Psicología Esotérica Vol. II - Las 7 Leyes que rigen la Vida Grupal

      


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II. Las Siete Leyes de la Vida del Alma o Vida Grupal

Llegamos ahora a esa parte del estudio del alma y su vida, de gran importancia para todos aquellos que viven (o comienzan a vivir) y actúan como almas conscientes por medio del alineamiento definido y la unificación. Sin embargo, esta parte será algo abstrusa para aquellos cuyas vidas están centradas en la personalidad. A través de las épocas, los que han tratado de dilucidar las Escrituras del mundo, se han preocupado por hacer comprender a la humanidad la naturaleza de esas cualidades que deberían caracterizar a todos los verdaderos creyentes y aspirantes y a los sinceros discípulos, cristianos o no. Esta enseñanza se ha basado en la buena conducta y la correcta acción y, por lo tanto, en los efectos producidos por causas internas que no siempre han sido especificadas. Fundamentalmente, todas esas virtudes, buenas intenciones y sanas cualidades, representan el surgimiento de ciertas energías y tendencias y su expresión en el plano físico, que son inherentes al alma misma, y están a su vez regidas por energías y leyes de naturaleza distinta de las que gobiernan a la personalidad. Es importante insistir sobre esto y tener presente que los poderes del alma, tal como se presentan hoy en el mundo, constituyen (en su desarrollo) un grupo de fenómenos que, varios siglos atrás, hubieran sido considerados mágicos, imposibles y sobrehumanos. Los descubrimientos de la ciencia, la adaptación de las leyes que rigen la materia y la energía material dirigida para servir al género humano y satisfacer sus crecientes necesidades, y el sutil y [i86] delicado mecanismo del cuerpo humano y su sensibilidad, que aumenta constantemente, han creado una conciencia mundial y una civilización que -a pesar de sus evidentes defectos, basados en las actitudes separatistas y egoístas de la personalidad, a través de la cual el alma tiene aún que trabajar- son una garantía de la divinidad innata en el hombre, con todo lo que puede ser inherente a la misma y lo que se infiere de esa frase. Lo que aún no se ha alcanzado a comprender es que las emergentes cualidades deiformes, las características benéficas y las virtudes de la humanidad, que aparecen lentamente, sólo indican las potencialidades ocultas que no han sido estudiadas científicamente. A las buenas cualidades se las denomina así porque constituyen, en esencia, las energías que controlan las relaciones [e78] grupales; los poderes llamados sobrehumanos expresan fundamentalmente la actividad grupal; las virtudes son únicamente efectos correctamente manejados de la vida grupal, que tratan de expresarse en el plano físico. La creciente ciencia de relaciones sociales, de responsabilidad social o vida cívica coordinada, de economía científica y de interrelaciones humanas, el constante desarrollo del sentido de internacionalismo, de unidad religiosa y de interdependencia económica, indican las energías de la vida del alma que actúan en el plano físico y en la familia humana. De allí el conflicto de ideales en el mundo de hoy, el dualismo masivo que produce tal confusión y de allí los compromisos y la inconsistencia. Tenemos aquí la causa de todas las divergencias en el mundo de ideales civilizados, y los móviles antagónicos de amplias diferencias que impelen a las personas de buenas intenciones y nobles propósitos y de elevados principios, a emprender actividades antagónicas.

Dos series de principios controlan la vida humana -el egoísmo y el altruismo, el bien individual y el bien grupal, la meta objetiva y la meta subjetiva, el incentivo material y el impulso espiritual, el patriotismo nacional
[i87] y el ideal mundial, la creencia religiosa separatista, la federación de religiones y el conjunto de dualidades que indican sencillamente el realismo de quienes son personalidades (integradas y separatistas) o almas (alineadas y conscientes del grupo). Tal la principal divergencia que existe hoy en el mundo; el peso del poder está a favor de la separatividad y de las diferenciaciones críticas, pues son la línea de menor resistencia. Gradualmente ambas se equilibrarán con el peso del idealismo mundial que entrará paulatinamente en el reino de la unificación del alma, hasta que oportunamente (pero no antes de cierto tiempo) el énfasis del pensamiento mundial se pondrá definitiva y permanentemente "del lado de los ángeles". Observen la verdad oculta que encierra esta conocida frase. En consecuencia, podemos esperar que las nuevas leyes que rijan la vida del alma, que significa vida grupal, comenzarán a actuar y hacer sentir su presencia. Al principio esto traerá acrecentadas dificultades mundiales, de allí la necesidad de aclarar el significado de estas leyes, simplificar sus objetivos y hacer comprensible sus potencialidades.

1. La Ley del Sacrificio

El tema que estudiaremos ahora es difícil y suscitará controversias. El hilo que nos sacará del intrincado laberinto del
[e79] pensamiento y en el cual debemos por fuerza entrar, es el hilo dorado del amor, de la comprensión, de las relaciones y de la conducta grupales.

Nombre Exotérico Nombre Esotérico Símbolo Energía de Rayo
1. La ley del Sacrificio La ley de quienes eligen morir La cruz rosada con un pájaro dorado El cuarto rayo afluyente, energía unificadora.

La ley del sacrificio es la primera de las leyes que debe ser captada por la inteligencia humana y es la más fácilmente comprendida por el hombre (porque está regido por ella [i88] y es consciente de ella) y tuvo su primera y principal expresión en la era que va desapareciendo lentamente, la actual era pisciana; esta ley siempre ha estado activa y en vigencia en el mundo, pues es una de las primeras leyes subjetivas internas que se expresan conscientemente como ideal activo en la vida humana. Todas las religiones mundiales han tenido por tema el sacrificio divino, la inmolación de la Deidad cósmica por medio del proceso de la creación universal y de los Salvadores del mundo, mediante Su muerte y sacrificio como medio de salvación y eventual liberación. La ceguera y la influencia contaminadora del hombre separatista inferior son tales, que esta ley divina del sacrificio se utiliza con la intención egoísta de una salvación personal e individual. Pero la verdad disfrazada permanece siendo la verdad inmaculada en su propio plano, y esta dominante ley mundial rige a la aparición y desaparición de universos, sistemas solares, razas y naciones, líderes y gobernantes mundiales, a los seres humanos que encarnan y a los que se revelan como Hijos de Dios.

Veamos ahora si podemos interpretar o definir la verdadera significación de esta ley, que realmente es la expresión de un impulso divino, que conduce a una actividad definida, con sus consiguientes y subsiguientes resultados y efectos. Este aspecto del sacrificio condujo a la creación de los mundos y a la manifestación del divino Creador.

Para una mejor comprensión de la Ley del Sacrificio será de utilidad expresarla por medio de palabras y términos sinónimos.

a. LA SIGNIFICACIÓN DE LA LEY DEL SACRIFICIO

Significa el impulso de dar. El secreto de la doctrina del "perdón de los pecados" y de la "expiación" está oculto en esta
[e80] simple frase. Es la base de la doctrina cristiana del amor y del sacrificio. De allí el énfasis [i89] puesto en la era pisceana y la influencia ejercida por el cristianismo sobre ambas cosas –perdón y expiación. Ciertamente el hombre, como de costumbre, desfiguró e interpretó erróneamente la enseñanza y la verdad, y fueron absorbidas, como comúnmente sucede en la actualidad, por el espejismo y la ilusión del plano astral, más la influencia pisciana. El pensamiento del hombre dominó y distorsionó el ideal y produjo una doctrina tan condenable como la del elegido de Dios, la del preferido del Señor, de los que podían beneficiarse por el sacrificio y la muerte del gran Hilo de Dios, que debido a los méritos de esa muerte vicaria, pasan a un estado de bienaventuranza en el cielo, simplemente por su elección emotiva que ignoran los millones de seres que no han hecho ni han tenido la oportunidad de hacer tal elección. La actividad simbólica del gran Instructor de Nazaret será bien comprendida y su significación convenientemente apreciada, sólo cuando sus implicaciones grupales se estudien más cuidadosamente, cuando el significado del sacrificio y de la muerte ocupen su correcto lugar en la conciencia humana y cuando la ley de dar, con todo lo que ella implica, sea correctamente comprendida y aplicada. Quienes así se sacrifican son:

La Deidad solar que dio Su vida al universo, al sistema solar, al planeta y a los mundos manifestados que en consecuencia aparecieron. La Deidad cósmica ha obrado del mismo modo, pero ¿qué significado tiene para nosotros? Ninguno, excepto un símbolo. Fueron Su impulso, Su voluntad, Su deseo, Su incentivo, Su idea y propósito de aparecer. Entonces tuvo lugar el acto creador, comenzando con el proceso de la manifestación, su cíclica existencia evolutiva. El Cristo cósmico fue crucificado sobre la cruz de la materia y, debido a ese gran sacrificio, se les ofreció la oportunidad a las vidas evolucionantes de todos los reinos de la naturaleza y los mundos creados. Y así pudieron progresar. Comenzó el trabajo en tiempo y espacio y se inició la admirable marcha de los seres vivientes hacia la meta hasta ahora ignota. No es posible
[i90] dar la razón de por qué la Deidad decidió actuar así. Nosotros no conocemos el ultérrimo propósito o plan, y únicamente en las mentes iluminadas comienzan a aparecer aspectos de Su técnica y método. Quienes saben más que nosotros, debido a su extenso ciclo de vida y a sus mayores experiencias, insinuaron que comienza a despuntar una vislumbre de la intención eterna y cósmica en la conciencia de Aquellos que han recibido algunas de las iniciaciones superiores. Su naturaleza necesariamente permanece incomprensible para el género humano. Todo lo que el ser humano inteligente [e81] puede captar, echando una mirada retrospectiva a la historia del planeta (hasta donde puede proporcionar la historia moderna) es que:

  1. Ha progresado la facultad humana de ser consciente.
  2. Ha habido un refinamiento creciente y paralelo de las formas de vida en los distintos reinos de la naturaleza.
  3. Se ha intensificado la actividad consciente, dentro de una escala de vida acelerada y progresiva que, como se sabe, ha llevado constantemente a trascender el tiempo tal como lo conocemos. Se ha producido un amplio progreso de una dimensión a otra, y hoy hablamos en términos de un estado de conciencia cuadridimensional y captamos el hecho de que son maravillosamente posibles cinco o seis dimensiones.
  4. Se ha acrecentado el control científico de los elementos en que vivimos y de las fuerzas de la naturaleza. Actualmente hablamos del dominio del aire, así como hace quinientos años (cuando se lo consideraba imposible) hablábamos del dominio de los mares. Contrarrestamos la atracción de la fuerza de gravedad de la tierra a fin de poder "volar hacia la faz del sol".
  5. Se ha progresado desde la vida instintiva de la conciencia sensoria en la forma material, hasta la vida intelectual de los seres humanos autoconscientes, incluyendo la comprensión [i91] intuitiva de los que comienzan a actuar como entidades superhumanas. Todo ello ha sido el resultado de la actividad determinante y condicionada de la Gran Vida, que prefirió sacrificarse y ser crucificada en la Cruz cardinal de los Cielos, a fin de pasar una iniciación cósmica, la Cual, según nuestro punto de vista mediocre y relativamente ignorante, está crucificada en la Cruz fija de los Cielos, y por medio de la Cruz mutable, produce, no obstante, cambios durante el ciclo evolutivo, para lograr el desarrollo de la conciencia, el refinamiento constante de la forma y la intensificación de la vida que caracteriza Su creación.

El estudio de los objetivos mencionados:

    1. El desarrollo de la conciencia,
    2. El refinamiento de las formas,
    3. La intensificada realización de la vida

impartirá a los ansiosos estudiantes una pobre comprensión de los aspectos inferiores del divino propósito. La imaginación humana vacila ante la maravilla que encierra dicha idea. Si la
[e82] enunciación de estos hechos e ideas sólo son la mera expresión de los propósitos cósmicos más profundos y bellos ¿no podría ser que la meta estuviera más allá de todo cálculo humano, si únicamente su expresión inferior abarca los conceptos intuitivos y abstractos más avanzados, de que es capaz la conciencia humana más elevada? Les recomiendo que reflexionen profundamente sobre este pensamiento.

Por lo tanto, se evidenciará por qué la energía de cuarto rayo se relaciona con la Ley del Sacrificio y por qué en este cuarto sistema planetario y en nuestro cuarto globo -la Tierra- se pone tanto énfasis sobre la Ley del Sacrificio, "la Ley de los que eligen morir". El cuarto rayo
[i92] de conflicto (conflicto que eventualmente termina en armonía) no es en la actualidad uno de los rayos que están en manifestación, sin embargo -a la luz del ciclo mayor- este rayo es uno de los principales factores que controlan la evolución en la tierra y en nuestro sistema solar, que es de cuarta categoría. Esto, bien comprendido, nos dará una idea de por qué nuestro pequeño planeta Tierra tiene aparentemente tanta importancia en el sistema solar. No es simplemente porque queremos creerlo y con ello nutrir nuestro orgullo, sino porque el cuarto rayo de conflicto y esta primera ley, son, en tiempo y espacio, factores predominantes en el cuarto reino de la naturaleza, el reino humano. Nuestro planeta, el cuarto en la serie de la divina expresión, con la cual estamos asociados, tiene una relación particular con la posición de nuestro sistema solar en la serie de sistemas solares que constituyen el cuerpo de expresión de Aquel del Cual Nada Puede Decirse.

Nunca debemos olvidar que el cuarto rayo de conflicto es aquel cuyas energías, correctamente aplicadas y comprendidas, traen armonía y unificación. Esta actividad armonizadora produce belleza, la belleza obtenida por medio de la lucha. Trae vivencia a través de la muerte, armonía mediante la lucha y unión por medio de la diversidad y la adversidad.

El sacrificio de los ángeles solares trajo a la existencia el cuarto reino de la naturaleza. Los "nirvanas que regresan" (según se los denomina en la literatura esotérica), deliberadamente y con plena comprensión, tomaron cuerpos humanos a fin de que esas formas inferiores de vida se acercaran más a la meta, y nosotros fuimos y somos esos nirvanas. Los "Señores del Conocimiento y de la Compasión y los de la perseverante e incesante Devoción" -nosotros- eligieron morir a fin de que las vidas inferiores pudieran vivir y este sacrificio permitió que evolucionara la conciencia que mora internamente en la Deidad. Al abrirse camino
[e83] a través [i93] de los reinos suhhumanos de la naturaleza esta conciencia necesitó de la actividad de los ángeles solares para poder seguir progresando. Aquí reside:

  1. Nuestro servicio a Dios, por medio del sacrificio y la muerte.
  2. Nuestro servicio a otras almas, por medio del propósito deliberado de autosacrificarse.
  3. Nuestro servicio a otras formas de vida en otros reinos.

Todo esto implica la muerte y el sacrificio de un hijo de Dios, un ángel solar, pues desde el punto de vista de la Deidad, al descenso a la materia, la manifestación por medio de la forma, la apropiación de un cuerpo y la expansión de la conciencia mediante el proceso de la encarnación, se lo considera ocultamente que es la muerte. Pero los ángeles "eligieron morir, y al morir, vivieron”. Debido a su sacrificio la materia es ascendida a los Cielos. Este tema predomina en las páginas de La Doctrina Secreta y está expuesto más detalladamente en el Tratado sobre Fuego Cósmico. El sacrificio de los ángeles, la muerte de los Hijos de Dios, la inmolación del Cristo místico, la crucifixión en tiempo y espacio de todas las entidades vivientes llamadas almas, es el tema tratado en dichos libros. Es el misterio insinuado en las Escrituras del mundo y el secreto de las edades, sólo descubierto por las almas de los hombres a medida que cada uno individualmente se relaciona conscientemente con su propia alma y descubre lo que ha realizado gozosamente en el pasado, llegando así a comprender el supremo sacrificio realizado premeditadamente en los albores del tiempo, y vuelve a repetirlo consciente y simbólicamente en alguna etapa de su transcurso en la tierra como alma, para beneficio de otras almas, a fin de acelerar su progreso hacia sus respectivas metas. Luego, en determinada vida, representa o desarrolla en sí mismo y también ante el mundo expectante, el gran drama simbólico denominado:

El Sacrificio de un Salvador del Mundo. Éste es el tema del
[i94] romance histórico de todos esos Hijos de Dios que, en el transcurso de las épocas, han llegado a comprender la significación del propósito divino de Dios, del Verbo encarnado a través de un planeta, de los ángeles solares que a su vez son el Verbo encarnado en una forma humana. Aunque represente este drama, como lo hizo el Cristo, para presentar al hombre el simbolismo de la muerte y del sacrificio, o como lo hizo el Buddha, para demostrar al hombre el sacrificio y la muerte del deseo personal (mencionando sólo dos de los manifestados Hijos de Dios), el tema sigue siendo el mismo [e84] -la muerte de lo inferior a fin de liberar lo superior- o –en escala mayor- la muerte de lo más elevado en el orden y la escala del ser, a fin de liberar lo inferior.

Pero la lección que debe ser aprendida (y el hombre la está aprendiendo), es que, muerte, dolores y tristezas, pérdidas y desgracias, alegrías y aflicciones, tal como lo comprende la conciencia humana, existen porque el hombre todavía se identifica con la vida de la forma y no con la vida y la conciencia del alma, el ángel solar, cuya percepción es, potencialmente, la de la Deidad planetaria, cuya mayor percepción es, a su vez, potencialmente la de la Deidad solar. El momento en que el hombre se identifica con su alma y no con su forma, comprende el significado de la Ley del Sacrificio; espontáneamente está regido por ella, convirtiéndose en aquel que premeditadamente elegirá morir. Pero no hay dolor ni tristeza y tampoco verdadera muerte.

Tal el misterio de la ilusión y del espejismo. Todos los Salvadores del Mundo están libres de estos dos factores esclavizantes. No son engañados. Sería bueno señalar, al margen, que en la Nueva Era se ampliará el concepto que tenemos acerca del término Salvador Mundial. En la actualidad se aplica predominantemente a las almas que pertenecen al rayo de la enseñanza, el segundo rayo o
[i95] crístico, las cuales están representando el drama de la salvación. Pero esto es un error, y se debe al poderoso espejismo emocional de la era pisciana, influencia astral que tiene sus raíces en la anterior civilización Atlante que precedió a la nuestra. En esa época el cuerpo astral era el tema de atención. Gran parte de lo que sucede hoy y puede suceder, tiene sus raíces en ese aspecto de la energía. Las simientes entonces sembradas, florecen ahora. Esto es muy bueno y necesario, aunque cause angustia al experimentarlo.

Pero debe reconocerse que los Salvadores del Mundo vienen para servir a la raza, sacrificándose de diversas maneras y en muchas formas. Pueden aparecer como grandes gobernantes, dictadores, políticos, estadistas, científicos y artistas. Su trabajo es salvar, restituir o renovar y revelar, y lo cumplen sacrificándose a sí mismos. Por lo tanto, deben ser reconocidos por lo que son, siendo hoy incomprendidos, mal interpretados y juzgados erróneamente por sus errores, más que por sus objetivos, pero son almas consagradas. Rescatan, elevan, integran e iluminan, y el resultado neto de su trabajo, desde el punto de vista histórico, es bueno.

La Ley del Sacrificio y el impulso de dar, pueden observarse también en todos los reinos de la naturaleza. Tenemos su ejemplo en los sacrificios básicos que tienen lugar entre los reinos. Las
[e85] cualidades esenciales de los elementos minerales y químicos de la tierra podrían servir de ejemplo. Son necesarios para otras formas de vida y fueron otorgados al hombre por medio del reino vegetal y el agua que bebe, por eso en el primero y más denso reino de la naturaleza (cuya conciencia está tan distanciada de la nuestra) tiene vigencia el proceso de dar. Sin embargo, no es posible delinear esta Ley del Sacrificio en los reinos subhumanos, [i96] y aquí debemos confinar nuestra atención al mundo de la conciencia y del vivir humano.

b. EL TRABAJO DE SALVAR O LA SALVACIÓN


La Ley del sacrificio también significa salvar y subyace en todo el proceso evolutivo, y surge con clara significación en la familia humana. El instinto de perfeccionarse, el ansia de progresar (física, emocional e intelectualmente), el esfuerzo por aliviar la mala situación, la tendencia a la filantropía, que tan rápidamente se está extendiendo por el mundo, y el sentido de responsabilidad, que permite al hombre comprender que es el custodio de su hermano, son todas expresiones de este instinto de sacrificio. Este factor, reconocido por la psicología moderna, tiene una significación mucho más amplia que la que tuvo hasta ahora. Tal tendencia instintiva rige la Ley de Renacimiento. Es la expresión de un factor aún mayor del proceso creador; principal impulso determinante que impelió al Alma de Dios Mismo a entrar en la vida de la forma, e impele a la vida, en el arco evolutivo, a descender a la materia, produciendo así la inmanencia de Dios. También constituye lo que obliga a la humanidad a luchar implacablemente por el bienestar material. Es además lo que impulsa al hombre, con el tiempo, a volver la espalda "al mundo de la carne y del demonio", según El Nuevo Testamento, y a orientarse hacia las cosas que tienen importancia espiritual. El hijo pródigo sacrificó el hogar del Padre cuando decidió alejarse hacia lejanos países. Desperdició y sacrificó su sustancia por haber abusado de la experiencia de la vida en la tierra, hasta que agotó todos sus recursos y tuvo que sacrificar lo que tanto había querido, pero descubrió que no lo satisfacía. Por las cosas de menor valor sacrificó los valores superiores y tuvo que regresar a su punto de origen. Ésta es la historia de la vida de todos los
[i97] Hijos de Dios que vinieron a la encarnación, expuesta en forma simbólica en la Biblia, tema que está en todas las Biblias del mundo.

El anhelo de sacrificarse, de abandonar esto por aquello, de elegir una forma o línea de conducta sacrificando otra, de
[e86] perder para eventualmente ganar, es la historia que subsiste en la evolución, lo cual debe ser comprendido en forma psicológica. Es el principio que rige la vida misma y corre como canon dorado de belleza a través de los oscuros elementos con los cuales se forja la historia humana. Cuando este impulso de sacrificio para conquistar, adquirir o salvar, lo que se considera deseable, sea comprendido, se revelará la clave del desarrollo del hombre. Esta tendencia o anhelo es algo distinto del deseo, tal como hoy se comprende y estudia académicamente, pero lo que en verdad significa es el surgimiento de lo más divino en el hombre. Constituye un aspecto del deseo; es la parte activa y dinámica, no la parte sentimental-sensual; es la característica predominante de la Deidad.

Sin embargo, es interesante que los que estudian esoterismo observen que este anhelo de salvar y sacrificarse, con el fin de redimir, obra de distintas maneras en los diferentes esquemas planetarios. Cada Señor de Rayo de un esquema, que se manifiesta por medio de un planeta, expresa este impulso de diferente manera y cada manifestación es tan distinta de las otras, que lo único que puede hacer el ser humano es presentir el método que existe en nuestro propio planeta. Los iniciados saben que las características psicológicas variables de las Vidas de rayo condicionan muy especialmente el método de expresar el sacrificio en el transcurso de la manifestación. La gran corriente de energía viviente que se manifiesta en el esquema evolutivo de nuestra Tierra está condicionada por el temperamento, la actitud y la orientación de un "Divino Rebelde". Sólo la rebelión produce dolor y tristeza, pero dicha rebelión es inherente,
[i98] e innata en la Deidad de nuestro planeta, "Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser". En consecuencia, constituye una tendencia mayor que la del ente individual. Esta verdad asombrosa respecto a la Vida planetaria, sólo puede expresarse en forma velada mediante la simbología y en términos del pensamiento humano. Incluso en esto, existe siempre un riesgo, pues los hombres interpretan lo que leen, oyen y experimentan, relacionándolo con ellos mismos.

El Antiguo Comentario reza:


"Entró en la vida y supo que era la muerte.
"Tomó una forma y se entristeció porque era oscura.
“Se obligó a salir del lugar secreto y buscó el lugar de la luz, y la luz le reveló lo que menos buscaba.
"Esperaba obtener permiso para regresar.
"Buscó el Trono en lo alto y a Aquel que estaba sentado en él. Exclamó: 'No buscaba esto. Buscaba la paz, la luz, la libertad de
[e87] servir, de demostrar mi amor y de revelar mi poder. Aquí no hay luz. Aquí no hay paz. Dejadme regresar.'
"Pero Aquel que estaba sentado en el Trono no volvió la cabeza. Parecía no escuchar ni oír.
"Entonces desde la esfera inferior de las tinieblas y del dolor, surgió una voz que exclamó: 'Aquí sufrimos. Buscamos la luz. Necesitamos la gloria de un Dios entrante. [Sólo he hallado estas dos últimas palabras para poder expresar el antiguo símbolo que estoy traduciendo.]
“Elévanos a los Cielos. Entra, Oh Señor, en la tumba. Resucítanos a la luz y haz el sacrificio.
'Derriba los muros de la prisión y penetra en el dolor.'
"El Señor de la Vida retornó. No le agradó, de allí el dolor."


Las mismas condiciones que fusionan la ley del Sacrificio con el dolor, la tristeza y la dificultad, existen también en los planetas Marte y Saturno, pero no en los demás planetas. Quienes han leído detenidamente La Doctrina Secreta y el Tratado sobre Fuego Cósmico, saben que la Tierra no es un planeta sagrado. Sin embargo, Saturno, Marte y la Tierra, constituyen, de manera esotéricamente curiosa, la
[i99] personalidad de una maravillosa Vida de rayo, cuya energía es de tercer rayo. Existen, como ya se ha especificado, siete planetas sagrados, pero sólo diez esquemas planetarios y, en tres casos (los de los tres rayos mayores), tres planetas constituyen la personalidad de cada Vida de rayo. Algunos pensadores esotéricos creen que nuestro sistema solar incluye doce planetas, pero su conclusión tiene una base. La personalidad de dicha Vida de tercer rayo actúa por intermedio de los siguientes planetas:

  1. El cuerpo mental se expresa por intermedio del planeta Saturno.
  2. El cuerpo astral se expresa por medio del planeta Marte.
  3. El cuerpo físico se expresa mediante el planeta Tierra.

La potencia de esta Vida es tal que requiere tres esquemas completos -los tres están estrechamente aliados y son interdependientes- para que ella pueda expresarse. Urano, Júpiter y Venus están similarmente aliados a fin de manifestar o expresar una gran Vida.

Estos hechos constituyen un grandioso misterio y no niegan la afirmación de que Venus tiene una relación particular e íntima con la Tierra. Lo que se quiere subrayar es difícil de expresar, pero tiene gran importancia. Permítaseme ser más explícito, empleando las siguientes afirmaciones:

  1. Sólo tres esquemas planetarios son conscientes del dolor y la tristeza tal como comprendemos estos términos; ninguno [e88] de ellos conoce tan bien o los siente tanto como nuestro Logos planetario.
  2. El dolor y la tristeza son el resultado de la rebelión y del divino descontento. El instinto de perfeccionamiento, basado en el descontento, ha implicado necesariamente el temperamento o la actitud planetaria que reconoce las dualidades. [i100]
  3. Existe una etapa que se debe alcanzar en la conciencia humana donde aquello que está detrás de las dualidades -la etapa de unificación esencial- puede ser y será reconocido.
  4. Cuando esto tenga lugar, la conciencia de nuestra humanidad se fusionará con la subyacente conciencia del todo, que no reconoce el dolor ni la tristeza y ha quedado fuera de la comprensión que rige predominantemente la conciencia de las tres grandes Vidas de nuestro sistema solar.
  5. Esta verdad vagamente sentida se halla detrás del más elevado pensamiento metafísico, por ejemplo, el de la Ciencia Cristiana (Christian Science), Unidad (Unity), Ciencia Divina (Divine Science) y el énfasis puesto sobre la unificación por el cristianismo y las escuelas esotéricas.

El instinto de perfeccionamiento mediante el sacrificio es diverso.

Primero, el instinto por el mejoramiento individual que conduce al egoísmo, a la codicia y lleva, a los que poseen mente materialista, a adquirir posesiones materiales.

Segundo, el instinto de aliviar la mala situación de otras personas, ante todo por el móvil egoísta (para evitar la angustia personal que proporciona ver sufrir a otros) y, después, por el servicio puro y desinteresado, que es una cualidad del alma.

Tercero, tenemos la dedicación activa y el total sacrificio del yo inferior separado, mediante el poder de "permanecer en el ser espiritual"; lógicamente significa haber alcanzado ese estado de conciencia que trasciende lo que puede ser denominado simbólicamente el estado de conciencia "Tierra, Saturno y Marte".

Sin embargo, no debe olvidarse que la contribución que se haga a estas tres grandes Vidas planetarias, puesto que personifican preeminentemente
[i101] la Ley del Sacrificio mediante el dolor y la rebelión, contribuyó grandemente a la totalidad y a enriquecer la suma total. Las unidades de vida divina y los átomos de energía eléctrica que pasan a través de estos tres esquemas planetarios están sujetos a ellos con el fin de adquirir esa sensibilidad síquica que, de otra manera, sería imposible. Únicamente esas unidades de vida que están predominantemente coloreadas [e89] por el tercer rayo de actividad, pasan durante un tiempo a través de estos tres esquemas. Aquí hay un indicio de por qué predominan las Mónadas de tercer rayo entre los hijos de los hombres. El rayo de inteligencia activa, que se expresa por medio de los siete tipos de rayo, es sobre todo el rayo al cual pertenecen la mayoría de las mónadas humanas, especialmente en la actualidad. Por lo tanto, hallaremos que los tipos psicológicos dados a continuación coloran el grueso de la humanidad, y que el rayo de inteligencia activa se expresa a través de:

  1. La voluntad, evoca el propósito divino.
  2. El amor, expresa la cualidad divina.
  3. El intelecto, refleja la intuición.
  4. El conflicto, produce la armonía.
  5. El conocimiento o la ciencia, conduce a la irradiación.
  6. El idealismo, establece el canon divino.
  7. El ritual u organización, manifiesta la Deidad.

Por lo tanto, hablando psicológicamente, cuando se haya obtenido un mayor conocimiento de las energías que determinan el tipo de un hombre, por ejemplo, un individuo cuya Mónada se presume que pertenece al tercer rayo, su ego al cuarto rayo y su personalidad al séptimo, se designará como Tres, IV, 7. Dentro de esta simple fórmula habrá diferenciaciones menores; una personalidad de séptimo rayo puede tener un cuerpo mental de primer rayo, un cuerpo astral de quinto, y un cuerpo físico
[i102] de tercer rayo. La fórmula que la describiría sería:

    1
  Tres, IV. 7 . 5
    3

Esta interpretación significa:

Mónada tercer rayo.
Ego cuarto rayo.
Personalidad séptimo rayo.
Cuerpo mental primer rayo.
Cuerpo astral quinto rayo.
Cuerpo físico tercer rayo.

De acuerdo a la fórmula que antecede será útil para los estudiantes hacer un análisis de sí mismos y de otros, y establecer sus fórmulas personales, lo cual debe hacerse consultando conjuntamente sus horóscopos. Esto será tratado más detalladamente después de haber considerado las implicaciones astrológicas de los rayos en el siguiente tomo de esta serie. [e90]

Por lo tanto, la Ley del Sacrificio no puede ser eliminada del esquema de nuestra Tierra, en lo que se refiere a las reacciones humanas y subhumanas, respecto al pesar y al dolor, como tampoco puede ser eliminada de los planetas Saturno y Marte. Es relativamente desconocida en los otros esquemas. Bienaventuranza y Sacrificio son términos sinónimos en lo que concierne a nuestro Logos solar y también para la mayoría de los Logos planetarios. Esto no debe olvidarse. Los más evolucionados hijos de los hombres en la Tierra han logrado, en ínfima medida, liberarse de las limitaciones impuestas por el pesar y el dolor, y conocen el éxtasis del místico, la exaltación del iniciado, la exquisita agonía del sacrificio o cualquier otro sentimiento llevado a la sublimación. Cuando esto ha sido logrado, el mecanismo del sufrimiento y la capacidad para registrar percepciones sensorias son trascendidas y, momentáneamente, el hombre pasa al plano de la unidad,
[i103] donde no existe dolor, pena, rebeldía ni sufrimiento. Cuando el viviente y vibrante antakarana o puente, ha sido construido, este "camino de escape" se convierte en sendero normal de la vida. Entonces se evade automáticamente del dolor, pues enfoca su conciencia en otro lugar. En los casos mencionados y donde el antakarana no es un hecho consumado y establecido, el delgado filamento del "camino de escape" parcialmente construido, al estar bajo una enorme presión y excitación, surge violentamente como un trémulo haz de luz y toca momentáneamente esa luz que es el Yo. De allí el éxtasis y la exaltación. Pero esto no dura y no se repite conscientemente hasta no haber pasado la tercera iniciación. Después de eso el "camino de escape" se convierte en el "camino de la vivencia diaria" (traducción inadecuada de una oculta y antigua frase). Luego se trasciende paulatinamente el sufrimiento, y los pares de opuestos -placer y dolor- ya no dominan al discípulo.

Lo antedicho constituye el tema de la psicología esotérica y, cuando se comprenda correctamente, explicará:

  1. La influencia saturnina en la vida humana.
  2. La cesación de la rebelión, o el fin de la influencia marciana.
  3. La construcción del antakarana, que libera al hombre del control de la vida de la personalidad.
  4. La evocación de la conciencia grupal.
  5. La consiguiente negación del dolor y el pesar. [e91]
  6. La entrada en el Nirvana y el comienzo del verdadero Camino.

La Ley del Sacrificio significa también:

c. RENUNCIAR A LO ADQUIRIDO

Éste es el tema básico de El Bhagavad Gita. En este tratado sobre el alma y su desarrollo, se enseña a "realizar la acción sin apegos", estableciendo así las bases para posteriores renunciamientos que pueden efectuarse
[i104] sin dolor ni sentido de pérdida, porque se ha adquirido el poder, latente siempre en nosotros, de desprendernos de las posesiones adquiridas.

Esta ley actúa de diversas maneras y sólo es posible indicar algunas de las significaciones generales que contienen las principales lecciones que debe aprender todo discípulo.

Primero, el alma debe desprenderse de la personalidad. Durante épocas, ésta se ha identificado con el yo personal inferior y, por intervención del mismo, ha adquirido experiencia y mucho conocimiento. Llegará el momento en que ese medio "no será tan apreciado" por el alma, y se invertirán sus respectivas posiciones. El alma ya no se identifica con la personalidad, pero ésta se identifica con el alma y pierde su cualidad y posición separatista. Todo lo que ha adquirido en el transcurso de largos siglos de lucha y contienda, dolor y placer, desgracias y deseos satisfechos y todo lo que la rueda de la vida, girando incesantemente, ha puesto en posesión del alma, Todo debe ser abandonado. La vida del discípulo se convierte entonces en una serie de desprendimientos, hasta haber aprendido la lección del renunciamiento.

La secuencia consiste en lograr, primero, el desapasionamiento, luego, la discriminación y, finalmente, el desapego. Los discípulos deben meditar sobre estas tres palabras, si alguna vez quieren cosechar los frutos del sacrificio.

"Habiendo compenetrado los mundos con un fragmento de Mí Mismo, Yo permanezco". Tal es el tema del esfuerzo del alma y tal es el espíritu que debe subsistir en todo trabajo creador. En este pensamiento reside la clave del símbolo de la Ley del Sacrificio -una cruz rosada con un pájaro que vuela sobre ella. Ésta es la cruz amada (el rosado es el color del afecto), y el pájaro (símbolo del alma) que vuela libre en tiempo y espacio.

Segundo, el alma también debe desprenderse, no sólo de su atadura y adquisiciones logradas por el contacto con el yo personal,
[e92] sino [i105] definitivamente de su atadura con los otros yoes personales. Los discípulos tienen que aprender a conocer a las personas únicamente en el plano del alma, y aquí reside una dura lección para muchos discípulos. Pocos son los que se han preocupado de sí mismos y lograron el desapego personal y no les interesa el contacto con el yo personal inferior. Están aprendiendo a trascender todo eso, o lo habrán trascendido en cierta medida, pero su amor por los hijos, la familia, los amigos y los íntimos, es para ellos de suprema importancia, amor que los mantiene prisioneros en los mundos inferiores. No se han detenido a pensar que ese amor es primordialmente amor a las personalidades y sólo secundariamente amor por las almas. Contra esta roca, muchos discípulos se estrellan durante vidas, hasta que llega el momento en que por el dolor, el pesar y las constantes pérdidas de lo que más quieren, su amor entra en una faz nueva, superior y verdadera. Se elevan por encima de lo personal y vuelven a encontrar -después de las pérdidas y el sufrimiento- a quienes ahora aman como almas. Entonces se dan cuenta que en vez de perder han ganado, que sólo ha desaparecido lo ilusorio, efímero y falso, adquiriendo al Hombre verdadero que jamás volverán a perder.

Tal es el problema que frecuentemente deben enfrentar los padres que se hallan en el Sendero del Discipulado y aprenden, por intermedio de sus hijos, la lección que los liberará para recibir la iniciación. Retienen a sus hijos, y por ser esto contrario a la ley de la naturaleza, les ocasionan desastre. Éste es el máximo egoísmo. Sin embargo, si sólo pudieran saber y ver correctamente, se darían cuenta que para retener hay que desapegarse y para conservar hay que liberar. Tal es la ley.

Tercero, el alma debe también aprender a renunciar a los frutos, o a lo adquirido, sirviendo, y a servir sin apegarse a los resultados, a los medios, a las personas o a las alabanzas. Trataré esto más delante.
[i106]

Cuarto, el alma debe también desprenderse del sentido de responsabilidad por lo que otros discípulos puedan hacer. Algunos ávidos servidores retienen a sus colaboradores y no quieren perder el dominio que ejercen sobre ellos y sus actividades en el plano externo. Éste es un error sutil que se oculta detrás de un sentido de virtuosa responsabilidad y adhesión a los principios, tal como lo concibe el individuo, y la acumulada experiencia del discípulo -que lógicamente es una experiencia incompleta. La relación que existe entre los discípulos es egoica y no personal. Es el vínculo del alma, no de la mente. Cada personalidad sigue su propio curso, debe hacerse cargo de sus propias
[e93] responsabilidades, cumplir su propio dharma, y agotar su propio karma, la cual será responsable de sí misma ante su Señor y Maestro, el Alma. Y tendrá que responder. ¿Esto en sí, infiere separación y soledad? Sí, en lo que a las actividades externas concierne. La única forma de llevar a cabo un trabajo unido consiste en que los servidores colaboren desde el punto de vista del vinculo subjetivo interno.

En esta época de la historia del mundo, de su periódica salvación de las condiciones que están destruyendo la actual civilización, es necesario que los aspirantes comprendan que la salvación debe llevarse a cabo bajo la Ley del Sacrificio y que sólo puede lograrse una relativa unidad externa en estos momentos. La mayoría de los servidores no poseen aún una visión suficientemente clara, como para trabajar con perfecta unidad de propósitos y objetivos, técnicas y métodos, o una completa comprensión y unicidad en el acercamiento. Esta fluida y perfecta colaboración reside todavía en el futuro. Es magníficamente posible establecer contacto y conexión internos basados en la comprensión de la unidad de propósitos y en el amor del alma y, para ello, todos los discípulos deben luchar y esforzarse. Debido a que predomina en esta época la mente separatista, no es posible en el plano externo llegar a un completo acuerdo sobre los detalles, métodos e
[i107] interpretaciones de los principios. La colaboración y las relaciones internas deben ser establecidas y desarrolladas a pesar de las divergentes opiniones externas. Cuando el alma mantiene ese vínculo interno y los discípulos se desprenden del sentido de autoridad sobre los demás y de su responsabilidad por las actividades ajenas y, al mismo tiempo, contribuyen mutuamente en el Trabajo Uno, entonces las diferencias, las divergencias y los puntos d desacuerdo serán automáticamente superados. Existen actualmente tres reglas de importancia para los discípulos:

Primero, no deben permitirse las divergencias en las recíprocas relaciones internas, sino ha de permanecer intacta la integridad del grupo interno de servidores.

Segundo, cumplir con el deber y desempeñar cada uno su tarea, cargar con la propia responsabilidad y dejar que los condiscípulos hagan lo mismo, libres del impacto del pensamiento y de la crítica. Los caminos y los medios son muchos, y los puntos de vista varían en cada personalidad. El fundamento del trabajo es amor hacia todos los hombres y servicio a la raza, conservando al mismo tiempo un profundo amor interno hacia aquellos con quienes se está destinado a trabajar. Cada alma
[e94] progresa en el camino de la luz por medio del servicio realizado, la experiencia adquirida, los errores cometidos y las lecciones aprendidas. Eso debe ser necesariamente personal e individual. Pero el trabajo es uno. El Sendero es uno. El amor es uno. La meta es una. Y éstos son los puntos más importantes.

Tercero, mantener siempre en el trabajo esa actitud mental que debe surgir de las dos reglas anteriores, seguidas fielmente. Los puntos de vista y la conciencia del discípulo le pertenecen y, por lo tanto, son para él correctos. Lo que le parece claro y de vital importancia no es, necesariamente, del mismo valor o de la misma importancia para sus hermanos. Aquello que para un discípulo puede ser un principio importante,
[i108] otro más avanzado, con una mente más capaz, puede interpretarlo como aspecto de un principio mayor y una interpretación de un principio correcto y apropiado en determinado momento, pero susceptible de ser aplicado en distinta forma en otro momento y por otra mente.

Bajo la Ley del Sacrificio estas tres reglas pueden interpretarse de la manera siguiente:

  1. Abandonar o sacrificar la antigua tendencia a criticar y a inmiscuirse en el trabajo de otro y, así, conservar la integridad del grupo interno. Muchos planes para el servicio han sido desviados y muchos trabajadores han sido también obstaculizados por la crítica más que por cualquier otro factor.
  2. Abandonar o sacrificar el sentido de responsabilidad por la acción de otros y, particularmente, de los discípulos. Traten de que la propia actividad se ajuste a la de ellos y, en la alegría de la lucha y por medio del servicio, las diferencias desaparecerán y se logrará el bien general.
  3. Abandonar el orgullo mental que considera correctas y verdaderas sus modalidades e interpretaciones, y las de los demás, falsas y erróneas, lo cual conduce a la separación. Adhesión al camino de integración, el del alma, no el de la mente.

Estas palabras son severas, pero constituyen las reglas por las cuales los Instructores internos guían Sus actos y pensamientos, cuando trabajan juntos y con Sus discípulos. La integridad interna es lógicamente un hecho probado para ellos, pero no para los discípulos. Los Instructores internos consideran detestables las diferencias externas. Cada uno da libertad al otro para servir al Plan. Entrenan a Sus discípulos (sin distinción de grado) para servir libremente al Plan, porque el mejor trabajo se realiza cuando existe libertad y alegría más la fortaleza del amor
[e95] interno- colaborador. Ellos buscan la sinceridad y la disposición a sacrificar lo menor [i109] cuando se percibe lo mayor. Están guiados por el espontáneo abandono de los ideales largamente sustentados, cuando se presentan otros mejores y más incluyentes. El sacrificio del orgullo y de la personalidad los impele a colaborar cuando comprenden la vastedad del trabajo y la urgencia de la necesidad. Es esencial que los discípulos aprendan a sacrificar lo no esencial, para que el trabajo pueda ir adelante. Aunque no sea bien comprendido, las variadas técnicas, métodos y procedimientos, son secundarios en comparación con la gran necesidad mundial. Hay innumerables modalidades y puntos de vista, experimentos y esfuerzos que fracasan o triunfan, y todos aparecen y desaparecen, pero la humanidad permanece. Todos evidencian la multiplicidad de pensamientos y experiencias, pero la meta permanece. Las diferencias existen siempre en la personalidad. Cuando esta Ley del Sacrificio rija la mente, conducirá inevitablemente a que los discípulos abandonen lo personal en bien de lo universal y del alma, que no conoce separación ni diferencia alguna. Entonces el orgullo, la perspectiva estrecha y miope, el placer de entrometerse (tan caro a muchas personas) y la incomprensión del móvil, no impedirán la mutua colaboración como discípulos, ni su servicio prestado al mundo.

2. La Ley del Impulso Magnético

N.º Nombre Exotérico Nombre Esotérico Símbolo Energía de Rayo
2 La Ley del impulso Magnético. La Ley de la Unión Polar. Dos esferas ígneas y un triángulo. Energía Radiante. El segundo Rayo manifestando Energía.

Sería bueno recordar que no estamos considerando ese aspecto del segundo rayo que concierne particularmente a la forma y constituye el agente [i110] coherente y magnético en cualquier forma determinada, sea átomo, hombre o sistema solar. No nos referimos a la relación que existe entre las formas, aunque se establece (como realmente es) por la energía de segundo rayo. Tampoco nos ocupamos de considerar la relación del alma con la forma, ni la del Alma Una con las innumerables formas, o la de un alma individualizada con la forma que la aprisiona. Las leyes que estamos considerando se refieren enteramente a la relación que existe entre las almas y la síntesis que subyace en las formas. Rigen el contacto consciente establecido entre los múltiples aspectos del Alma Una. He elaborado esta frase con mucho cuidado. [e96]

La Ley del Impulso Magnético rige la relación, la interacción, el intercambio y la interpenetración entre los siete grupos de almas en los niveles superiores del plano mental, el cual constituye la primera de las mayores diferenciaciones de la forma. Sólo podemos estudiarlas inteligentemente desde el ángulo de los siete grupos de rayo, ya que componen el aspecto espiritual de la familia humana. Esta ley rige también la relación entre las almas que, al manifestarse por medio de la forma, entran en mutua armonía. En consecuencia, es una ley que concierne a la interrelación de todas las almas, dentro de la periferia que los cristianos denominan "el Reino de Dios". Por la correcta comprensión de esta ley el hombre llega a conocer su vida subjetiva, a manejar el poder subjetivamente y a trabajar conscientemente en y con la forma, mientras mantiene su polarización y su conciencia en otra dimensión y actúa dinámicamente detrás de la escena. Dicha ley concierne a esas actividades esotéricas internas que no se relacionan primordialmente con la vida de la forma.

Esta ley es muy importante porque la Deidad Misma pertenece al segundo rayo; pues el nuestro es un sistema solar de segundo rayo y por lo tanto todos los rayos y los distintos estados o agrupaciones de conciencia y todas las formas, dentro y fuera de la manifestación
[i111] física, están coloreados y dominados por este rayo y, finalmente, controlados por esta ley. La Ley del Impulso Magnético es en el reino del alma lo que la Ley de Atracción en el mundo de los fenómenos. En realidad, es el aspecto subjetivo de dicha Ley. Constituye la Ley de Atracción cuando actúa en el reino de las almas, pero debido a que funciona en esos niveles donde no existe la "gran herejía de la separatividad", es difícil -con nuestras mentes activas y discriminadoras- comprender sus implicaciones y significaciones. Dicha Ley gobierna el reino del alma, y a ella responden también los Ángeles Solares, y por su estímulo se abren los lotos egoicos. Podría quizás ser mejor comprendido si la consideramos como:

  1. La interacción impulsiva existente entre las almas en y fuera de la forma.
  2. La base existente para el reconocimiento egoico.
  3. El factor que produce la reorientación en los tres mundos.
  4. La causa de la relación magnética que existe entre un Maestro y Su grupo, o un Maestro y Su discípulo.

Se la denomina ocultamente "la Ley de la Unión Polar". Cuando digo que esto implica la unión de los pares de opuestos, la fusión de las dualidades y el maridaje de las almas, pronuncio
[e97] palabras sin sentido o, en el mejor de los casos, representan un ideal que está tan estrechamente ligado con las cosas materiales en la mente del aspirante y vinculado con el proceso del desapego (por el cual los discípulos trabajan con tanta vehemencia), que no espero poder presentarles la verdad respecto a las almas y a su relación entre sí.

Dicha ley rige también la relación del alma de un grupo con las almas de otros grupos. Gobierna la interacción, interacción vital, pero que aún no ha sido reconocida como potencia entre el alma del
[i112] cuarto reino de la naturaleza, el humano, el alma de los tres reinos subhumanos y análogamente el alma de los tres reinos superhumanos. Debido a la parte preponderante que la humanidad debe desempeñar en el gran esquema, o sea el Plan de Dios, ésta ley determinará la ley de la raza. Sin embargo, esto no sucederá hasta que la mayoría de los seres humanos comprendan algo de lo que significa actuar como alma. Luego, cuando la humanidad obedezca a esta ley, actuará como transmisor de luz, energía y potencia espirituales, para los reinos subhumanos, y constituirá un canal de comunicación entre "lo que está arriba y lo que está abajo"- Tal es el alto destino que tiene ante sí la raza.

Así como ciertos seres humanos, por medio de la meditación, la disciplina y el servicio, han establecido definitivamente contacto con su propia alma y pueden convertirse en canales para expresarla y ser intermediarios para distribuir en el mundo la energía del alma, similarmente los hombres y mujeres que tienden a vivir como almas, forman grupos de almas en armonía con la fuente de provisión espiritual. Como grupo y desde el punto de vista de la Jerarquía han establecido contacto y están en comunicación con el mundo de las realidades espirituales. En cuanto el discípulo individual estabiliza dicho contacto y aprende a alinearse con rapidez, entonces y no antes, entra en contacto con el Maestro de su grupo y responde inteligentemente al Plan; análogamente, el grupo coordinado de almas puede entrar en contacto con ciertas grandes Vidas y Fuerzas de Luz como el Cristo y el Buddha. La unida aspiración, consagración y devoción inteligente del grupo, eleva a los individuos que lo componen a alturas imposibles de alcanzar por sí solos. El estímulo grupal y el esfuerzo mutuo conducen al grupo a una intensa realización, que no la lograrían de otra manera. En la misma forma en que la Ley
[i113] de Atracción, al actuar en el plano físico, unió a los hombres y mujeres en un esfuerzo grupal, así la Ley del Impulso Magnético puede empezar a controlarlos, cuando, repito, únicamente como grupo, constituyan [e98] en forma unida canales para prestar servicio con total olvido de sí mismos.

Este pensamiento encierra la oportunidad inmediata que se abre ante los grupos de aspirantes y personas afines de buena voluntad que existen hoy en el mundo. Si trabajan juntos como grupos de almas pueden realizar mucho, lo cual ilustra también el significado de que esta ley produce la unión polar. Es necesario comprender que en este trabajo no puede haber ambición personal ni espiritual. Tampoco se trata de establecer unión personal. Esto no se refiere a la unión mística de las escrituras ni a la tradición mística. Mucho menos significa alineamiento ni unión con el grupo de un Maestro, ni fusión con el propio grupo interno de discípulos consagrados, ni con el propio Rayo de la vida. Estos factores constituyen implicaciones preliminares y se aplican individualmente. Les pido que reflexionen sobre esta frase. La unión que debe establecerse es mucho más importante y vital, porque es una unión grupal.

Estamos tratando de llevar adelante un esfuerzo grupal de tal magnitud que, en el momento apropiado, producirá, con acrecentado empuje, un impulso potente y magnético que llegará a esas Vidas que vigilan a la humanidad y a nuestra civilización y trabajan por intermedio de los Maestros de Sabiduría y de la Jerarquía. Este esfuerzo grupal exigirá de Ellos una respuesta e impulso magnético que unirá, por intermedio de todos los grupos aspirantes, las Fuerzas influyentes y benéficas. Por medio del esfuerzo concentrado de estos grupos mundiales (que subjetivamente constituyen el Grupo Uno), la luz, la inspiración y la revelación espiritual podrán ser liberadas con tal afluencia de poder que efectuarán definidos cambios
[i114] en la conciencia humana y ayudarán a mejorar las condiciones de este mundo necesitado. Abrirá los ojos de los hombres a las realidades fundamentales, hasta ahora sólo vagamente sentidas por el público reflexivo. La humanidad misma debe aplicar los necesarios correctivos, apoyándose en la fuerza de su propia sabiduría y fortaleza; sin embargo, siempre se hallará detrás de la escena el conjunto de aspirantes mundiales que trabajan silenciosamente al unísono, entre sí y con la Jerarquía, manteniendo abierto el canal por el cual puede fluir la sabiduría, la fortaleza y el amor necesarios.

Por lo tanto, tenemos en esta gran tarea las siguientes relaciones y grupos, y son:

  1. Las Fuerzas de la Luz y el Espíritu de Paz, Vidas personificadas y de gran potencia grupal.
  2. La Jerarquía planetaria. [e99]
  3. El Buddha.
  4. El Cristo.
  5. El Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
  6. La Humanidad.

Observarán que el Buddha enfoca en Sí Mismo las fuerzas descendentes, mientras que el Cristo enfoca en Sí Mismo la demanda externa y las aspiraciones espirituales de todo el planeta. Esto produce un alineamiento planetario de gran poder. Si se realiza el trabajo necesario, podrán hacerse los reajustes esenciales en el mundo. El éxito o el fracaso residen mayormente en las manos de los hombres y mujeres que diseminados por el mundo, pero espiritualmente unidos, constituyen lo que se denomina el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

La clasificación anterior nos aclara muy poco lo que implican las palabras "La Ley de la Unión Polar". Todo el proceso concierne a la conciencia, a los resultados conscientemente
[i115] obtenidos y a los consiguientes acontecimientos en el plano físico, lo cual depende de las realizaciones conscientes de los hombres de buena voluntad que pertenecen o no, al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

Este trabajo, llevado a cabo con éxito y en forma inteligente, posibilitará la introducción de una nueva relación entre la Jerarquía y el género humano. Este esfuerzo podría señalar (y esperamos que así sea) el principio de un nuevo tipo de trabajo mediador, llevado adelante por un grupo de servidores salvadores que se está entrenando para establecer ese grupo que, eventualmente, salvará al mundo bajo la Ley del Sacrificio. Sin embargo, este trabajo de mediación incluye el reconocimiento de la Ley del Impulso Magnético y el deseo de comprenderla y de colaborar con Quienes la manejan. Por su intermedio y por la correcta comprensión de la Ley, seria posible establecer la unión necesaria entre las almas liberadas (que son en sí mismas el símbolo del Alma de todas las formas) y las almas aprisionadas. Gran parte del éxito de este esfuerzo planeado depende del alcance intelectual de los miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo en conexión con la técnica necesaria. Dependerá también de la voluntad que tengan para aceptar la idea de la oportunidad, y de su disposición para trabajar de acuerdo con las líneas indicadas. No tienen la garantía de la exactitud de lo expuesto respecto a la importancia de este período, ni poseen conocimiento personal de la situación tal como se la describe aquí. Algunos ni siquiera saben que existe una Jerarquía que vigila, pero son almas consagradas y altruistas
[e100] y, como tales, pertenecen al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Si pueden aspirar, orar, meditar y servir, enfocándose al unísono con los demás servidores, la salvación de la humanidad se llevará a cabo con más rapidez que nunca, y muchos responderán a este llamado. [i116]

Para el discípulo individual la significación de la Ley del Impulso Magnético y las relaciones correspondientes en su propia vida deben ser también clasificadas:

  1. El mundo de las almas en los niveles mentales superiores.
  2. El Maestro de su grupo.
  3. El ángel solar.
  4. El discípulo aspirante que se halla en los niveles mentales inferiores.
  5. La personalidad integrada, causa frecuente de dificultades.
  6. Los aspirantes y los asociados circundantes.

Será de utilidad que los estudiantes recuerden estas analogías, porque pueden liberarlos frecuentemente de las limitaciones de sus vidas y obtener una mayor y verdadera comprensión de los acontecimientos más importantes, cuando observan que sus insignificantes vidas son sólo el reflejo de factores mayores y más trascendentales.

Es conveniente recordar que en el plano de la existencia del alma no hay separación ni existe "mi alma y tu alma". Sólo en los tres mundos de la ilusión y de maya pensamos en términos de almas y cuerpos. Ésta es una verdad oculta muy repetida y conocida, pero la repetición constante de una verdad bien conocida, sirve a veces para hacer comprender su exactitud.

La segunda ilustración que quizás aclare más el significado y el propósito de esta ley, que será de profundo interés para los esotéricos, se halla conectada al símbolo que especifica esta ley en los registros sagrados y en los archivos de la Logia. Es el símbolo del triángulo y las dos esferas de fuego. Esto no sólo tiene un significado planetario y cósmico, sino también una relación muy definida con el desarrollo individual (en el cuerpo físico) de la vida espiritual del discípulo. Permítaseme explicarlo en forma más sencilla. Los estudiantes saben que en la cabeza existen dos centros: ajna y coronario -dos esferas de fuego que simbolizan la conciencia
[i117] ígnea del alma y no la conciencia animal del cuerpo.

Estos dos centros (exteriorizados por dos glándulas, la pineal y el cuerpo pituitario) vibran, se vivifican y entran en intensa
[e101] actividad por medio del servicio, la meditación y la correcta aspiración. Con el tiempo se establece una línea de contacto entre ambos, que aumenta su poder. Existe también otra línea de saliente poder ígneo que se dirige hacia la parte superior de la columna vertebral. A medida que la vida del alma se fortalece, aumenta la radiación de los centros y se establece la periferia de su esfera de influencia, creando un campo magnético dual. Hablando en forma esotérica, son "impelidos magnéticamente el uno hacia el otro" y hacia la energía acumulada que se encuentra en la columna vertebral y localizada en los cinco centros a lo largo de la misma. Oportunamente la interacción es tan poderosa que un triángulo de fuerza aparece dentro del radio del campo magnético, y este triángulo de luz, de fuego viviente, une los tres "centros laya". Entonces el símbolo se completa y esto indica que el discípulo es controlado por la parte subjetiva de su naturaleza. Lo rige la Ley del Impulso Magnético (tal como lo demuestra la vinculación de los centros de la cabeza), y los dos aspectos de su naturaleza, el superior y el inferior, se unen y constituyen los dos polos que a él le conciernen. Así se produce la unión polar.

El tema de esta interacción magnética contiene material para pensar, e indica el método de servir en forma grupal e individual. A medida que los aspirantes individuales se olvidan de sí mismos al servir y llegan a ser indiferentes a las demandas y exigencias de la personalidad, aprenden a valorar el profundo y duradero espíritu de confianza, alegría y amor mutuos y también a trabajar unidos de todo corazón, para ayudar al mundo y ayudar a la Jerarquía.
[i118]

3. La Ley del Servicio

N.º Nombre Exotérico Nombre Esotérico Símbolo Energía de Rayo
3. La Ley del Servicio La Ley del agua y de los peces El hombre con un cántaro de agua. La energía que afluye del Sexto Rayo. Vida vivificadora.

Llegamos así a considerar la tercera Ley del Alma que rige toda la actividad del alma. Es la Ley del Servicio. Sin embargo, antes de entrar a dilucidar este tema, trataré de exponer tres cosas que merecen cuidadosa atención:

Primero, el resultado de todo contacto efectuado en la meditación y la medida de nuestra realización, estarán determinados por el consiguiente servicio prestado a la raza. Si hay correcta comprensión, habrá necesariamente correcta acción. [e102]

Se ha establecido anteriormente que las tres grandes ciencias que tendrán preponderancia en la Nueva Era y llevarán a la humanidad de lo irreal a lo real y de la aspiración a la realización, son:

  1. La ciencia de la Meditación, la futura ciencia de la mente.
  2. La ciencia del Antakarana, o la ciencia de erigir el puente, entre la mente superior y la inferior.
  3. La ciencia del Servicio, definida técnica de unificación. Consideraremos ahora los amplios delineamientos generales de esta ciencia, porque es el principal factor liberador en la vida del discípulo.

Segundo, esta Ley del Servicio no puede ser evadida. Eludirla trae el consiguiente castigo, si se hace conscientemente. La capacidad de servir marca una definida etapa de progreso en el Sendero y, hasta no llegar a esa etapa, no puede prestarse un servicio
[i119] espontáneo, brindado con amor y guiado por la sabiduría. Hasta ese momento lo único que habrá serán buenas intenciones, diversidad de móviles y frecuente fanatismo. Esto lo dilucidaré más adelante.

Esta ley consiste en imponer sobre el ritmo planetario ciertas energías e impulsos que emanan de ese signo del zodíaco hacia el cual nos dirigimos firmemente. Por lo tanto, no hay escapatoria. El efecto de esta fuerza, en algunos países, regimenta a las masas en tal forma que el individuo sirve al grupo debido a una negación forzada de su yo personal. Sus propias ideas, bienestar personal e individualidad, están subordinados al todo y queda relativamente inutilizado en lo que respecta al desarrollo de su alma. Está obligado voluntariamente o no, a conformarse con las condiciones del grupo. Ésta es una de las manifestaciones inferiores del impacto de esta ley sobre la conciencia humana. En su expresión más elevada tenemos el servicio prestado en el planeta por la Jerarquía de Maestros a todos los reinos de la naturaleza. Hay una gran diferencia entre estas dos expresiones extremas, pero ambas son similarmente producidas por la respuesta (una prestada conscientemente y la otra dirigida inconscientemente) a la Ley del Servicio.

Tercero, esta Ley del Servicio la expresó plenamente, por primera vez, el Cristo hace dos mil años. Fue el precursor de la era acuariana y de allí el constante énfasis puesto sobre el hecho de que Él era el "agua de la vida", el "agua viviente" que los hombres necesitaban. Por eso el nombre esotérico de esta ley es el agua y los peces". La era pisciana preparó lenta, muy lentamente, el camino para la divina expresión del servicio, que será
[e103] la gloria de los siglos venideros. Hoy el mundo está llegando firmemente a comprender que "ningún hombre vive para si mismo" que sólo cuando el amor, sobre el cual se ha escrito y [i120] hablado tanto, se exterioriza como servicio, el hombre puede estar a la altura de su capacidad innata.

El signo de la era acuariana representa a un hombre que lleva sobre sus hombros un cántaro de agua que rebalsa sobre todo y todos y, sin embargo, se mantiene lleno. El signo de la Ley del Servicio es muy similar al de la era acuariana, pero la diferencia reside en que el hombre está perfectamente equilibrado en forma de cruz, con los brazos extendidos y el cántaro de agua sobre la cabeza. Una real significación reside en esta diferencia. El cántaro de agua sobre los hombros significa la obligación de servir. No es fácil servir. Recientemente el hombre comienza a aprender a servir. El cántaro de agua sobre la cabeza del hombre, que ha permanecido en la cruz del sacrificio durante tanto tiempo, que tal posición ha llegado a ser para él perfectamente natural, indica que la cruz que lo ha sostenido también durante tanto tiempo, ha desaparecido. El hombre con el cántaro sobre la cabeza indica aplomo, ecuanimidad y equilibrio. La comprensión de la Ley del Impulso Magnético lo ha preparado para este equilibrio. Ésta es la ley de la Unión Polar y su símbolo el originador del signo zodiacal de la constelación de Libra -equilibrio y servicio. Éstas son dos expresiones de la Divinidad que, en la actualidad, representan para el hombre el siguiente gran objetivo.

El servicio generalmente se interpreta como algo muy deseable, pero raras veces se comprende cuán difícil es servir. Implica sacrificar tiempo, todo aquello que nos interesa y las propias ideas; requiere un trabajo excesivamente arduo, porque necesita un esfuerzo deliberado, sabiduría consciente y habilidad para trabajar sin apego. Estas cualidades no las logra fácilmente el aspirante común; sin embargo, la tendencia a servir es una actitud que posee hoy una vasta mayoría de personas en el mundo. Tal el éxito obtenido por el proceso evolutivo.
[i121]

A menudo se considera que servir consiste en lograr que las personas adopten el punto de vista de aquel que sirve, porque para el seudo servidor es bueno, verdadero y útil y, lógicamente, creerá que será bueno, verdadero y útil para todos. Muchos creen que servir es darle algo al pobre, al afligido, al enfermo y al desgraciado, porque consideran que deben ayudarlos, sin comprender que esta ayuda se ofrece primordialmente porque se sienten incómodos ante las condiciones afligentes y, por lo tanto, deben esforzarse por mejorar tales condiciones a fin de sentirse
[e104] nuevamente cómodos. Esta forma de prestar ayuda, alivia el propio malestar, aunque no logre liberar ni aliviar a los que sufren.

El servicio demuestra con frecuencia un temperamento preocupado o superactivo, o bien una disposición de autosatisfación que lleva a su poseedor a realizar ingentes esfuerzos para cambiar las condiciones y convertirlas en lo que él cree que deben ser, obligando así a las personas a estar de acuerdo con lo que el servidor cree que debe hacerse.

También el servicio puede surgir del deseo fanático de seguir los pasos del Cristo, el gran Hijo de Dios que "hizo el bien" y dio el ejemplo para que siguiéramos Sus pasos. Por lo tanto estas personas sirven por el sentido de obediencia y no por el sentimiento espontáneo de exteriorizarse hacia el necesitado. Allí no existe esa cualidad esencial de prestar servicio, y todo se reduce a tentativas. El servicio puede similarmente efectuarse por un profundo y arraigado deseo de alcanzar la perfección espiritual, considerada una de las facultades necesarias para el discipulado, y el que quiere llegar a ser un discípulo debe servir. Esta teoría es correcta, pero carece de la sustancia viviente del servicio. El ideal es correcto, verdadero y meritorio, pero el móvil que subyace en él es completamente erróneo. El servicio puede ser prestado porque
[i122] está de moda y se ha convertido en una costumbre el estar ocupado haciéndolo de algún modo. La marea sube. Todo el mundo sirve activamente en sociedades de beneficencia, en empresas filantrópicas, en la Cruz Roja, en instituciones de elevación cultural y en la tarea de aliviar las malas condiciones del mundo. Servir está en boga. Servir da la sensación de poder, conquista amigos y es una forma de actividad grupal y, con frecuencia, beneficia mucho más al servidor (en el sentido mundano) que al servido.

Sin embargo, a pesar de los móviles erróneos y las falsas aspiraciones, se presta un constante y espontáneo servicio. La humanidad va hacia una correcta comprensión de lo que significa servir; cada vez responde más a esta nueva ley y está aprendiendo a reaccionar a la voluntad de esa gran Vida que se impone constantemente y anima a la constelación de Acuario, análogamente a como el Logos solar lo hace con nuestro sistema solar, y el Logos planetario con nuestro planeta Tierra.

En la actualidad el servicio es la principal idea que debe ser captada, porque (al captarla) nos abrimos ampliamente a las entrantes nuevas influencias. La Ley del Servicio es la expresión de la energía de una gran Vida que, en colaboración con "Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser", está
[e105] sometiendo a la familia humana a ciertas influencias y corrientes de energía que producirán oportunamente tres cosas:

  1. Despertarán el centro coronario de todos los aspirantes y discípulos.
  2. Capacitarán a la humanidad, emocionalmente polarizada, a enfocarse en la mente en forma inteligente.
  3. Transferirán la energía del plexo solar al corazón.

Este desarrollo que podríamos denominar "la conciencia del corazón" o el desarrollo del verdadero sentimiento, es el primer paso hacia la percepción grupal. Esta percepción e
[i123] identificación con el aspecto sensorio de todos los grupos, es la cualidad que conduce a prestar servicio, el cual debe prestarse como lo hacen los Maestros, y el Cristo nos lo demostró en Galilea.

a. CIERTAS PREGUNTAS RESPECTO AL SERVICIO

El servicio que hoy se presta es lo que es, porque constituye la respuesta de los hombres a estas nuevas influencias acuarianas que se registran actualmente en el cuerpo astral, a través del plexo solar. Esto explica por qué gran parte del servicio prestado ahora en el mundo, es de naturaleza emocional y responsable del odio engendrado por quienes reaccionan sensiblemente al sufrimiento y, debido a su identificación emocional con el sufrimiento, culpan a una persona o grupo de las penosas condiciones enfrentadas. También es responsable de la insuficiencia de gran parte de lo que se realiza ahora para aliviar las condiciones insuficientes desde el elevado punto de vista del alma.

Sin embargo, cuando el servicio constituye la respuesta mental a la necesidad humana, todo el problema se aparta del velo de la ilusión y del valle del espejismo mundiales. Entonces el impulso de servir se registra en el centro cardiaco y no en el plexo solar, y cuando esto se generalice tendremos una demostración más feliz y exitosa del servicio.

En este tratado procuro expresarme en forma muy práctica, pues la nueva ciencia del servicio debe tener una base sólida y una comprensión sensata. Quizás la forma más simple para poder tratar un tema tan nuevo y, sin embargo, tan trillado, es formulando ciertas preguntas y contestando tan completa y concisamente como sea posible.
[e106] [i124]

  1. ¿Cómo se define la palabra "servicio"?
  2. ¿Cuál es el campo de esta ciencia, y por qué la denominamos ciencia?
  3. ¿Cuáles son las características del verdadero servidor?
  4. ¿Qué efecto tiene el servicio sobre:
    1. la mente?
    2. las emociones?
    3. el cuerpo etérico?
  5. ¿Comprueba esta ciencia que los siete tipos de rayo emplean métodos distintos para servir?

Estas preguntas me permitirán hacer tres cosas:

  1. Demostrar en mis respuestas que el servicio no es un sentimiento ni un ideal, sino un efecto y, al mismo tiempo, un procedimiento científico.
  2. Señalar la necesidad actual de comprender correctamente la técnica que, cuando sea aplicada por el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, conducirá a la humanidad al mundo del verdadero significado y de los valores reales. Trataré de demostrar cómo trabajará el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
  3. Dar una idea de la forma en que ciertos grupos de Maestros de Sabiduría prestan hoy servicio en nuestro planeta.

Responderé a estas preguntas una por una

¿Cómo se define la palabra "Servicio"?

Definir esta palabra no es fácil. Se ha intentado infinidad de veces definirla de acuerdo al conocimiento que posee la personalidad. En forma breve, el servicio puede definirse como el efecto espontáneo del contacto con el alma, el cual es tan definido y estable que la vida del alma puede afluir al mecanismo
[i125] que el alma debe obligatoriamente emplear en el plano físico. Así puede expresarse la naturaleza de esa alma en el mundo de los asuntos humanos. El servicio no es una cualidad ni una acción, tampoco una actividad que la gente debe realizarla esforzadamente, ni un método para salvar al mundo. Debe captarse con claridad esta diferencia, de lo contrario será errónea la actitud que adoptemos respecto a esta trascendental demostración del éxito que ha obtenido la humanidad en el proceso evolutivo. Servir es una manifestación de la vida. Es un anhelo del alma y es tanto un impulso evolutivo del alma como el instinto de autopreservación, o la [e107] reproducción de la especie es la demostración del alma animal. Éste es un enunciado de gran importancia. Es un instinto del alma, si podemos emplear una expresión tan inadecuada y, por lo tanto, innato y peculiar al desarrollo del alma. Constituye la característica sobresaliente del alma, así como el deseo es la característica sobresaliente de la naturaleza inferior. Es un deseo grupal, así como en la naturaleza inferior existe el deseo personal. Es el impulso hacia el bien grupal. Por lo tanto, no puede ser enseñado ni impuesto sobre persona alguna como evidencia deseable de la aspiración, que actúa desde afuera y está basada en la teoría del servicio. Es sencillamente el primer efecto verdadero que se evidencia en el plano físico, de que el alma comienza a expresarse externamente.

Ni la teoría ni la aspiración harán ni podrán hacer de un hombre un verdadero servidor. ¿Por qué se demuestra tanta actividad para prestar servicio en el mundo?

Sencillamente porque la vida, las palabras y los hechos del primer gran Servidor del Mundo, Aquel que vino a demostrar con toda claridad lo que es esencialmente el servicio, han producido lógicamente efectos, y los hombres intentan hoy ansiosamente imitar Su ejemplo, sin comprender que por la imitación no obtendrán resultados verdaderos, sino que sólo llegarán a ver las posibilidades existentes.
[i126]

Estas leyes del alma (y la Ley del Servicio no es una excepción), se manifiestan inevitablemente de dos maneras. Primero, tienen efectos sobre el individuo. Esto sucede cuando se ha hecho en forma definida contacto con el alma y su mecanismo comienza a responder. Se evidencia ya entre los estudiantes esotéricos diseminados en el mundo, pues han llegado al punto en que el verdadero servidor puede salir de sus filas y demostrar que ha establecido contacto con el alma. Segundo, las leyes del alma comienzan a producir un efecto grupal en la humanidad y a influir en la raza de los hombres en su totalidad. Este efecto tiene un parecido con el reflejo de la conciencia superior en la naturaleza inferior, por eso, en la actualidad, se busca con tanto ahínco dónde poder servir y se realizan tantos esfuerzos filantrópicos. Sin embargo, todo ello está profundamente coloreado por la personalidad y, con frecuencia, produce mucho daño, porque la gente procura imponer sus ideas sobre cómo servir y también sus técnicas personales a otros aspirantes. Quizás sean sensibles a la impresión, pero interpretan erróneamente la verdad y son influidos por los objetivos de la personalidad. Deben aprender a poner el énfasis sobre el contacto con el alma y familiarizarse con la vida egoica y no sobre
[e108] el aspecto forma del servicio. Quisiera pedirles a quienes responden a estas ideas y son sensibles a la impresión del alma (que interpretan a menudo erróneamente la verdad y son influidos por los objetivos de la personalidad) que pongan el énfasis sobre el contacto con el alma y no en el aspecto físico del servicio. La actividad del aspecto físico realiza la ambición personal, y los envuelve en el espejismo del servicio. Al poner cuidadosa atención en lo esencial del servicio -el contacto con el alma-, éste será expresado en forma espontánea, en líneas correctas y dará muchos frutos. El servicio altruista y la profunda afluencia de la vida espiritual demostrada últimamente en el trabajo mundial, es un esperanzado indicio. [i127]

¿Cuál es el campo de esta ciencia y por qué la denominamos ciencia?

El próximo punto que se considerará es el campo donde se presta el servicio y su naturaleza como ciencia. El campo de servicio se manifiesta ante todo como la vida del espíritu, que actúa dentro de la órbita de la propia naturaleza del hombre. Lo primero que debe hacer el alma cuando ha establecido contacto y el hombre lo reconoce en su conciencia cerebral, debido a la impresión activa de la mente, es lograr que él sea consciente de que constituye un principio viviente de la divinidad, y luego prepare su triple naturaleza inferior para someterla automáticamente a la Ley del Sacrificio. Entonces no obstaculizará la vida que debe fluir y fluirá a través de aquélla. Ésta es la primera y más difícil tarea que desempeñan actualmente los aspirantes del mundo. ¿No significa esto, acaso, el grado de evolución alcanzado por la mayoría? Cuando el ritmo de esta ley se ha impuesto, el impulso natural del hombre encarnado es llegar a ser una expresión del alma, y cuando este ritmo puede establecerse como diaria expresión natural, el hombre empieza a "permanecer en el ser espiritual" y la vida que fluye a través de él, suave y naturalmente, ejercerá un efecto sobre su medio ambiente y sus asociados. Entonces este efecto puede denominarse "vida de servicio"

Se ha puesto demasiado énfasis sobre el proceso por el cual la naturaleza inferior debe ser subyugada a la Ley del Servicio superior, y se ha desarrollado la idea del sacrificio, en sus peores implicaciones. Esta idea hace resaltar el necesario e inevitable choque que existe entre la naturaleza inferior que actúa bajo sus propias leyes, y los aspectos superiores que actúan bajo las leyes espirituales. La palabra sacrificio es muy apropiada cuando adquiere grandes proporciones el sacrificio de lo inferior a lo superior. Hay sacrificio, hay sufrimiento y hay un doloroso
[e109] [i128] proceso de desapego, y también hay el prolongado esfuerzo de permitir que la vida fluya, mientras que la personalidad constantemente interpone una barrera y una obstrucción tras otra. Esta etapa y esta actitud pueden ser observadas con simpatía y comprensión, pues muchas personas poseen tanta teoría respecto al servicio y su expresión, que no prestan servicio alguno ni captan comprensivamente el período de dolor que precede siempre a un mas amplio servicio. Las teorías obstruyen el camino hacia la veraz expresión y cierran la puerta a la verdadera comprensión. El elemento mente es demasiado activo.

Cuando el yo personal inferior se subordina a los ritmos superiores y obedece a la nueva Ley del Servicio, entonces la vida del alma comienza a fluir a través del hombre y llega a los demás; el efecto que produce en su familia y en su grupo inmediato se demuestra en real comprensión y en prestar verdadera ayuda. A medida que se aplique esa corriente de vida afluirá con más fuerza y se extenderá desde el pequeño grupo familiar circundante hasta quienes se hallan en las inmediaciones. Entonces se hace posible una amplia serie de contactos hasta que, oportunamente (si han vivido varias vidas influidos por la Ley del Servicio), el efecto de la vida afluyente puede llegar a ser nacional y mundial. Pero esto no debe ser planeado y tampoco se luchará para imponerlo como un fin en sí mismo. Será una expresión natural de la vida del alma, adquiriendo forma y orientación de acuerdo al rayo a que pertenece el hombre y a la expresión de su vida pasada, y estará coloreada y ordenada por las condiciones ambientales -de tiempo, período, raza, edad. Será una corriente viviente y una dación espontánea, y la vida, el poder y el amor demostrados, provenientes de los niveles del alma, tendrán una fuerza poderosa y atractiva sobre las unidades del grupo con las cuales el discípulo puede entrar en contacto en los tres mundos de expresión del alma. No existen otros mundos, actualmente, donde el alma pueda expresarse a sí misma. Nada puede impedir o detener el poder de esta vida de servicio natural
[i129] y amoroso, excepto en esos casos en que se entromete la personalidad. El servicio, tal como lo entienden los Instructores del aspecto interno de la vida, es tergiversado y alterado y luego se convierte en intromisión; se trasforma en ambición; se realiza el esfuerzo a fin de que otros sirvan en la forma que nosotros creemos que debe servirse, y se trueca en amor al poder, que obstaculiza el verdadero servicio en vez de convertirlo en amor a nuestros semejantes. Existe una etapa peligrosa en toda vida cuando se capta la teoría del servicio y se reconoce la ley superior; entonces la cualidad [e110] imitadora de la personalidad, su naturaleza simiesca y el anhelo que proporciona la aspiración de grado superior, pueden fácilmente confundir la teoría con la realidad, y las acciones externas de la vida de servicio con la natural y espontánea afluencia de la vida del alma a través de su mecanismo de expresión.

Es necesario poseer una constante y creciente sutileza para poder discernir, y a todos los estudiantes consagrados se los exhorta hoy a hacer un balance de sí mismos. Enfrentan un nuevo ciclo de servicio y deben beneficiarse de un nuevo día de oportunidad. Existe la gran necesidad de permanecer en el ser espiritual; donde existe este equilibrio permanente, no habrá necesidad de que otros los inciten a servir. Dejen que las "Fuerzas de la Luz" afluyan, y las filas de los servidores del mundo aumentarán rápidamente. Permitan que el "Espíritu de Paz" utilice la naturaleza inferior como instrumento y reinará paz y armonía en el campo del servicio personal. Permitan que el "Espíritu de Buena Voluntad" domine nuestras mentes y no habrá lugar para la crítica ni se difundirán las discusiones destructivas. Por esta razón, y con el objeto de desarrollar un grupo de servidores que puedan trabajar con fines verdaderos y espirituales, debe acentuarse ampliamente la necesidad de ser Inofensivos. La inofensividad prepara el camino para que afluya la vida; elimina las obstrucciones que impiden la libre afluencia del amor, y es la llave que libera la naturaleza inferior de las garras de la ilusión mundial y del poder de la existencia fenoménica.
[i130]

Hemos expresado la creencia de que una de las principales ciencias de la era venidera se erigirá alrededor de la prestación de un servicio activo. Hemos empleado la palabra "ciencia", pues el servicio, como cualidad espiritual, será rápidamente reconocido como expresión fenoménica de una realidad interna, y cuando se comprenda correctamente lo que significa servir, se revelarán muchas cosas sobre la naturaleza del alma. Servir es un método que produce resultados fenoménicos externos y tangibles en el plano físico; llamo la atención sobre esto porque evidencia su cualidad creadora. Por virtud de esta cualidad creadora, el servicio eventualmente se considerará una ciencia mundial. Es un anhelo, un impulso y una importante energía creadora. Esta cualidad creadora ha sido ya vagamente reconocida en el mundo de los asuntos humanos con diversos nombres, tal como la ciencia del entrenamiento vocacional. Ya se reconoce el impulso proveniente de la correcta comprensión y el estudio de las relaciones sociales. Se están realizando muchas investigaciones sobre estas
[e111] mismas líneas en conexión con la criminología y el correcto manejo de la juventud de las naciones, o de grupos nacionales.

El servicio es, por excelencia, la técnica de las correctas relaciones grupales, sea la correcta orientación de un niño antisocial en una familia, la inteligente asimilación del agitador de un grupo, el manejo de los grupos antisociales de nuestras grandes ciudades, la técnica correcta a emplear en la conducción de los niños en nuestros centros educativos, o la relación existente entre las religiones, entre los partidos políticos o entre las naciones. Todo esto forma parte de la nueva y creciente Ciencia del Servicio. La imposición de esta ley del alma traerá oportunamente la luz a un mundo perturbado y liberará las energías humanas hacia la correcta dirección. Sólo es posible dar breves indicaciones sobre esto. El tema es demasiado vasto pues incluye el despertar de la conciencia espiritual, con sus correspondientes responsabilidades, y el amalgamamiento del individuo en un grupo espiritualmente despierto; implica también
[i131] la imposición de un ritmo nuevo y más elevado en los asuntos mundiales. Constituye en consecuencia un esfuerzo científico definido y merece la atención de las mejores mentalidades. Con el tiempo demandará también el esfuerzo consagrado de los discípulos mundiales.

¿Cuáles son las características del verdadero servidor?

Estas características pueden describirse fácil y brevemente. No son exactamente lo que se nos ha hecho creer. No me refiero aquí a las cualidades requeridas para hollar el Sendero del Discipulado o el Sendero de Probación. Son bien conocidas y constituyen verdades trilladas de la vida espiritual y el campo de batalla o el "kurukshetra", para la mayoría de los aspirantes. Aquí nos ocuparemos de esas cualidades que surgirán cuando el hombre actúe impelido por la Ley del Servicio, y aparecerán cuando se convierta en un verdadero canal para la vida del alma. Tres serán sus principales características:

  1. Como es de esperar, se caracterizará por su inofensividad, y la abstención de actos y palabras que puedan ser mal interpretadas. No dañará al grupo mediante palabras o sugerencias, indirectas e insinuaciones que expresan verbalmente disconformidad. Observen que no digo "que dañará al individuo". Es innecesario recordar a quien trabaja de acuerdo a la Ley del Servicio, que no debe perjudicar a individuo alguno, pero cuando actúa bajo un excesivo estímulo espiritual e intensa aspiración, se ha de recordar a menudo que debe demostrar inofensividad grupal. [e112]
  2. La segunda característica consistirá en dejar a los demás servir como mejor les parezca, pues sabe que la vida que fluye a través del servidor individual debe tener salida y hallar sus propios [i132] canales; dirigir esas corrientes sería peligroso y podría impedir la realización del servicio designado. El servidor orientará su esfuerzo en dos direcciones:
    1. En ayudar a los demás a "permanecer en el ser espiritual", así como él lo está aprendiendo.
    2. En ayudar al individuo para que preste servicio en el campo elegido y como desea hacerlo y no como cree que debería efectuarlo quien lo ayuda y observa.

    Aquí se debe aclarar un punto. La tarea de quienes actúan de acuerdo a la Ley del Servicio no la llevan a cabo primordialmente con ese grupo que trabaja hoy en el mundo bajo el efecto de la respuesta general a la que ya me he referido. Tales efectos pueden ser fácilmente clasificados como actividades que, en conjunto, constituyen las instituciones filantrópicas, los experimentos educativos o los movimientos sociales en la vida de la comunidad. Los que responden a esto son legión, y la voluntad para servir de esta manera específica no requiere estimulo alguno, lo cual se evidenció definidamente en la admirable respuesta a las diversas y recientes campañas de beneficencia. El nuevo tipo de servidor deberá trabajar con quienes están estableciendo contacto con el alma y, por lo tanto, pueden trabajar regidos por la entrante nueva Ley acuariana, centralizados en la capacidad de permanecer no sólo en el ser espiritual, sino unidos a los demás trabajando subjetiva, telepática y sintéticamente. Esta diferencia merece cuidadosa atención, pues fácilmente hará un esfuerzo inútil si se introduce en campos que ya están bien organizados, desde el punto de vista de lo logrado por los entes en ese campo.

  3. La tercera característica del nuevo servidor es alegría, [i133] la cual reemplaza a la crítica (creadora de disidencias), y el silencio elocuente.

Sería conveniente reflexionar sobre estas últimas palabras, pues su verdadero significado no puede describirse con palabras, sino únicamente por medio de una vida dedicada a los nuevos ritmos y al servicio de la totalidad. Entonces esa "alegría elocuente" y ese "elocuente regocijo" pueden hacer sentir su verdadero significado.
[e113]

¿Qué efecto produce el servicio sobre la mente, las emociones y el cuerpo etérico?

Cabe recordar que, mediante sus efectos, el científico del futuro comenzará a deducir la existencia efectiva de una causa y de una realidad internas, o de un yo o alma. Vimos que servir no es simplemente la actividad desarrollada por una persona o grupo cuando realiza algo con buena intención para otra persona o grupo. Servir es el resultado definido de un grandioso acontecimiento interno, y cuando tiene lugar ese resultado habrá producido un sinnúmero de causas creadoras secundarias, que son principalmente un cambio en la conciencia inferior, una tendencia a apartarse de las cosas del yo personal y dirigirse a los asuntos esenciales del grupo, una real reorientación que expresa el poder de cambiar las condiciones (por medio de la actividad creadora), demostrando algo dinámicamente nuevo. Cuando tal acontecimiento interno se convierta en una condición interna estabilizada y equilibrada, los cambios citados se efectuarán con más regularidad y serán menos esporádicos, observándose en los tres cuerpos los efectos de las nuevas fuerzas que afluyen a la personalidad, y se utilizarán después en forma creadora. Así el verdadero servidor toma posesión de sus instrumentos para servir, y desde ese momento el trabajo creador, de acuerdo al Plan, puede seguir adelante en los tres planos. Así Dios, en Su sabiduría, decidió
[i134] limitarse a Sí Mismo y así prosigue el trabajo de la evolución, únicamente por intermedio de Sus constructores elegidos y dirigidos -en este planeta- por esos hombres cuyas vidas están siendo trasformadas por medio del contacto con el alma y el servicio creador. Ellos constituyen la Jerarquía planetaria.

Cuando se ha efectuado el alineamiento, cuando se ha obtenido con más regularidad la unificación y cuando el antakarana (puente que conecta lo superior con lo inferior) está definidamente en proceso de construirse, la verdadera naturaleza del servicio, tal como la practica cualquier individuo, comienza a evidenciarse. El primer efecto de la afluyente fuerza del alma, factor principal que conduce a prestar servicio, es integrar la personalidad y unir los tres aspectos inferiores del hombre en una sola unidad de servicio. Esta etapa es elemental y difícil, respecto al estudiante que está en el Aula de la Sabiduría. El hombre llega a ser consciente de su poder y capacidad después de comprometerse a prestar servicio, lo hace impetuosamente; crea un canal tras otro a fin de expresar la fuerza que lo impele, y derriba y destruye tan rápidamente como crea. Momentáneamente se convierte en un serio problema para los otros servidores con
[e114] los cuales está asociado, pues sólo percibe su propia visión; entonces el ambiente de crítica que lo circunda y el fuerte empuje de la fuerza impulsora contenida dentro de él, constituyen el obstáculo con que tropiezan los "pequeños", lo cual obliga a los discípulos más antiguos y experimentados a hacer constantemente reparaciones, en vez de hacerlas él, quien es momentáneamente víctima de su propio anhelo de servir y de la fuerza que fluye a través de él. En algunos casos, en esa etapa, se aventará la llama de la ambición latente. En último análisis, esta ambición es sólo el anhelo de la personalidad por mejorar, constituyendo en su debido lugar y tiempo un haber divino que debe ser extirpado cuando la personalidad se convierte en instrumento del alma. En otros casos, la visión del servidor [i135] será más amplia y amorosa y, se despreocupará de sus propias realizaciones, trabajará al unísono y silenciosamente con los grupos de verdaderos servidores y sumergirá sus tendencias personales, sus ideas y ambiciones en el bien del todo, y el yo se perderá de vista. Quizás la sugerencia más valiosa que puede hacerse al hombre o a la mujer que tratan de actuar como verdaderos servidores, es pedirles que pronuncien diariamente, poniendo detrás de las palabras el corazón y la mente, la dedicación del Catecismo Esotérico que se halla al final del libro Iniciación Humana y Solar. Quisiera recordar a dichos servidores que si se rebelan o desalientan por las ideas contenidas en las palabras, quizás indique cuán necesario es que este objetivo de la vida se plasme en sus conciencias. La promesa es:

"Desempeño mi parte con firme decisión y decidida aspiración; miro arriba, ayudo abajo; no sueño ni descanso; trabajo; sirvo; ruego; Yo soy la Cruz; Yo soy el Camino; olvido mi trabajo realizado; me elevo sobre mi yo vencido; mato el deseo; me esfuerzo, olvidando toda recompensa; renuncio a la paz; rechazo el descanso y, en la tensión del dolor, me pierdo a mí mismo, para encontrarme a Mí mismo, y así penetrar en la paz. Solemnemente me comprometo a realizar todo esto, invocando a mi Yo Superior."

A medida que el trabajo de aprender a servir prosigue y el contacto interno se afirma, le seguirá la profundización de la vida de meditación, y la luz del alma iluminará con mayor frecuencia a la mente. Así se ha revelado el Plan. Esto no significa que se arrojará luz sobre los planes del servidor, en lo que concierne a su propia vida o al campo elegido para servir, lo cual debe ser bien comprendido. Si así ocurriera indicaría la capacidad mental del servidor para buscar medios que justifiquen su propia ambición. Ello se debe a que su mente reconoce el Plan de Dios que
[e115] corresponde al mundo en ese momento particular [i136] en que vive el servidor, y la parte que él puede desempeñar para desarrollar los objetivos de quienes son responsables de llevar a cabo ese Plan. Entonces, voluntariamente, se convierte en una ínfima parte de ese gran Todo, actitud que no varía aunque el discípulo llegue a ser un Maestro de Sabiduría. Se pone en contacto con un concepto mucho más vasto del Plan, y su humildad y sentido de proporción permanecen inmutables.

Una personalidad integrada e inteligente es la adecuada para ejecutar la parte que le corresponde al servidor en el trabajo activo mundial, siempre y cuando su visión no sea empañada por la ambición personal ni su actividad degenere en acciones precipitadas y en un despliegue de febril actividad. Le corresponde al alma trasmitir las ideas que revelarán a la mente equilibrada y pacífica el próximo paso que debe dar en la tarea de la evolución mundial. Tal es el Plan para la humanidad.

A medida que la fuerza afluye a través de la personalidad y otorga al servidor la visión requerida y el sentido de poder necesario que le permitirá colaborar, se va abriendo camino hacia el cuerpo emocional o astral. Aquí también el efecto será dual, debido a la condición del cuerpo astral del servidor y su orientación interna. Puede magnificar el espejismo y ahondar la ilusión, llevando al servidor a sufrir los efectos síquicos ilusorios que allí existen. Cuando esto sucede, vuelve al plano físico ilusionado por la idea, por ejemplo, de los asombrosos contactos personales que ha hecho, aunque sólo sea el contacto con una forma mental grupal de los Grandes Seres. Estará bajo la ilusión de que ha sido elegido como agente transmisor o portavoz de la Jerarquía, cuando lo que sucede en realidad es que ha sido engañado por las innumerables voces, porque la Voz del Silencio ha sido apagada por el clamoreo del plano astral; entonces lo engañará la idea de que no existe otro camino más que el suyo. Estos engaños e ilusiones son comunes entre los instructores y trabajadores de todas partes,
[i137] porque son innumerables las personas que establecen definidamente contacto con sus almas y, luego, se sienten impelidas a servir; sin embargo, no se han liberado todavía de la ambición y su orientación está aún dirigida básicamente a expresar la personalidad y no a fusionarse con el Grupo de Servidores del Mundo. Pero si ellos pueden eludir el espejismo y discernir entre lo Real y lo irreal, entonces la corriente de fuerza que afluye inundará sus vidas con un efectivo amor altruista y se dedicarán al Plan, a aquellos a quienes el Plan sirve y a Aquellos que sirven al Plan. Observen la secuencia de estas actitudes y ríjanse de acuerdo a [e116] ellas. Entonces ya no habrá lugar para la imposición o el interés propios, ni para la ambición egoísta. Todo lo que se tendrá en cuenta es la necesidad y la apremiante urgencia de dar el paso inmediato a fin de enfrentar esa necesidad que se manifiesta ante los ojos del servidor.

Cuando el corazón y la mente actúan unidos (ya por la unión egoísta para aparentar una personalidad activa, o por la consagración altruista y la búsqueda de la guía del alma) la fuerza que afluye a través del servidor energetizará al cuerpo etérico para que entre en actividad. Entonces el cuerpo físico responderá automáticamente. En consecuencia, es muy necesario que el servidor haga una pausa en el plano astral y espere allí, en silencio santificado y controlado, antes de permitir que la fuerza afluya a los centros del cuerpo etérico. Este periodo de silencio constituye uno de los misterios del desarrollo espiritual. Una vez que la fuerza o la energía del alma -preservada en su pureza, o mancillada y desviada cuando está en camino de manifestarse físicamente- ha llegado al cuerpo etérico, nada más puede hacer el discípulo común. Cuando alcanza ese punto, el resultado es inevitable y efectivo. El pensamiento interno y la vida de deseo determinan la actividad que se expresará físicamente. Cuando la fuerza afluye en toda su pureza, pone en actividad los centros situados arriba del
[i138] diafragma; cuando la fuerza afluye mancillada por las tendencias de la personalidad, utiliza principalmente el plexo solar y, entonces, provoca la manifestación de todas las ilusiones astrales, los grandes engaños y el espejismo producido por los fenómenos egotistas, empleando la palabra egotista en su acepción mundana y psicológica. Esto puede fácilmente observarse hoy en los líderes de los distintos grupos.


b. MÉTODOS CARACTERÍSTICOS QUE EMPLEAN LOS RAYOS PARA SERVIR

¿Comprueba esta ciencia que los siete tipos de rayo emplean característicos métodos para servir?

A medida que transcurre el tiempo esto será definidamente comprobado y cada trabajador y servidor de rayo prestará servicio de acuerdo a sus líneas peculiares y específicas, las cuales le indicarán las líneas de menor resistencia y, en consecuencia, las más eficaces. Dichos métodos y técnicas constituirán la estructura interna de la futura ciencia del Servicio, y serán descubiertos cuando se acepte la hipótesis de los rayos y se analicen los métodos empleados por esos tipos y grupos aislados de rayo. Todas
[e117] estas diversas maneras de servir se llevan a cabo de acuerdo al Plan y constituyen en conjunto un todo sintético. El rayo o rayos en manifestación, en cualquier momento dado, determinará la tendencia general del servicio mundial, y esos servidores cuyo rayo egoico está en encarnación y que se esfuerzan por dedicarse a una actividad correcta, hallarán que su trabajo se facilitará si comprenden que la tendencia de los asuntos mundiales está de acuerdo con ellos y que siguen la línea de menor resistencia de ese período. Trabajarán con mayor facilidad que los discípulos y aspirantes cuyo rayo egoico no está en manifestación. Tal reconocimiento conducirá a un estudio concienzudo de las épocas y estaciones, a fin de no desperdiciar los esfuerzos y aprovechar realmente las cualidades y aptitudes de los servidores disponibles.

Todo estará
[i139] de acuerdo al Plan. La consideración de los rayos en o fuera de manifestación y el reconocimiento de los discípulos y servidores que están disponibles en el plano físico, en cualquier momento determinado, es parte del trabajo que deben realizar los Maestros de la Jerarquía.

La aparición del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo indica que hay suficientes tipos de rayo egoico en manifestación física y que innumerables personalidades responden al contacto con el alma, de manera que puede formarse un grupo que será definidamente impresionado como grupo. Esto ha sido posible por primera vez. Antes del siglo actual sólo podían ser impresionados los individuos de distintas partes del mundo y en épocas y períodos muy distantes. Hoy un grupo puede responder y su número es comparativamente tan grande que podría formarse en el planeta un grupo de personas de tan radiante actividad que sus auras podrían encontrarse y establecer contacto entre sí. Así un sólo grupo (subjetivo y objetivo) puede actuar.

Existen hoy muchos centros de luz diseminados por el mundo y tantos discípulos y aspirantes, que los pequeños haces o hilos de luz (hablando simbólicamente) que irradia cada uno de ellos, se encuentran y entrelazan formando una red de luz en el mundo, lo cual constituye el aura magnética del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Cada individuo en el grupo es sensible al Plan, ya por el conocimiento personal obtenido en el contacto con su alma, o porque intuye lo que el grupo -que lo atrae- acepta como su tarea inmediata y es para él la verdadera y correcta, pudiendo colaborar y dar de sí lo más elevado y mejor. Cada individuo de ese grupo trabajará en su propio y particular ámbito, de acuerdo a su rayo y tipo de rayo. También estará coloreado por su raza y nación, pero el trabajo es más eficaz cuando las
[e118] unidades del grupo satisfacen las [i140] necesidades de su propio ambiente, en la forma que para ellos es la más simple y mejor, pues pertenecen por hábito o entrenamiento a ese ambiente particular. Esto no debe olvidarse.

Cada uno de los siete tipos de rayo actuará de la manera siguiente. Los describiré brevemente, porque de otro modo limitaría la expresión de quienes no tienen el conocimiento necesario para discriminar sobre sus características, lo cual podría, indebidamente, calificar y colorar la experiencia de esos servidores que reconocen, como algunos ya lo hacen, a su rayo. Podrían, con toda buena intención, forzar a que predominen las cualidades de rayo de sus almas antes que el rayo de la personalidad sea adecuadamente conocido y controlado. Otros servidores confunden frecuentemente los dos rayos y creen que el rayo de su alma es de un tipo particular, en cambio no es más que el rayo de la personalidad al cual obedecen predominantemente y los rige preeminentemente. ¿No demuestra esto, acaso, el cuidado con que deben proceder los Instructores de estas verdades y los custodios de la revelación futura? Deben proteger a los aspirantes contra el conocimiento prematuro que podrían captar mediante la teoría, pero que no están aún preparados para aplicarla en forma práctica.

Primer Rayo.
Los servidores que pertenecen a este rayo, si son discípulos entrenados, podría decirse que trabajan imponiendo la Voluntad de Dios sobre las mentes de los hombres. Lo hacen mediante el poderoso impacto de las ideas sobre las mentes de los hombres y acentuando los principios regentes que la humanidad debe asimilar. Cuando el aspirante capta estas ideas, obtiene dos resultados. Primero, inicia un período de destrucción y desintegración de lo antiguo y caduco que, luego, es seguido por el brillo luminoso y claro de las nuevas ideas y la consiguiente captación por las mentes de la humanidad inteligente. Estas ideas encierran grandes
[i141] principios y constituyen las ideas de la nueva era. Por lo tanto, dichos servidores actúan como ángeles destructores enviados por Dios, destruyendo las antiguas formas, no obstante existir detrás de ello el impulso del amor.

Sin embargo, el aspirante común que pertenece al primer rayo, no actúa tan inteligentemente. Capta la idea que la raza necesita, tratando de imponerla como si fuera propia, algo que ha visto y captado y que impacientemente quiere imponer, según cree, para bien de sus semejantes. En forma inevitable destruye con la misma rapidez que construye y, finalmente, se destruye a sí mismo.
[e119] Muchos valiosos aspirantes y discípulos que se entrenan para servir hoy, actúan en forma tan lamentable.

Algunos de los Maestros de Sabiduría y Sus grupos de discípulos están, en la actualidad, activamente empeñados en el esfuerzo de imponer ciertas ideas fundamentales y necesarias a la raza humana, y gran parte de Su trabajo es preparado por un grupo de Discípulos Destructores y también por un grupo de Discípulos Enunciadores, debido a que ambos tipos de trabajadores realizan su tarea como una unidad. La idea que ha de predominar en el futuro es enunciada por escrito o verbalmente, por un solo grupo. El grupo de Destructores la toma y comienza a destruir los viejos conceptos de la verdad para dar lugar y abrir el camino a la nueva idea emergente.

Segundo Rayo.
Los servidores de este rayo piensan, meditan sobre las ideas nuevas asociadas con el Plan y las asimilan, y por el poder de su atractivo amor, reúnen a quienes se hallan en esa etapa de evolución que les permite responder a la medida y ritmo de dicho Plan. Por lo tanto, seleccionarán y entrenarán a quienes puedan introducir más profundamente la idea en la masa humana. No debemos olvidar que el trabajo de la Jerarquía en la actualidad y la tarea del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se asocian primordialmente con las ideas. Los discípulos
[i142] y servidores que pertenecen al segundo Rayo “construyen activamente las moradas para esas entidades dinámicas cuya función siempre ha sido cargar dinámicamente los pensamientos de los hombres a fin de inaugurar esa mejor y nueva era que permitirá nutrir las almas de los hombres”. Así lo explica El Antiguo Comentario, aunque he modernizado su antigua terminología. Por medio de la comprensión magnética, atractiva y simpática, y la inteligente y lenta aplicación de la acción, basada en el amor, actúan los servidores de este rayo. Hoy su poder está llegando a predominar.

Tercer Rayo.
Los servidores de este rayo tienen en la actualidad la función especial de estimular el intelecto de la humanidad, agudizándolo e inspirándolo. Actúan en la manipulación de ideas, a fin de que sean hoy captadas con más facilidad por la masa de hombres y mujeres inteligentes del mundo, cuya intuición aún no ha despertado. Se debe observar que los verdaderos servidores trabajan mayormente con las nuevas ideas y no se ocupan de organizar y censurar, pues ambos van unidos. El aspirante de tercer rayo toma las ideas a medida que surgen de la elevada conciencia de Aquellos para quienes trabaja el primer rayo; el trabajador de segundo rayo las presenta en sentido esotérico en forma elocuente, adaptándolas a la necesidad inmediata, y la
[e120] fuerza del intelecto de los tipos de tercer rayo las plasma en palabras. En esto hay una sugerencia para muchas personas que pertenecen al tercer rayo y están trabajando hoy en distintos campos del servicio.

Cuarto Rayo.
Este rayo no se halla actualmente en encarnación y, por lo tanto, pocos egos del cuarto rayo hay disponibles para dedicarse a servir mundialmente. Sin embargo, existen innumerables personalidades de cuarto rayo, y mucho podrán aprender si estudian el trabajo que realiza el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. La principal tarea del aspirante que pertenece al cuarto rayo consiste en armonizar las nuevas ideas con las antiguas, para que no se produzca una interrupción o grieta peligrosa. Hay quienes
[i143] “contemporizan equilibradamente” y adaptan lo nuevo y lo viejo para que se conserve el verdadero canon. Se dedican a construir el puente, pues son los verdaderos intuitivos y poseen el arte de la síntesis, de manera que su trabajo puede ayudar definidamente a llevar a cabo la genuina presentación de la idea divina.

Quinto Rayo.
Los servidores de este rayo están predominando rápidamente. Son los que investigan la forma a fin de encontrar la idea oculta, su poder motivador y, con este fin, trabajan con las ideas, comprobando si son verdaderas o falsas. Incluyen en sus filas a esas personalidades que pertenecen a este rayo y las entrenan en el arte de la investigación científica. Partiendo de las ideas espirituales presentidas, que están detrás del aspecto forma de la manifestación, de los innúmeros descubrimientos sobre la actuación de Dios en el hombre y en la naturaleza, de los inventos (ideas materializadas) y del testimonio sobre el Plan que la Ley representa, preparan ese nuevo mundo en el cual los hombres trabajarán y vivirán una vida espiritual más profundamente consciente. Los discípulos que trabajan hoy en cada país de acuerdo a estas líneas, están más activos que en cualquier otro momento de la historia humana. A sabiendas o no, llevan a los hombres hacia el mundo de significados; sus descubrimientos pondrán fin, oportunamente, a la presente era de desocupación; sus inventos y mejoras, anexados a la creciente idea de la interdependencia grupal (el principal mensaje del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo), mejorarán con el tiempo las condiciones humanas para que pueda sobrevenir una era de paz y sosiego. Observarán que no digo “sobrevendrá”, pues ni el Cristo Mismo puede predecir exactamente el límite de tiempo en que podrán producirse estos cambios, ni cómo reaccionará la humanidad a cualquier punto dado de revelación.
[e121]

        Sexto Rayo.
El efecto que ha tenido la actividad de este rayo durante los últimos dos mil años ha sido entrenar a la humanidad en el
[i144] arte de reconocer los ideales, los anteproyectos de las ideas. El trabajo principal de los discípulos de este rayo es aprovechar la tendencia que ha desarrollado la humanidad para reconocer las ideas y -esquivando las rocas del fanatismo y los peligrosos escollos del deseo superficial- entrenar apasionadamente a los pensadores del mundo en el deseo hacia lo bueno, lo verdadero y lo bello, de modo que la idea que debe materializarse en alguna forma en la tierra, pueda desplazarse del plano mental y revestirse con una forma en la tierra. Dichos discípulos y servidores trabajan conscientemente con el elemento deseo del hombre y científicamente, a fin de evocarlo en forma correcta. Su técnica es científica porque está basada en la correcta comprensión del material humano con el cual tienen que trabajar.

        Algunas personas deben ser energetizadas por una idea para que entren en actividad. Para ellas el discípulo de primer rayo puede serles muy eficaz. Se puede llegar a otras más fácilmente por medio de un ideal, y luego subordinarán sus vidas y deseos personales a ese ideal. Con éstas trabaja con facilidad el discípulo de sexto rayo; debe tratar de hacerlo enseñándoles a reconocer la verdad, presentándoles constantemente el ideal y evitando que demuestren un interés demasiado enérgico y fanático, ante la necesidad de una ardua y prolongada tarea. Debe recordarse que el sexto rayo, cuando es el rayo de la personalidad de un hombre o grupo, puede ser mucho más destructivo que el primer rayo, pues éste no contiene tanta sabiduría y, como actúa por medio de un tipo de deseo, sigue la línea de menor resistencia para las masas y, por lo tanto, puede producir con más facilidad efectos en el plano físico. Las personas de sexto rayo deben ser tratadas con cautela, porque están demasiado centralizadas, pues los deseos personales las dominan casi por completo; las personas que pertenecen a este rayo han estado evolucionando durante largo tiempo. Sin embargo, es indispensable el método de sexto rayo para evocar el deseo de materializar un ideal y, afortunadamente, tenemos muchos aspirantes y discípulos de este rayo, disponibles en la actualidad.
[i145]

        Séptimo Rayo.
Este rayo proporciona hoy un necesario y activo grupo de discípulos que ansían ayudar al Plan. Su trabajo lo efectúan lógicamente en el plano físico. Pueden organizar el ideal evocado que personificará la idea de Dios dentro de la medida capaz de evidenciar la época y la humanidad y darle forma en la tierra. Su trabajo es poderoso e imprescindible y exige gran
[e122] habilidad en la acción. Este rayo está entrando en el poder. Ninguno de los que pertenecen a este rayo y participan en la actual cruzada jerárquica puede trabajar solo; tampoco grupo alguno puede hacerlo por sí solo. La diferencia que existe entre los métodos de la vieja y la nueva era es que, en el primero, subsiste la idea de ser guiado por una persona y en el otro por un grupo. La diferencia existe entre la imposición a sus semejantes de la respuesta de un individuo a una idea, y la reacción de un grupo a una idea, que trae el idealismo grupal y lo enfoca en forma definida, lo cual hace surgir la idea sin que predomine ningún individuo. Ésta es la tarea actual más importante del discípulo de séptimo rayo, y debe abocar toda la energía para lograr este fin. Debe pronunciar esas Palabras de Poder que constituyen un grupo de palabras, y encierran la aspiración del grupo en un movimiento organizado, que como se verá, es muy distinto de una organización. Un ejemplo sobresaliente del empleo de la Palabra de Poder enunciada por un grupo fue dado últimamente en la Gran Invocación, la cual ha sido empleada con marcado efecto. Se debe seguir empleando, porque es el mántram que inaugurará la entrada del séptimo rayo. Por primera vez ha sido puesto a disposición de la humanidad un mántram de esta naturaleza.

Todos estos rayos actúan actualmente para llevar a cabo la específica idea grupal de siete Maestros, que, por intermedio de Sus servidores seleccionados, participan activamente en el trabajo iniciático de séptimo rayo, que está también vinculado con la entrante influencia acuariana. Los Maestros
[i146] y Su numeroso grupo de discípulos, actuando en los cinco planos del desarrollo humano, han estudiado minuciosamente a Sus discípulos aceptados, a los discípulos bajo su supervisión -que aún no han sido aceptados- y a los aspirantes del mundo. Ellos los han seleccionado y fusionado en un grupo en el plano físico externo, basando esta elección en:

  1. La sensibilidad a la influencia acuariana.
  2. La voluntad de trabajar en un grupo como parte integrante del mismo, sin tener ambición personal ni deseo de ser un líder. El discípulo que desea llegar a ser un líder, está automáticamente (aunque sólo provisoriamente) descalificado para este esfuerzo particular. Podrá realizar un buen trabajo pero será secundario y estará más estrechamente relacionado con la era anterior que con el trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.
  3. La dedicación desinteresada que nada retiene de lo que le corresponde dar correctamente. [e123]
  4. La inofensividad que, aunque imperfecta, existe como ideal, hacia el cual el aspirante se esfuerza constantemente.

        Muchas personas pueden participar en este trabajo. La Ley del Servicio ha sido descrita así en un esfuerzo por aclarar en nuestras mentes una de las influencias más esotéricas del sistema solar. Los exhorto a servir, pero les advierto que el servicio aquí presentado sólo será posible realizarlo cuando tengamos una visión más clara del objeto de la meditación y aprendamos a mantener durante el día la actitud de la orientación espiritual interna. A medida que aprendamos a eliminarnos y a borrarnos de nuestra conciencia como figura central del drama de la vida, sólo entonces podremos estar a la altura de nuestra verdadera potencialidad como servidores del Plan.
[i147]

4. La Ley de Repulsión

        Debemos considerar aquí una ley muy interesante. Es una de las principales leyes divinas que rige al peregrino en su agotador y largo camino de regreso al centro. Es la cuarta ley que gobierna o controla la vida del alma.

Nombre Exotérico Nombre Esotérico Símbolo Energía de Rayo
4. La ley de Repulsión. La ley de los Ángeles Destructores El Ángel con la Espada Flamígera La energía que repele, la del Primer Rayo.

Ante todo sería conveniente comprender que esta ley posee ciertas características y produce efectos básicos que pueden ser brevemente enumerados:

  1. La energía desplegada tiene efectos disipadores. Esta ley actúa como agente disipador.
  2. Cuando se expresa activamente causa dispersión o rechaza los aspectos de la vida de la forma.
  3. Produce un contacto discriminador que conduce a lo que se llama esotéricamente “el Camino de la negación divina".
  4. Sin embargo, es un aspecto de la Ley del Amor, el aspecto Vishnu o Cristo, y concierne a esa actitud del alma, cuya naturaleza esencial es amor.
  5. Esta ley se expresa por medio de la mente y, en consecuencia, sólo puede hacer sentir su presencia e influencia en el Sendero del Discipulado. [e124]
  6. Es el principal requisito para el verdadero autoconocimiento. Revela y al mismo tiempo divide o dispersa.
  7. Actúa por mediación del amor y para bien de la unidad -la forma y la existencia, las cuales rechazan finalmente la forma. [i148]
  8. Es un aspecto de una de las más grandes leyes cósmicas, la Ley del Alma, que es la Ley cósmica de Atracción, pues lo que es atraído, con el tiempo es automática y eventualmente rechazado por lo que lo atrajo en primer lugar.

Esta ley plasma primordialmente el propósito divino sobre la conciencia del aspirante y le dicta los impulsos superiores y decisiones espirituales que marcan su progreso en el Sendero. Demuestra la cualidad de primer rayo (la influencia del subrayo del segundo rayo), pues debe recordarse que rechazar una forma, una situación o una condición, puede evidenciar el amor espiritual del agente repulsor. Esto nos lo describe muy bien el antiguo símbolo del ángel con la espada flamígera, que se halla ante el portal del paraíso para alejar a quienes buscan la seguridad imaginaria de ese refugio y condición. Este ángel actúa con amor, y así lo ha hecho en el transcurso de las épocas, pues el estado de realización que llamamos paraíso es esencialmente peligroso para todos, excepto para quienes han adquirido el derecho de alcanzarlo. El ángel no protege a ese estado, sino al aspirante que no está preparado y lo salvaguarda de los riesgos y peligros de la iniciación que debe recibir antes de poder pasar las cinco divisiones del paraíso, hasta llegar al lugar donde mora la luz y los Maestros de Sabiduría viven y trabajan. Esta idea subyace detrás del procedimiento masónico donde Tyler permanece ante la puerta de la Logia con una espada desenvainada a fin de proteger los secretos de la artesanía masónica de aquellos que no están preparados.

Quisiera recordarles también que, como esta ley es un aspecto de la ley fundamental del Amor, concierne a la psiquis o alma y, por lo tanto, su función consiste en desarrollar los intereses espirituales del hombre verdadero y demostrar el poder del segundo
[i149] aspecto, la conciencia crística, y el poder de la divinidad. “Rechaza lo indeseable a fin de encontrar lo que el corazón anhela, lo cual conduce al cansado peregrino a rechazar una cosa tras otra, hasta que infaliblemente toma la Gran Decisión”. Esto ha sido extraído del Antiguo Comentario.

Dividiré lo que tengo que decir, respecto al funcionamiento y efecto de la Ley de Repulsión, en tres partes:
[e125]
  1. La Ley de Repulsión y la función y la cualidad del deseo.
  2. La Ley de Repulsión tal como se expresa en los Senderos del Discipulado y de la Iniciación.
  3. La Ley de Repulsión tal como “impele en siete direcciones y obliga a todo aquello con lo que entra en contacto a volver al seno de los siete Padres espirituales”.

Esta ley actúa por medio del alma en todas las formas. Literalmente no afecta a la materia, excepto en lo que puede ser afectada la forma, cuando el alma se retira u ocultamente repudia. Por lo tanto, se evidenciará que la comprensión de su actividad dependerá en gran parte de la medida de la fuerza del alma, de la cual podemos individualmente ser conscientes de la medida del contacto con el alma. El grado alcanzado en la escala de la evolución regirá la manipulación de esta ley (si tal término puede emplearse) que determinará la capacidad de ser sensibles a su impacto. Si somos incapaces de responder a su influencia en cualquier medida, basta para indicar nuestro desarrollo. A no ser que la mente esté activa y empecemos a emplearla inteligentemente, no hay medio o canal por el cual esta influencia pueda fluir o actuar. No debe olvidarse nunca que la influencia o ley de nuestro ser espiritual revela la voluntad, el plan o el propósito de la vida divina, al expresarse en el individuo o en la humanidad como un todo. Tampoco olvidemos que si no hay un hilo de luz que actúe como
[i150] canal, lo que esta ley imparta será desconocido, incomprendido e inútil. Estas leyes rigen predominantemente a la Tríada espiritual, esa divina triplicidad que se expresa por intermedio del alma, así como los tres aspectos del alma se reflejan a su vez por medio de la personalidad.

Por lo tanto, todo lo que puede comunicarse en relación con esta ley puede ser captado solamente por el hombre que ha empezado a despertar espiritualmente. Las tres leyes que hemos considerado conciernen a las específicas influencias espirituales que emanan de las tres hileras de pétalos que componen el loto egoico. (Véase el Diagrama IX en Tratado sobre Fuego Cósmico. pág. 655).
        
1. La Ley del Sacrificio Los Pétalos del Sacrificio. La voluntad de sacrificarse del Alma.
2. La Ley del Impulso Magnético Los Pétalos del Amor.
3. La Ley del Servicio Los Pétalos del Conocimiento. [e126]

Esta cuarta Ley de Repulsión actúa a través de la primera Ley del Sacrificio y le otorga al aspirante la cualidad, la influencia y la tendencia de la Tríada espiritual, la triple expresión de la Mónada. Su fuerza puede ser sentida plenamente sólo en la tercera iniciación, cuando, por primera vez, el poder del espíritu es conscientemente sentido. Hasta ese momento lo que especialmente se había registrado era el creciente control ejercido por el alma. Tenemos por lo tanto:

1. La Ley de Repulsión (Cuarta Ley) Atma. Voluntad espiritual. Esta influencia llega por medio de los pétalos egoicos de sacrificio y la Ley subsidiaria del Sacrificio.
2. La Ley del Progreso Grupal (Quinta Ley) Budhi. Amor espiritual. Llega por mediación de los pétalos de amor del loto egoico y la ley subsidiaria del Impulso Magnético.
3. La Ley de la Amplia Respuesta. (Sexta Ley) Manas. Mente espiritual superior, llega por medio de los pétalos del conocimiento y la subsidiaria Ley del Servicio. [i151]


Estas leyes espirituales superiores se reflejan en las tres leyes espirituales inferiores, y llegan a la conciencia inferior mediante el loto egoico y el antakarana. Tal afirmación constituye el segundo postulado básico en conexión con el estudio de la Ley de Repulsión. El primer postulado que fue enunciado anteriormente expresa que si no hay un hilo de luz que actúe como canal, lo que esta ley imparta será desconocido e incomprendido.

Estas seis leyes nos dan la clave para el entero problema psicológico de cada ser humano y no existe condición que no sea producida por la reacción consciente o inconsciente del hombre a estas influencias básicas -las leyes naturales y espirituales. Si los sicólogos aceptaran las tres leyes básicas del universo y las siete leyes por intermedio de las cuales ellas ejercen su influencia, llegarían a comprender al ser humano mucho más rápidamente que hasta ahora. Las tres leyes principales, tal como han sido enunciadas en otra parte, son:

  1. La Ley de Economía, rige principalmente la naturaleza instintiva del hombre. [e127]
  2. La Ley de Atracción, rige el aspecto alma en el hombre y en todas las formas de vida, desde un átomo hasta un sistema solar.
  3. La Ley de Síntesis, regirá al hombre cuando haya llegado al Sendero de Iniciación, pero poco significa en el actual estado de desarrollo del hombre.

También existen siete Leyes menores que producen el
[i152] desarrollo evolutivo del hombre como persona y del hombre como alma. Dichas leyes son:

  1. La Ley de Vibración, la ley atómica del sistema solar.
  2. La Ley de Cohesión, un aspecto de la Ley de Atracción.
  3. La ley de Desintegración.
  4. La Ley del Control Magnético, que rige el control de la personalidad por la naturaleza espiritual a través de la naturaleza del alma.
  5. La Ley de Fijación, por la cual la mente controla y estabiliza.
  6. La Ley del Amor, por la cual se trasmuta la naturaleza inferior de deseos.
  7. La Ley del Sacrificio y de la Muerte. (Extraído del Tratado sobre Fuego Cósmico, págs. 466-67).

Estas siete leyes se relacionan con el aspecto forma de la vida. A las diez leyes se deben agregar las siete leyes del alma que estamos considerando, las cuales comienzan a actuar sobre el hombre y producen un desarrollo espiritual más rápido después que ha sido sometido a la disciplina del Sendero de Probación o Sendero de Purificación. Entonces está preparado para hollar las etapas finales del Sendero.

Estas siete leyes constituyen la base de la verdadera comprensión psicológica; cuando su influencia sea mejor comprendida, el hombre llegará al verdadero conocimiento de sí mismo. Entonces estará preparado para la cuarta iniciación que lo liberará de la necesidad de renacer. Ésta es la verdad que subyace en la enseñanza masónica impartida en el simbolismo de los primeros dieciocho grados. Pueden ser divididos en cuatro grupos de grados: Aprendiz Aceptado, Compañero o Artesano (al cual sigue el grado de la “Marca”). Maestro Masón (al cual sigue la S . A. R. o H. R . A.) y los grados agrupados del cuatro al diecisiete en el Rito Escocés. Estos diecisiete grados preparan al hombre para el cuarto
[i153] grado o fundamental, aprobado por el Maestro Masón. Puede recibirse, únicamente, cuando el Maestro posee la Palabra [e128] Perdida. Ha resucitado de entre los muertos; ha sido admitido, aprobado y ascendido, y ahora puede ser perfeccionado, lo cual encierra un gran misterio. Los diecisiete grados que llevan a dar el primer gran paso (que dio el Maestro resucitado) están subjetivamente relacionados con las diecisiete leyes mencionadas. Existe un paralelismo digno de observarse entre:

  1. Las dieciocho leyes:
    1. Las tres leyes mayores del universo.
    2. Las siete leyes menores del sistema solar.
    3. Las siete leyes fundamentales del alma,
      además de lo que podríamos denominar la gran ley de la Deidad Misma, la ley del propósito sintético de Dios.

  2. Los dieciocho subplanos a través de los cuales el hombre abre su camino:
    1. Los siete subplanos físicos.
    2. Los siete subplanos astrales o los del deseo emocional.
    3. Los cuatro subplanos mentales inferiores.

  3. Los dieciocho grados de la masonería, desde el de Aprendiz Aceptado hasta el de iniciado perfecto del capítulo Rosacruz.
  4. Los dieciocho centros de fuerza con los cuales tiene que trabajar el hombre espiritual:
    1. Los siete centros en el cuerpo etérico.
    2. Los siete centros en el cuerpo astral.
    3. Las tres hileras de pétalos del loto egoico.
    4. La “Joya en el Loto”, en el corazón de la “flor del alma”, que es el décimo octavo centro.

Comprender estas relaciones simbólicas ayudará mucho a aclarar cómo actúa el alma en un cuerpo, y constituirá la base del verdadero estudio de la psicología esotérica.
[i154]

a. LA LEY DE REPULSIÓN Y LA LEY DEL DESEO

En esta parte nos ocuparemos especialmente del problema principal que enfrenta la humanidad. Sin embargo tocaremos el tema muy brevemente y trataremos en particular ese aspecto del problema que se transfiere del aspirante al discípulo. En todo el problema psicológico de la humanidad reside esa destacada tendencia a existir, caracterizada como Deseo. Todas las complejidades menores están fundadas en, subordinadas a, o emergen de este
[e129] anhelo básico. Freud llama a este anhelo “sexo”, que sólo es otro nombre para designar el impulso atractivo del no-yo. Otros sicólogos denominan a esta actividad predominante, “vida de deseo” de la humanidad, y con ello explican todas las tendencias y características afines, todas las reacciones emocionales y las tendencias de la vida mental en términos de deseos latentes, anhelos y aspiraciones adquisitivas, como “mecanismos de defensa” o “vías de escape” de la inevitabilidad de las condiciones circundantes. Los hombres dedican su vida a satisfacer dichos anhelos y deseos y realizan la consiguiente tarea para lograrlo; esto se efectúa con el fin de satisfacer la necesidad sentida, de hacer frente al desafío de la existencia, demandando esa felicidad, cielo y logro eventual del estado ideal anhelado.

Todo está regido por cierto imperativo para lograr la satisfacción, y esto caracteriza la búsqueda del hombre en cada etapa de su desarrollo -se trate del impulso instintivo de la auto-conservación, que puede observarse en el salvaje, en su búsqueda por el alimento o en los problemas económicos del hombre civilizado moderno; la procreación y la satisfacción del apetito demostrado hoy en la compleja vida sexual de la raza; el deseo de ser popular, amado y estimado; el anhelo de sentir
[i155] satisfacción intelectual y la apropiación mental de la verdad; el deseo profundamente arraigado de lograr el cielo y el descanso que caracteriza al cristiano; la aspiración de obtener la iluminación que demanda el místico, o el anhelo de identificarse con la realidad que es el deseo del ocultista. Todo es deseo en una u otra forma, y la humanidad está regida y controlada por estos deseos; diría muy definidamente controlada, pues es simplemente un enunciado del caso.

La comprensión de esta inclinación fundamental o factor controlador del hombre, está detrás de las enseñanzas dadas por el Buddha y personificada en la filosofía budhista de las Cuatro Nobles Verdades:

  1. La existencia en el universo fenoménico es inseparable del sufrimiento y de la aflicción.
  2. La causa del sufrimiento se debe al deseo de venir a la existencia en el universo fenoménico.
  3. La cesación del sufrimiento se logra eliminando el deseo de existir fenoménicamente.
  4. El sendero que conduce a la cesación del sufrimiento es el Noble Sendero Óctuple.

La comprensión de la imperiosa necesidad del hombre de ser liberado de su naturaleza de deseos condujo al Cristo a acentuar
[e130] la necesidad de buscar el bien de nuestros semejantes, en vez del bien propio y aconsejó llevar una vida de servicio, autosacrificio, olvido de sí mismo y amor hacia todos los seres. Sólo así la mente y “el ojo del corazón” del hombre pueden apartarse de las propias necesidades y satisfacer las demandas más profundas de la raza.

Hasta que el hombre no recorra el Sendero de la Perfección, no podrá captar realmente la demanda imperativa de su propia alma
[i156] para liberarse de la externa búsqueda de la satisfacción material y tangible y también del deseo. Tal demanda indica la necesidad del alma de encarnar y actuar durante un período determinado bajo la Ley de Renacimiento. A medida que se lleva a cabo el trabajo de depuración en el Sendero de Purificación, la demanda de liberación es cada vez más fuerte y clara y cuando el hombre entra en el Sendero del Discipulado, la Ley de Repulsión puede, por primera vez, empezar a controlar sus reacciones. Al principio esto tiene lugar inconscientemente, pero es más poderosa y se aprecia más conscientemente medida que el discípulo recibe una iniciación tras otra, agudizándose cada vez más su comprensión.

En este tratado no intento considerar el desenvolvimiento del hombre no evolucionado ni desarrollado, en lo que a las Leyes del Alma concierne. Sólo trato de despejar el camino para el hombre muy inteligente, los aspirantes del mundo y los discípulos mundiales. El progreso del hombre no desarrollado y del hombre común está detallado en las siguientes afirmaciones dadas a continuación en forma sucesiva, que describen las etapas de su progreso impelido por el deseo:

  1. El anhelo de experimentar, existir y satisfacer la naturaleza instintiva.
  2. La existencia, experiencia, captación, seguidas por la demanda de cumplir en forma más satisfactoria el designio o destino.
  3. La exigencia de la satisfacción, ciclo tras ciclo; el período de momentánea satisfacción, luego mayores demandas. Tal la historia de la raza.
  4. La experiencia, adquisición que se busca y persigue constantemente en los tres planos de la evolución humana.
  5. La misma experiencia, pero esta vez como personalidad integrada. [i157]
  6. La demanda satisfecha hasta llegar a la saciedad, pues con el tiempo todos los hombres logran lo que han anhelado. [e131]
  7. La exigencia de cumplir las demandas espirituales internas, la felicidad y la bienaventuranza. El ansia de alcanzar el cielo llega a ser poderosa.
  8. La vaga comprensión de que dos cosas son necesarias: la purificación y la facultad de elegir correctamente, que significa correcto discernimiento.
  9. La visión de los pares de opuestos.
  10. El conocimiento del estrecho sendero que se extiende entre estos pares de opuestos.
  11. El discipulado y la repulsión, o el repudio (durante un largo período) del no-yo.

Tal es, breve e inadecuadamente expresada, la historia del hombre cuando va en busca de la felicidad, la alegría y la dicha o (expresado en términos de realización), a medida que progresa de la vida del instinto a la vida del intelecto, y de esta captación intelectual, a la etapa de la iluminación e identificación final con la realidad, de allí en adelante se libera de la Gran Ilusión.

Dos cosas determinan la rapidez con la cual él puede -en el Sendero del Discipulado- poner en actividad la Ley de Repulsión. Una, es la cualidad de su móvil. Sólo el deseo de servir es apropiado para lograr la reorientación y el sometimiento necesarios para la nueva técnica de la vida, y la otra, la voluntad de obedecer a toda costa la demanda de la luz que está en él y a su alrededor. El servicio y la obediencia son los grandes métodos de liberación y las causas subyacentes que hacen actuar la Ley de Repulsión, ayudando así al aspirante a alcanzar la anhelada liberación. El servicio hace que el hombre se libere de su vida de pensamientos y determinaciones propias. La obediencia a su propia alma lo íntegra en el todo mayor
[i158] donde sus propios deseos y anhelos son negados para bien de la entera vida de la humanidad y de Dios Mismo. Dios es el Gran Servidor y expresa Su divina vida por el Amor que siente Su corazón hacia la humanidad.

Sin embargo, cuando estas simples verdades son enunciadas y se nos pide servir a nuestro hermano y obedecer a nuestra alma, nos resulta tan familiar y tan poco interesante que evoca poca respuesta. Si se nos dijera que, siguiendo una forma de meditación prescrita, practicando una fórmula definida de respiración y concentrándonos regularmente sobre un centro específico, nos liberaríamos de la rueda de la vida y nos identificaríamos con el yo espiritual y el mundo del ser, seguiríamos las instrucciones con alegría, voluntad y gozo. Pero cuando se nos dice -empleando términos de la ciencia ocultista- que debemos servir y obedecer,
[e132] no nos interesa. No obstante, servir es el método, por excelencia, porque despertar el centro cardíaco y obedecer, son igualmente poderosos para evocar de los dos centros de la cabeza la respuesta al impacto de la fuerza del alma y unificarlos en un sólo campo de reconocimiento del alma. ¡Cuán poco comprenden los hombres el poder de sus anhelos! Si el anhelo de satisfacer el deseo es fundamental en la vida de la forma del hombre, el anhelo de servir es similarmente fundamental para el alma del hombre. Esta afirmación es una de las más importantes de esta parte del tratado. Hasta ahora raras veces ha sido satisfecha. Sin embargo, siempre está presente hasta en los tipos de seres humanos más indeseables, y surge en los momentos más cruciales del destino o de la imperiosa necesidad, o suprema dificultad. El corazón del hombre es sano, pero, por lo general, está adormecido.

¡Servir y obedecer! Ésta es la consigna de la vida del discípulo; palabras que han sido distorsionadas por la propaganda fanática que han hecho surgir fórmulas de filosofía y teología religiosas, fórmulas que han velado al mismo tiempo la verdad. Además fueron presentadas para que el hombre
[i159] las considere como devoción a la personalidad y obediencia a los Maestros y líderes, en vez de servir y obedecer al alma que existe en la totalidad. Sin embargo, la verdad emerge constantemente, y debe inevitablemente triunfar. Una vez que el aspirante en Sendero de Probación ha tenido una vislumbre de ello (no importa cuan insignificante sea) la ley del deseo, que lo ha regido durante épocas, dará lugar lenta y seguramente a la Ley de repulsión que lo liberará a su debido tiempo de la esclavitud del no-yo. Esto lo conducirá a practicar la discriminación y el desapasionamiento, características del hombre que está en el camino de la liberación. Recordemos, por lo tanto, que la discriminación basada en la determinación de ser libre y el desapasionamiento que indica un corazón duro, aprisionarán al aspirante en un cascarón cristalizado, mucho más difícil de romper que la prisión normal de la vida del hombre egoísta común. Este deseo espiritual egoísta es por lo general el mayor pecado de los seudo esotéricos, y debe evitarse muy cuidadosamente. Por lo tanto, el que es inteligente se dedicará a servir y a obedecer.

b. LA LEY DE REPULSIÓN EN LOS SENDEROS DEL DISCIPULADO Y DE LA INICIACIÓN

Cuando el sentido discriminador (la analogía espiritual del sentido del olfato, el último de los cinco sentidos que aparecen en
[e133] el ser humano) está desarrollado adecuadamente en el aspirante y ha conocido los pares de opuestos y obtenido la visión de eso que no es ninguno de los opuestos, entonces puede entrar en el Sendero del Discipulado y emprender la ardua tarea de colaborar con las leyes espirituales, especialmente con la Ley de Repulsión. Al principio, difícilmente reconoce la influencia de esta Ley. Le es tan difícil llegar a comprender sus implicaciones y medir sus posibles efectos, como lo sería para el trabajador común, que posee mediana cultura y una total [i160] ignorancia del esoterismo, llegar a comprender el significado de la verdad oculta tal como está expresada en las palabras: “La construcción del antakarana entre manas superior y manas inferior, realizada por el divino Agnishvatta, el ángel solar, el cual actúa por medio del loto egoico en la tarea que debe realizarse durante la etapa contemplativa de la meditación”. Esta afirmación puede comprenderla intelectualmente con facilidad el estudiante común de ocultismo, pero carece absolutamente de significado para el hombre mundano. Análogamente la Ley de Repulsión es difícil que pueda comprenderla el discípulo que entra en el Sendero. Primero, debe aprender a conocer la influencia que ejerce esta ley y luego hacer tres cosas a través de:

  1. El servicio; aprender a descentralizarse constantemente y comenzar ocultamente a repeler la personalidad; cuidar que su móvil sea el amor a todos los seres y no desear su propia liberación.
  2. La comprensión de los pares de opuestos y comenzar esotéricamente a aislar el “noble sendero medio”, al cual se refirió el Buddha.
  3. La comprensión de las palabras del Cristo, que exhorta a los hombres a dejar “que brille su luz”, el discípulo comienza a construir el sendero de luz que conduce al centro de la vida que lo guía de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real y de la muerte a la inmortalidad. Éste es el verdadero sendero del antakarana que él va tejiendo internamente y exteriorizando (hablando en forma simbólica), análogamente a como la araña teje su hilo.

El servicio, la comprensión del Camino y la construcción de la verdadera línea de escape, constituyen la tarea que se ha de realizar en el Sendero del Discipulado. Tal el objetivo que tienen hoy ante sí los estudiantes de las ciencias esotéricas -siempre y cuando lo deseen suficientemente y se entrenen para
[i161] trabajar en forma altruista en bien de sus semejantes. A medida que logran [e134] realizarlo y se acercan más a lo que no constituye los pares de opuestos (para llegar “al Camino Central”) la Ley de Repulsión empieza a actuar constantemente. Cuando se ha pasado la tercera iniciación, esta ley comienza a regir la vida en forma predominante.

La palabra repulsión tiene una acepción poco feliz para muchas mentes, y la aversión que existe hacia esta palabra indica la innata predisposición espiritual del hombre. Repulsión es deseo de repudiar, y la actitud, las palabras y los actos, evocan en nuestra mente la repulsión de todo lo que nos resulta desagradable contemplar. Sin embargo, considerada espiritualmente y vista científicamente, la palabra repulsión indica simplemente “una actitud hacia lo indeseable”. Dicha actitud, a su vez (al tratar de determinar lo deseable), pone en actividad las cualidades de la discriminación, el desapasionamiento y la disciplina en la vida del discípulo, así como también el poder de descentralizarse. Estas palabras indican el anhelo de desvalorizar lo irreal y lo indeseable y de disciplinar la naturaleza inferior hasta que se hagan rápida y fácilmente esas elecciones que llevan a desechar lo que aprisiona y traba al alma. Los conceptos principales constituyen el camino o el procedimiento definido y cuidadosamente elegido que liberará al alma del mundo de las formas y la identificará, ante todo, consigo misma (liberándola así de la ilusión mundial) y, luego, con el mundo de las almas, que es la conciencia de la super Alma.

No es necesario que me extienda aquí sobre la técnica por la cual se establece esta elección. La manera de discriminar el método del desapasionamiento y la disciplina de la vida, han sido simplificados y aclarados por las enseñanzas de los últimos dos mil años y por los libros dedicados a acentuar la enseñanza del Cristo y del Buddha, que si se comprenden correctamente, pueden llevar a hacer una correcta elección y repeler
[i162] lo que no se quiere ni desea. A muchos estudiantes sensatos (como los que leerán este tratado) les será útil anotar lo que han comprendido de las cuatro palabras siguientes:

      1. Discriminación.
      2. Desapasionamiento.
      3. Disciplina.
      4. Descentralización.

Una sola página sería suficiente para definir cada una de estas palabras, y encerrará verdaderamente nuestro pensamiento más elevado. Los estudiantes comprenderán que a medida que practican estas cuatro virtudes, principales características de un discípulo, ponen automáticamente en acción la Ley de Repulsión que, en el Sendero de Iniciación, proporciona revelación y
[e135] comprensión. Expresar esta ley en el Sendero de Iniciación está muy lejos de aquellos que aún no están versados en las discriminaciones fundamentales y en el desapasionamiento. Por lo tanto, ¿creen que es necesario explicar cómo actúa esta ley en la vida del iniciado? Creo que no. El discípulo procurará hallar, sin pasión, dolor o sufrimiento, la diferencia que existe entre:

    1. Correcto y erróneo.
    2. Bien y mal.
    3. Luz y oscuridad, entendido espiritualmente.
    4. Prisión y libertad.
    5. Amor y odio.
    6. Introversión y extroversión. Sería conveniente reflexionar sobre esta dualidad.
    7. Verdad y falsedad.
    8. Conocimiento místico y ocultista.
    9. Yo y no-yo.
    10. Alma y cuerpo. [i163]

Infinidad de dualidades podrían ser enumeradas. Habiendo descubierto la existencia de estos pares de opuestos, la tarea del discípulo consiste en descubrir aquello que no es ni uno ni otro. Constituye el camino central e intermedio revelado al iniciado por la actuación de la Ley de Repulsión que ocultamente le permite “con una de sus manos, alejar de su camino lo que obstaculiza y vela el camino central de luz. La seguridad del hombre que busca el camino iluminado no está ni a la derecha ni a la izquierda”. ¿Significa realmente algo esta frase para la mayoría de nosotros? Tratemos de expresar en palabras las cualificaciones y el nombre de este tercer camino o central, que no es, por ejemplo, ni luz ni oscuridad, ni amor ni odio. No podemos ver con claridad lo que podría ser, ni lo veremos hasta que el acrecentado estímulo liberado en nosotros en el Sendero de la Iniciación efectúe su trabajo designado. Una idea de lo que esto significa aparecerá, aunque confusamente, ante nuestra visión al tratar la tercera parte.

e. LA LEY DE REPULSIÓN Y EL PEREGRINO EN EL CAMINO DE LA VIDA

Fundamentaré mis conceptos en las palabras citadas anteriormente:

“La Ley de Repulsión impele en siete direcciones y obliga a todo aquello con lo cual entra en contacto, a volver al seno de los siete Padres espirituales.”

Voy a considerar definidamente el Camino de Repulsión, regido por esta ley, que es el camino o la técnica para cada tipo
[e136] de rayo. Aunque puede observarse que la misma ley actúa en los siete casos y en las siete direcciones, los resultados diferirán sin embargo, porque la cualidad y la apariencia fenoménica sobre las cuales la ley de la voluntad divina hace su impacto, y la consiguiente impresión, difieren ampliamente. Por lo tanto, la complejidad del problema es grande. Estas siete [i164] leyes del alma están detrás de todas las diversas presentaciones de la verdad, tales como han sido dadas por los Instructores mundiales en el transcurso de las edades. No obstante, se requiere mucha visión interna espiritual para ayudar al discípulo común a comprender la analogía o la tendencia de las ideas que, por ejemplo, vinculan:

  1. Las beatitudes (enunciadas por el Cristo) y las siete leyes.
  2. Las etapas del Noble Óctuple Sendero y las potencias del alma.
  3. Los ocho Medios de la Yoga o unión con el alma, y el septenario de influencias.
  4. Los Diez Mandamientos de la religión semítica y las siete leyes espirituales.

Los estudiantes hallarán de interés poner a prueba su comprensión, acerca de las relaciones esotéricas que existen en este conjunto de enseñanzas, y ver si pueden, por sí mismos, desentrañar los significados básicos. A título de ilustración, trazaré e indicaré la relación que existe entre las siete leyes y los ocho medios de la yoga, porque esclarecerá la diferencia que existe entre los métodos de la yoga, tal como la entienden el yogui y el esotérico comunes, y como la comprenden el discípulo entrenado y el iniciado.

1. Los cinco Mandamientos El deber universal La fuerza del segundo rayo La Ley del Impulso Magnético Inclusión. Atracción
2. Las Reglas Para el autoentrenamiento. La fuerza de cuarto rayo La Ley del Sacrificio. “Muero diariamente”
3. Posición Actitud equilibrada hacia el mundo. La fuerza de sexto rayo La Ley del Servicio Correctos ideales o relaciones
4. Pranayama La ley del vivir La fuerza de séptimo rayo La Ley de Progreso Grupal. La Ley del Desarrollo Espiritual
5. Abstracción Pratyahara. Abstenerse de desear. La fuerza de primer rayo La Ley de Repulsión El repudio del deseo
6. Atención Correcta orientación La fuerza de tercer rayo La Ley de la Amplia Respuesta  
7. Meditación Correcto empleo de la mente, La fuerza de quinto rayo La Ley de los Cuatro Inferiores: “El alma está en profunda meditación”.
8. Resultado   Contemplación   Total desapego espiritual. [i165]

Un estudio minucioso de estas relaciones será sugestivo para el discípulo, e iluminador para el iniciado. Sin embargo, no se debe confundir iluminación con una nueva o brillante idea. Es algo muy distinto. La diferencia es comparable a la que existe entre la luz de una estrella y la luz de un sol, que aumenta constantemente. Una revela la realidad de la noche, la otra el mundo de la luz diurna y del Ser consciente.

d. LAS SIETE DIRECCIONES DE LA LEY DE REPULSIÓN

Debe recordarse que la Ley de Repulsión, la Ley de los Ángeles destructores, actúa en siete direcciones, produce efectos sobre siete distintos tipos de seres y de hombres y, debido a su actividad, trae al Hijo pródigo de vuelta al hogar del Padre, lo cual hace que él “se levante y ande”. Debe recordarse que cuando el Cristo narró esta historia dejó bien aclarado que el peregrino no sintió el impulso de regresar hasta que volvió en sí y recobró su sentido como resultado de [i166] haber satisfecho los deseos de una vida licenciosa. Luego vino la consiguiente saciedad y el descontento, y un período de intenso sufrimiento y perdió la voluntad de ambular y desear. Un estudio sobre esta historia será revelador. En ninguna Escritura se explica la secuencia de estos acontecimientos (al hablar de la existencia del peregrino, su vida en un país lejano y su regreso), concisa y bellamente narrados como Él lo expresó. Estudien esta parábola en la Biblia y también la trayectoria del peregrino.

El efecto de la Ley de Repulsión, a medida que actúa en el mundo del discipulado y destruye lo que obstaculiza, hace que el peregrino regrese en forma apresurada y consciente por uno de los siete rayos que conducen al centro, lo cual no puede ser detallado aquí. Nuestra tarea actual es hollar el Sendero de Probación o del Discipulado, y aprender la disciplina, el desapasionamiento y las otras dos necesidades del Camino, discriminación y descentralización. No obstante, es posible indicar la meta y señalar la potencia de las fuerzas a las cuales estaremos acrecentadamente sometidos cuando entremos -como algunos de nosotros
[e138] podemos hacerlo- en el Sendero del Discipulado aceptado. Esto lo impartiré en siete estrofas, que darán al aspirante un indicio de la técnica a la cual estará sometido. Si ha recorrido en parte el Camino, le impartirán una orden que como discípulo, con visión espiritual interna, obedecerá porque habrá despertado; si es un iniciado exclamará “Esto lo sé”.

La Orientación del Primer Rayo

“El jardín se descubre. En ordenada belleza viven sus flores y árboles. El zumbido del alado vuelo de las abejas y de los insectos se oye en todas partes. El aire está saturado de perfume. Los colores se revelan por el azul del cielo.
El viento de Dios, Su divino aliento, sopla a través del jardín... Marchita las flores. Doblega los árboles
[i167] devastados por el viento. A la destrucción de la belleza le sigue la lluvia. Negro es el cielo. Todo es ruina. Luego, la muerte...
“Después, ¡otro jardín!, que parece estar muy lejos en el tiempo. Se invoca a un jardinero. El jardinero, el alma, responde. Se invoca a la lluvia, al viento y al sol calcinante. Invoquen al jardinero. Luego dejen que continúe el trabajo. La destrucción precede siempre al reinado de la belleza. La ruina precede a lo real. El jardín y el jardinero deben despertar. El trabajo prosigue.”


La Orientación del Segundo Rayo

“El estudioso conoce la verdad. Todo le es revelado. Rodeado por sus libros y protegido por el mundo del pensamiento horada como un topo y abre su camino hacia la oscuridad; obtiene el conocimiento del mundo de las cosas naturales. Su ojo está cerrado. Sus ojos están ampliamente abiertos. Mora en su mundo con profunda satisfacción.
“Detalle tras detalle penetra el contenido de su mundo mental. Acopia las pepitas del conocimiento del mundo, así como una ardilla almacena sus nueces. El depósito está colmado... Repentinamente desciende una azada, porque el pensador cuida el jardín de sus pensamientos, y así destruyen los pasajes de la mente. Llega el desastre destruyendo rápidamente el depósito de la mente, y la seguridad, la oscuridad y la calidez de la investigación satisfecha. Todo ha sido eliminado. Penetra la luz estival y los rincones oscuros de la mente ven la luz... Nada queda sino la luz, y ésta no puede ser utilizada. Los ojos están cegados y el único ojo aún no ve...
“Lentamente debe ir abriéndose el ojo de la sabiduría. Paulatinamente el amor de lo verdadero, lo bello y lo bueno debe penetrar los pasajes oscuros del pensamiento mundano. Gradualmente la antorcha de la luz y el fuego de la rectitud debe consumir los tesoros acumulados durante el pasado, aunque demuestren aún su utilidad fundamental...
“Los siete caminos de luz deben alejar la atención del estudioso de todo lo que ha descubierto, acumulado y utilizado. Él lo rechaza y halla su camino hacia el Aula de la Sabiduría, construida sobre una colina, no profundamente en la tierra. Sólo el ojo abierto puede hallar este camino.”
[e139]

La Orientación del Tercer Rayo

“Rodeado por una multitud de hilos y encerrado en la infinidad de los pliegues de la tela está el Tejedor. Ninguna Luz llega [i168] donde Él se encuentra. Mediante la luz de una pequeña vela, ubicada en la cima de su cabeza, ve confusamente. Recoge un puñado tras otro de hilos y trata de tejer la alfombra de sus pensamientos y sueños, deseos y objetivos; sus pies se mueven constantemente; sus manos trabajan rápidamente; su voz entona sin cesar las palabras: 'Yo tejo el diseño que busco y quiero. La urdimbre y la trama están planeadas por mi deseo. Recojo un hilo aquí y un color allá. Tomo otro allí. Mezclo los colores y fusiono los hilos. Aún no puedo ver el diseño, pero seguramente estará a la altura de mi deseo'.
“Se oyen agudas voces y se percibe un movimiento fuera de la oscurecida cámara donde está el Tejedor, aumentando en volumen y poder. Una ventana se rompe y, aunque el Tejedor grita cegado por la fuerte luz, el sol brilla sobre su alfombra tejida. Así queda revelada su fealdad...
“Una voz exclama: 'Mira Tejedor desde tu ventana y observa el canon en los cielos, el modelo del plan, el colorido y la belleza del todo. Destruye la alfombra en la que has trabajado durante edades. No satisface tu necesidad... Entonces teje nuevamente Tejedor. Teje a la luz del día. Teje, como tú ves el plan'.”

La Orientación del Cuarto Rayo

“'Tomo, mezclo y fusiono. Reúno lo que deseo. Armonizo el todo'.
Así habló el Mezclador, cuando permanecía en la cámara oscura. 'Comprendo la belleza invisible del mundo. Conozco el color y el sonido. Oigo la música de las esferas, y nota sobre nota, acorde sobre acorde, me comunican su pensamiento. Las voces que escucho me intrigan y atraen y trato de trabajar con los veneros de donde surgen estos sonidos. Intento pintar y mezclar los pigmentos necesarios. Tengo que crear la música que atraerá hacia mí a aquellos que aman las obras pictóricas que ejecuto, los colores que mezclo, la música que evoco. Por lo tanto, es a mí a quien querrán y adorarán...'
“Pero una nota musical estridente sobrevino, acorde que silenció al Mezclador de dulces sonidos. Sus notas parecieron dentro del Sonido y sólo se escuchó el gran acorde de Dios.
[i169]
“Afluyó un haz de luz. Sus colores se desvanecieron. Sólo existía a su alrededor la oscuridad, pero a la distancia brillaba la luz de Dios. Permaneció entre la densa oscuridad y la luz cegadora. Su mundo en ruinas yacía a su alrededor. Sus amigos habían desaparecido. En vez de armonía había disonancia. En vez de belleza la oscuridad de la tumba...
“Entonces, la voz entonó estas palabras: 'Crea nuevamente hijo mío, construye, pinta y mezcla los tonos de la belleza, pero esta vez para el mundo no para ti. Entonces el Mezclador volvió a comenzar su trabajo y trabajó nuevamente.”
[e140]

La Orientación del Quinto Rayo

“En la profundidad de una pirámide, cuyos contornos eran de piedra, y en la impenetrable oscuridad de ese maravilloso lugar, una mente y un cerebro -personificados por el hombre- trabajaban. Fuera de la pirámide se estableció el mundo de Dios. El cielo era azul; los vientos soplaban libremente; los árboles y las flores se abrían al sol. Pero en la pirámide, en el oscuro laboratorio, un trabajador se ocupaba de su trabajo. Empleaba con destreza los tubos de ensayo y los frágiles instrumentos. Hilera tras hilera, ardían con sus llameantes fuegos las retortas para fusionar y mezclar, cristalizar y dividir. El calor era muy intenso, la tarea ardua...
“Pasajes oscuros, en constante ascenso, conducían hasta la cima. Una amplia ventana, abierta hacia el azul del cielo y por ella descendía un claro rayo de luz hasta el trabajador que estaba en las profundidades... Trabajaba y se afanaba. Luchaba por lograr su sueño, el descubrimiento final. A veces encontraba lo que buscaba, otras fracasaba, pero nunca halló lo que podría darle la llave de todo lo demás... En profunda desesperación, pidió al Dios que había olvidado: 'Dadme la llave. Nada bueno puedo hacer solo. Dadme la llave'. Luego reinó el silencio..
“A través de la abertura, en la cima de la pirámide, desde el azul del cielo cayó una llave a los pies del desalentado trabajador. La llave era de oro puro; la barra era de luz; sobre la llave un rótulo y, escritas en azul, se leía: 'Destruye lo que has construido y construye de nuevo. Pero construye solamente cuando hayas ascendente por el camino ascendente, atravesado la galería de la tribulación y penetrado
[i170] en la luz dentro de la cámara del rey. Construye desde las alturas y demuestra así el valor de las profundidades'.
“Entonces, el Trabajador destruyó los objetos de su arduo trabajo anterior, reservando tres tesoros que sabía que eran buenos y sobre los cuales la luz podría brillar. Luchó para llegar hasta la cámara del rey. Y aún sigue luchando.”

La Orientación del Sexto Rayo

“'Amo y vivo y vuelvo a amar', exclamó el Seguidor enervador cegado por el deseo de llegar al instructor y lograr la verdad, pero sólo vio lo que estaba ante sus ojos. Llevaba a cada lado las anteojeras cegadoras de cualquier fanática aventura divina. Sólo el largo y estrecho túnel constituía su hogar y el lugar donde realizaba su elevado esfuerzo. No podía ver, excepto el espacio ante sus ojos. No tenía ningún alcance visual, tampoco altura, profundidad ni extensión. Solamente podía ir en una sola dirección, y en esa dirección fue solo, arrastrando consigo a quienes le preguntaban cuál era el camino. Tuvo una visión, que cambiaba y adquiría diversas formas; cada visión era para él el símbolo de sus sueños más elevados, la culminación de sus deseos.
“Se precipitó a lo largo del túnel, buscando lo que había delante. No vio mucho, solo una cosa a la vez -¡una persona, una verdad, una biblia o una imagen de su Dios, un apetito, un sueño, pero sólo uno! Algunas veces recogió en sus brazos la visión que tuvo, y descubrió que no era nada. Otras llegó hasta la persona que amaba y [e141]
encontró que en lugar de la belleza visualizada era una persona como él. Y así siguió esforzándose. Se fatigó en su búsqueda; se azotó a sí mismo, a fin de hacer un nuevo esfuerzo.
“La abertura oscureció su luz. Pareció cerrarse una persiana. La visión que tuvo ya no brilló. El Seguidor tropezó en la oscuridad. La Vida terminó y el mundo del pensamiento se perdió... Parecía estar suspendido. Pendía sin nada debajo, delante, detrás, ni arriba de él. Para él nada existía.
“Desde las profundidades del templo de su corazón oyó una Palabra, que habló con claridad y poder: 'Mira profundamente hacia adentro, alrededor y hacia todas partes. La luz está en todas partes, dentro de tu corazón, en Mí, en todo lo que respira, en todo lo que es. Destruye tu túnel, que has construido durante largas edades. Permanece libre, custodiando a todo el Mundo'. El Seguidor contestó: ¿Cómo puedo destruir el túnel? ¿Cómo hallaré la forma de hacerlo?' La respuesta no llegó...
[i171]
“Ascendió otro peregrino desde la oscuridad y, a tientas encontró al Seguidor. 'Guíame a mí y a otros hacia la luz', exclamó. El Seguidor no halló palabras, ni Guía apropiado, ni fórmulas de la verdad, ni formas ni ceremonias. Se encontró a sí mismo como guía, y atrajo a los otros hacia la luz -la luz que brillaba en todas partes. Siguió trabajando y combatiendo. Su mano sostuvo a los demás y en bien de ellos ocultó su vergüenza, temor, desesperanza y desesperación. Pronunció las palabras de seguridad y fe en la vida, en la luz y en Dios, en el amor y en la comprensión.
“Su túnel desapareció. No sintió su pérdida. Sobre la arena del mundo permaneció con varios de sus compañeros abiertos a la luz del día. En la lejanía había una montaña azul, y desde su cima surgió una voz: 'Avanza hacia la cumbre de la montaña y en su cúspide aprende la involución de un Salvador'. A esta gran tarea dedicó sus energías el Seguidor, convertido ahora en guía. Aún continúa su camino.. .“

La Orientación del Séptimo Rayo

“Bajo un arco, entre dos habitaciones, permanecía el séptimo Mago. Una habitación estaba llena de luz, vida y poder, de quietud que era propósito, y de belleza que era espacio. La otra habitación era todo movimiento, sonido producido por la gran actividad, caos amorfo, y trabajo que no tenía verdadero objetivo. Los ojos del Mago estaban fijos en el caos. No le agradó. Daba la espalda a una habitación de intensa quietud. No lo sabia. El arco oscilaba sobre su cabeza...
“En su desesperación murmuró: 'Durante épocas he soportado y tratado de resolver el problema de esta habitación, para reordenar el caos de manera que pueda resplandecer la belleza y el objetivo de mi deseo. He tratado de tejer esos colores en un bello sueño y de armonizar los diversos sonidos. Falta la consumación. Sólo puede verse mi fracaso. Y, sin embargo, sé que hay una diferencia entre lo que tengo ante mis ojos y lo que comienzo a sentir detrás mío. ¿Qué debo hacer?'.
“Entonces sobre la cabeza del mago, y exactamente detrás de él, aunque dentro de la habitación de ordenada belleza, un inmenso imán empezó a oscilar.. . Causó la rebeldía del hombre dentro del arco,
[e142] que tambaleaba antes de su futura caída. El imán hizo girar al hombre hasta que enfrentó la escena y la habitación que antes no había visto...
[i172]
“Entonces a través del centro de su corazón, el imán proyectó su fuerza de atracción y repulsión. Redujo el caos hasta no percibir sus formas. Emergieron algunos aspectos de la belleza, no revelados. Una luz brillé desde la habitación y, sus poderes y vida obligaron al Mago a ir hacia la luz y abandonar el peligroso arco
.”
 
Estos son algunos de los pensamientos traducidos de un antiguo y mesurado arreglo, que pueden arrojar cierta luz sobre la dualidad de la personalidad y el trabajo que deben realizar los seres que pertenecen al septenario de los rayos. ¿Sabemos dónde estamos? ¿Sabemos qué tenemos que hacer? Cuando nos esforzamos por alcanzar la luz, ningún precio será demasiado elevado para pagar esa revelación.

Hemos estudiado la interesante secuencia de las Leyes. En la primera Ley, surgen tres ideas principales:

Primero, el Eterno Peregrino, por propia conformidad y voluntad, prefirió ocultamente la muerte y adoptó un cuerpo o una serie de cuerpos, a fin de resucitar o elevar las vidas de la naturaleza forma que él personificaba. Durante el proceso de realizar esto murió, en el sentido de que para un alma libre, morir y tomar una forma y el consiguiente sumergimiento de la vida en la forma son términos sinónimos.

Segundo, al obrar así, el alma recapitula en menor escala lo que análogamente han realizado y realizan el Logos solar y el Logos planetario. Estas grandes Vidas aparecen regidas por las leyes del alma durante los períodos de manifestación, aunque no estén regidos o controlados por las leyes del mundo natural como lo denominamos nosotros. Sus conciencias no se identifican con el mundo fenoménico, mientras que nuestra conciencia se identifica con éste, hasta el momento en que nos rigen las leyes superiores. Por la Muerte oculta de estas grandes Vidas, todas las vidas menores viven y pueden vivir, ofreciéndoseles así una oportunidad.
[i173]

Tercero, por la muerte se lleva a cabo un gran proceso unificador. En la “caída de una hoja” y su consiguiente identificación con el suelo, tenemos un pequeño ejemplo de este grandioso y eterno proceso de unificación, mediante el proceso de llegar a ser y morir, como resultado de llegar a ser.

En la segunda Ley
el ente que se sacrifica -por propia elección y volición- queda bajo la influencia del método por el cual se produce esta muerte. Por el impacto de los pares de opuestos y por estar pendiente entre ambos, conoce la oscuridad externa que conoció finalmente el Cristo en la Crucifixión, donde
[e143] pendía, simbólicamente, entre el cielo y la tierra, y la potencia de Su vibración y magnetismo internos ha atraído y siempre atraerá hacia Sí a los hombres. Esta es la primera gran idea que surge, y la segunda se refiere al equilibrio de las fuerzas que han podido ser dominadas. El símbolo de la balanza es aquí adecuado, y las tres cruces sobre el Monte del Gólgota son también símbolos de esta verdad. Libra rige esta ley, y ciertas fuerzas provenientes de esta constelación pueden percibirse cuando la conciencia del alma queda bajo la influencia de la ley. Estas fuerzas permanecen pasivas en lo que concierne a la personalidad; su efecto no es registrado, aunque está presente.

En la tercera Ley,
el Dios que se sacrifica y el Dios de las dualidades queda bajo ciertas influencias que producen efectos fácilmente reconocibles. A través de la muerte y el triunfo de los pares de opuestos el discípulo llega a ser tan magnético y vibrante que sirve a la raza, convirtiéndose en lo que él sabe que es. Sumergido físicamente, desde el ángulo de la personalidad, en las aguas de la existencia terrena, sin embargo percibe conscientemente al mismo tiempo otras condiciones de su esencial propósito de morir por otras vidas y también el método que debe emplear para llevar a cabo el equilibrio liberador. Cuando estas ideas predominen en la mente,
[i174] podrá servir a sus semejantes. Estas leyes producen efecto únicamente cuando surgen en la conciencia del hombre que está construyendo el antakarana y aplicando la Ciencia de la Unión.

Cuando la cuarta Ley de Repulsión comienza a producir sus efectos, el discípulo se hace consciente del Ángel de la Espada Flamígera que se halla ante el portal de la iniciación. Por ese portento sabe que puede entrar pero, esta vez, no como un pobre y ciego aspirante, sino como un iniciado en los misterios del mundo. Esta verdad ha sido resumida en un Antiguo cántico que se acostumbraba a entonar en la antecámara de los Templos. Algunas de las palabras pueden más o menos ser expresadas así:

“Entra libre quien ha conocido los muros de la prisión. Entra en la luz con los ojos abiertos quien durante eones ha ido a tientas por el corredor oscuro. Sigue su camino quien ha permanecido durante edades ante una puerta herméticamente cerrada.
“Pronuncia con poder la Palabra que abre de par en par el Portal de la Vida. Permanece ante el Ángel y le arrebata la espada, liberando así al Ángel para una tarea más elevada. Ahora él custodia el portal del Lugar Sagrado.
“Murió. Entró en la lucha. Aprendió la forma de servir. Ahora permanece ante la puerta.”
        
[e144] 5. La Ley del Progreso Grupal

N.º Nombre Exotérico Nombre Esotérico Símbolo Energía de Rayo
5 La Ley del Progreso Grupal. La Ley de la Elevación. La Montaña y la Cabra La Energía Progresiva. Séptimo Rayo. El factor de la Evolución.

Esta ley comienza a actuar y a captarse en la conciencia personal cuando el aspirante ha llevado a cabo ciertas realizaciones definidas y reconoce que ciertos ideales son realidades en su experiencia. Esto podría enumerarse en forma muy simple [i175] y significaría para el estudiante superficial las realizaciones más sencillas en el Sendero de Probación. Sin embargo, sería conveniente captar con toda claridad que esta simple descripción de los requisitos y sus realizaciones en la conciencia del aspirante, se manifiestan como veladas y externas reacciones de su mente a algunas verdades cósmicas profundamente esotéricas. Este enunciado contiene la verdadera esencia del conocimiento esotérico. Las formulaciones muy comunes de la vida activa y del autosacrificio instintivo diario se empequeñecen debido a que son vitalmente familiares y sin embargo -si sólo lo comprendieran- apenas tocan los bordes de las verdades mundiales más profundas. Constituyen el abecé del esoterismo, y sólo por su intermedio se llegará a las palabras y frases que a su vez son la llave esencial para el conocimiento más elevado.

Un breve ejemplo servirá para ilustrarlo, y podrán considerarse algunos hechos simples que indican que el aspirante comienza a actuar como alma y está preparado para vivir conscientemente en el reino de Dios.

Al discípulo que se entrena para lograr estas realizaciones superiores, se lo exhorta a practicar la discriminación. A ustedes se les ha hecho la misma exhortación. La interpretación inicial y normal y el resultado inmediato de la práctica consiste en enseñar al discípulo a diferenciar entre los pares de opuestos. Así como el discípulo al comenzar su entrenamiento descubre que el proceso discriminador nada tiene que ver con la capacidad de diferenciar entre lo malo -así llamado- y lo bueno, sino que se refiere más bien a los pares de opuestos más sutiles, el buen o el mal empleo del silencio, la correcta o la errónea palabra, la correcta comprensión y la correcta indiferencia y sus opuestos, así también el hombre que reacciona a estas leyes superiores descubre que la discriminación a demostrar debe ser todavía más sutil, y para la
[e145] mayoría de los aspirantes es aún hoy un objetivo sin sentido. Este tipo de discriminación [i176] no está ni siquiera siendo evocado. Esto es lo que debe demostrarse en conexión con los siguientes contactos sutiles:

  1. La vibración del alma.
  2. La vibración del grupo interno con el cual está afiliado, aunque sea inconscientemente.
  3. La vibración del Maestro como punto focal del grupo.
  4. La vibración de su rayo, tal como la siente por conducto de su alma y del Maestro.
  5. La vibración resultante de la interacción entre su alma y su personalidad.
  6. Las tres vibraciones distintas de su cuerpo vital y emocional y de la mente.
  7. La vibración de los grupos o del grupo, con el cual debe trabajar en el plano externo.
  8. La vibración del alma de otras personas con las cuales entra en contacto.
  9. La vibración de un grupo, como el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo.

Lo antedicho son algunos ejemplos del tipo de discriminación que se requiere. Esto se aprenderá a diferenciar instintivamente cuando se haya logrado una mayor evolución. Quisiera recordarles que cuando se trata de hacer una discriminación estrictamente mental, el problema parece ser insuperable. Cuando se hayan establecido firmemente la regencia y el reconocimiento del alma, los distintos reconocimientos se convertirán en reacciones instintivas. Respuesta. instintiva es el nombre dado a la vida instintiva del alma -analogía superior de la vida instintiva del cuerpo humano. Los párrafos que anteceden encierran un sencillo resumen de algunos de los significados más profundos del conciso mandato: “Aprende a discriminar”. ¿Hemos comprendido verdaderamente este mandato? En forma intelectual la mente dirá que sí. En forma práctica, a menudo, las palabras no significan nada. ¿Significan acaso el poder que tiene el alma de dividir las vibraciones en distintas categorías? ¡Sin embargo se nos dice
[i177] que el alma no conoce divisiones! Tales son algunas de las paradojas del esoterismo que se le presentan al no iniciado.

La Ley del Progreso Grupal puede comenzar a tener un efecto consciente únicamente en la vida del discípulo consagrado y aceptado. Cuando ha establecido ciertos ritmos, cuando está
[e146] trabajando eficazmente en ciertas líneas grupales bien conocidas y cuando con definida y consciente comprensión se prepara para alcanzar las expansiones que otorga la iniciación, entonces esta ley empieza a impelirlo y aprende a obedecerla instintiva, intuitiva e intelectualmente. En obediencia a esta ley el discípulo instituye esa preparación para la iniciación. La frase que antecede está redactada en tales términos, porque es muy importante que todos lleguen a comprender por sí mismos la necesidad de recibir la iniciación. ¿Comprenden la importancia que tiene esto? Se enumerarán algunos de los efectos mencionados al principio cuando se consideró inicialmente esta quinta ley. No olvidemos su significación esotérica e invisible:

    1. El discípulo aprenderá eficazmente a descentralizarse. Esto significa que:
      1. Nada exigirá para el yo separado. Se puede observar fácilmente por qué se les enseña a los aspirantes a ser leales con su Yo superior y a rechazar todas las exigencias del yo separado. También podrá observarse por qué muchos reaccionan contra ello. Es porque no están aún preparados y, por lo tanto, tal consagración actúa como gran agente discriminador. Para quienes es demasiado elevado el canon del altruismo, no lo comprenden ni lo desean. Por esta razón, los que no están preparados lo critican. Más adelante volverán y comprensivamente aceptarán esta obligación en la luz.
      2. Fija la mirada hacia la luz y no hacia el deseo de hacer contacto con el Maestro. En consecuencia se elimina el egoísmo espiritual expresado [i178] por el deseo, innato y profundo, de ser reconocido por uno de los Grandes Seres. Cuando se ha logrado esta liberación de las cosas personales, entonces el Maestro puede atreverse a entrar en contacto y establecer una relación con el discípulo. Sería conveniente meditar sobre esto.
    2. Entonces ya habrá aprendido a servir instintivamente. Tendrá la necesidad, generalmente la tiene, de aprender a discriminar cuando presta servicio; pero la actitud que adopta hacia la vida y los hombres, es un impulso divino de ayudar, elevar, amar y socorrer.
    3. Habrá aprendido a emplear la mente en dos direcciones, en forma acrecentada, a voluntad e instantáneamente: [e147]
      1. Puede dirigir el faro de su mente hacia el mundo del alma y conocer y reconocer esas verdades que, para él, deben convertirse en conocimiento experimentado.
      2. También puede dirigirlo hacia el mundo de la ilusión y disipar los espejismos personales. Cuando llega a hacerlo, comienza a disipar los espejismos mundiales, pues se está acercando a la iniciación.

    a. EL VÍNCULO DE LOS GRUPOS MUNDIALES


    Podríamos continuar enumerando los distintos desarrollos que indican a la Jerarquía observadora cuándo un discípulo o un grupo de discípulos, está preparado para recibir “más luz”. Sin embargo, el principal indicio lo proporciona su reacción a la Ley del Progreso Grupal. Ésta es la nueva ley que vendrá y será presentida por los discípulos mundiales, siendo su eficacia cada vez más poderosa, aunque pasará mucho tiempo antes de que la humanidad la comprenda. Pondrá en actividad el trabajo de los grupos mundiales. En el pasado se han formado grupos para lograr beneficio, interés, estudio y fortalecimiento mutuos. Esto ha sido
    [i179] una bendición y también una maldición, pues por grandes y buenos que hayan sido sus móviles, estos grupos fueron básica y primordialmente egoístas, un tipo de egoísmo espiritual muy difícil de superar, lo cual exige la aplicación de la verdadera discriminación a la que me he referido anteriormente. Estos grupos siempre han sido el campo de batalla donde los menos aptos y menos integrados fueron absorbidos, estandarizados o regimentados; oportunamente han dominado los más poderosos y fueron eliminados y sosegados totalmente los indefinidos. El grupo que triunfó ha quedado compuesto por almas afines que piensan de la misma manera, porque ninguna piensa intuitivamente, pero están regidas por alguna escuela de pensamiento, o porque algún personaje central del grupo domina a todos los demás, los hipnotiza y lleva a una condición instintiva, pasiva y estática. Esto puede ser para gloria del instructor y del grupo, pero, ciertamente, no para gloria de Dios.

    Los nuevos grupos vienen hoy lenta y gradualmente a la existencia y están regidos por estas leyes del alma. Por lo tanto, emitirán una nota distinta y formarán grupos fusionados por una aspiración y un objetivo unidos. Estarán constituidos por almas libres, individuales y evolucionadas, que no reconocen autoridad alguna, sino a su propia alma, sumergiendo su interés en el propósito egoico de todo el grupo. Así como la realización del
    [e148] individuo en el transcurso de las épocas ha servido para elevar a la raza, así también una realización paralela, en forma grupal, tenderá a elevar a la humanidad con mayor rapidez. De aquí que a esta ley se la denomine la Ley de la Elevación.

    Ha llegado el momento en que se comience a poner a prueba este método de elevar a la raza. Quienes han entrado en el Sendero de Probación trataron de elevar a la humanidad, pero han fracasado. Los que han pasado al Sendero del Discipulado también lo intentaron y fracasaron. Aquellos que han
    [i180] dominado la experiencia y la ilusión de la muerte y, por consiguiente, resucitaron a la vida, pueden hoy intentar realizar dicha tarea en forma unida. Y triunfarán. Ya se ha hecho la demanda pidiendo que se desarrolle tal actividad unida y se los exhorta a hacer cualquier esfuerzo para resucitar el cuerpo muerto de la humanidad. La Logia de Maestros emprenderá inminentemente una grande y posible realización y todos los aspirantes y discípulos podrán reconocer sintéticamente el poder y la oportunidad.

    La enseñanza sobre el Nuevo Grupo de Servidores del Mundo se ha difundido ampliamente con este fin. Es la primera tentativa de formar un grupo que trabaje como grupo e intente realizar una tarea mundial. Podrá actuar como grupo intermediario entre el mundo de los hombres y la Jerarquía. Está ubicado entre lo que ocultamente se denomina el “Maestro muerto” y los “Maestros vivientes”. Los masones comprenderán lo que aquí se expone. El verdadero esotérico comprenderá también la misma verdad desde otro punto de vista.

    Quisiera exponerles algunas ideas sobre los nuevos grupos que entrarán en actividad bajo la Ley del Progreso Grupal. Debe recordarse constantemente, cuando consideramos la venida de estos nuevos grupos, que constituyen principalmente un experimento en la Actividad Grupal, y no han sido formados con el propósito de perfeccionar a un miembro individual de cualquier grupo. Ésta es una enunciación fundamental y esencial si se quieren comprender correctamente los objetivos. En dichos grupos, los miembros se complementan y fortifican mutuamente y en el conjunto de cualidades y capacidades, deberán con el tiempo proporcionar grupos suficientemente capaces de expresar la espiritualidad en forma útil, y a través de los cuales pueda fluir ininterrumpidamente la energía espiritual para ayudar a la humanidad. El trabajo que debe realizarse, se llevará a cabo mayormente en los niveles mentales. El campo del servicio diario de los componentes de los nuevos grupos continuará siendo lo que su destino e impulso interno le indican en el plano físico, pero -a los diversos
    [i181] campos [e149] del esfuerzo individual- se le agregará (y esto es lo importante) una actividad grupal que será un servicio unido y conjunto. Cada miembro de esos grupos debe aprender a trabajar en estrecha colaboración mental y espiritual con los demás, y esto toma tiempo debido al actual grado de desarrollo evolutivo de los aspirantes del mundo. Cada uno debe poner amor en todas las cosas, lo cual no es fácil. Cada uno debe aprender a subordinar las ideas que tiene sobre su personalidad y su progreso personal a los requisitos del grupo, pues en la actualidad algunos tendrán que apresurar su progreso en ciertas direcciones y otros reducirlo, como servicio prestado a los demás. Este proceso tendrá lugar automáticamente a medida que la identificación e integración grupales lleguen a convertirse en el pensamiento predominante en la conciencia grupal, y el deseo de progreso personal y satisfacción espiritual sean relegados a segundo término.

    Esta proyectada unidad grupal tendrá sus raíces en la meditación grupal, o en la vida contemplativa (en la cual el alma se reconoce como una con todas las demás). A su vez, esto redundará en alguna actividad grupal, contribución que caracterizará a cualquier grupo determinado y elevará esotéricamente a la raza humana. En la vida grupal, quienes tratan de entrenar, enseñar y fusionar al grupo en un instrumento para prestar servicio, no se ocuparán del individuo en particular. Cada uno será considerado como transmisor de un tipo de energía, energía predominante de cualquier tipo de rayo -sean los rayos del ego o de la personalidad. Cada uno puede, a su debido tiempo, aprender a trasmitir al grupo la cualidad del rayo de su alma, estimulando a sus hermanos para infundirles más valor, clara visión, pureza de móviles y profundo amor, evitando no obstante el peligro de vitalizar las características de su personalidad. Ésta es la mayor dificultad. Para poder hacerlo en forma eficaz y correcta debemos aprender a pensar que cada uno es un alma y no sólo un ser humano.
    [i182]

    Como postulados preliminares tenemos los siguientes objetivos en el trabajo grupal de la nueva era, ahora que se hallan en los procesos iniciales. Los objetivos posteriores y más esotéricos surgirán a medida que se alcancen los primeros:

      1. Unidad Grupal. Debe lograrse aplicando el amor, que es parte de la práctica de la Presencia de Dios, mediante la subordinación de la vida de la personalidad a la vida grupal y a la vida de constante, amoroso y vital servicio.
      2. Meditación Grupal. Estos grupos eventualmente conocerán el reino de las almas, y el trabajo que realicen será animado y llevado adelante desde los niveles mentales más elevados [e150] mediante la expresión de la vida contemplativa. Esto involucra la actividad dual de la vida del discípulo, en la cual actúa conscientemente como personalidad y alma. La vida de la personalidad debería ser de actividad inteligente; la vida del alma es amorosa contemplación.
      3. Actividad Grupal. Cada grupo tendrá una característica distintiva, que estará dedicada a alguna forma específica de servir.

    Cuando los grupos estén convenientemente establecidos (esto es inminente) y después que hayan trabajado juntos subjetivamente durante cierto y necesario período de tiempo (que será determinado por la cualidad de la vida de los individuos que lo componen, por su altruismo y su servicio), entonces comenzarán actuar externamente y su aspecto vida comenzará a hacer sentir su presencia. Las diversas líneas de actividad emergerán cuando la vibración grupal sea suficientemente fuerte para hacer un impacto definido en la conciencia de la raza. Por lo tanto, es evidente que los primeros y principales requisitos son la integridad y la cohesión grupales. Nada puede realizarse
    [i183] sin ellos. El vínculo subjetivo que exista entre los miembros del grupo y el surgimiento de una conciencia grupal constituirá el objetivo vital de las próximas décadas. Así se establecerá una transmisión y circulación grupal de energía que será de gran valor para salvar al mundo. En lo que concierne al individuo debe recordarse que la pureza del cuerpo, el control de las emociones y la estabilidad mental son requisitos fundamentales y deberían ser la meta de la práctica diaria. Una y otra vez volveré sobre el tema respecto a los principales requisitos del carácter, por cansadora que resulte su repetición, por lo tanto los exhorto a que cultiven dichas cualidades. Por intermedio de estos grupos será posible restablecer ciertos antiguos misterios, y algunos de los grupos mencionados en el libro Cartas sobre Meditación Ocultista, se hallarán entre los emergentes grupos de la Nueva Era.

    b. LAS CARACTERÍSTICAS DE LOS NUEVOS GRUPOS

    Este breve resumen describirá algunos de los requisitos elementales y, mediante una amplia generalización, indicará las principales razones de por qué se están formando dichos grupos. Quizás podríamos ahora ampliar algo más nuestra visión y al mismo tiempo, considerar a los grupos en forma más detallada.
    [e151]

    Una de las características que distinguirá a los grupos de servidores y conocedores del mundo, es que la organización externa que los mantendrá integrados será tan nebulosa y sutil que prácticamente no podrá observarse externamente. El grupo se mantendrá unido por una estructura interna de pensamiento y una estrecha interrelación telepática. Los Grandes Seres, a Quienes todos tratamos de servir, se vinculan de esta manera y pueden, con el mínimo requerimiento y el menor desgaste de fuerza, ponerse en contacto mutuo. Ellos están sintonizados con una vibración particular, y estos grupos tendrán que sintonizarse así. De esta manera se agruparán personas de
    [i184] naturalezas muy variadas que pertenecen a los distintos rayos y nacionalidades, producto de los diversos patrimonios y del medio ambiente. Además de estos factores que atraen inmediatamente la atención, habrá también una diversidad similar en la experiencia de la vida, adquirida por las almas implicadas. La complejidad del problema que enfrentan los miembros del grupo aumenta su magnitud si se recuerda el largo camino que cada uno ha recorrido y los numerosos factores y características que emergen del distante y oscuro pasado, contribuyendo a hacer de cada persona lo que es. Si nos detenemos a pensar sobre las dificultades y las posibles barreras que pueden anteponerse al éxito, lógicamente surgen los interrogantes: ¿Qué hace posible el establecimiento de esta interrelación grupal? ¿Qué proporciona el nivel común de igualdad? Es de trascendental importancia responder a estas preguntas y exige tratarlas con franqueza.

    En la Biblia se dice: “En Él vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser”. Tal afirmación es una fundamental ley de la naturaleza y la base enunciada de la relación que existe entre el alma individual que actúa en un cuerpo humano y Dios. Esto determina, hasta donde puede comprenderse, la relación entre alma y alma. Vivimos en un mar de energías. Constituimos un conglomerado de energías y todas están estrechamente interrelacionadas y forman el cuerpo sintético de energía de nuestro planeta.

    Debe recordarse que el cuerpo etérico de cada forma de la naturaleza es una parte integrante de la forma sustancial de Dios Mismo -no la forma física densa, sino lo que los esotéricos consideran como la sustancia que construye la forma. Empleamos la palabra “Dios” para significar esa expresión de la Vida Una que anima a todas las formas del plano objetivo externo. Por lo tanto, el cuerpo etérico o de energía, de cada ser humano, es parte integrante del cuerpo etérico del planeta mismo
    [i185] y, por consiguiente, del sistema solar. Por este medio todo ser humano se relaciona [e152] básicamente con toda expresión de la Vida divina, sean diminutas o gigantescas. La función del cuerpo etérico consiste en recibir impulsos de energía y en ser llevado a la actividad por esos impulsos o corrientes de fuerza, que emanan de alguna fuente de origen. En realidad, el cuerpo etérico no es nada más que energía, compuesto por miríadas de hilos de fuerza o diminutas corrientes de energía, relacionadas, por su efecto coordinador, con los cuerpos emocional y mental y con el alma, constituyendo corrientes de energía que a su vez tienen su efecto sobre el cuerpo físico, poniéndolo en actividad de acuerdo a la naturaleza y al poder de la clase de energía que pueda predominar en el cuerpo etérico en cualquier momento dado.

    A través del cuerpo etérico circula energía que emana de alguna mente. Las masas humanas responden inconscientemente a los mandatos de la Mente Universal; esto se complica en nuestra era y época debido a la creciente respuesta a las ideas masivas de las mentalidades humanas que evolucionan rápidamente, denominadas a veces opinión pública. Dentro de la familia humana existen también quienes responden a ese grupo interno de Pensadores que, cuando trabajan con materia mental, controlan desde el aspecto subjetivo de la vida el surgimiento del gran Plan y la manifestación del propósito divino.

    Este grupo de Pensadores abarca siete divisiones principales, y está presidido por tres grandes Vidas o entidades superconscientes. Son el Manu, el Cristo y el Mahachohan. Emplean principalmente el método de influenciar las mentes de los adeptos e iniciados. Estos últimos influencian a su vez a los discípulos del mundo, los cuales cada uno en su propio lugar y bajo su responsabilidad, desarrollan su concepto del Plan y tratan de expresarlo hasta donde les es posible. Hasta ahora esos discípulos
    [i186] han trabajado muy solos, excepto cuando por relación kármica se conocen mutuamente y la intercomunicación telepática ha sido fundamentalmente limitada a la Jerarquía de adeptos e iniciados en encarnación o fuera de ella, y a Su trabajo individual con Sus discípulos. Por lo tanto, los grupos que hasta ahora han trabajado en forma totalmente subjetiva, pueden ser y serán duplicados externamente, y los nuevos grupos que vendrán a la existencia serán mayormente exteriorizaciones -experimental aún- de los grupos que han actuado detrás de la escena, impulsados por el grupo central, la Jerarquía de Maestros.

    Este experimento se ha efectuado primordialmente para lograr la integración grupal y también hallar el método por el cual pueda llevarse a cabo. La razón de por qué están
    [e153] experimentando esta idea grupal quienes se hallan en el aspecto interno, se debe a que es definidamente una tendencia de la nueva era. Tratan de emplear la preponderante tendencia del ser humano hacia la coherencia y la integración. Sin embargo, debe recordarse constantemente que si no hay una coherencia subjetiva, todas las formas externas deben oportunamente desintegrarse, o de lo contrario nunca se fusionarán. Únicamente los vínculos y el trabajo subjetivos determinan el éxito, lo cual (particularmente en el nuevo trabajo grupal) debe basarse en las relaciones egoicas y no en los apegos y predilecciones personales, que son de ayuda cuando hay un reconocimiento de la relación egoica. Donde esto existe entonces se puede formar algo tan inmortal y duradero como el alma misma.

    Debería aclarar un punto práctico. Durante algún tiempo tales grupos constituirán lo que podrían denominarse “grupos cánones“, y deben ser formados lentamente y con mucho cuidado. Cada persona que forme parte de los nuevos grupos será examinada, probada y sometida a una gran presión, necesaria si se quiere que los grupos perduren durante el actual período de transición. Resulta difícil a los discípulos formar
    [i187] estos grupos. Los métodos y las técnicas serán muy diferentes de las del pasado. La gente podrá demostrar un verdadero deseo de participar en la vida grupal y formar parte de la actividad grupal, pero la verdadera dificultad consistirá en adaptar su vibración y vida personales a la vida y al ritmo del grupo. El estrecho sendero que todos los discípulos deben recorrer (y en las primeras etapas estos grupos estarán compuestos principalmente por quienes se hallan en el Sendero de Probación o en el Sendero del Discipulado) exige obediencia a ciertas instrucciones que fueron trasmitidas desde la antigüedad. Deben ser seguidas voluntariamente y con los ojos abiertos, pero no se exige ni se espera al pie de la letra el cumplimiento de la ley. Siempre es necesario que haya cierta flexibilidad dentro de los límites autoimpuestos, pero esa flexibilidad no debe ser consecuencia de la inercia personal o dudas mentales.

    Este gran experimento en el entrenamiento grupal, que está siendo ahora iniciado en la tierra por medio de una nueva actividad de la Jerarquía, demostrará a los Guías observadores de la raza hasta qué punto los discípulos y aspirantes mundiales están preparados para subordinar sus intereses personales al bien grupal, y hasta qué punto son sensibles, como grupo, a la instrucción y a la orientación, y cuán libres están los canales de comunicación entre los grupos del plano externo y el grupo interno, y entre
    [e154] ellos y las masas a las cuales esperan eventualmente llegar. El grupo de discípulos de un Maestro, en el mundo interno de la vida, forma un organismo integrado, caracterizado por la vida, la interacción y el amor mutuos. Las relaciones de ese grupo son totalmente mentales y astrales, de allí que no se perciban las limitaciones de la fuerza del cuerpo etérico, del cerebro físico y del cuerpo físico denso. Esto facilita grandemente la comprensión interna y la interacción recíproca. Sería conveniente recordar que el poder astral se siente aquí con mayor fuerza que en los niveles físicos, por eso que en todos los tratados sobre el discipulado y en el entrenamiento para lograrlo se insiste que debe [i188] ser controlado el deseo emocional.

    Actualmente se está haciendo un esfuerzo para ver si se pueden establecer la actividad y la interacción grupales en el plano físico, lo cual, como consecuencia, incluirá el mecanismo del cuerpo físico y el cerebro. Por lo tanto, las dificultades son muy grandes. ¿Qué técnica debe emplearse para manejar esta difícil situación, que sólo es posible porque el trabajo realizado por los grupos de los Maestros ha sido tan eficaz? Mucho dependerá de cómo se reaccione a esta interacción y de lo que ella significará en nuestras vidas. Esto implica un método ocultista muy práctico de trabajo. Las reacciones físico-astrales del cerebro deberían considerarse que no existen y ser relegadas debajo del umbral de la conciencia grupal, para que mueran por inanición. Deben ponerse constantemente de relieve las relaciones mentales y egoicas.

    c. LA NATURALEZA EXPERIMENTAL DE LOS GRUPOS

    He dicho que estos grupos constituyen un experimento. Este experimento es de naturaleza cuádruple y una concisa enunciación al respecto podría aclarar cualquier conjetura.

    I. Los experimentos son para establecer e iniciar puntos focales en la familia humana, por cuya mediación pueden afluir ciertas energías a toda la raza humana, y éstas son diez.

    II. Los experimentos son para inaugurar ciertas nuevas técnicas para trabajar y establecer los medios de comunicación. Debe observarse que las últimas tres palabras resumen toda la cuestión. Estos grupos están destinados a facilitar la interrelación o comunicación, de la manera siguiente:
    1. Tratarán de facilitar la comunicación entre los individuos a fin de conocer las reglas [i189] y los métodos por los cuales pueda ser [e155] trascendida la palabra e iniciar el nuevo sistema de intercambio. Oportunamente las comunicaciones se harán:
      1. Entre alma y alma, en los niveles superiores del plano mental. Esto implica un total alineamiento a fin de que alma-mente-cerebro estén completamente unificados.
      2. Entre mente y mente, en los niveles inferiores del plano mental, lo cual implica la total integración de la personalidad o yo inferior, a fin de que la mente y el cerebro se unifiquen.

      Los estudiantes deben recordar estos dos contactos característicos y tener presente también que no es necesario que el contacto mayor incluya al menor. Es muy posible realizar la comunicación telepática entre los distintos aspectos del ser humano, en los variados grados de evolución.

    2. Estos grupos trabajarán para establecer la comunicación entre el plano de la iluminación y de la razón pura (el plano búdhico) y el plano de la ilusión (el plano astral). Debe recordarse que nuestra gran tarea es disipar la ilusión mundial mediante la iluminación o la afluencia de luz. Cuando se hayan formado suficientes grupos que tengan este objetivo, entonces habrá en el plano físico canales de comunicación que actuarán como mediadores entre el mundo de la luz y el mundo de la ilusión. Estos serán los transmisores de ese tipo de energía que destruirá el maya o la ilusión existente y disipará las antiguas formas mentales, y liberarán la luz y la paz iluminará el plano astral, disipando así la naturaleza ilusoria de su vida.
    3. A través de otros grupos debe afluir otro tipo de energía que producirá un tipo distinto de interrelación y comunicación. Dichos grupos curarán debidamente las personalidades individuales, en todos los aspectos de su naturaleza. [i190] El trabajo propuesto consiste en trasmitir inteligentemente la energía a las diversas partes de la naturaleza -mental, astral y física- del ser humano, por la correcta circulación y organización de la fuerza. Oportunamente la curación deben llevarla a cabo los grupos que actúan como intermediarios entre el plano de la energía espiritual (la energía del alma, la intuitiva o de la voluntad) y el paciente, o el grupo de pacientes, y esto debe tenerse en cuenta y también presente la idea grupal, porque establecerá la diferencia entre los métodos de la nueva era y los del pasado, y el trabajo será grupal y para el grupo. [e156] Sus miembros trabajarán como almas y no como individuos. Aprenderán a trasmitir a los pacientes energía curativa extraída de la reserva de fuerzas vivientes.
    4. Otros grupos de comunicadores actuarán como transmisores de dos aspectos de la energía divina -conocimiento y sabiduría, considerados en términos de energía. Su tarea será educar a las masas, como intermediarios directos entre la mente superior y la mente inferior y se ocuparán de la construcción del antakarana, pues su tarea es vincular los tres puntos de valor en el plano mental -la mente superior, el alma y la mente inferior- a fin de establecer el antakarana grupal entre el reino de las almas y el mundo de los hombres.
    5. Algunos grupos se ocuparán especialmente del trabajo político más que de cualquier otra actividad. Trasmitirán esa “cualidad que impone” autoridad, de la cual carecen otras ramificaciones de esta actividad grupal divina. El trabajo es mayormente de primer rayo. Incluye el método por el cual la divina Voluntad; actúa en la conciencia de las razas y las naciones. Los miembros de este grupo estarán regidos en gran parte por el primer rayo. Su trabajo consiste en actuar como canales de comunicación entre el departamento del Manu y la raza [i191] humana. Es algo honroso llegar a ser canales de la Voluntad de Dios.
    6. Otros grupos serán, en forma excepcional, canales entre la actividad del segundo rayo, la del Instructor Mundial (cargo que el Cristo desempeña en la actualidad) y el mundo de los hombres. La energía de segundo rayo debe fluir a través de los grupos de estudiantes, creyentes y los grupos afines de pensadores y trabajadores, de los cuales se formaron muchos. Esto debe tenerse en cuenta. Repito, habrá muchos de estos grupos que erigirán la estructura de la nueva religión mundial.
    7. Unos pocos grupos desempeñarán una interesante función, sin embargo pasará mucho tiempo antes de que se materialice, o por lo menos hasta que se comprenda mejor el trabajo de las fuerzas constructoras del Universo. Esto coincidirá con el desarrollo de la visión etérica. Dichos grupos actuarán como canales de comunicación o intermediarios, entre las energías que constituyen las fuerzas constructoras de formas, las que confeccionan la vestidura externa de Dios y los espíritus humanos. Por lo tanto, se observará que existe la posibilidad de que el principal trabajo inicial se relacione con el problema de la reencarnación. Tal problema tiene que ver con la apropiación de una vestidura externa o forma, de acuerdo a Ley de Renacimiento. Por lo [e157] tanto, cuando estos grupos se organicen, al principio sus miembros trabajarán sobre dicho tema. Emprenderán un estudio más profundo y distinto sobre la Ley de Renacimiento que hasta ahora.
    8. Algunos grupos de comunicadores y transmisores de energía llevarán la luz a los grupos de pensadores. Serán los iluminadores de los pensamientos grupales. Trasmitirán la energía de un centro de pensamiento a otro, sobre todo la energía de las ideas. Que es su principal función. Debe recordarse que el mundo de las ideas constituye un mundo de centros de fuerza dinámica. Esto no debe olvidarse. Se debe establecer contacto con esas ideas y [i192] tenerlas en cuenta. Su energía debe ser asimilada y trasmitida, y ésta es la función de esos centros de fuerza que se expresarán en estas líneas de actividad.
    9. La tarea específica de los grupos que trabajan en otra categoría consistirá en estimular las mentes de los hombres a fin de que tenga lugar el alineamiento. Ahora actúan principalmente como canales de comunicación entre el alma de un hombre y el alma de una forma, los cuales serán grandes sicometrístas, porque su alma es sensible al alma de otras formas de vida -humana o no-, evocan, principalmente, el alma del pasado, vinculándola con el presente y descubren indicios del futuro.
    10. Los miembros de otros grupos serán los comunicadores entre el tercer aspecto de la Deidad, que se expresa por medio del proceso creador y el mundo del pensamiento humano. Unirán o fusionarán creadoramente la vida y la forma. Sin darse cuenta ni comprenderlo logran ya concretizar la energía del deseo que, a su vez, produce la concretización del dinero, que en consecuencia requiere la materialización de cosas. Su tarea es muy difícil, por eso apareció en los últimos ciento cincuenta años la ciencia financiera mundial. Se ocuparán del aspecto divino del dinero, considerándolo como un medio por el cual puede llevarse a cabo el propósito divino. Manejarán el dinero como agentes por cuyo intermedio las fuerzas constructoras del universo pueden hacer el trabajo necesario; estas fuerzas constructoras (y aquí reside la clave) se ocuparán cada vez más de construir el Templo subjetivo del Señor, y de materializar lo que satisface los deseos del hombre. Esta diferencia merece ser considerada.

    III. Los grupos son la exteriorización de una existente condición interna.
    [i193] Debe comprenderse que estos grupos no son una causa sino un efecto. Podrán sin duda tener un efecto inicial a medida que trabajan en el físico, pero en sí son el producto de una actividad interna y subjetivo de fuerza que, [e158] forzosamente, debe llegar a ser objetivo. El trabajo de los miembros del grupo consiste en mantenerse, como grupo, en estrecha relación con los grupos internos, que forman, sin embargo, un gran grupo activo. Esta central fuerza grupal afluirá entonces a través de los grupos mientras sus miembros, como grupo:

      1. Están en armonía con las fuentes internas de poder.
      2. No pierden de vista el objetivo grupal, cualquiera sea.
      3. Cultivan la capacidad dual de aplicar las leyes del alma a la vida individual y las leyes del grupo a la vida grupal.
      4. Emplean todas las fuerzas que puedan afluir al grupo como servicio, y aprenden, por lo tanto, a registrar esa fuerza y a utilizarla correctamente.

    La siguiente secuencia de afirmaciones ¿impartirá al respecto algo a nuestra mente? Son afirmaciones de hecho y no contienen nada simbólico en su terminología, excepto hasta donde las palabras constituyen símbolos inadecuados para expresar verdades internas:

      1. Cada grupo tiene su contraparte interna.
      2. La contraparte interna constituye un todo. Los resultados externos sólo son parciales.
      3. Estos grupos internos forman un grupo, y cada uno es la expresión de, o está regido por ciertas leyes que constituyen los factores controladores del trabajo grupal. Una ley es sólo una expresión o manifestación de fuerza, que un pensador o grupo de pensadores aplica por el poder del pensamiento. [i194]
      4. Estos grupos internos, que contienen distintos tipos de fuerza y trabajan sintéticamente para expresar ciertas leyes, constituyen un esfuerzo para establecer nuevas y diversas condiciones y producir, en consecuencia, una nueva civilización. Ésta es la Nueva Era que llegará a su culminación en la Era acuariana.
      5. Los grupos externos constituyen un intento y un esfuerzo experimentales para comprobar hasta qué punto la humanidad está preparada para realizar tal esfuerzo.

    IV. Estos grupos constituyen un experimento, y su objetivo consiste en manifestar ciertos tipos de energía que establecerán en la tierra cohesión o unificación. La actual condición de desconcierto que prevalece en el mundo, el “impase” internacional, la disconformidad religiosa, la confusión social y económica de las últimas décadas, son el resultado de energías tan poderosas
    [e159] -debido a su enorme ímpetu- que sólo se pueden poner en actividad rítmica por la imposición de energías más poderosas y más definidamente dirigidas. Cuando los grupos actúen adecuadamente y hayan logrado no sólo unidad grupal interna sino también armonía entre los grupos, entonces podrá realizarse un trabajo peculiar y esotérico.

    Éstos son algunos de los planes que la Jerarquía trata de llevar adelante, y los verdaderos discípulos y aspirantes pueden desempeñar su parte. Se nos llama la atención sobre estos planes a fin de evocar nuestra permanente colaboración.

    d. LA ASTROLOGÍA Y LOS NUEVOS GRUPOS

    La Ley del Progreso Grupal contiene una de las energías que se han liberado gradualmente durante los últimos dos siglos. Una oleada más plena entró en actividad durante la Luna llena de Tauro, en mayo de 1936, y ahora podemos esperar el inminente progreso de la idea grupal, en sus aspectos buenos y malos. En diversas oportunidades se ha llamado la atención a los estudiantes sobre esta ley
    [i195] que está relacionada con cierto impulso originado en las mentes de los hombres, que es a su vez el efecto de los diversos tipos de energía que actúan sobre la tierra. “Ley del Progreso Grupal” es el nombre aplicado por los seres humanos a un tipo particular de energía que produce coherencia en los entes de un grupo, estructurándolos así en un organismo viviente. La afinidad, el objetivo y la meta grupales serán eventualmente reconocidos. En último análisis, es el surgimiento en la conciencia subjetiva, del mismo tipo de energía que produce ese aspecto de acción cohesiva que se demuestra como unión tribal, nacional o racial. Sin embargo, en este caso, el factor determinante no es una designación física, ni estos grupos tienen una base en el plano físico. Se fundamentan en el idealismo grupal que puede ser conscientemente captado cuando las unidades del grupo comienzan a funcionar en el plano mental y a desarrollar la capacidad de “reflexionar a fondo las cosas” -es decir, registrar en el cerebro lo que el alma ha comunicado a la mente. Tenemos aquí una definición del proceso de la meditación tal como debe ser practicado por quienes han logrado, mediante el alineamiento en alguna medida, contacto con el alma. Estos grupos actúan totalmente a través de una relación subjetiva que produce integración y actividad subjetivas.

    Cuando lleguemos al estudio de las implicaciones astrológicas, descubriremos, en relación con estas leyes, que las energías
    [e160] de los signos zodiacales tienen un efecto especifico sobre la energía de un Ser, cuyo propósito se manifiesta por medio de dichas leyes, consideradas por nosotros como grandes e inevitables leyes naturales y también espirituales. Este efecto produce una mezcla de energías que al mismo tiempo equilibra e impele.

    En diciembre de 1935 aumentaron las energías de Capricornio debido a la afluencia de fuerzas de una constelación aún mayor,
    [i196] que representa para nuestro zodíaco, lo que el zodíaco representa para la tierra. Otro acrecentamiento tendrá lugar en 1942. Debe recordarse que, desde cierto punto de vista, el círculo de los doce signos o constelaciones, constituye una unidad especial que gira dentro de nuestro universo de cielos, así como nuestro planeta gira en el centro de nuestro círculo de influencias. Por medio de este acrecentamiento -durante el ciclo zodiacal acuariano venidero- los grupos que existen en la tierra podrán disponer de una oleada de influencias capricornianas que afluirán a nuestra radio de captación cada siete años. El que acaba de pasar dio un gran impulso al trabajo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y fue la causa de que el mundo reaccionara muy bien a ese impulso particular. Se demostró en cada nación y grupo como una marcada tendencia hacia la buena voluntad. En 1942 tendremos otra afluencia planetaria de la cual se nos pide que dispongamos de ella y se nos exhorta a que hagamos la debida preparación. La “semana de impacto grupal” que acontece cada siete años, tendrá lugar desde el 21 hasta el 28 de diciembre y, si esto coincide con la Luna llena, la oportunidad será muy significativa. Debemos estar atentos a esta posibilidad. Esa semana debería ser considerada como preeminentemente la “semana del Festival” del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo y, después de 1942, debe aprovecharse este período y hacerse una preparación especial. Este hecho reclama la atención de todos nosotros.

    Nuevos grupos aparecen en todas partes. Los grupos en el plano externo, con su diversidad de nombres y miras establecidas, no están conectados con este grupo interno que fomenta o “proyecta” los nuevos grupos, siempre que tengan una conexión definida, aunque ambigua. Esto siempre es posible cuando haya tres miembros del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo en cualquier grupo exotérico; entonces se vincula “por un
    [i197] triple hilo de luz dorada” al Nuevo Grupo de Servidores del Mundo que puede ser utilizado en cierta medida. Este grande y espiritual agrupamiento de servidores está superficialmente vinculado en el plano físico; en el plano astral el vínculo es más fuerte y se basa en el amor a la humanidad, y en el plano mental se establece un vínculo [e161] mayor desde el punto de vista de los tres mundos, como un todo. Por lo tanto, es evidente que en el individuo deben efectuarse ciertos desarrollos antes de que pueda llegar a ser, conscientemente, un miembro activo del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo, grupo principal que, en la actualidad, trabaja definidamente bajo la Ley del Progreso Grupal.

      1. El individuo tiene que haber despertado el centro cardíaco y exteriorizar su conducta en tal forma, que el corazón se vincule rápidamente con los centros cardíacos de por lo menos ocho personas. Entonces el centro cardíaco del Logos planetario podrá ocultamente absorber los grupos formados por nueve aspirantes conscientes. A través del centro cardiaco, Su vida afluirá y los miembros del grupo contribuirán con su cuota de energía a las influencias de la vida que circulan a través de Su cuerpo. La información que antecede es sólo de interés para quienes han despertado espiritualmente, y significará poco o nada para quienes aún duermen.
      2. El centro coronario debe estar también en proceso de despertar, y la capacidad para “mantener la mente firme en la luz” debe estar algo desarrollada.
      3. Tienen también que emprender alguna actividad creadora, y el servidor debe estar activo en algunos de los movimientos humanitarios, artísticos, literarios, filosóficos o científicos.

    Todo esto implica la integración y el alineamiento de la personalidad y esa simpatía atractiva y magnética que de un modo u otro, caracteriza a los discípulos. Así, desde el
    [i198] punto de vista esotérico, existen en el individuo ciertos grandes triángulos de energía y, en consecuencia, en mayor grado en la humanidad. También las “fuerzas de la vida creadora” circularán desde el “punto dentro de la cabeza” (el centro coronario) a lo largo de la “línea que va al corazón” y, luego, con el centro laríngeo, formarán un “triángulo de luz ígnea”. Tal es el camino del progreso grupal y, cuando se va consumando, la Ley del Progreso Grupal comienza entonces definidamente a actuar y a controlar. Seria interesante enumerar los efectos conocidos de las cinco leyes que hemos estado considerando: [e162]

    LEY EFECTO FÍSICO GENERAL EFECTO REACCIÓN CUALIDAD
    1. Sacrificio.

    Salvadores del Mundo.El Cristo

    Muerte deliberada. “Muero todos los días” Amor al Salvador. Deseo de seguirlo Altruismo
        Unidad en el Plano Físico   Las Masas
    2. Impulso Magnético. Religión Mundial. Escuelas de pensamiento. Iglesias.Organizaciones Amor a las Ideas. Filosofía Devoción. Idealismo
        Unidad Etérica o Vital.   Los Aspirantes
    3. Servicio. Actividad Humanitaria La Cruz Roja y actividades afines. Amor a la Humanidad Simpatía.Compasión
        Unidad Astral.   Los Probacionistas
    4. Repulsión. La lucha contra el mal Cruzadas de todo tipo Amor al Bien Discriminación
        Unidad Mental   Los Discípulos
    5. Progreso Grupal Nuevos Grupos Nuevo Grupo de Servidores del Mundo Amor a la Síntesis Inclusividad
        Unidad del Alma   Iniciados.

    6. La Ley para ampliar la Respuesta.

    Ahora podemos dedicarnos brevemente a la sexta y séptima leyes y las trataremos en conjunto. Las otras cinco leyes actuaron definidamente en el plano físico. Los efectos o las consecuencias de los impulsos que están detrás de ellas, producen el desarrollo del [i199] propósito del Altísimo y pueden ser reconocidos en el plano fenoménico. Todos pueden serlo, pero la percepción consciente de la humanidad en la actualidad es tal, que sólo en cinco casos se ha podido observar el efecto que producen estas leyes, y únicamente por los aspirantes mundiales más avanzados, porque sólo los discípulos e iniciados pueden comenzar a percibir tenuemente los efectos de las leyes sexta y séptima, pero nadie más en la actualidad.

    Estas dos leyes no son susceptibles de ser interpretadas como las anteriores, porque sólo quienes son iniciados o están
    [e163] preparándose para la iniciación, pueden empezar a comprenderlas. Es necesaria la iluminación, resultado de la iniciación, antes de poder llegar a la idea que está detrás de estas manifestaciones del propósito. Por lo tanto, no perderemos tiempo en tratar La Ley para expandir la Respuesta o La Ley de los Cuatro Inferiores, y sólo transcribiré dos antiguas estanzas que tendrán gran significado para el iniciado, pero para el lector y el estudiante comunes únicamente serán palabras resonantes y frases simbólicas sin sentido.

    “El Sol, en toda su gloria, ha despuntado y ha lanzado sus rayos hacia el cielo de Oriente. La unión de los pares de opuestos produce, en los ciclos de tiempo y espacio, nubes y brumas. Ellas ocultan una grandiosa conflagración...
    “Se produce el diluvio. El arca flota libremente. . . las llamas devoran. Los tres están libres; entonces nuevamente las brumas envuelven.
    “Por sobre las nubes de la tierra brilla un signo... Sólo el ojo de la visión puede verlo. Sólo el corazón en paz puede escuchar el trueno de la Voz que surge desde las oscuras profundidades de la nube. Sólo la comprensión de la Ley que eleva y exalta puede enseñar al 'hombre del fuego y al hijo del agua' a penetrar en la bruma. Desde allí asciende a la cima de la montaña y nuevamente se libera.
    “La triple libertad obtenida nada tiene que ver con la tierra, el agua o el fuego. Es la liberación de triple naturaleza, que da la bienvenida al hombre que pasa libremente de la esfera de la tierra al océano de la esfera acuosa y
    [i200] de allí al suelo ardiente del sacrificio. El sol acrecienta el fuego, disipa la bruma y seca la tierra, y así se realiza el trabajo.”

    7.        La Ley de los Cuatro Inferiores.

    “Partieron cuatro hijos de Dios. Pero sólo uno regresó. Cuatro Salvadores se fusionaron en dos, luego ambos se convirtieron en el Uno.”

    Estas dos escrituras antiguas -una mística, la otra oculta- nada significan para muchas mentes, y esto puede ser comprobado fácilmente. Por lo tanto, de nada sirve considerarlas más minuciosamente. Aún no ha llegado el momento. Fueron dadas porque contienen un poder magnético que ayudará a estimular la comprensión.

    Estamos hoy en vísperas de grandes acontecimientos. La humanidad sigue su camino con renovado impulso. Ya no está en la encrucijada, sino que ha hecho decisiones irrevocables y la raza se encamina por un sendero que la conducirá oportunamente a la luz y a la paz. Hallará su camino hacia “la paz que trasciende toda comprensión”, porque será una paz independiente de
    [e164] las condiciones externas, y no se basará en lo que la actual humanidad define como paz. La raza tendrá la paz de la serenidad y de la alegría -la serenidad basada en la comprensión espiritual, y la alegría que no la afectarán las circunstancias. Alegría y serenidad no son una condición astral sino una reacción del alma. Estas cualidades no son el resultado de la disciplina de la naturaleza emocional, sino la reacción natural y automática del alma y la recompensa por haber logrado un alineamiento definitivo. Estas dos cualidades del alma, serenidad y alegría, indican que el alma, el ego, el Uno, que permanece solo, controla o domina a la personalidad, las circunstancias y todas las condiciones ambientales de la vida en los tres mundos. [i201]


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