Los Rayos y las Iniciaciones - Delineamiento de la Contemplación

      


[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Castellano:
Inglés:

SEGUNDA PARTE - SECCION PRIMERA

EL ASPIRANTE Y LOS MISTERIOS DE LA INICIACION

DELINEAMIENTO DE LA CONTEMPLACIÓN REFLEXIVA PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL ANTAKARANA

 

I. Puntos a recordar.

     Este trabajo de construcción concierne al manejo de la energía. Los estudiantes harían bien en reflexionar acerca de la diferencia que existe entre energía y fuerza.

     Depende del uso de la imaginación creadora. Los estudiantes deberían también reflexionar sobre la relación que existe entre la imaginación y la intuición y entre ambas y la mente.

     La construcción del antakarana debe llevarse a cabo con la máxima comprensión consciente. [i512]

II. Los seis pasos o métodos en la construcción del antakarana.

1. Intención.

a. La obtención de una correcta orientación: hacia el alma, hacia la Tríada espiritual.

b. La necesidad de una comprensión mental del trabajo a realizar.

c. La creación de un "círculo no se pasa" formado de energías conscientemente reunidas y mantenidas en estado de tensión.

d. Un período de claro pensar sobre el proceso de la Intención debe ser ensayado.

e. Luego el mantenimiento de un punto de tensión.

2. Visualización.

a. El empleo de la imaginación creadora o facultad de crear imágenes.

b. La respuesta a la impresión intuitiva o búdica.

c. La dedicación a dos energías:

La energía mantenida en un punto de tensión dentro del "círculo no se pasa", creado previamente. [e422]

La energía activa creadora de imágenes, puesta en actividad por la mente del constructor.

3. Proyección.

a. La evocación de la voluntad por medio del método adecuado al rayo egoico del discípulo.

b. La simultánea preservación de tres cosas en la mente:

Conciencia de la fusión de la personalidad con el alma.
Conciencia del punto de tensión enfocada.
Conciencia de la energía de rayo en su aspecto voluntad.

c. La aplicación de cualquier método de proyección de los siete rayos, de acuerdo con el rayo del discípulo.

d. El empleo de una Palabra de Poder.

4. Invocación y Evocación.

a. El alma y la personalidad fusionadas son ahora invocadoras y su mutua intención se expresa en las tres etapas previas.

b. La respuesta que llega luego de la Tríada espiritual evocada por esa intención e impulsada por un acto de la voluntad desde el punto de tensión.

5. Estabilización.

Se obtiene mediante la prolongada y paciente aplicación de los cuatro [i513] procesos anteriores, seguida del uso consciente del antakarana.

6. Resurrección y Ascensión.

La elevación de la conciencia, fuera de las limitaciones del alma y de la personalidad (desde el ángulo de la mónada), y su entrada en la conciencia de la Tríada espiritual.

     Quisiera abordar aquí un punto importante, relacionado con las Palabras de Poder. Podría dar estas palabras en su antiguo idioma senzar, pero me resultaría imposible enseñar por medio de la escritura, su pronunciación antigua y peculiar, o la nota en la cual deberían ser emitidas. Esto antes era considerado como de suprema importancia. Actualmente se le enseña al discípulo a trabajar mucho más en los planos internos del significado, y no a depender, como hasta ahora, de la actividad externa del sonido. Debe recordarse que no está creando en el plano externo. Por lo tanto el sonido o sonidos físicos, es relativamente de poca importancia. Lo que importa es la capacidad para sentir el significado de la Palabra de Poder cuando la emite silenciosamente. La cualidad de su idea es la que producirá el efecto correcto, y no el modo en que produce un sonido con la ayuda de las cuerdas vocales y la boca.

     [e423] Se ha señalado que el A.U.M. emitido inaudiblemente y oído, tiene mayor potencia que cuando es emitido audiblemente. Esto fue preliminar a la pronunciación de estas Palabras de Poder. Va aprendiendo el significado del O.M., aunque no se ha dado cuenta. Todo se hace en preparación para emplear las Palabras de Rayo. Lo importante es el pensamiento detrás de la forma, la sensación registrada respecto a las palabras y la comprensión de su significación; lo interesante es la habilidad para pensar, sentir y enviar silenciosamente el llamado de la cualidad a la cualidad, del significado al significado, de la naturaleza a la naturaleza, de la forma al espíritu, recordando siempre que lo que existe en el plano físico no es un principio. El sonido físico no conducirá a la exitosa construcción del antakarana. Es la cualidad de un tipo [i514] particular de naturaleza subjetiva (el rayo del alma cuando domina al rayo de la personalidad) lo que atrae a aquello que es aún más subjetivo, siendo en verdad lo que efectúa el trabajo. Debería tenerse presente que, desde el ángulo de la Tríada espiritual, la naturaleza del alma es definidamente objetiva. Esto es la enunciación de una realidad oculta que será mejor comprendida cuando la verdadera naturaleza del hombre (tal como se enseña en las ciencias esotéricas) sea aceptada por los pensadores, científicos y sicólogos.

     Quiero puntualizar aquí que no daré determinada palabra, pues sería inútil. El O.M. no tiene ninguna utilidad para la mayoría de las personas, aunque como estudiantes entrenados puedan beneficiarse con su empleo. Esta inutilidad general se debe a que la gente no la emplea correctamente y cuando lo hace, no mantiene firmemente su significación en la conciencia. Lo mismo sucede con una Palabra de Poder. De qué serviría dar la Palabra de Poder de primer rayo que (transcrita en forma simbólica) se asemeja a UKRTA-PKLTI. Ciertos sonidos de esta palabra-forma han sido omitidos porque no hay manera de describirlos, pues no son vocales ni consonantes. Correctamente emitida la palabra mencionada, constituyen tres palabras. Pero puedo dar en lo posible, el significado equivalente en castellano y quisiera que lo tengan presente al pronunciar mentalmente el sonido o la Palabra de Poder, tratando de visualizarla para realizar el milagro esotérico de construir el puente.

     Por lo tanto, el discípulo de primer rayo tendrá que satisfacer los requisitos lo mejor que pueda y seguir las cuatro etapas de la técnica de proyección, como se da en la página 419. Cuando ha seguido fielmente la rutina delineada, la fusión de la personalidad con el alma debe ser conscientemente emprendida y hasta cierto punto realizada, entonces estos factores fusionados deben mantenerse firmes en la luz triadal. Así se produce otro punto de enfocada intención, dando como resultado una nueva y más dinámica tensión. En el completo silencio resultante se lleva a cabo el acto [e424] de proyectar el antakarana, [i515] efectuándose por el impulso de una Palabra de Poder. El simbolismo vinculado a ello reside en el empleo que hace la masonería de las palabras "Así sea", pronunciadas con la mano derecha extendida, significando la voluntad personificada por la Logia, que en sí mismo es un símbolo de la Voluntad y el Propósito del Altísimo.

     El significado de la Palabra de Poder, a emplear en este punto de proyección, podría ser resumido en las palabras: "YO AFIRMO LA REALIDAD". Ésta es la traducción aproximada que puedo darles de la palabra-forma mencionada anteriormente. Una reflexión profunda sobre estas palabras demostrará que si se las enuncia comprendiendo su significado, son de enorme potencia. El discípulo que las pronuncia acepta y luego afirma que:

1. La Tríada espiritual es una realidad.

2. La relación entre el alma y la personalidad fusionada y combinada es una realidad.

3. El antakarana es también una realidad.

4. La expresión dual de la dualidad básica de la manifestación -personalidad o forma y Mónada o Espíritu- es una realidad.

5. La voluntad de la Mónada es el factor a evocar.

6. Se puede depender del Uno como conocedor, pleno de propósito, para entrar en contacto con el instrumento de su voluntad en el plano físico.

7. El trabajo se ha realizado. Esta aceptación efectiva no es fe sino conocimiento y convicción, y sobre tal convicción, el discípulo se apoya, actúa y depende, trasformándose en una actitud inalterable e inmutable. El significado del séptuple enunciado que antecede es más claro si el discípulo medita sobre la diferencia entre fe y convicción. Esta divina afirmación mantiene al universo en existencia; es el resumen personificado de todo conocimiento y amor, y el discípulo de primer rayo debe comenzar a emplear esta técnica, apoyándose en la divina prerrogativa de afirmación. Reflexiónese sobre este enunciado. Es la [i516] técnica que emplea Shamballa, y el derecho, la prerrogativa y el privilegio establecido, de todas las almas de primer rayo.

Segundo Rayo... Amor-sabiduría

     Nuevamente las dos etapas de Intención y Visualización han sido cuidadosamente seguidas y las cuatro etapas de Proyección llevadas a un nivel más elevado. La vívida luz del alma de segundo rayo (la más vívida de este sistema solar de segundo rayo) domina a la luz de la forma e irradia externamente hacia la luz triádica: Entonces se produce un momento de intensa concentración y [e425] se pronuncia la peculiar Palabra de Poder de segundo rayo. De esta Palabra, el símbolo dual SXPRULXS toma forma en la mente del discípulo y significa la afirmación: "VEO LA MÁXIMA LUZ". Este enunciado tiene relación con el Sol Central espiritual y no con el Corazón del Sol; implica, si se me permite expresarlo así, el esfuerzo más intenso para ver en la luz la relación del todo, siendo ésta una de las más poderosas experiencias a la cual pueda ser sometido el discípulo. No es visión ni siquiera aspiración por ver la visión. Es la visión total, de la cual el símbolo masónico del "Ojo de Dios", "el Ojo que todo lo ve", es la expresión. Significa conocer la luz del rostro divino, de la cual la luz del alma es el pálido reflejo. El discípulo ha aprendido la significación de las luces solar y lunar (luces del alma y de la forma), pero es algo distinto. Es la gran luz de la realidad misma oscureciendo a las demás luces, revelando la realidad del Camino superior iluminado que conduce al Nirvana, de la cual el antakarana proyectado es la primera etapa conscientemente realizada por el discípulo.

     En consecuencia podrá verse la dificultad que enfrento para aclarar estas Palabras de Poder, porque esencialmente la Palabra hecha carne, o el alma en encarnación, registra el poder en este punto; es el símbolo (el aspecto forma) y el poder (el aspecto espíritu) que actúa como gran agente creador y atraviesa todas las barreras y todos los estados de conciencia separatistas, estableciendo así la completa unidad.

     He indicado las vocales y consonantes [i517] más apropiadas para aclarar estas Palabras y lo he hecho en los casos de primero y segundo rayos. No daré otras pues serían completamente inútiles. Impartiré solamente las significaciones, los conceptos implicados y el sentido que estas arcaicas palabras-formas (que he tratado de describir con letras) encierra. A medida que la raza va penetrando cada vez más en el mundo del significado, estas palabras-formas son cada vez menos importantes y sólo concentrando el pensamiento, basado en el entendimiento comprensivo, pueden obtenerse resultados. En este tipo de trabajo relativamente nuevo somos precursores.

Tercer Rayo... Inteligencia Activa.

     Fueron seguidos los procesos de Intención y Visualización y también concluidas las cuatro etapas de la técnica de Proyección. En el punto más elevado de tensión, el discípulo pronuncia la Palabra de Poder de tercer rayo. No es fácil para el discípulo de este rayo obtener el necesario y concentrado silencio, porque su gran fluidez le hace pronunciar innumerables palabras y desempeñar una gran actividad mental, debido frecuentemente al impulso del [e426] espejismo. Esto disminuye la potencia de lo que él trata de realizar. Pero cuando ha obtenido el "silencio mental" y se ha convertido simplemente en un punto de concentración inteligente, entonces puede emplear la Palabra de Poder con gran eficacia. La dificultad reside en vencer la tendencia a emplearla con la idea de obtener resultados físicos en su conciencia. Actúa siempre desde el ángulo de esa cualidad divina que caracteriza a la materia, así como el discípulo de segundo rayo trabaja siempre desde el ángulo de la cualidad, y el discípulo de primer rayo desde la positividad del espíritu. Pero una vez que abarca intuitivamente y comprende realmente el concepto de que espíritu y materia son una sola realidad y ha logrado dentro de sí mismo sublimar la materia, recién puede desligarse de todo lo que el ser humano comprende referente a la forma. Entonces puede enunciar la Palabra de Poder que hará posible su completa identificación con el espíritu, vía el antakarana. Tal palabra significa: "YO SOY EL PROPÓSITO MISMO".

     [i518] Respecto a las restantes Palabras de Poder, relacionadas con los cuatro Rayos de atributo, sólo las enumeraré, pues poco puedo decir sobre ellas. Pueden ser comprendidas a la luz de lo que he dicho respecto a las tres Palabras de Poder empleadas en los Rayos de Aspecto, y son:

Cuarto Rayo ... Armonía a través del Conflicto.

"DOS SE FUSIONAN EN UNO"

Quinto Rayo ... Conocimiento Concreto o Ciencia.

"TRES MENTES SE UNEN"

     (Esto afirma la realidad de que la Mente Universal, la mente superior y la mente inferior concreta, se fusionan por medio del antakarana ya proyectado)

Sexto Rayo ... Devoción o Idealismo.

"LO SUPERIOR CONTROLA"

Séptimo Rayo ... Ley u Orden Ceremonial.

"LO SUPERIOR Y LO INFERIOR SE UNEN"

    Se observará que en todas estas Palabras de Poder emergen dos pensamientos evidentes; primero, que la meta de toda actividad es la total fusión de los tres aspectos y, segundo, que se obtiene conciencia de esto mediante la construcción y el empleo del puente entre la Tríada espiritual y la Personalidad. Como verán, éstas son afirmaciones definidas, basadas en el conocimiento que conduce a la convicción. Las diferentes escuelas que hoy postulan tal afirmación en el mundo, no son más que esfuerzos distorsionados de la humanidad para adoptar la posición afirmativa que [e427] necesariamente asumen el alma y la personalidad fusionadas, demostrando una especie de reacción instintiva hacia una nueva comprensión que está penetrando en la conciencia de la humanidad, mediante sus discípulos e iniciados.

     Hemos concluido prácticamente el estudio del antakarana; sin embargo, quiero explayarme algo más sobre las tres etapas finales del proceso de construcción tal como fue considerado y delineado anteriormente. Estas tres etapas fueron consideradas muy brevemente debido a su naturaleza abstracta, no obstante forman parte de los seis métodos de construcción. Los primeros [i519] tres fueron considerados más detalladamente que los tres últimos y he creído que podría servir un propósito útil si diera mayor enseñanza sobre la invocación y evocación en particular, porque eso condicionará -consciente y exotéricamente- la nueva religión mundial, tal como lo ha hecho hasta ahora esotérica e inconscientemente.

     Invocación y Evocación (Continuación de las páginas 406-7).

     Estos dos palabras describen ese algo misterioso -emanación, demanda silenciosa, impulso innato hacia la luz- innato en todas las formas, que produce interacción y relación, siendo la causa de la penetración en la luz y de todo progreso o avance, en el sendero de la conciencia en expansión. Lo mismo sucede en la planta que se abre camino de la oscuridad del suelo a la luz del sol; en el niño que se desprende por impulso de la vida, de la matriz de la madre; en el ser humano que se esfuerza por ir hacia los reinos de mayor conocimiento y hacia una vida física efectiva; en el aspirante que pasa del Aula del Aprendizaje al Aula de la Sabiduría; en el discípulo que penetra en el reino de la luz y vida del alma; en el iniciado que pasa de un grado a otro en la Jerarquía de la Liberación; en el Cristo que pasa a la Cámara del Concilio de Shamballa, y en el Señor del Mundo que emprende esos procesos que Lo conducirán a los reinos de la vida divina -sobre la cual el iniciado más elevado de nuestro planeta no tiene el menor concepto. Todo se produce como parte de un gran sistema de invocación y evocación, de demanda y respuesta, y todos son característicos del "método de vida" que rige a la graduada Jerarquía del Ser en nuestro planeta.

     Este evolutivo impulso hacia adelante, en el Camino Iluminado, de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real y de la muerte a la inmortalidad, es un anhelo innato en todas las formas. Constituye una de las más sutiles y menos comprendidas leyes del universo, relacionada con el principio Vida, del cual nada sabemos todavía; subyace en la Ley de la Evolución, al igual que en la Ley del Karma, [i520] siendo en realidad la Ley del Propósito de la Vida del Logos [e428] planetario; es una expresión de Su intención dinámica, pues obliga a toda sustancia, en manifestación en tiempo y espacio, a accionar y reaccionar de acuerdo a Su voluntad; de esta manera permite que Su forma -el planeta, compuesto por los siete reinos de la naturaleza- exprese la intención logoica mientras dura el "Gran Aliento", del cual tiempo y espacio son dos aspectos. Afecta al átomo más pequeño y al más excelso Ser, dentro de la esfera de Su conciencia y del alcance de Su vivencia; afecta a los reinos subhumanos sin que ellos se den cuenta y (en lo que les concierne) es lo que a veces se ha denominado "la Ley de la Vida del Sol". Después de haber alcanzado la etapa de integración de la personalidad, la familia humana reacciona al propósito divino con acrecentada conciencia. Una vez construido el antakarana y recibidas las iniciaciones superiores, el iniciado colabora en ese propósito con plena comprensión e intención. Ya no reacciona simplemente a sus propios anhelos internos que lo obligan a invocar siempre el aspecto superior de la vida y de la conciencia, que presiente tener por delante. Ahora conoce; ve; participa en el Plan; se relaciona con la Intención divina por medio de la comprensión de la Doctrina o Ciencia de Tensión; se apropia de la Intención divina hasta donde puede captarla. Esta interacción recíproca produce la mutabilidad de la forma y la inmutabilidad de la naturaleza divina, características de esas conciencias que se han liberado de la prisión de la forma.

     En otra parte* he dicho que: "La definición de la religión, que en el futuro demostrará mayor exactitud que cualquier de las formuladas hasta ahora por los teólogos, podría ser expresada de la manera siguiente:

     Religión es el nombre asignado al llamado invocador de la humanidad y la respuesta, a esa demanda, evocada por esa Vida más grande.

     En realidad significa que la parte reconoce su relación con el Todo, además de la constante demanda para aumentar [i521] la percepción de dicha relación, lo cual produce el reconocimiento, por parte del Todo, de la demanda formulada. Es el impacto producido sobre esa Vida, por la vibración de la humanidad -orientada específicamente hacia esa Gran Vida de la cual se siente parte- y el impacto, en respuesta de ese "amor omniabarcante", sobre esa vibración menor. Recién ahora el impacto producido por la vibración humana puede ser sentido tenuemente en Shamballa; hasta hoy su más poderosa actividad alcanzó solamente a la Jerarquía. Religión, la ciencia de invocación y evocación, en lo que concierne [e429] a la humanidad, constituye el Acercamiento (en la futura nueva era) de una humanidad polarizada mentalmente. En el pasado la religión ha tenido un atractivo totalmente emocional. Se ocupaba de la relación del individuo con el mundo de la realidad y de buscar aquellos que aspiraban a la divinidad. Su técnica consistió en capacitar al hombre para revelar esa divinidad, lograr una perfección que justifique esa revelación y desarrollar la sensibilidad y la respuesta amorosa al Hombre ideal, resumida en el Cristo para la humanidad actual. Cristo vino para poner fin a este ciclo de acercamiento emocional, existente desde los días atlantes. Demostró en Sí Mismo la perfección visualizada y dio a la humanidad un pleno ejemplo de todas las posibilidades latentes en el hombre, hasta esa época. Entonces el logro de la perfección de la conciencia crística se convirtió en el objetivo principal de la humanidad."

     La actividad de los anteriores Instructores y los Hijos de Dios manifestados, fue únicamente la presentación de los distintos aspectos de la perfección divina que el Cristo sintetizó en Sí Mismo. Pero Él hizo mucho más que eso. Si hubiera sido sólo esto lo que Él realizó, habría presentado a la humanidad el cuadro de una realización estática, o sea la culminación de la perfección, tal como lo exigía en esa época el estado evolutivo del hombre; en realidad nos hubiera presentado un gran Personaje y al mismo tiempo su evolución detenida. Esto era lógicamente imposible; pero la religión que Él fundó nunca reconoció este hecho ni consideró lo que subyace más allá del Cristo, cuál era la naturaleza de Su [i522] trasfondo subjetivo y Su punto de realización, y si Él tenía aún otras posibilidades. Esta omisión quizás resultó inevitable, debido a que la idea de la evolución fue conocida relativamente tarde por la conciencia humana. La religión ortodoxa se ha preocupado del acercamiento, mediante la emoción y la aspiración, a este Personaje Perfecto, pero no ha visto más allá del Personaje, hasta la Realidad que Él representa. Cristo Mismo lo previó como una posibilidad y trató de soslayar, cuando señaló a Sus discípulos que podrían "hacer cosas más grandes que las que Él había hecho", porque Él "iba al Padre". En estas palabras señaló más allá de Sí Mismo al ser que era responsable de Su Ser y el Camino de Evolución Superior -tema que la iglesia nunca ha tratado satisfactoriamente. En las palabras que anteceden, Él señaló un estado del ser que nunca demostró en la tierra, debido a la falta de preparación del hombre, y a que Él Mismo también estaba "en Camino".

     El Camino de Evolución Superior tiene también dos fases como las tiene el Camino Iluminado. En las primeras etapas del desarrollo de la conciencia crística y en la obtención de la tercera iniciación, la Transfiguración, el aspirante y el discípulo [e430] iniciado atraviesan la primera parte del sendero del discipulado. Al hollar el Camino de Evolución Superior (aún empleamos, este término tan engorroso) el discípulo iniciado recorre el camino del antakarana y el Camino de las Iniciaciones superiores. Al hacer este enunciado, les recordaré nuevamente que la tercera iniciación es considerada por la Jerarquía como la primera iniciación mayor, mientras que las dos iniciaciones anteriores son consideradas sólo de naturaleza preparatoria. El entrenamiento dado, en preparación para éstas y las consiguientes expansiones de conciencia, revela al iniciado la naturaleza del alma, el alcance (amplio y universal) de la conciencia-divina y su relación con el Padre, la Mónada, que le permite convertirse en alma en manifestación, en tal medida, que su percepción se trasforma definitiva e inalterablemente [i523] en la del alma; en la cuarta iniciación, el cuerpo-alma, el vehículo causal, ya no es necesario; luego desaparece, se disipa y destruye totalmente, dejando así al iniciado, libre para hollar el Camino de Evolución Superior y seguir los pasos de Cristo. Él fue el primero de nuestra humanidad planetaria que abrió la senda (¿y no es ésta una frase muy común?) hacia las esferas superiores de la revelación.

     Quisiera también recordar aquí que durante esta etapa de la evolución humana, estas variadas fases existen simultáneamente; esto explica ampliamente la diferencia y las relativas dificultades que caracterizan a todas las religiones del mundo y a todas las relaciones. La demanda emocional por parte de las masas es necesaria, y su meta -algo alejada- es la conciencia del alma y el control por el alma. Constituye el camino místico de las primeras etapas preparatorias de la Ciencia de Invocación y Evocación. Es el método que debe seguir en la actualidad la humanidad común, ampliamente atlante en su acercamiento y naturaleza; ella debe aprender a hollar el Sendero convirtiéndose en el Sendero Mismo, y así desarrollar el mecanismo y las capacidades que le son inherentes a la Mente divina, que "hila el hilo de conexión de la luz y relaciona a todos los seres dentro del círculo no se pasa planetario.

     Al convertirse en el Sendero, hablando simbólicamente, y por un proceso de reorientación, el aspirante que trata de hollar el Camino Iluminado de la purificación y del discipulado, alcanza un punto en que esa luz y ese sendero le han llevado a una meta específica. Entonces, la luz que ha generado dentro de sí mismo y que está aprendiendo rápidamente a emplear, le revela el Camino de Evolución Superior, la realidad de una meta aún mayor y más grande que Cristo denominó "el Hogar del Padre".

     En la cuarta iniciación, por primera vez en su experiencia, llega [e431] a ser consciente de que existe un vacío o brecha, que lo separa de su meta distante. Esto constituyó la parte principal de la agonía en la Cruz. Hubo una fusión de agonías en ese momento supremo, si puedo describir así lo ocurrido. El Maestro Jesús, crucificado allí, [i524] sintió la agonía de la necesidad humana y renunció a Su propia vida; dio todo de sí (hablando también simbólicamente) para satisfacer esa necesidad. En ese momento Cristo influyó sobre Su gran discípulo y también pasó simultáneamente por una gran experiencia iniciática. Su agonía, en la ansiedad por recibir la revelación y una acrecentada iluminación (a fin de ampliar sus facultades como Salvador del mundo), le reveló las nuevas posibilidades, por las cuales -cuando las enfrentó confusamente en el Huerto de Getsemaní y más tarde en la Cruz- toda Su naturaleza se cohibió.

     Éste es un gran misterio, y comprenderlo es tan imposible como saber de lo que estoy hablando; es conveniente establecer el hecho en la conciencia, que en la iniciación de la Crucifixión, el Maestro Jesús recibió la cuarta iniciación y el Cristo la sexta iniciación. El Maestro Jesús alcanzó la experiencia culminante del Camino Iluminado, mientras que Cristo hizo ese esfuerzo final que Le permitió completar y atravesar "el arco iris" y, por lo tanto, "ir al Padre" (como Él dijo a Sus discípulos), avanzando hacia la primera etapa del Camino de Evolución Superior.

     El punto práctico que los aspirantes y discípulos deben recordar es que la Ciencia de Invocación y Evocación entró en una nueva fase cuando Cristo vino y Se presentó ante la humanidad; entonces impartió la enseñanza que resumía todo el pasado e indicó los nuevos aspectos de la futura enseñanza. Abrió la puerta al Camino de Evolución Superior, hasta entonces cerrada, así como Buda resumió en Sí Mismo la realización del Camino Iluminado y la adquisición de todo conocimiento y sabiduría. Al abrir Cristo esta "puerta mayor, que está más allá de la puerta menor", introdujo -si puedo expresarlo tan inadecuadamente- la Voluntad de Dios en la tierra, particularmente en relación con la conciencia de los hombres. Elevó toda la Ciencia de Invocación y Evocación al plano mental e hizo posible un nuevo acercamiento a la divinidad. Resulta difícil presentar un símbolo que aclare esto en la mente, pero el que se da en la página siguiente puede traer alguna iluminación. [i525]

     [i526] Debe recordarse que la inteligencia y el amor estaban presentes en la Tierra, la primera en mayor grado que el segundo, y que la tarea de todos los Salvadores del mundo (surgiendo del Lugar Secreto, desde el ilimitado pasado hasta la actualidad) ha sido introducir, organizar y complementar estos aspectos,

[e432] IMAGEN


[e433] energías y atributos divinos, para continuar su desarrollo en el cuerpo del Logos planetario. De vez en cuando, en la época de Su Aparición, Ellos demostraron a la humanidad el grado de desarrollo alcanzado. Estos Representantes de la Deidad han pertenecido a todas las categorías, grados y distintas etapas de desarrollo espiritual; fueron elegidos por Su aptitud para responder a la invocación y manifestar ciertas cualidades divinas, atraer a Su alrededor a quienes poseían latentes las mismas cualidades divinas y, por lo tanto, simplificar la enseñanza que el Salvador del Mundo vino a impartir, traduciendo en el equivalente humano todo lo que era posible de la inspiración divina. Muchos de Ellos han sido olvidados, aunque Su trabajo tuvo éxito; otros se han convertido en un mito, debido a la facultad del hombre de crear formas mentales, pero Su trabajo ha sido recordado y los monumentos y las tradiciones dan constante testimonio; los grandes Hijos de Dios poseían un gran poder y amor a la humanidad, y aún después de muchos siglos evocan la atención del género humano y condicionan todavía las reacciones de millones de personas.

     Vyasa -el Vyasa original, la gran Individualidad evocada por la invocación de los primitivos hombres-animales- sigue siendo algo más que un nombre, aunque ha salido de nuestro esquema planetario hace millones de años. Respondió a las invocadoras especies superiores del reino animal, abriéndoles una puerta hacia el reino humano, y Su trabajo dio lugar al proceso conocido como individualización. En el transcurso de las épocas han venido estos Hijos de Dios, evocados por la invocación humana; invocaron a su vez ciertos aspectos de la naturaleza divina, profundamente ocultos en la humanidad -todos relacionados hasta entonces con la conciencia y la respuesta de la parte al Todo. [i527] Eventualmente, vino Hércules y abrió la puerta al sendero del discipulado, y Su trabajo está conservado para nosotros en los Doce Trabajos de Hércules, los cuales resumen las diferentes pruebas a que son sometidos todos los discípulos, previamente a las distintas iniciaciones. Vino Shri Krishna y abrió la puerta por la cual el género humano pudo pasar a la segunda Iniciación. Buda, un Personaje aún mayor, conocido como "El Iluminado", vino y demostró a la humanidad la naturaleza del Camino Iluminado, sus revelaciones y efectos en la conciencia. Representó para nosotros la suprema realización del camino místico. Luego vino Cristo y realizó un triple trabajo:

1. Abrió la puerta para la tercera iniciación.

2. Introdujo en la Tierra "la voluntad de Dios en la matriz del amor" (como esotéricamente se lo denomina). [e434]

3. Señaló el camino que atraviesa "el ojo de la aguja" y permite entrar en la Pirámide a través del pasillo (el símbolo de la Tríada espiritual. A.A.B.) que conduce externamente al Camino que finaliza en Shamballa.

     Su trabajo fue de naturaleza culminante; demostró en Sí Mismo dos aspectos divinos, dando de este modo "forma y sustancia al amor"; esto ha sido secuencialmente fomentado por varios Salvadores del mundo de menor categoría, que vinieron anteriormente, de los cuales Shri Krishna fue el más grande.

     Cristo completó el trabajo de Buda, manifestando en su plenitud, la naturaleza del amor, permitiendo, como bien saben, la plena expresión del amor-sabiduría en su aspecto dual -un aspecto demostrado por Buda y otro por Cristo. Pero en el mundo del pensamiento y de la religión aún no se ha hecho hincapié sobre Su principal trabajo -la revelación del Camino de Evolución Superior. Esto implica atraer la prístina voluntad divina y relacionar la Jerarquía espiritual con el Gran Concilio en Shamballa. Por lo tanto, será evidente que fue el primero en llevar a cabo, etapa tras etapa, la total revelación de la humanidad a la Jerarquía y de la Jerarquía a Shamballa. Pudo realizar esto en virtud de haber [i528] construido y terminado el antakarana, facilitando así el trabajo de todos los futuros aspirantes y discípulos. Hizo posible que su progreso, respecto a la iniciación de cada etapa del antakarana planetario, no sufriera interrupciones. Presentó el "primer hilo de sustancia viviente, irradiado por el amor, inteligentemente tejido y energetizado por la voluntad, que ningún ser humano de nuestra humanidad terrestre ha podido entretejer con el antakarana planetario. He aquí el secreto de la sexta iniciación -la ascensión- no observado todavía por el ocultista.

     Ahora diré algo muy importante. Todo el esquema evolutivo está basado en una serie de ascensiones, las cuales son el resultado de un procedimiento, una técnica, un método (empleen el término que quieran) de invocación, aplicado por el individuo, grupo o reino inferior, y la consiguiente evocación de lo mayor, más incluyente e iluminado. Esto es verdad respecto al solitario aspirante en el Camino, o a todo un reino de la naturaleza. Los grandes Hijos de Dios encarnados son necesariamente Aquellos pueden incluir en Su conciencia reinos enteros o estados divinos del Ser. Aquí tenemos la clave de cómo la invocación de un grupo "con intención masiva" puede atraer, y lo ha hecho tantas veces en nuestra historia planetaria, a un Ser que satisfaga la necesidad, expresada por la invocación, como "camino de salida", y personificar en Sí Mismo la visión o meta requeridas.

     [e435] Como se habrá observado he llevado la enseñanza (dada anteriormente sobre el tema) a la totalidad de los reinos. En una instrucción anterior, he considerado el proceso tal como es aplicado al discípulo que invoca a su alma; luego llevé el concepto más allá y consideré al discípulo que invoca a su Padre en los Cielos, la Mónada. Me he ocupado ahora brevemente de toda la humanidad, la cual se halla en un gran punto de invocación, donde está todo el reino humano involucrado. Tenemos así las seis grandes etapas finales en el proceso que estamos considerando: la Invocación que conduce a la Evocación, a la Resurrección en la Quinta Iniciación y a la Ascensión en la Sexta.

     [i529] Resumiendo, he llevado el estudio de los aspectos esotéricos del desarrollo mental, a un punto en que el hombre espiritual es elevado a los reinos -que no son los del alma ni de la personalidad- que lo convierten en parte integrante de la experiencia monádica. Por lo tanto me ocupé definidamente de la experiencia iniciática. He puesto el debido énfasis sobre el hecho de que la personalidad sigue siendo un instrumento o vehículo de expresión para el alma universal y sus muchos aspectos en el plano físico; he aclarado también que para la conciencia, el alma en sí, se ha perdido en el mar de la comprensión universal; he detallado además el estado del ser que el iniciado ha alcanzado como resultado de las seis etapas de construcción consciente del antakarana, pero he señalado a este respecto que lo transcurrido está más allá de lo que llamamos conciencia, siendo por consiguiente indefinible para el intelecto humano. Hemos tratado además ciertas etapas de desarrollo que permanecen indescifrables para cualquier comprensión humana, excepto para Quienes pueden actuar en los atrios de Shamballa. Cuando estas etapas se hayan superado habrá sido alcanzada la meta de los procesos evolutivos, en lo que a la humanidad se refiere. Tales conceptos abarcan la presentación de la verdad y de nuestro tema, hasta el momento actual. No podemos seguir más allá, porque no sería de utilidad, y tampoco la constitución humana adecuada, para la tarea impuesta.

     En previas secciones he llevado nuestro tema al punto culminante de todo lo dado hasta ahora respecto a la mente humana y su capacidad. He indicado el método por el cual la mente, entrenada en la meditación y por lo tanto consciente del alma, puede -por medio de la construcción del antakarana- alcanzar alturas y etapas de inclusividad que la introducirán en ciertos aspectos de la así llamada mente universal, la Mente de Dios, tal como se la denomina familiarmente. Lo que en verdad he hecho, es considerar muy brevemente el modo por el cual el discípulo o el iniciado pueden, con acrecentado poder, sintonizarse con la [e436] mente del Logos planetario, Sanat Kumara. Así como el discípulo puede, [i530] cuando es consciente del alma, sintonizarse con la mente de Su Maestro, del mismo modo el iniciado, en una vuelta más alta de la espiral, también puede registrar los pensamientos del Ser divino en el Que vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser.

     Por el desarrollo del antakarana y su consciente uso científico, el iniciado se hace consciente de lo que transcurre en la Cámara del Concilio de Shamballa; entonces puede empezar a trabajar eficientemente como un exponente del aspecto Voluntad de la divinidad. Sin embargo, durante todo este tiempo nos hemos limitado totalmente a la consideración del aspecto mente, en sus tres fases en el plano mental, haciéndolo extensivo a los estados del ser, desconocidos por todos, excepto para los discípulos entrenados e iniciados. Mi intención ha sido darles una visión interna teórica, no práctica, sobre los métodos de actividad y los posibles estados del ser, a los cuales podrán algún día aspirar y eventualmente alcanzar.

*Reaparición de Cristo, páginas 115-116.


Castellano:
Inglés:

[ Anterior | Indice | Otros Libros | Siguiente ]

Esta obra está bajo una licencia de: Creative Commons License
Los Libros Azules
© 2010 — info@libros-azules.org