, porque la desesperada necesidad de la humanidad está evocando el aspecto voluntad y ese rayo personifica la divina voluntad al bien y permanece inmutable, siendo -por primera vez en la historia de la humanidad- invocado en [e9] vasta escala. Esta afirmación es altamente alentadora si se estudian sus inferencias.

En el campo actual de la expresión divina, tenemos, por lo tanto, las siguientes energías en manifestación:

1. La energía de idealismo, devoción o atención ferviente, involucrada en el sexto rayo.

2. La energía cuya principal función es producir orden, ritmo y el establecimiento de la consiguiente actividad -el séptimo Rayo de Orden o Ritual Ceremonial.

3. La energía de segundo rayo que está siempre básicamente [i6]presente en nuestro sistema solar, la de amor-sabiduría, a la que pertenecen muchos egos encarnados ahora, cuyo número irá acrecentándose, y los que vendrán a la encarnación en los próximos ciento cincuenta años. La razón estriba en que a este tipo de ser humano se le encomendará, por lógica, la tarea de reconstrucción y reedificación.

4. La energía de inteligencia, dinámicamente desplegada en la actividad creadora. La capacidad creadora del futuro surgirá en escala relativamente amplia en el reino del vivir creador, no tanto en el reino del arte creador. Este vivir creador se expresará a través de un nuevo mundo de belleza y de reconocida expresión divina; por medio de la forma externa se demostrará la "luz de la vivencia" (como se la denomina esotéricamente). Se reconocerá y verá el símbolo y lo que éste representa. La energía de tercer Rayo de Inteligencia Activa, actúa para manifestar la belleza.

5. La energía del aspecto voluntad de la divinidad. Ésta ha sido muy poco comprendida y expresada hasta hoy por la humanidad, pero ha llegado el momento que debe ser mejor comprendida. La demanda de nuestras innumerables fuerzas planetarias no ha sido hasta ahora adecuada para invocarla, y el gran Señor del Mundo ha esperado pacientemente su invocación. El llamado ya ha surgido. Sus primeras y débiles notas se oyeron hace doscientos años y el sonido y la demanda han acrecentado su volumen y poder, y hoy esta gran energía está haciendo sentir su presencia de manera inconfundible.       

Ansío que comprendan la potencia y el efecto de estas cinco energías, que al actuar sobre nuestro planeta evocan respuesta [i7] -buena o mala- y crean el desorden y el caos, las fuerzas antagónicas y las influencias benéficas, siendo por consiguiente en su totalidad responsables de todo cuanto acontece a nuestro alrededor. Los autores de las obras escritas hoy con el fin de resolver [e10] los problemas del por qué y la causa de las actuales condiciones mundiales, necesariamente se ocupan de los efectos. Pocos pueden penetrar en el mundo distante de las causas, retrotraerse al lejano pasado y ver el pasado y el presente en su verdadera perspectiva. Por eso trato de ocuparme de las causas  -predisponentes, efectivas, determinantes y productoras de los acontecimientos, responsables del actual estado de cosas. Me ocupo de energías, las cuales conciernen a las fuerzas resultantes. Recordaré aquí que los efectos que causan tanto temor, fomentan agorerías y preocupación, sólo son temporarios y darán paso a esa imposición ordenada y rítmica del necesario idealismo, que será eventualmente aplicado por el amor y motivado por la sabiduría en colaboración con la inteligencia. Todo se llevará a cabo por una dinámica (no pasiva) voluntad al bien.

Clasificaremos lo que quiero expresar en dos puntos:

1. La situación en el presente inmediato y los rayos que la causan.

2. La situación en el futuro, cuando se establezca verdaderamente la era acuariana y las influencias pisceanas ya no predominen.

Antes de abordar estos puntos, tengo, sin embargo, que hacer algunos comentarios preliminares. Es esencial estudiarlos y comprenderlos, porque de su correcta captación o aceptación, dependerá el beneficio que se obtendrá de mi enseñanza al respecto.

Es muy cierto que la historia del mundo se basa en el surgimiento de las ideas, su aceptación, su trasformación en ideales y su oportuno reemplazo por la imposición de otras nuevas. En el [i8] reino de las ideas la humanidad no tiene libertad de acción. Este importante punto debe tenerse en cuenta. Una vez que la idea se convierte en ideal, la humanidad puede aceptarlo o rechazarlo libremente, pero las ideas provienen de un origen superior y son impuestas a la mente racial, quiérase o no. Del uso que se haga de esas ideas (emanaciones divinas, encarnando el plan divino para el progreso planetario) dependerá la rapidez del progreso humano o su demora, por falta de comprensión.

La humanidad es hoy más que nunca sensible a las ideas, de allí las numerosas ideologías en conflicto y el hecho de que -en defensa de sus planes- hasta la más recalcitrante de las naciones ha de buscar alguna excusa idealista que presentar a las demás al infringir alguna ley reconocida. Este hecho es de gran significación para la Jerarquía, porque indica el punto alcanzado. Las principales ideas del mundo se agrupan hoy en cinco categorías que sería conveniente tener en cuenta: [e11]

1. Las antiguas y heredadas ideas que han controlado la vida racial durante siglos -la agresión para obtener posesión, y la prevaleciente autoridad de un hombre, grupo o iglesia, que representan al Estado. Para fines políticos tales poderes pueden actuar entre bastidores, pero sus doctrinas y móviles son fácilmente reconocibles: ambición egoísta y autoridad impuesta por la violencia.

2. Las ideas relativamente nuevas, como el nazismo, el fascismo y el comunismo, aunque no son realmente tan nuevas como la gente cree. Son análogas en un punto importante, por ejemplo el Estado o la comunidad de seres humanos, mientras que el individuo no lo es, el cual puede ser sacrificado en cualquier momento para bien del Estado o el así llamado bien general. [i9]

3. La idea, ni vieja ni particularmente nueva, de la democracia, donde (supuestamente, pero todavía no llevada a efecto) gobierna el pueblo, y el gobierno representa la voluntad del pueblo.

4. La idea de un estado mundial dividido en varias grandes secciones. Éste es el sueño de los pocos que poseen mente incluyente, para lo cual muchos consideran que la humanidad todavía no está preparada. Hacia ello el mundo entero se encamina a pesar de sus numerosas ideologías, cada una en lucha con la otra por la supremacía, olvidando el importante hecho de que todas las ideologías pueden adaptarse temporariamente a los grupos o naciones que las adoptan. Ninguna es adecuada para una aplicación general (me refiero tanto a la democracia como a cualquier otra ideología); son apropiadas probablemente para las naciones que las aceptan, y moldean su vida nacional de acuerdo a esas premisas; constituyen sólo los sustitutos transitorios en este período de transición entre la era de Piscis y la de Acuario y no pueden durar permanentemente. Hasta ahora nada es permanente. Cuando se logre la permanencia, la evolución cesará y el plan de Dios será consumado. ¿Y entonces? La más grande revelación vendrá al finalizar este período mundial, cuando la mente humana, la intuición y la conciencia del alma, sean tales, que posibiliten la comprensión.

5. La idea de una Jerarquía espiritual que gobernará a los pueblos del mundo e incorporará en sí los mejores elementos de los regímenes monárquico, democrático, totalitario y comunista. La mayoría de estos grupos ideológicos tienen latente mucha belleza, fuerza y sabiduría, y pueden además hacer una profunda y valiosa contribución al todo. Cada uno eventualmente [e12]verá incorporar su contribución, bajo el control de [i10] la Jerarquía de los Señores de Compasión y de los Maestros de Sabiduría. La restauración del antiguo control atlante por las fuerzas espirituales queda para el futuro, pero la era acuariana verá la restitución de esta guía interna y espiritual en una vuelta más alta de la espiral.

Todo esto inevitablemente se logrará mediante la tarea de quienes actúan en cualquiera de los cinco rayos de control a que acabo de referirme. Nada puede detener ni impedir verdaderamente su efecto unido. Esto es algo que debe recordarse. El hombre moderno tiende a condenar la ideología con la cual no está familiarizado y que de nada le sirve. Repudia esas ideas que no están detrás de su vida nacional y personal o de su tradición, y que tampoco le agradan como individuo ni satisfacen la necesidad de la nación a la cual pertenece.

El reconocimiento de esos hechos correctamente aplicados nos llevaría a dos resultados: primero, el individuo que acepta y se dedica a una ideología particular dejará de combatir las demás ideologías porque recordará que el accidente de nacimiento y trasfondo es en su mayor parte responsable de hacer de él, como individuo, lo que es, determinando sus creencias. Y, segundo, pondría fin al intento de imponer una ideología personal o nacionalmente aceptada (política o religiosa) a otras naciones y personas. Éstos son los pasos básicos para lograr la paz y la comprensión eventuales, de allí el énfasis que pongo hoy sobre ello.

Será de valor si a continuación vinculo los tres centros planetarios mayores de energía con los cinco rayos que actualmente actúan en la consumación del Plan para la raza. Tres de esas corrientes de energía están activas poderosamente en el mundo y [i11] otras dos luchan por expresarse. De estas dos últimas, una lucha por dominar, la otra por mantener lo que ha venido controlando desde largo tiempo. Se refieren al entrante séptimo rayo y al saliente sexto rayo. Constituyen, en su dualidad, las fuerzas reaccionarias y las fuerzas progresistas, que tratan de regir el pensamiento humano, determinar la evolución natural y humana y producir civilizaciones y culturas ampliamente divergentes -una de ellas sería la perpetuación y cristalización de lo que ya existe v la otra tan nueva, como un brote del actual trastorno mundial, cuya naturaleza le es difícil concebir al estudiante común.

Estas cinco energías determinarán en conjunto la tendencia de los asuntos mundiales. El problema que se le presenta a la Jerarquía actualmente es dirigir y controlar en tal forma esas poderosas actividades, que el Plan pueda ser materializado correctamente, [e13] y al finalizar este siglo y comenzar el siguiente se verá que los propósitos de Dios para el planeta y la humanidad, asumen la correcta dirección y proporción. De esta manera la nueva cultura para los relativamente pocos y la nueva civilización para los muchos, durante la era venidera, comenzarán en tal forma que los pueblos de la tierra podrán avanzar hacia una era de paz y verdadero desarrollo -espiritual y material. Quisiera recordarles que el hecho de ver el cuadro mundial pronunciadamente caótico, de ideologías en lucha y fuerzas antagónicas, de persecuciones de minorías, de odios que se desarrollan en una violenta preparación para la guerra, y de ansiedad y terror mundiales, no significa que vean el cuadro como es en realidad. Ven lo superficial, lo temporario, lo efímero, que concierne totalmente al aspecto forma. La Jerarquía se ocupa primordialmente, como bien saben, del aspecto conciencia y del desenvolvimiento de la percepción, empleando la forma únicamente como medio para lograr [i12]sus designios. Un estudio más intenso de las fuerzas que producen este transtorno externo, puede servir para aclarar la visión y restablecer la confianza en el Plan de Dios y en su divino amor y "amorosidad". Por lo tanto, consideremos estas fuerzas y sus centros originantes, a fin de adquirir quizás, una nueva visión y un punto de vista más constructivo.


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