La situación es seria. Mar, aire y tierra
están
en contra de las Fuerzas de la Luz; son agentes de la sustancia material y pueden
ser poderosamente empleados contra las Fuerzas espirituales. Sin embargo, las
fuerzas del aire están acrecentadamente de nuestra parte. Los Miembros
de la Jerarquía están decididamente determinados a dirigir la corriente
que está en camino. Esta civilización será una combinación
de lo mejor y lo nuevo que se ha producido hasta ahora y, sin embargo, débilmente
presentido por los mejores pensadores del mundo. La marea debe cambiarse
a favor de lo que llamamos justicia.
[e145]
Las
simientes del mal residen en todos los países, y quienes guerrean contra
lo bueno son numerosos en todos ellos; algunos lo hacen con intención agresiva
y planificada o mantienen una actitud y aceptación pasiva, o una neutralidad
planificada, como en América, o luchan activamente por quienes están
en contra de las fuerzas materiales.
Como bien saben, la Crisis Mundial era inevitable, pero el estado de guerra física
pudo haberse evitado empleando correctos métodos psicológicos, y
se habría resuelto, llevando a cabo correctamente un proceso de transmutación
y trasferencia si los aspirantes del mundo hubieran demostrado espíritu
de sacrificio. La necesidad del sacrificio grupal no ha encontrado una respuesta
adecuada, excepto en esos casos en que fue impuesta por los gobiernos a sus gobernados.
Tal es la penosa historia de lo que sucede hoy.
¿Qué puede hacerse para evitar que las Fuerzas de la Luz sean vencidas
y arrasadas? No me refiero aquí a la victoria física externa. La
verdadera victoria no se producirá a menos que los valores espirituales,
que deberían gobernar la civilización humana, emerjan con claridad
y poder. Quisiera acentuar el hecho de que la marea debe ser definidamente cambiada
antes de fin de año si se quiere evitar un conflicto prolongado. Por lo
tanto, les diría que participen
[i172]en el enfoque y la reunión subjetiva de
los pensadores del mundo, particularmente a los guías de las organizaciones,
grupos e iglesias de todo tipo y temperamento, que pueden impeler a sus numerosos
adheridos a una actividad uniforme y unida.
Actualmente los Maestros de Sabiduría no disponen de tiempo para realizar
Ellos mismos la tarea; están abrumados, combatiendo a las fuerzas del materialismo,
activas en todos los países; la Jerarquía no puede dejar de incluir
en su conciencia a Alemania, aunque esas fuerzas hayan elegido a ese desdichado
país como principal punto de partida y empresa; la Jerarquía tiene
en Alemania sus agentes trabajando como en otras partes. Los Maestros de Sabiduría
están activos disipando la depresión y el terror que abruma hoy
a todos Sus Trabajadores en la palestra del mundo, los cuales luchan por permanecer
firmes bajo el terrible impacto del pensamiento erróneo y de la desesperación
mundial; estos trabajadores son también sensibles (debido a su etapa de
desarrollo integrado) a la agonía de la mente, la tensión de la
emoción y las devastaciones del dolor físico, sentidas por todos
aquellos sobre quienes la guerra ha infligido sus efectos dolorosos y aplicado
la mano del sufrimiento. Tal sensibilidad y respuesta afín, son susceptibles
de producir un estado de negatividad y preocupación psíquica, por
la situación inmediata entre todos los trabajadores,
[e146]haciéndolos sordos al llamado de su verdadero
deber, o si no propenden a ofuscarse por el dual esfuerzo de prestar servicio
eficaz y, al mismo tiempo, luchar contra las reacciones emocionales. Por lo tanto,
la capacidad del trabajador de responder a las voces internas y servir en forma
desapasionada y altruista, es seriamente obstaculizada.
Insto a todos los trabajadores y miembros del nuevo grupo de servidores del mundo
a abandonar sus problemas personales. Este es un movimiento de crisis, y tales
problemas deben ser resueltos mediante el total auto-olvido. Les pido nuevamente
que trabajen con renovado ardor en el servicio gozoso olvidando pasadas
debilidades y fracasos ante la urgencia de realizar para el mundo lo que les pido.
El servicio prestado se ha hecho últimamente con muy poco gozo. Al expresarme
así, no me refiero a la felicidad, que es una reacción de la personalidad,
[i173]
sino
a esa gozosa confianza en la ley y en la Jerarquía que subyace en las palabras
bíblicas "El gozo del Señor es nuestra fortaleza", "Levántate
y lucha, Arjuna", conservando intacta la llama del amor, no permitiendo que
ningún aliento de odio perturbe la serenidad del amor ni quebrante ese
aplomo interno que les permitirá emitir la clarinada de la comprensión
mundial, que reunirá a todos los hombres y mujeres de buena voluntad en
ayuda de la Jerarquía. Esto terminará con todo odio, separatividad
y agresión, los tres pecados principales de la humanidad. Todos los hombres
odiaron; todos los hombres fueron separatistas, tanto en pensamiento como en acción;
todos fueron y muchos lo siguen siendo, materialistas, orgullosos y deseosos de
obtener lo que no les pertenece por derecho. Este espíritu posesivo no
es característico de ningún grupo; fue un defecto universal y general,
y ha producido la actual situación económica desastrosa, precipitando
al mundo a la guerra, al odio y a la crueldad.
La fusión de muchas mentes en una actividad dirigida, es hoy de importancia
suprema; esto está simbolizado en la unión existente entre dos grandes
naciones, Francia y Gran Bretaña. Unidad del pensamiento y el propósito
dirigidos es la garantía del futuro e inevitable éxito. El poder
del pensamiento masivo es omnipotente. La potencia de la actividad mental enfocada
y dirigida es impredecible. Si aceptan esta premisa y esa afirmación, entonces
actúen de acuerdo con ello.
El Espíritu de Paz se cierne cerca de la humanidad, esperando la oportunidad
de hacer sentir Su Presencia. El Espíritu de Paz no es un concepto abstracto,
sino una potente Individualidad, y maneja fuerzas que hasta ahora no le son familiares
a nuestro planeta. Grandes Fuerzas esperan la hora en que puedan funcionar como
Liberadores y libertadores del género humano. Pero la puerta
[e147]por la que entrarán debe ser abierta por
la humanidad y lo será mediante un acto unido de la voluntad, expresado
por alguna fórmula de palabras y por el sonido. Se llevará a cabo
por la actividad simultánea de los hombres y mujeres de buena voluntad
y por los aspirantes y discípulos del mundo. La puerta no será abierta
sino por un acto de invocación, respaldado por la voluntad enfocada.
[i174]Es esencial la determinación dirigida
del hombre o grupo, que emplea la fórmula, plegaria o invocación
sugerida.
Les pediría que lleguen a tantas personas como puedan, por medio de todo
canal disponible, e inicien, si es posible, una actividad definida en la próxima
Navidad y también en el momento de la Luna llena de enero para hacer dos
grandes llamados a las Fuerzas de la Paz y de la Luz, a fin de que ayuden a la
humanidad. Les pediría que se pongan en contacto con dirigentes y trabajadores
-importantes o no- en todos los países, pidiéndoles asociarse a
su manera y con su propia gente, y hacerlo en la mayor escala posible -por lo
menos tan grande como la del esfuerzo hecho por ustedes en 1936.
Los tiempos están maduros para responder a estas ideas; el dolor y la angustia
del mundo abrirán los corazones y los bolsillos. La idea de una demanda
para Navidad y el llamado a la plegaria y a la invocación del Príncipe
de la Paz, tendrá el poder de evocar la reacción deseada, y servirá
también para fusionar en una unidad más estrecha a todos los que
reconocen el trabajo que la Jerarquía trata de realizar. Les pediría
que soliciten ayuda en todas partes y que permitan que estas ideas se desarrollen
en el mundo sobre una base útil y oportuna. Exhorten a todos los que conocen,
pues por su intermedio se puede llegar a millones de personas e impelerlas a iniciar
la actividad deseada.
A aquellos de ustedes que pueden valorar y utilizar la Gran Invocación,
les sugeriría un empleo renovado y fervoroso. Sin embargo podría
sugerirse como alternativa la invocación siguiente:
"Oh Señor de Luz y Amor, ven y gobierna
al mundo.
Que el Príncipe de la Paz aparezca y ponga fin a las guerras de las naciones.
Que el reinado de la Luz, el Amor y la Justicia comience.
Que haya paz en la Tierra y que empiece en nosotros mismos."