Los Rayos y las Iniciaciones - Regla V

      


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PRIMERA PARTE

CATORCE REGLAS PARA LA INICIACIÓN GRUPAL

REGLA V

 

     [i111] La regla que ahora consideramos es de gran interés y practicabilidad. Les recordaré que una de las novedades que se verán en la era futura de expansión espiritual será el comienzo de algo totalmente nuevo: la Iniciación Grupal. Hasta ahora, uno por uno, los entes de la familia humana se han abierto camino a través del Portal de la Iniciación. Si el actual sistema debe sobrevivir y si consideramos el vasto número de almas encarnadas y desencarnadas que eventualmente llegarán a la meta -dos terceras partes del total, durante el actual ciclo mundial-, aún los ciclos mayores que incluyen muchos ciclos mundiales resultarán extremadamente [e102] cortos. El programa tiempo-espacio establecido por el Logos planetario, quedaría desvirtuado, pues Él estableció dicho programa para el ciclo de Su actual encarnación. Hay un término fijado para la aparición de Su cuerpo en la manifestación, nuestro planeta, así como lo hay para el cuerpo humano. Por lo tanto, debe llevar a cabo Sus planes dentro de cierto límite de tiempo, y este factor condiciona la experiencia de todas las vidas que actúan dentro de Su radio de expresión, incluyendo al reino humano.

     Además debe recordarse que al evolucionar la humanidad, las personas comienzan en creciente número a actuar como almas; la naturaleza del alma (la relación) va produciendo efecto, los hombres expanden su punto de vista y visión, desaparece el punto de vista del yo separado y la relación y el interés grupales reemplazan esa relación personal, interna e intensa, que ha hecho del hombre, en evolución, lo que es: primeramente una personalidad integrada, y después un discípulo -aspirante a la iniciación. Al aumentar el número de discípulos que van alcanzando la comprensión grupal, se acrecienta la posibilidad de la Jerarquía, de aceptar tales discípulos en formación grupal. Por esta razón es necesario restablecer en la Tierra los antiguos Misterios. Dicha relación grupal debe ser demostrada en los tres mundos y expresada por los discípulos en su vida grupal en el plano físico. A ello se debe el nuevo experimento emprendido por la Jerarquía a fin de exteriorizar Sus ashramas. Este experimento [i112] implica enormes dificultades a causa del astralismo, las ambiciones y la creciente influencia que ejerce la personalidad de la mayoría de las personas.

     Conductores autoerigidos de numerosos grupos reaccionarán ante este experimento y se proclamarán Maestros con ashramas establecidos, destinados a dar entrenamiento para la iniciación. Ya hay indicios de ello.

     La Jerarquía ha tenido que enfrentar, a este respecto, grandes dificultades, pues los Maestros se hallaron por un lado ante el astralismo y la tendencia al espejismo de la mayoría de la gente, y por otro, con el rápido progreso de la conciencia humana hacia el campo de relación, vida, reacción y actividad grupales. Ello dio origen a que la Jerarquía intentara entrenar esas mentes y corazones preparados, a fin de atravesar en conjunto el Portal de Luz y entrar en el Camino Iluminado. Dicha exteriorización aún no ha tenido lugar. Se están haciendo algunos ensayos con algo de éxito y también con cierto desaliento.

     Por lo tanto, los Maestros han decidido dos cosas al enfrentar el futuro de la humanidad y al prepararse para dar los pasos necesarios que satisfagan la aspiración progresista del hombre. He elegido cuidadosamente estas dos palabras. Shamballa exigió los dos [e103] requisitos a la Jerarquía, a fin de proteger los Misterios e impedir una precipitación demasiado prematura de la vida jerárquica en la tierra. Ambos requisitos están contenidos en esta regla.

Regla Cinco.

Que el grupo perciba al unísono el fulgor de la Tríada, que atenúa la luz del alma y apaga la luz de la forma. El Todo macrocósmico es lo único que existe. Que el grupo perciba el Todo y después no piense más en "tu alma y mi alma".

     En su primera demanda, Shamballa pide que los grupos en preparación para la iniciación se formen con quienes están en proceso de construir el antakarana, puente entre la Tríada y la personalidad, y en su segunda demanda pide que quienes se están entrenando demuestren signos del sentido de síntesis.

     [i113] Por lo antedicho, se evidencian los factores que han regido la presentación de la verdad que he tratado de exponer en el transcurso de los años. La enseñanza sobre el antakarana (insinuada fugazmente por H.P.B.) fue ampliada en el libro titulado La Educación en la Nueva Era y también en la segunda parte de este tomo, y se impartió a un número de aspirantes avanzados, en la esperanza de que se beneficiarán con ella; también he destacado la necesidad de la síntesis, que tiene estrecha relación con el aspecto voluntad, primer aspecto divino. Antiguamente, cuando los aspirantes pasaban apropiadamente por el ciclo del misticismo, se les enseñaba a "percibir la visión" -visión de la meta, de la belleza a descubrir, del ser amado a conocer, de la liberación a obtener, de la satisfacción espiritual y de la puerta abierta que conduce a mayores maravillas. En la ya iniciada era ocultista se enseñará al neófito a ver la totalidad del cuadro, a pensar en términos más amplios, a salir de la normal conciencia separatista y a penetrar en la amplia esfera de percepción que no "ve diferencia alguna". La meta, o más bien el resultado del método místico y ocultista, es la fusión del camino vertical de la vida con el camino horizontal del servicio, y Shamballa demanda que dicha fusión condicione la tentativa que ahora se está llevando a cabo para entrenar a aquéllos que juntos buscarán la iniciación, juntos atravesarán el Portal hacia el Camino, y en conjunto serán presentados como una "unidad de Luz" al Iniciador Uno. Este sentido de síntesis (que debe demostrarse acrecentadamente cuando se reciben las iniciaciones en forma grupal) sólo pueden lograrlo quienes han eliminado la brecha entre la mente concreta inferior y la mente superior o -describiéndolo más técnicamente y en léxico de la ciencia ocultista académica- entre la unidad mental y el átomo manásico permanente.

     [e104] La Regla Cinco, que aparece en el libro Iniciación Humana y Solar, expone clara y bellamente la meta del sendero de probación y dice:

     Que el aspirante procure que el Ángel solar atenúe la luz de los ángeles lunares, y permanezca como única luminaria en el cielo microcósmico.

     [i114] El probacionista debe ver el alma como el sol de la vida. La luz de la luminaria central debe apagar las luces menores y el fuego solar extinguir los pequeños fuegos. El Ángel solar controla la vida y las fuerzas de la personalidad. Es la meta del sendero de probación y de los aspirantes al discipulado en la nueva era. Hasta ahora ha sido la meta de toda la enseñanza impartida acerca del sendero del discipulado, pero el alto grado de inteligencia que posee el aspirante moderno justifica un cambio, y a medida que transcurre el tiempo, los actuales requisitos exigidos a los discípulos hasta la segunda iniciación inclusive, constituirán los futuros requisitos para entrar en el sendero de probación.

     Para ello será necesaria una clara comprensión del sendero del discipulado. La enseñanza principal en ese sendero será:

1. La construcción del arco iris, el antakarana.

2. La naturaleza de la intuición y su desarrollo, a medida que reemplaza a los dos aspectos de la mente: concreta y abstracta, inferior y superior.

3. La naturaleza de la vida según la expresa la mónada.

     Estos tres acercamientos a la verdad ocultan la revelación; reemplazarán la enseñanza dada a los neófitos y discípulos del mundo acerca del alma, y para ello se pondrá el énfasis sobre el aspecto vida y no tanto sobre el aspecto amor. Su razón estriba en que serán más las personas que vivirán como almas, por lo tanto expresarán el amor, y la naturaleza de la vida y experiencia monádica constituirá para ellos la siguiente y normal revelación -sólo es posible sin embargo para quienes intentan vivir como almas, practicar el amor o sentido de no-separatividad y vivir por lo menos en la periferia del mundo jerárquico. En consecuencia es inevitable -para los que así viven o huellan el sendero del discipulado- que los factores que inspiran todos los esfuerzos jerárquicos se irán evidenciando tenuemente y, paulatinamente, dichos factores irán asumiendo para ellos los contornos de una meta indistinta y lejana.

     [i115] Las dos partes de esta regla expresan las nuevas demandas para discípulos, no para aspirantes, lo cual se evidencia al estudiar las dos reglas: una para aspirantes y otra para discípulos. La de aspirantes se refiere al microcosmos; la de discípulos mantiene ante ellos la visión del Macrocosmos.

     [e105] Ambas demandas están expresadas en la Regla Cinco:

1. Que el grupo perciba al unísono el fulgor de la Tríada, que atenúa la luz del alma y apaga la luz de la forma.

     Esto es una exhortación a la construcción del antakarana, que vincula la personalidad del discípulo con la Tríada.

2. El Todo macrocósmico es lo único que existe. Que el grupo perciba el Todo y después no piense más en "tu alma y mi alma".

     Ésta es una demanda para adquirir un sentido de síntesis, la cual es visión ocultista y no visión mística. Ambas demandas constituirán los dos requisitos básicos en las nuevas escuelas de ocultismo.

     En vista de toda la instrucción impartida anteriormente en este tomo y de la claridad con que ha sido expuesta la afirmación que antecede, no será necesario que me explaye extensamente respecto a la primer demanda. Quizás sea conveniente explicar la palabra "demanda" que hemos empleado. Al encarar el tema debe recordarse que la meta mantenida ante los miembros de la Jerarquía es su aceptación en Shamballa, y que al prestar servicio en la vida puedan expresar divinamente el primer gran aspecto divino, la voluntad. Ellos también están evolucionando. Su meta consiste en pasar "por el ojo de la aguja", en Su camino hacia la evolución superior, el cual se extiende ante un Maestro de Sabiduría. La aplicación de esta frase esotérica por Cristo, que aparece en El Nuevo Testamento, nos da un indicio acerca de la naturaleza de la excelsa conciencia que Él expresó. Al enfrentar al joven acaudalado, dueño de grandes posesiones, le indicó que se preparara para dar un paso adelante en una gran renunciación. Nunca [i116] ha sido captado su verdadero significado, debido a que la frase "joven acaudalado" es en realidad un término técnico que se aplica frecuentemente a un iniciado de tercer grado, así como las palabras "los pequeños" o "pequeño niño", se aplican a un iniciado de primero o segundo grados. Este joven acaudalado, lo era por su amplio campo de percepción, por las dotes de su personalidad, por su aspiración y su reconocimiento, por su milenaria experiencia y desarrollo evolutivo. Cristo le dijo que debía prepararse para lo que en la Regla Cinco se denomina, "el fulgor de la Tríada" y para desarrollar la conciencia monádica y la cuarta iniciación. En esa iniciación, el cuerpo causal, en el cual el alma experimenta y cosecha los frutos de la experiencia, debe ser destruido y lo será, y tendrá lugar antes que el iniciado entre en la Cámara del Concilio del Altísimo y exprese la voluntad al bien y la voluntad de Dios, al cumplir Sus propósitos. La voluntad de este particular "joven acaudalado", aunque iniciado, [e106] no llenaba aún los requisitos, de manera que se alejó entristecido; debía prepararse para la cuarta iniciación, la Gran Renunciación, la Crucifixión, y capacitarse para pasar a través del ojo de la aguja.

     En El Antiguo Comentario hay una serie de frases simbólicas que arrojan luz sobre las grandes oportunidades que surgen en los momentos críticos, cuando la vida del alma pasa por la experiencia de la encarnación y se enriquece con ello:

"Dentro de la matriz del tiempo, circunscrita por el espacio y limitada por las tinieblas -aunque sustentada por el calor-, la vida evoluciona. Desarrolla facultades. Llega a ser en miniatura lo que es. Adquiere forma y conoce lo divino en la separación. Tal es la meta. Reflexiona. El conocimiento llegará. "Más allá del portal existe mayor vida y luz. Se conoce a sí misma como lo que es. No se basta a sí misma y sabe que es Ése -que es parte del Todo, divinamente uno con los demás. Reflexiona. La unión vendrá.

"Delante del baluarte del lugar de Dios [i117] surge un Hijo de Dios. Permanece ante el ojo de la aguja y trata de atravesar el muro que se lo impide. No está circunscrito por el tiempo ni el espacio. Pero la luz y la vida le pertenecen. Conoce la belleza y sabe que Ése existe. En vez de tiempo y espacio y la poderosa atracción de la forma, sabe que es rico en amor; conocimiento, sabiduría, percepción interna y en todos los trofeos de Dios (hasta donde puede captarlo), excepto una sola cosa. Reflexiona. El Propósito se revelará a sí mismo, el Todo quedará revelado, entonces el alma -colmada de riquezas y frutos de largas jornadas- desaparecerá como las brumas y sólo quedará Dios, el Ser viviente".

     Existe además otra serie de frases dedicadas a expresar ese estado por el cual deben pasar los ya perfectos Hijos de Dios, cuando han dado fin a Su trabajo en la Tierra y se Les revela una mayor gloria. Pero esto no lo transcribiré, sólo daré tres símbolos:

La matriz individualización separación
Conduciendo a la integración de la personalidad y a la autorrealización
Culminando en el sendero de iniciación . . . el nacimiento del Cristo
Produciendo actividad inteligente
Iniciación

 

La puerta de dos hojas iniciación conciencia grupal
Conduciendo a la expresión del alma
Culminando en la tercera iniciación. [e107]
Produciendo una vida amorosa
La tercera iniciación

 

El ojo de la aguja evolución superior conciencia monádica
Conduciendo a la expresión de la vida
Culminando en la quinta iniciación
Produciendo vida plena de propósito
Consumación

     Estos tres puntos permiten entrar en los tres centros planetarios: Humanidad, Jerarquía y Shamballa.

     En forma curiosa, la primera demanda constituye la primera manifestación del reconocimiento (acordado directamente) de que las Grandes [i118] Vidas en Shamballa se hallan en relación directa con la humanidad. Hasta ahora el contacto no era directo, ni Ellas han estado en contacto con los acontecimientos del momento. Todos los contactos e impulsos espirituales han llegado a la humanidad por intermedio de la Jerarquía y viceversa. Esta demanda concierne al rechazo, a la destrucción, absorción, extinción o síntesis, de las luces menores por las mayores. He empleado estas palabras en el esfuerzo por expresar la verdad, pero resultan totalmente inadecuadas.

     El momento en que el iniciado o el discípulo ve, aunque tenuemente, la luz de la Tríada espiritual que vela y oculta al sol central espiritual, comprende que las otras luces -la del átomo de la materia, la de la forma y la del alma misma- inevitablemente deben desaparecer ante la maravillosa gloria y el resplandor que emana de Dios Mismo, que el iniciado o discípulo presiente como si estuviera en proceso de revelársele. Es absorbido -intelectual, intuitiva, espiritualmente y por último en forma real- en esa luz. Quisiera recordarles que, así como la luz del alma reveló una nueva visión al esforzado aspirante, le fijó nuevas metas, le amplió las cualidades existentes en su equipo y le reveló el pasado, el presente y el futuro individual; esta luz aún mayor revela al iniciado un horizonte muy vasto, que hasta entonces estuvo fuera de su alcance y, aún así, puede visualizarlo apenas un iniciado de tercer grado, otorgándole una percepción que no sabía que existía -percepción que le permite penetrar acrecentadamente en el propósito del Señor del Mundo y colaborar comprensivamente con dicho propósito. Posteriormente lo capacitará para desarrollar el equipo -cualidades y dones de naturaleza divina- que oportunamente le permitirá ocupar el lugar que le corresponde en la Cámara del Concilio de Shamballa y trabajar en unanimidad con los Señores del Karma.

     Estas cualidades y dones conciernen a atributos divinos y [e108] facultades para cuya explicación no tenemos palabras, pues están fuera del alcance de la conciencia humana y aún son desconocidos totalmente por los seres humanos avanzados. Sólo comienzan a manifestarse como tendencias en el intervalo entre la segunda y la tercera [i119] iniciaciones, y tienen similitud con los instintos del niño, que en realidad son los gérmenes de posteriores aptitudes y actividades intelectuales. Por lo tanto es innecesario explayarme sobre ellos; mis palabras nada les impartirán si no son iniciados de tercer grado. La clave para ustedes reside en la comprensión de las palabras: felicidad, gozo, bienaventuranza. Al hablar de bienaventuranza, ¿comprenden en qué se diferencia la felicidad y gozo? Bienaventuranza está asociada a la totalidad del Ser, concierne a la actitud interna del Todo.

     A medida que el discípulo individual construye el arco iris, el antakarana, y el grupo de discípulos, el antakarana grupal, es posible obtener la "percepción triádica" mencionada. Cuando el discípulo ha proyectado un hilo de luz viviente (por el poder del amor magnético) a través del espacio que separa la Tríada de la personalidad, descubre que forma parte del grupo. Este reconocimiento del grupo -al principio en forma defectuosa y poco inteligente- es el factor que le permite entrar, por medio del hilo proyectado, en el ashrama de un Maestro:

     Según reza la antigua enseñanza, el ashrama del Maestro y el enfoque de la Jerarquía, se hallaban en los niveles superiores del plano mental, pero hoy no es así. Se hallan en los planos del amor espiritual, de la intuición y de budi. La Jerarquía retrocede el centro superior de Shamballa y al mismo tiempo avanza hacia el centro inferior, la Humanidad. El hombre ha hecho posible ambas actividades; la creciente percepción intuitiva de la humanidad, en los sectores superiores, le permite actuar en el sendero del discipulado y en niveles más elevados que antes. La Jerarquía lo reconoce. La creciente aspiración de la masa está acercando hoy como nunca los Maestros a la humanidad. Éste es un ejemplo de la habilidad que posee la conciencia iniciática para funcionar simultáneamente en los niveles iniciáticos y en los tres mundos. La actividad dual de la mente es un símbolo; actúa como sentido común y se ocupa de todos los asuntos relacionados con los tres mundos y, al mismo tiempo, como mente [i120] espiritual, de las cuestiones relativas al alma en forma esclarecida e iluminada.

     La segunda demanda, de que el sentido de síntesis debería ser la meta del entrenamiento de los aspirantes en la nueva era, evidencia fehacientemente el nuevo contacto con Shamballa, porque la síntesis es atributo de la divina voluntad y la cualidad descollante de la Deidad. Inevitablemente la inteligencia y el amor [e109] deberán ser los objetivos evolutivos del planeta y los dos primeros aspectos divinos a desarrollarse, pues son cualidades de la voluntad; hacen posible la manifestación de la voluntad divina; garantizan su inteligente aplicación y su poder magnético, a fin de atraer hacia sí todo lo necesario para expresar o manifestar el propósito divino visualizado, visualizado sintéticamente, y motivado, complementado, dirigido y hecho factible, por el aspecto dinámico de la misma voluntad.

     Es interesante observar que en el mundo existen infinidad de constancias de que la energía de Shamballa está haciendo impacto directamente sobre la conciencia humana y logrando resultados directos. El aspecto destructor del primer Rayo de Voluntad o Poder, está produciendo destrucción mundial, mediante el empleo del primer reino de la naturaleza, el mineral. Lo que está construido de metal y de elementos químicos produce catástrofes y destrucción en la tierra, principalmente en el reino humano. Análogamente el segundo atributo de la voluntad, la síntesis, evoca una respuesta igualmente amplia. Este sentido de síntesis ha producido un efecto masivo antes que individual, y ello se debe a que es algo interesante y de importancia, y debe observarse en la actualidad. Posteriormente, el dinamismo inherente a la voluntad, manejado por el nuevo grupo de servidores del mundo y los discípulos e iniciados del mundo, convertirán esa masiva respuesta instintiva en verdadera experiencia y harán "aparecer" en la tierra la nueva y desarrollada "cualidad" de la vida, que la nueva era trata de demostrar. En el primer tomo de este tratado llamé la atención sobre tres aspectos divinos: Vida, Cualidad y Apariencia, que están ahora en proceso de aparecer en forma definitiva para este ciclo particular.

     [i121] La síntesis dicta hoy la tendencia del proceso evolutivo; todo tiende a la unión de los grandes grupos: unificación, relaciones internacionales, planificación global, hermandad, fusión económica, libre intercambio de productos, interdependencia, fraternidad de credos, movimientos basados en el bienestar de toda la humanidad y conceptos ideológicos que atañen a las totalidades y militan contra el fraccionamiento, la separatividad y el aislamiento.

     Aunque la gente no se dé cuenta, estos conceptos son factores relativamente nuevos en la conciencia humana, y el hecho de que sean el resultado de una nueva y directa relación entre quienes complementan la voluntad de Dios y la humanidad, garantiza su inevitable expresión en el futuro. Sólo en el intervalo inmediato -período de ciento cincuenta años- parecerá que la demora constituye la regla. Sin embargo no es así. Las formas a través de las cuales estas nuevas e inminentes ideas se configurarán y [e110] manifestarán, deben crearse, y ello lleva tiempo, pues son creadas por el poder del pensamiento y el adecuado proceso de educación de la conciencia humana, hasta que dicha conciencia se trasforme en firme convicción y se manifieste como inmutable opinión pública.

     Las nuevas escuelas esotéricas desarrollarán en sus estudiantes y neófitos el sentido de síntesis, pues las personas que en estas escuelas reciban entrenamiento interno construirán el nuevo mundo y entrenarán la futura opinión pública. Los títulos y nombres que a estas escuelas se les adjudique no tienen importancia. Gran parte de ellas pregonarán su condición de escuelas esotéricas, pero nada impartirán de carácter realmente esotérico. Sólo atraerán a los incrédulos y tontos. Ya existen muchas que así se desempeñan. Otras que impartirán entrenamiento esotérico y ocultista se abstendrán de promulgar toda indicación al respecto, sin embargo, proporcionarán la enseñanza necesaria. Tratarán de relacionar el Uno, la Mónada, con la personalidad, y evocar en los estudiantes el verdadero sentido de síntesis.

     Expresándolo con palabras sencillas, el sentido de síntesis será la meta de todos los movimientos educativos cuando el idealismo de la [i122] nueva era se haya establecido firmemente. La coordinación física, la integridad personal (involucrando principalmente el control del cuerpo astral y su posterior negación) y la integración de la personalidad, constituirán los primeros pasos esenciales. Luego vendrán los procesos para fusionar la personalidad con el alma, el yo inferior con el yo superior y a continuación la fusión de la forma con el divino Morador en la forma. La fase verdaderamente esotérica del proceso educativo se intentará desarrollar cuando los primeros pasos o etapas hayan sido captados satisfactoriamente y existan indicios de que se ha obtenido cierta medida de éxito. Para ese entonces, las personas reflexivas habrán reconocido, en forma general, las escuelas de los Misterios y las Aulas preparatorias para la iniciación, y la masa pondrá su fe en ellas.

     Todo aquel que empiece a actuar como alma será guiado, en las mencionadas escuelas, para dar el siguiente paso. La naturaleza egoica desarrollada se demostrará por medio del amor inteligente y un sentido de fraternidad grupal; ambas cualidades divinas constituirán la base o cimiento sobre el cual se erigirá el siguiente desarrollo y una superestructura más espiritual. La Ciencia de la Meditación y la construcción consciente del antakarana serán las dos etapas preliminares del programa esotérico. La verdadera enseñanza sobre la meditación y construcción del puente de luz entre la Tríada y la personalidad, es la enseñanza más avanzada impartida hasta ahora.

     Sin embargo, la humanidad ya está preparada para un [e111] desarrollo extremadamente rápido, y está preparación se irá demostrando crecientemente en el período de posguerra, debiendo prepararse para ello los discípulos del mundo. Los factores que lo harán factible son dos, siendo el primero el tremendo estímulo que la guerra, sus exigencias y consecuencias, ha proporcionado a la conciencia humana, y el segundo, la entrada de almas muy avanzadas desde el año 1925, las cuales estarán preparadas para dar el entrenamiento e instrucción necesarios cuando llegue el momento propicio; poseen el conocimiento cuando vienen a la encarnación y saben, en forma normal y lógica, [i123] lo que el moderno estudiante de esoterismo está luchando por captar y comprender.

     Un análisis de lo que he descrito como requisitos básicos, demostrará que las escuelas esotéricas, sobre las que me referí en el libro Cartas sobre Meditación Ocultista, pertenecen todavía a un futuro remoto. Primeramente deben realizar su trabajo las escuelas preparatorias, y continuará hasta el momento en que la tarea de los ashramas de los Maestros sea reconocida como parte integrante de una actividad jerárquica externa, lo cual, a su debido tiempo, conducirá a la recepción de la primera iniciación en forma pública, como parte de una gran ceremonia ritual de la religión universal que entonces prevalecerá.

     La raza de los hombres -en sus esferas y grupos más evolucionados, en todos los países- será normalmente clarividente y, por lo tanto, cada uno por sí mismo verá la luz en los aspirantes y sabrá que la primera iniciación les fue conferida justificadamente; también verá esa misma luz en los miles de personas que en encarnaciones anteriores recibieron esa iniciación.

     Algo más agregaré a lo antedicho, para elucidar el significado de la Regla Cinco. La clave del trabajo esotérico que Shamballa demanda se halla en el desarrollo del Arte de la Visualización. Mediante la visualización es posible lograr tres expresiones de la conciencia humana:

1. Puede construirse el antakarana y también percibirse definidamente el fulgor de la Tríada. Esto constituirá la nueva visión -efecto del desarrollo del sentido de la visión.

2. Podrán visualizarse grupos, grandes totalidades y síntesis mayores, lo cual conducirá a una definida expansión de conciencia. Así se desarrollará el sentido de síntesis.

3. Mediante este entrenamiento se fomentará todo arte creador, y el nuevo arte del futuro, en todos los sectores de la creatividad, se desarrollará rápidamente a medida que prosigue el entrenamiento. El desenvolvimiento del sentido de visión y del de síntesis, por medio de la visualización, conducirá al sentido de vivencia en la forma.


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