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CAPITULO CUARTO

Respuestas a Algunas Preguntas

[e229][i306] LA MAYORÍA DE LAS PREGUNTAS que hace el neófito no las haría, si tuviera más paciencia y comprendiera mejor lo que estudia. El principiante debe esperar que se realice el desarrollo en sí mismo y se expanda normalmente su conciencia, de acuerdo a la instrucción. Sin embargo, el instructor puede invitar a formular preguntas por ciertas razones:

1.    Cuando se trata de un grupo cuyos miembros son muy inteligentes, podrían progresar mucho a través de sus preguntas y así aprenderían a conocerse y comprenderse mutuamente y también podrían establecer líneas de intercambio que los vincularía más estrechamente. 

2.    Por medio de las preguntas el instructor mismo puede ponerse en más estrecha armonía con el punto de vista del estudiante. Por ejemplo, yo y el punto de vista occidental respecto al arte de curar. 

No olviden que en último análisis soy oriental, y esa es mi raigambre y entrenamiento. Quizás conozca más profundamente que ustedes acerca del arte de curar y de las energías que constituyen el cuerpo humano, pero sus puntos de vista, terminología y actitudes mentales son un tanto extrañas para mí. Sus preguntas me ayudarán a entender su trasfondo y limitaciones, y ello me permitirá ayudarlos en forma más inteligente. [i307] 

3.    La formulación de preguntas inteligentes es el método ocultista de enfocar la mente, de sintetizar el conocimiento y de llegar a ser consciente del campo de investigación y de posibles expansiones de conciencia. 

La Naturaleza de la Congestión

¿Cómo podría definirles la palabra congestión si el estudio para comprender la fuerza y la energía, y su mutua relación en el cuerpo humano, está todavía en embrión? Decir que congestión es fuerza congelada conduce a error; decir que es energía estática no significa nada; decir que es una vibración irregular o arrítmica [e230] no tiene sentido. Mi problema es la carencia de palabras y de términos correctos con los cuales impartirles la verdad esotérica. 

Quizás podría definir mejor la palabra congestión, diciendo que es lo que impide la libre afluencia de fuerza a través de los centros o centro, y de todo el cuerpo. Es de dos tipos: 

1.    La congestión que tiene efecto dentro del centro mismo, y por lo tanto y como consecuencia, sobre la glándula. Se la detiene ya sea al entrar en el centro (cuando no afecta a la glándula, excepto en un sentido negativo), o al salir (cuando su efecto es positivo en una u otra forma). Cuando la dificultad se produce al entrar en el centro, entonces la energía es rechazada a su fuente de origen -el cuerpo astral o mental. Así tenemos una inhibición psicológica. No hay impulso desde adentro, al cual la glándula afín pueda responder. Cuando la dificultad está en la salida y entra en el cuerpo físico, no habrá libre afluencia de fuerza, afectando definidamente a la glándula relacionada con el centro, y la afluencia arrítmica la sobrestimulará o no la nutrirá. Esto a su vez afecta a la secreción glandular y más tarde a la corriente sanguínea. [i308] 

2.    La congestión que tiene lugar cuando la energía o la fuerza de la vida fluye por todo el cuerpo físico, y a medida que fluye encuentra ciertos tipos de debilidad -algunas zonas enfermas y regiones donde su afluencia está obstaculizada o circula demasiado rápido. La afluencia de energía puede ser detenida en ciertas zonas y también nutrir partes enfermas del cuerpo, o también curar y limpiarlas. Una congestión temporaria puede ser una fuerza benéfica así como maléfica. Quizás esto les sorprenda. 

Nuevamente debo repetir cuán vasto es el tema que estoy tratando, y todas las instrucciones anteriores y las respuestas que doy a las preguntas sólo sirven para demostrar la complejidad del tema. Pero si tienen paciencia y están dispuestos a aprender por absorción más que por análisis, posteriormente descubrirán que saben mucho, en forma intuitiva y discriminada. 

Comprobación del Lugar de la Congestión. 

Hay tres maneras por las que el curador puede comprobar la presencia y el lugar de la congestión y de cualquier otro tipo de dificultad que produce enfermedades objetivas: 

1. Ante todo tenemos la clarividencia, que permite al curador comprobar visualmente dónde reside la dificultad. Este tipo de diagnosis no siempre es exacto y puede estar “matizado” por condiciones que existen en el curador miso. [e231] 

2.    Existe una forma de percepción directa, un proceso de “claro conocimiento”, una facultad del alma, que es infalible cuando una persona ha aprendido a emplearla correctamente. Es una mezcla de percepción mental y espiritual y un conocimiento definido, o una intuición, si se quiere, que permite al curador en forma inequívoca señalar el lugar de la dificultad y conocer su causa, efecto y fin. [i309] 

3.    Existe también un método más físico, basado en la sensibilidad de la naturaleza inferior, que permite al curador registrar en su propio cuerpo la misma dificultad que siente el paciente. A esto se lo denomina “transferencia oculta” y sólo debería ser empleada por quienes saben cómo absorber y disipar. En este caso el curador puede también sentir la causa de la enfermedad por la afluencia de energía a la contraparte etérica de la enfermedad física, o por el extremo emocionalismo o respuesta sensible en la contraparte astral. 

La Causa Dual de la Congestión. 

Permítanme hacer una o dos consideraciones concisas y luego explicarlas. Primero, la condición subjetiva sola no puede causar una congestión externa. El alma ha dispuesto expresarse por medio de un cuerpo que tiene ciertas predisposiciones

Segundo, lo subjetivo es un factor causativo cuando colabora con las tendencias inherentes al cuerpo físico; por lo tanto resulta imposible evitar que se produzcan congestiones, porque la vida subjetiva determina la condición, y el cuerpo físico está predispuesto a ciertas enfermedades. Tal es la voluntad del alma. Aquí podría puntualizar que en esta etapa de la evolución humana, las condiciones subjetivas nunca son correctas. 

Tercero, la condición externa por sí sola no puede ser un factor causativo. Si mis principales premisas son acertadas (y esto probará la nueva y venidera ciencia), entonces las observaciones del mundo médico deberán reajustarse a los hechos. El factor causativo existe en la unión de los existentes factores internos y externos. 

Permítanme aclarar un poco más la cuestión, pues la confusión puede ser causada por la idea de que la enfermedad es el resultado de dos causas -una interna y otra externa. La situación [i310] subjetiva es la iniciadora. Algún factor psicológico induce a un erróneo empleo de la energía, que pone en movimiento esas tendencias internas que hallan su salida hacia el plano físico como factores vitales determinantes. Allí entran en contacto con el cuerpo o expresión física, que tiene ciertas predisposiciones, debilidades heredadas, deficiencias glandulares -todas las cuales formaron [e232] parte del equipo necesario, por el cual el alma determinó que ciertas imprescindibles lecciones deberían aprenderse. La relación establecida entre las fuerzas externas e internas es la causa básica (expresándose en dos causas), la cual produce algún tipo de enfermedad. Nuevamente, los aspectos negativos y positivos, puestos en relación, producen un tercer factor: la manifestación de algún tipo de enfermedad. 

Si me hablan de perfectas condiciones físicas diré que no conozco ninguna, tampoco un cuerpo físico o ambiente al cual podría aplicársele tal término. Debe existir la situación y la causa psicológica interna, que es la realidad subjetiva (en pequeña escala), y también la condición física externa, manifestándose como debilidad o imperfecciones; éstas, a su vez, constituyen tendencias traídas de vidas anteriores, predisposiciones, una lesión hereditaria o una dificultad latente, basadas en primitivos intereses de la vida o en prácticas perjudiciales. Uniendo estos dos principales factores determinantes, y de acuerdo a la ley, se producirá inevitablemente alguna manifestación visible de la enfermedad o dificultad física; ésta puede ser grave o de poca importancia; peligrosa para la vida o producir malestar temporario. Ninguna condición externa por sí sola puede causar la enfermedad, pero la dificultad reside en que la medicina moderna aún no acepta la hipótesis de la causa oculta, excepto esas causas superficiales como, por ejemplo, que la preocupación y la intensa ansiedad pueden agravar las dolencias cardíacas existentes. Tampoco acepta esos factores que pueden atribuirse a una vida anterior. En el caso de las enfermedades [i311] contagiosas, la causa interna es de origen grupal, y tienen por lo tanto un efecto grupal externo, siendo una expresión del karma grupal. La dificultad del problema es por consiguiente muy grande. 

Debe haber, como podrán percibir, dos factores existentes, que cuando están relacionados y estimulados producen la enfermedad. Debería recordarse que la elección de un cuerpo por el alma, y el tipo de vehículo por el cual puede aprender ciertas lecciones y dominar ciertas experiencias educativas, es un tema muy poco comprendido. En conexión con esto, recordaré que la enfermedad es a menudo un sistema de eliminación, benéfico en sus efectos. Es la manifestación de un factor interno indeseable, y cuando las causas internas y externas se llevan a la clara luz del día, pueden ser manejadas, comprendidas y a menudo disipadas y extirpadas por el padecimiento que causan la enfermedad y el dolor. Estas palabras son un tanto duras. 

Algunos Tipos de Enfermedad. 

La artritis y la diabetes son enfermedades que tienen su origen en el cuerpo astral, pero si puedo explicar algo en forma [e233] inadecuada, diré que la artritis es principalmente más objetiva que la diabetes, pues es el resultado de la satisfacción de los deseos físicos cuando se expresan por el alimento, ya sea en esta vida o en una anterior. No existiría artritis o habría poca, si la raza se alimentara correctamente y si comprendiera los verdaderos valores y efectos de la alimentación. La diabetes es más definidamente el resultado de erróneos deseos internos, y no de los erróneos deseos externos, y puede originarse en la actual vida, como ya expresé, o heredarse de una existencia anterior. En este último caso el alma encarnante elige una familia en la cual nacer, que le proporcionará un cuerpo con tendencia o predisposición natural a esta enfermedad. 

[i312] Tenemos aquí un vasto campo de investigación; deberían aislarse los tipos que son presa fácil de ciertas enfermedades grupales. 

La sífilis y la artritis entran en la categoría de enfermedades que se basan mayormente en la satisfacción del deseo físico. El cáncer y la diabetes entran más definidamente en el tipo de enfermedades vinculadas con los deseos emocionales internos y en la vida de deseos, que en muchas personas ha sido violentamente inhibida. Las enfermedades infecciosas como el sarampión y la escarlatina, la viruela o el cólera, son en forma bastante curiosa y definidamente enfermedades grupales y aliadas a la naturaleza mental. Esto les sorprenderá, pero es así. 

Un estudiante que posea algún conocimiento de las causas ocultas podría suponer que cuando la gente cambia su foco de atención de la naturaleza física a la emocional, o de la emocional a la mental, está propensa a contraer las enfermedades antiguas, tales como la sífilis y el cáncer, que padeció la raza lemuria. Pero esto no es así. 

Recordaré que las personas no contraen tales enfermedades porque han trasladado su conciencia, sino por el mal empleo de ciertos poderes que Dios les ha otorgado. El cambio de conciencia y la enfermedad no tienen la más remota relación. También recordaré que hoy las personas constituyen una mezcla de tres estados de energía denominados físico, emocional y mental, o sea estados de conciencia lemuria, atlante y aria. Hoy existe escasamente el tipo puro, es decir, predominando uno u otro. Comúnmente son una mezcla de los tres. Será difícil encontrar una persona o paciente “que traslade su foco de atención del físico al emocional”. Será emocional o mental, y durante breves momentos, desde un punto de vista estrictamente fisiológico, será físico. Las líneas más claras de demarcación pueden observarse en el caso de los discípulos que están decidida y conscientemente esforzándose [i313] por cambiar su foco de atención al plano mental. Sin embargo, viven predominantemente en una región denominada kama-manásica, lo que significa [e234] astral y mental. Es un nivel intermedio de conciencia. Sólo puedo dar amplias generalizaciones, diciendo que las condiciones sifilíticas son generalmente de origen más físico que el cáncer. No es posible dar líneas claras de demarcación, y debe recordarse siempre que ciertas enfermedades, que tienen su origen en un pasado muy distante, pueden desarrollarse en una encarnación determinada; las simientes de la condición han permanecido aletargadas durante edades, en el así llamado átomo permanente. Quizás no tengan sus raíces en el tenor o cualidad de la vida actual. Repentinamente surgen a la vida e influyen sobre la encarnación actual e incidentalmente ofrecen la oportunidad para la liberación.

La Fiebre. 

La fiebre indica simplemente dificultades y es un sistema básico de purificación y eliminación. Es un indicador y no la enfermedad en sí. Reflexionen sobre esto y aplíquenlo en todos los planos, pues la fiebre del plano físico tiene su contraparte astral y mental. Es energía excesiva que consume y, al hacerlo, alivia y cura (ya sea subyugando al germen o conjunto de energías que la provocó, o mediante el poder liberador de la muerte). Toda vez que es posible, y el cuerpo físico es suficientemente fuerte para resistir la tensión, conviene dejar que la fiebre siga su curso durante un tiempo, pues es el método que emplea la naturaleza para curar ciertas condiciones indeseables. La fiebre no sólo advierte la presencia de lo que causa el malestar, sino que contiene en sí un definido valor terapéutico. Se requiere una cuidadosa vigilancia y equilibrio -equilibrar las energías del cuerpo. Mientras la fiebre prevalece, el cuerpo queda relativamente inutilizado, afectando sus actividades normales. Respecto a la curación y al correcto [i314] tratamiento de la fiebre, la profesión médica ortodoxa conoce mucho, y tal conocimiento será suficiente hasta que sean mejor comprendidas las causas de la fiebre, y los médicos puedan trabajar con la causa y no con los efectos. 

El superemocionalismo es una analogía astral de la fiebre física e indica que prevalece el germen del deseo, el cual debe ser tratado antes de que pueda bajar la fiebre. Su analogía mental es una mente superactiva, mal regulada, muy ágil, pero fútil en realizaciones.

La Cura del Cáncer. 

En toda enfermedad de naturaleza maligna, existe un núcleo vital o centro viviente de energía, que absorbe, lenta o rápidamente, según el caso, la fuerza vital del hombre. En las primeras etapas de una enfermedad como el cáncer, el núcleo vital no se descubre [e235] hasta que la condición maligna es tan potente que resulta excesivamente difícil prestar ayuda. Sin embargo su curación es posible únicamente en esas primeras etapas. Entonces puede ser efectuada la curación, pero repito, sólo si se invoca la voluntad del paciente. Poco puede hacerse en los casos de cáncer a no ser que haya una inteligente colaboración de quien ha de ser curado, porque el único método (que detallaré más adelante) consiste en fusionar la voluntad dirigida del paciente y la del grupo curador, en una funcionante unidad de fuerza. Cuando esto ha sido realizado, entonces la energía invocada y concentrada seguirá al pensamiento, de acuerdo a la antigua ley, y así estimulará la zona que rodea el cáncer (es decir, los tejidos sanos) para que sean absorbidos los tejidos enfermos y débiles, por los tejidos sanos y fuertes. Si la energía es dirigida directamente al cáncer, la condición cancerosa será estimulada y la dolencia se multiplicará. La curación del cáncer en sus primeros indicios se hace en dos etapas: [i315] 

1.    La estimulación de los tejidos sanos.

2.    La construcción de nuevos tejidos para reemplazar a los enfermos, los cuales son expulsados y absorbidos gradualmente. 

El cáncer siempre aparece antes de la transmutación de la fuerza emocional, debido a que muy pocos discípulos (y por lo tanto mucho menos personas comunes) han logrado la transmutación de la emoción. La liberación de la emoción es tan rara que -en esta etapa de la historia del mundo- podría decirse que no existe.

Ninguna persona integrada que funciona activamente, tiene predisposición para contraer una enfermedad como el cáncer, o cualquier otra enfermedad, como sucede con las personas de tipo emocional; aquellas son más propensas a las perturbaciones cardíacas. Una vida plenamente activa impide una enfermedad como el cáncer, aunque no siempre. A medida que las fuerzas vitales circulan más lentamente y se acerca la vejez, a menudo aparece el cáncer, lo cual comprueba la veracidad de mi primer argumento. En días como estos, en que el cáncer es el segundo gran agente de destrucción y mortalidad (y si estoy en lo cierto el cáncer es una enfermedad planetaria), casi todos están propensos a contraerlo. El temor es el gran factor predisponente, como también la inercia y el emocionalismo.

La Demencia Precoz. 

¿Qué es demencia precoz? ¿Evidencia este fenómeno una herencia grupal de familia? ¿Podría ser una clave el hecho de que se manifiesta en los primeros años de la adolescencia? ¿Es correcta la actitud del médico clínico que la clasifica en la categoría de [e236] incurable? Estas y similares preguntas son formuladas por los estudiantes y practicantes de la curación. 

Dichas enfermedades físicas, clasificadas con el título general de demencia, son mucho más abstrusas de lo que [i316] comúnmente se cree. De acuerdo al punto de vista de los esotéricos se clasifican en las relativamente simples categorías siguientes:

1.    Las que se deben a la deterioración del tejido cerebral. Muchas de ellas y más de lo que se admite, son definidamente de origen sifilítico, y recordaré que, esotéricamente hablando, por lógica es así, pues los órganos sexuales físicos son la analogía inferior de la relación negativa-positiva que existe en el cerebro entre los dos centros de la cabeza y las glándulas pituitaria y pineal.

2.    Las que se deben al sobrestímulo de las células cerebrales, por algún tipo de energía que desequilibra otras formas y produce ciertos tipos graves de insania.

3.    Aquellas donde no existe una verdadera dificultad física, ni lesiones o tejidos enfermos, sino simplemente una floja conexión entre el cuerpo etérico y el vehículo físico denso. Entonces trae obsesión o posesión. Tales casos son frecuentemente (debería decir, comúnmente) considerados por los siquiatras ortodoxos y los médicos, como tipos de demencia, aunque en realidad no lo son. Si la persona afectada puede ser puesta nuevamente “en posesión de sí misma” por un sicólogo comprensivo -y esto es muy posible-, entonces cesa la perturbación. En la actualidad, hay una pronunciada tendencia, entre los sicólogos más progresistas, a tratar estos casos, basados en la hipótesis que he enunciado, y esto constituye un adelanto definido.

4.    Aquellas donde ocurren ciertos tipos hereditarios de desequilibrio mental, causados por acontecimientos originados en otras vidas, y constituyen karma punitivo o retributivo. Para que esto suceda, el alma elige deliberadamente, como vehículo físico, esa forma que contendrá ciertas taras heredadas, introducidas [i317] allí por los Señores del Karma, cuando el alma es incapaz de aferrarse a su vehículo -como sucede con los no evolucionados-, o con propósito e intención, cuando el cuerpo, por estar altamente evolucionado, puede ser dirigido por el alma. No coloco estos distintos tipos de insania o desequilibrio bajo diferentes rótulos, porque el tema es demasiado complicado, y a menudo existen varios factores predisponentes, y frecuentemente hay sólo indicaciones de dificultades que nunca pueden llegar a ser graves. Únicamente enumero las categorías, dejando al investigador la tarea de clasificar los síntomas y asignarles la causa correspondiente, después de mucho trabajo experimental. El momento está cercano. [e237]

5.    Aquellas en que la mente es indebidamente fija y estática y controla el cerebro tan irracionalmente que parece existir un sólo punto de vista, una sola actitud hacia la vida y ninguna fluidez y capacidad para adaptarse. Tales individuos pueden sufrir, por ejemplo, lo que se denomina idea fija o pueden ser víctimas de algún pensamiento mental obsesionante. Dichas obsesiones mentales pueden abarcar desde un fanatismo moderado a una manía religiosa, con sus paralelas características de sadismo, crueldad y morbosidad generales.

La demencia precoz puede ser ubicada en el primero y cuarto grupos, y comúnmente es una mezcla de los factores que describe a ambos. En todos los casos es heredada, y si no lo es, aparentemente en forma física, entonces está basada en las condiciones astrales heredadas, que a su vez contribuyen a determinar las condiciones físicas. Es de origen sifilítico (frecuentemente traída de otra vida) siendo, en esta vida particular, totalmente incurable.

Su base sexual se manifiesta porque se presenta en los primeros años de la adolescencia. Sin embargo, se puede ayudar mucho al paciente en las primeras etapas, si los síntomas son debidamente reconocidos y es dirigida su vida mental, y la [i318] eficacia dinámica de nuevos intereses es aplicada. Una motivación espiritual en intereses análogos puede a veces retardar el desarrollo de la enfermedad; cuando esto ocurre y la enfermedad es tratada desde los primeros años de la vida, pueden evitarse las peores crisis. Dentro de la medida en que el paciente trata inteligentemente de ayudarse a sí mismo, protegido también por el cuidado inteligente de un médico, puede contrarrestarse grandemente la perturbación, particularmente en lo que concierne a su repetición en otra vida.

Muchos de tales problemas están intrínsecamente ligados al pasado, y hasta que no sean dadas al mundo las leyes que rigen el renacimiento, me será difícil explicar los procesos que rigen la herencia física, los resultados kármicos y también lo que se denomina karma retributivo. El reconocimiento de los tipos más sutiles de enfermedad y la ayuda de los sicólogos, en colaboración con la medicina ortodoxa (que indudablemente tiene su lugar, por ejemplo, en la administración de los correctivos glandulares), además del correcto tratamiento higiénico desde la infancia, realizará mucho y extirpará gradualmente las enfermedades mentales y cerebrales que todavía son tan numerosas y penosas.

La Eutanasia.

Algunos estudiantes están preocupados por el organizado esfuerzo que se realiza para legalizar la eutanasia, y tienen sus dudas sobre si debe otorgarse a los médicos el poder de vida o muerte.

[e238] Tampoco ignoran que también está implicado el factor humanitario en los casos donde no se puede aliviar un prolongado sufrimiento. A ellos les diré: 

El problema que presenta una consideración de la práctica de la eutanasia propuesta, no existirá cuando se obtenga la continuidad de conciencia que niega la muerte. Ello significa que llegará un momento, en el desarrollo racial, en que el alma sabrá que ha llegado al término de su ciclo de vida [i319] física, y se preparará para retirarse de la forma con plena conciencia. Sabrá que ya no necesita los servicios que presta la forma y que ella debe ser descartada. Sabrá que su sentido de percepción, enfocado en la naturaleza mental, es suficientemente fuerte y vital como para llevarla a través del proceso y episodio de la abstracción. Cuando el hombre haya desarrollado esta conciencia y el proceso sea reconocido por la profesión médica y los estudiantes científicos del mecanismo humano, entonces toda la actitud hacia la muerte y sus procesos, involucrando, como lo hacen, el dolor y el sufrimiento, serán alterados materialmente. Cuando al hombre le llegue el momento de morir, tendrá a su disposición ciertos métodos de liberación que, desde el punto de vista general, podrán ser considerados como involucrando la eutanasia. Los métodos de abstracción se estudiarán y aplicarán cuando se acerca la muerte, y el proceso será considerado como el retiro del alma y también como liberación y emancipación. Este momento está más cerca de lo que se imaginan. 

Graves peligros acechan hoy al proceso de acelerar el retiro del alma, y las salvaguardas legales requerirán un cuidadoso estudio; aun entonces surgirán graves y serias cuestiones. Pero debe ser desarrollado algún aceleramiento del proceso de la muerte. Sin embargo, la voluntad de morir del paciente no está basada hoy principalmente en el conocimiento y en la polarización mental, o en una continuidad de conciencia ya lograda, sino en las reacciones emocionales y en el horror al dolor y al temor.

No obstante, cuando el sufrimiento es terrible y no existe absolutamente ninguna esperanza de prestar una real ayuda o lograr una recuperación, y cuando el paciente está dispuesto (o la familia lo está si se halla muy enfermo), entonces, bajo una adecuada salvaguarda, algo debe hacerse. Pero el momento de la partida no podrá basarse en la emoción y compasión, sino en las ciencias espirituales y [i320] en la correcta comprensión de las posibilidades espirituales de la muerte.

Los Gérmenes.

Cuán inadecuadas son las palabras para explicar la verdad. Empleamos la palabra “germen” para indicar la fuente de alguna enfermedad o el tipo de origen. Hablamos del germen o simiente de [e239] vida; nos referimos al germen de una idea; significamos ese punto intangible de energía que más adelante se convierte en una especie de forma manifestada. Puede ser una forma mental, un ser humano o una enfermedad, sin embargo, la misma palabra debe bastar para todas. A menudo he dicho que todo es energía y nada más existe. Un germen es un punto de energía que contiene en sí ciertas potencialidades vivientes, causando ciertos efectos sobre el campo circundante de energía, produciendo ciertas formas de expresión, reconocibles en el plano físico. Pero en último análisis, sólo se refiere a un tipo de energía activa que forma parte de la energía disponible que se halla dentro y alrededor del planeta Tierra y sobre él.

Respecto a la enfermedad, un germen continúa siendo un punto de energía, pero debe ser considerado como energía que no funciona correctamente en relación con la forma particular que se ha hecho susceptible a su actividad o es consciente de su presencia.

Los gérmenes son el primer efecto de una causa original. Algunos pocos forman parte del mal planetario, lo cual significa que tienen un origen mental profundamente arraigado y de tal magnitud, que la mente finita de los hombres no puede concebirlos. Por ejemplo, los efectos de tales causas pueden ser una violenta, ardiente y frenética devoción a una idea o persona, o pueden manifestarse como una fiebre en el cuerpo físico, análogamente violenta y ardiente y, de acuerdo a sus síntomas, la profesión [i321] médica le aplicará un nombre técnico. La causa originante es la misma y los efectos sobre la personalidad diferirán de acuerdo al foco de atención o donde se haya puesto el énfasis de la vida. Reflexionen sobre esto porque aquí he sugerido algo muy importante.

Cuando empleé las palabras “el foco de atención”, no me referí a ninguna actitud mental o a una mente atenta, sino al impacto de la fuerza vital en determinada dirección, lugar y aspecto del cuerpo humano, hacia donde la energía vital va dirigida. Los gérmenes son organismos vivientes, grandes o pequeños. Se introducen en el mecanismo humano por intermedio de la fuerza vital, que a su vez utiliza al corazón y a la corriente sanguínea como agentes distribuidores, de la misma manera que la energía de la conciencia utiliza al sistema nervioso y al cerebro como agente distribuidor. Donde existe debilidad inherente o heredada, la fuerza vital no está adecuadamente enfocada, entonces tendremos algún tipo de congestión, un desarrollo detenido o alguna predisposición a la enfermedad. Cuando esto sucede, los gérmenes pueden hallar un lugar fructífero en el cual desplegar su actividad maligna. Cuando la vitalidad es grande y la fuerza vital circula libre y sin impedimento, entonces no existirán estas predisposiciones, el germen no hallará donde alojarse ni habrá riesgo de infección.

[e240] La escarlatina, por ejemplo, es contagiosa, pero no todos los que se exponen a ella la contraen. La posibilidad de desprenderse de la infección y estar inmune a las enfermedades contagiosas es mayormente una cuestión de vitalidad (quizás vitalidad en zonas determinadas del cuerpo donde reside el foco de atención y el énfasis de la fuerza vital). También puede basarse en la actividad de los corpúsculos de la sangre, que sirven para mantener en buenas condiciones la corriente sanguínea.

[i322] Este enfoque y énfasis es el mismo, respecto a los animales, pues no es el enfoque de la mente sino el de la energía vital en el cuerpo físico. Cuando ella se halla presente y es positiva, protege. Cuando es negativa y débil, deja al cuerpo físico (humano o animal) abierto a los peligros de la infección.

No puedo explicar más plenamente esto, porque el problema del origen y método permanecerá insoluble mientras el hombre emplee el actual acercamiento mental y las reacciones emocionales al dolor y a la enfermedad, y mientras ponga el mismo exagerado énfasis sobre la vida de la forma. Cuando se haya desarrollado un mejor sentido de proporción y los hombres comiencen a pensar en términos de alma, propósitos y destino, entonces la enfermedad, tal como la conocemos, se clasificará en dos principales categorías:

1.    Las que purifican y hacen necesario un período de tonificación y descanso para el cuerpo, en preparación para continuar la vida en la tierra.

2.    Las que producen el retiro, o abstracción del alma, en sus dos aspectos, vivencia y conciencia.

Las Inoculaciones.

¿Qué concepto se tiene o qué valor se le da a la inoculación o vacunación, desde el punto de vista ocultista o esotérico?” Esta pregunta se halla a menudo en la mente de los curadores cuando formulan otro interrogante, verdadero fundamento de su interés. “¿Afecta a los cuerpos sutiles? ¿Cómo?”.

La inoculación no tiene ningún objeto ni valor oculto, como no lo tiene el hecho de dar una inyección hipodérmica. Todo el asunto concerniente a los sueros e inoculaciones han sido excesivamente acentuados por los denominados estudiantes de ocultismo. Actualmente [i326] el cuerpo humano es el receptor de una cantidad tan enorme de sustancia, precipitada desde afuera al interior del cuerpo, que el tema, no obstante ser de mayor importancia, es al mismo tiempo de menor importancia de lo que los hombres creen. Ésta es la paradoja que les presento. La ingestión de alimento erróneo de todo tipo, la inhalación de humo durante siglos, la respiración [e241] de aire contaminado, la ingestión de medicinas, píldoras y tabletas de toda descripción, el saqueo de los reinos vegetal y mineral en la búsqueda de sus ingredientes, la inyección de sustancias minerales, de drogas y sueros, causa a veces admiración el maravilloso poder asimilador que posee la estructura humana.

Sin embargo, para ser justo, quisiera recordarles, en lo que concierne al bienestar físico del hombre, esos métodos y técnicas occidentales han dado por resultado una raza más saludable que la oriental, han prolongado definidamente la vida humana y eliminado innumerables y penosos flagelos físicos que exigían su tributo al hombre. Esto, como oriental, lo admito. He descrito la situación con el fin de ampliar vuestro punto de vista, comenzando de lo especifico al todo.

Referente a la enfermedad y a la inoculación, recordaré que existen tres grupos de enfermedades que no son peculiares al hombre, pero sí nativas del planeta. Dichas enfermedades se dividen en tipos totalmente diferentes en todos los reinos de la naturaleza, y estos tres tipos o grupos de enfermedades son:

1.    El cuantioso grupo de enfermedades cancerosas.

2.    El grupo de enfermedades sifilíticas.

3.    La tuberculosis. 

La mayoría de las objeciones que presentan los médicos con tendencias ocultistas están basadas inconscientemente en el sentimiento de que [i324] deberían existir métodos superiores que controlen las enfermedades del hombre, en vez de inyectar en el cuerpo humano sustancias extraídas de los cuerpos animales, lo cual ciertamente es exacto y algún día será comprobado. Otra reacción de su parte es de sensible desagrado, aún no reconocido ampliamente. Otra objeción más vital estaría basada en el sufrimiento producido a los animales que proveen vacunas y otras sustancias.

El efecto en los cuerpos internos es prácticamente nulo, y mucho menor que las mismas enfermedades. He aquí un interrogante muy interesante para el futuro. ¿En qué medida las condiciones enfermizas del cuerpo humano pueden alcanzar y afectar los cuerpos internos, desde el ángulo estructural? No tengo la intención de responder a esta pregunta. La medicina moderna controla las enfermedades, principalmente de tres modos: por medio de la ciencia sanitaria, de la medicina preventiva y de la inoculación. Éstas son las analogías inferiores de los métodos empleados en la actividad emanada del plano astral, de los niveles etéricos y de la tierra misma.

La ciencia de la sanidad, el uso del agua y el creciente conocimiento de la hidroterapia son la precipitación sobre la tierra, de [e242] ciertas actividades internas del plano astral, de naturaleza muy definida. Desde el ángulo del aspirante, a estos métodos se los denomina de purificación. 

La ciencia de la prevención (de las enfermedades y de la muerte) es la precipitación sobre la tierra de ciertos procedimientos en el plano etérico, por los cuales son empleadas correctamente las fuerzas y controlados ciertos agentes destructores, evitando que sigan su marcha destructora.

La ciencia de la inoculación es puramente física en su origen y concierne únicamente al cuerpo animal. Esta ciencia será en breve reemplazada por una técnica superior, pero aún no ha llegado el momento.

[i325] Las Glándulas.

“¿Es posible, mediante ciertos tipos de meditación, estimular los lóbulos anterior o posterior del cuerpo pituitario, cuando existe un mínimo funcionamiento? Una fórmula de meditación designada para integrar la personalidad, ¿podrá automáticamente solucionar la dificultad y establecer una adecuada actividad pituitaria? y ¿podrá también regular y equilibrar la actividad de otras glándulas importantes?”

Tenemos aquí varios interrogantes; el asunto es demasiado vasto para ser tratado dentro de los límites y el tiempo disponibles.

Sin embargo, diré, muy brevemente, que la estimulación de cualquier lóbulo del cuerpo pituitario y análogamente de alguna de las glándulas, por medio de la meditación practicada por el neófito, es una empresa muy peligrosa. Puede lograrse, pero no es un procedimiento aconsejable, excepto bajo la experta supervisión de aquellos que saben y ven más que ustedes. Las glándulas son el resultado de la actividad o la inactividad de los centros o chakras del cuerpo, y logran un desarrollo paralelo, que depende del rayo y del grado de evolución. El tema es vasto y difícil, y quisiera que recordaran que la constante centralización sobre los factores físicos que existen en el equipo de la personalidad no es la forma de actuar del discípulo. Debe lograrse, como se sugiere, la integración de la personalidad y llegar a ser un canal puro para el alma. Tal integración es el resultado, normalmente adquirido, de 

1.    la construcción del carácter,

2.    el contacto con el alma, a través de la meditación, y

3.    la expresión de la vida, a través del servicio.

[i326] La práctica de estos tres, durante muchos años, inevitablemente producirá los resultados deseados, en lo que respecta al equipo [e243] glandular, y hasta donde el mecanismo pueda resistir la presión de los requisitos del alma, pues ellos deben ser llenados en cada vida específica.

El Cuerpo Vital.

“¿Qué factores principales se requieren para la construcción de un cuerpo vital fuerte y saludable? ¿Puede una persona, si posee un cuerpo vital más o menos débil, fortalecerlo? ¿No podría ser saludable al mismo tiempo ese cuerpo vital débil y la debilidad manifestarse en la falta de resistencia y lentitud para recuperarse de la fatiga?”

Esta concisa pregunta puede ser brevemente respondida. En efecto debe ser así, pues de otra manera sería necesaria una larga discusión respecto al tema del cuerpo vital, el cual es demasiado vasto para tratarlo aquí, y sus implicaciones innumerables. Acerca de ello he dado mucho en varios de mis libros.

Cuando hablan de un cuerpo vital débil presumo que se refieren a que está flojamente coordinado y conectado con el vehículo físico, y por lo tanto débilmente aferrado a la forma externa, pues la estrecha integración del cuerpo etérico con la forma física es la causa de su poder de resistencia. Sí, se está en lo cierto al creer que se puede gozar de perfecta salud, y sentirse fatigado.

Los principales factores para el restablecimiento o el logro de un mejor control etérico son:

1.    Los rayos solares.

2.    Un cuidadoso régimen, acentuando proteínas y vitaminas.

3.    Evitar la fatiga y la preocupación.

[i327] En la actualidad el clima, las condiciones mundiales, el medio ambiente y nuestra civilización, militan contra lo antedicho y por lo tanto el individuo debe resignarse a aceptar un estado de cosas que está fuera de su control individual.

Una vida normal, sensata, regulada, es la mejor manera de lograr una mayor medida de vitalidad. Presumo que se refieren a esto. Sin embargo, ha de recordarse que donde existe un cuerpo etérico desvitalizado y las condiciones son tales que el restablecimiento de un control vital parece difícil o imposible, entonces deben reconocer las limitaciones kármicas y estar dispuestos a someterse a ellas y dejar que las cosas se arreglen por sí solas. Esta vida particular no es la única. Por lo tanto, a menudo sucede que las condiciones no pueden ser cambiadas en determinada encarnación y se prolongan debido a la rebelión y sublevación internas. Un discípulo debe aprender a seguir adelante, según la expresión, a pesar de las circunstancias y no debido a ellas. 

El Prana.

[e244] Abundante información acerca de la naturaleza del prana se halla en libro Tratado sobre Fuego Cósmico y en el libro de A.A.B. La Luz del Alma,1 donde se considera todo el tema. 

Sólo diré que: 

1.    En la manifestación no existe más que energía, que toma una forma, la emplea, activa y disipa. 

2.    Esta energía se divide en tres tipos de los denominados fenómenos eléctricos, que en La Doctrina Secreta y en Tratado sobre Fuego Cósmico se los denomina fuego por fricción, fuego solar y fuego eléctrico. [i328] 

3.    Prana es el nombre dado a la energía atraída al plano físico, desde el aspecto etérico de toda vida fenoménica Este aspecto etérico de la energía divina es una síntesis de energías. Si la energía en la cual un individuo primordialmente vive, se mueve y tiene el enfoque de su ser, es, por ejemplo, predominantemente astral, entonces la principal expresión de la energía de su equipo será la energía astral o emocional sensoria. Siempre reaccionará a la energía física o prana y a la energía astral o a las innumerables fuerzas emocional sensorias. Éstas actúan preeminentemente a través del bazo, el plexo solar y la garganta, y afectan de diversas maneras al bazo físico, al estómago y a la glándula tiroides. 

4.    El interés puesto sobre los dos tipos de energía, cuando lo evidencia un individuo, se basa en el hecho de que el mismo se halla habitualmente sumergido en ambos, y a ellos responde normal y más fácilmente. 

5.    La corriente de energía utilizada en la curación será la síntesis de las energías con las cuales el curador comúnmente trabaja, con ese tipo de energía predominante, que constituye para él la suprema energía de su vida. El curador común e ignorante, por lo general y simplemente es un transmisor de prana, la energía del planeta. Ésta se combina con las energías físico etéricas del paciente, pasando a través del cuerpo del curador, las cuales estimulan suficientemente al paciente para permitirle eliminar la enfermedad debilitadora. Algunos curadores pueden trabajar con ese tipo de fuerza, mezclada con la energía emocional, logrando así activar no sólo el cuerpo físico del paciente sino también su cuerpo astral. Esto acarrea a veces serias [e245] dificultades y a menudo obstaculiza la verdadera curación física, debido el trastorno astral producido. Sobre esto no puedo explayarme, pues no tengo tiempo para dilucidarlo extensamente. [i329] Los curadores mentales (los cuales ciertamente son muy raros de encontrar) mezclan la energía del alma con las dos fuerzas mencionadas, y ello produce la síntesis de las fuerzas de la personalidad. Llevada a cabo inteligentemente esta síntesis, logra la curación de la persona mediante la organización y alineamiento definidos. 

La cura egoica reemplaza a los tres métodos mencionados, haciendo que la energía pura del alma afluya al mecanismo del paciente y a través de éste. De esta manera actuaba Cristo, y muy pocos hombres actualmente pueden hacerlo. Sin embargo, deben tenerlo presente como objetivo a alcanzar. 

La curación física mediante el prana es muy común. Con frecuencia es temporariamente eficaz, pues concierne y trata los efectos, nunca las causas. La enfermedad por lo tanto puede mitigarse pero nunca curarse. El poder de curar mentalmente se acrecienta y produce efectos relativamente permanentes, pero la curación astral es rara y pocas veces tiene éxito. El poder de la naturaleza astral del curador y también el del paciente, y su condición generalmente irregular, son demasiado grandes para un trabajo eficaz, debido a la polarización de la humanidad actualmente y a la falta de un correcto equilibrio y control emocionales. 

Los Cuerpos Oriental y Occidental. 

Algunos curadores se preguntan asiduamente si existen diferencias en las causas y efectos de las enfermedades experimentadas en un cuerpo oriental u occidental. Responderé que: 

La humanidad es una y la misma en todo el mundo, y ambos cuerpos, oriental u occidental, están predispuestos a las mismas enfermedades y manifiestan los mismos síntomas; todos sufren de tuberculosis, de cáncer y muchas taras sexuales; todos mueren frecuentemente [i330] por neumonía e influenza. Mediante la sanidad y otros métodos curativos, llevados a cabo en gran escala, antiguas enfermedades (heredadas de los atlantes), tales como la peste bubónica y el cólera, van siendo lentamente extirpadas. Todavía brotan en Oriente, debido al vigor de las antiguas civilizaciones, a la carencia de alimentos y sanidad y a la densa población. Hay también enfermedades climáticas, que desaparecen por el aire frío de los hemisferios polares. Ciertas enfermedades son el resultado de erróneos regímenes alimenticios, empleados durante innumerables siglos. 

Una de las principales razones de la aparente diferencia (si [e246] existe) debe atribuirse a la mayor antigüedad de las razas orientales. Las enfermedades de la vejez, de la madurez y de la juventud tienen sus variaciones, y Asia y sus pueblos son muy, pero muy antiguos. Las reservas del cuerpo se van agotando rápidamente. Sin embargo, los japoneses no manifiestan signos de esa vejez. La India es mucho más vieja que Europa, pero la estirpe de chinos y japoneses es más antigua aún; no obstante no demuestran los signos de una senil vejez. La razón de ello reside en los distintos tipos de cuerpo emocional de los arios y atlantes. Toda esta cuestión es extremadamente difícil. 

De todas maneras podría responder a la pregunta brevemente, diciendo que no hay casi diferencia en las causas básicas de las enfermedades en Oriente y Occidente, pues son las mismas para toda la familia humana.

El Sistema Nervioso. 

Mediante la correcta comprensión de la relación del cuerpo etérico o vital (sus centros mayores y menores y su red de nadis) con el sistema nervioso del cuerpo humano, pueden conocerse dos grandes aspectos de la actividad del alma.

Primero, ese aspecto de la vida egoica que permite al alma movilizar y obligar al mecanismo [i331] físico, el cuerpo, a que encarne y entre en actividad, mediante la acción energetizadora de lo que llamamos Vida

Segundo, ese aspecto de la vida egoica que mantiene la salud del vehículo físico mediante el libre juego de las corrientes pránicas. Lo antedicho intenta expresar una gran verdad, en la forma más sencilla posible. El verdadero significado de la afirmación dada, encierra el próximo gran paso a dar en el campo de la verdadera psicología y de la curación. Todo el temario es profundamente interesante. Me he ocupado parcialmente de él, 2 y será de valor estudiar el tema allí delineado.

A este respecto podría discutirse la situación general muy brevemente, de la siguiente manera.

El ser humano es una combinación de variados tipos de fuerza. Tenemos la fuerza o energía de la materia misma, que podría ser considerada en su totalidad como el aspecto energía de las células o átomos del cuerpo. La palabra “célula” sugiere en su acepción común una vida aprisionada, y vida y energía son, para los esotéricos, términos sinónimos. Eeste es el tercer aspecto de la divinidad, expresándose en la humanidad. Existe también la energía dual que el alma personifica o transmite, lo cual se asemeja a dos [e247] corrientes de energía que se fusionan y mezclan para formar una sola corriente cuando están separadas del cuerpo, y se dividen en dos cuando penetran en la materia y la forma. Llevan a la materia o al conjunto de células vivas, la cualidad -conciencia y vida pura. Podría decirse que:

1.    La corriente de energía-vida se abre camino hacia el corazón, el corazón físico, y allí (por medio del átomo físico permanente) energetiza coherentemente a todo el cuerpo físico, empleando la corriente sanguínea como principal agente y canal de contacto y comunicación entre esta usina central [i332] de la vida y la periferia. Como bien se sabe, la sangre es vida. Esta actividad de la vida es el factor que reune y mantiene viviente en la forma todos los átomos y células del cuerpo. Cuando el alma retira este hilo de vida en el momento de la muerte, los átomos vivientes se separan, el cuerpo se derrumba y se inicia la desintegración, y las vidas atómicas retornan al depósito de poder, al seno de la materia viviente, de donde provinieron.

2.    La corriente de energía que imparte la cualidad egoica de la inteligencia, más el amor-sabiduría, y que constituye lo que entendemos por conciencia, con sus poderes de hacer contacto, sentir y razonar, no penetra más allá del cerebro físico. Allí, en la región de la glándula pineal, se concentra o ancla este segundo aspecto. Desde allí con creciente potencia, a medida que son aplicados los procesos de la encarnación y la experiencia, el alma comienza a controlar y emplear el cuerpo físico, energetizándolo para que inicie una actividad plena de propósito. Recuérdese que para el alma, el cuerpo es sólo su mecanismo de respuesta en el plano físico y un medio de expresión.

También debe señalarse, como una tercera e imprescindible afirmación, que el alma vierte en el cuerpo físico denso, por medio del cuerpo etérico o vital, su energía conscientemente dirigida. Este instrumento está compuesto de:

a.    Siete centros mayores de fuerza y cuarenta y nueve centros menores. Los centros mayores se hallan en la cabeza y a lo largo de la columna vertebral. Los centros menores están dispersos por todo el cuerpo.

b.    La red etérica, compuesta de corrientes de energía, conecta todos los centros con dos sistemas -uno mayor y otro menor- e irradia desde esos centros a todo el cuerpo. [i333]

c.     Los nadis son hilos infinitamente pequeños de energía, o fibras de fuerza que irradian externamente desde todas las partes de la red y subyacen en cada parte del triple sistema nervioso. Existen por millones, y producen el mecanismo [e248] sensorio de respuesta a través del cual actuamos, siendo una de sus exteriorizaciones, el mecanismo de los cinco sentidos. 

La usina controladora variará de acuerdo al grado de evolución alcanzado:

1.    La humanidad de grado inferior utiliza el plexo solar como lugar donde la energía básica se localiza temporariamente. El centro ajna desarrolla muy poca actividad.

2.    La humanidad común actúa parcialmente a través del centro plexo solar, pero mayormente a través de los centros ajna y laríngeo.

3.    La humanidad más avanzada, los intelectuales y los aspirantes del mundo emplean el centro coronario además de los centros ajna, laríngeo, cardíaco y plexo solar.

Para finalizar podría decirse que el mecanismo físico, resultado directo de la actividad interna de los centros, de la red etérica y de los nadis, es el corazón, el sistema endocrino y el cerebro. Dentro de este plan general, someramente delineado, tienen cabida la antigua medicina (particularmente, la tibetana, la china y la hindú), conjuntamente con nuestra moderna ciencia occidental. Aún queda por establecer la correlación de las técnicas orientales y occidentales, y mucho se obtendrá con ello. Más allá de esto no puedo extenderme, pero lo antedicho será suficiente para demostrar que los métodos que descubrirán al leer este libro, y son legión, pueden tener relación con este esquema general de los procesos energéticos en el cuerpo humano.

[i334] La Dieta.

Ninguna dieta puede ser del todo apropiada para un grupo de personas de diferentes rayos, diferentes temperamentos y equipos y diversas edades. Cada individuo difiere totalmente de otro, en algunos puntos; deben investigar qué necesitan como individuo, cómo pueden ser mejor satisfechos los requisitos corporales y qué tipo de sustancia les permitirá prestar mejor servicio. Cada persona debe descubrirlo por sí misma. No hay régimen alimentario grupal. Tampoco es obligatorio eliminar la carne ni mantener un estricto régimen vegetariano. Existen períodos en la vida y a veces encarnaciones enteras, en que el aspirante se somete a una disciplina alimentaría así como en otros períodos, o en toda una vida, se exige temporariamente un estricto celibato. Pero hay otros ciclos de vidas y encarnaciones donde el interés del discípulo y el servicio que presta, se orientan hacia otra dirección. Hay encarnaciones posteriores donde ya no existe un constante pensamiento sobre el cuerpo físico, y el hombre actúa libre de los complejos [e249] dietéticos y vive sin concentrarse en la vida de la forma, ingiriendo los alimentos disponibles, con los cuales puede mantener una vida eficiente. En el pasado se consideraba esencial seguir un régimen vegetariano como preparación para recibir ciertas iniciaciones. Pero no siempre es así, pues muchos discípulos creen que se están preparando prematuramente para la iniciación. 

El Bazo 

El bazo es el agente más importante de la fuerza vital, pero ésta es fuerza vital inherente en la materia misma, independientemente de la forma. Está estrechamente relacionado con el cuerpo físico planetario, siendo la exteriorización de un centro muy importante. 

[i335] Tres centros en el cuerpo (con exteriorizaciones similares) son esencialmente básicos para la vida: 

1.    El centro cardíaco y el corazón físico mismo. En ellos está localizado el principio vida (el aspecto Espíritu). Vida y Espíritu son uno.

2.    El centro coronario y el cerebro, donde está localizado el principio conciencia (el aspecto Alma).

3.    El centro pránico y el bazo, donde está localizada la vida de la materia misma (el aspecto Materia).

Deben tener presente que, como indica H. P. B., el cuerpo físico denso no es un principio. Es la materia atómica mantenida como forma, por la sustancia etérica bajo el control del alma. Responde automáticamente y reacciona a los impactos del mundo externo y a los impulsos internos, pero no tiene vida iniciadora propia. Está compuesta por unidades de energía, así como todo en la naturaleza, y tiene su propia vida individual; el bazo es el foco de distribución de energía para esta vida.

Por medio del bazo se ponen en contacto la vida negativa de la materia y la energía viviente del positivo cuerpo etérico; entonces se enciende una “chispa”, según se la denomina, entre los cuerpos internos vivientes del hombre (a través del cuerpo etérico) y el plano físico. Esto es un reflejo en el peldaño más inferior de la escala evolutiva, en lo que concierne al hombre, y corresponde a la relación alma y cuerpo o -en una vuelta más alta de la espiral- espíritu y materia.

El Nervio Vago.

Hay dos centros poderosos conectados con el nervio vago: el centro cardíaco y el centro en la base de la columna vertebral. Ambos, cuando están controlados por el alma, funcionando a través del centro coronario (el [i336] brahmarandra), producen el ascenso [e250] del fuego kundalínico. Cuando esto tiene lugar, impele a todo el sistema nervioso a emprender un tipo especial de actividad rítmica y de respuesta, y esto se logra estimulando y controlando el nervio vago. El nervio vago no es el instrumento para elevar el fuego kundalínico, sino a la inversa. Cuando la cabeza, el corazón y el centro en la base de la columna vertebral están en relación magnética y dinámica, produciendo un efecto radiatorio, entonces afectan al nervio vago y los fuegos del cuerpo se unifican y elevan, purificando y “abriendo todas las puertas".

El Ojo. 

Existe cierta escuela de científicos teóricos que trabajan sobre la teoría de que el ojo es el factor declarante en el cuerpo humano y la regla o clave para su correcta comprensión. Ya han comprobado muchas cosas en relación con su poder declarativo en lo que concierne a las enfermedades. Van por buen camino. No obstante, la ciencia con la cual están trabajando, es tan embrionaria aún, que sus conclusiones no se hallan plenamente comprobadas ni son del todo dignas de confianza.

En un futuro inmediato, cuando nuestra vida planetaria esté más apaciguada, el tema de la Visión y la percepción de los mundos internos por el ojo, recibirá un gran impulso y se revelarán condiciones hasta ahora no soñadas. El hombre entrará en una nueva vida y en una era superior de comprensión. La enseñanza sobre el iris del ojo es un indicio de ello.

¿Por qué no leen algo acerca del ojo y observan las analogías ocultas, con el mundo creado y con todo el problema de la luz? Los ojos y el alma están estrechamente relacionados y -hablando en términos esotéricos- el ojo [i337] derecho representa al alma, por consiguiente, es el agente de budi, mientras que el ojo izquierdo representa la personalidad y es el agente de la mente concreta inferior. Hallarán interesante lo que se dice en La Doctrina Secreta y en otros libros (incluyendo los míos) respecto a esto, pues llevará a la conclusión de que aquí tenemos un campo virgen de investigación y una enseñanza que justificará un cuidadoso estudio, aunque sólo fuera para bien del grupo.

Las Causas psicológicas de las Enfermedades.

“Las causas psicológicas de las enfermedades” ¿se registran como síntomas cerebrales antes de reflejarse en otras partes del cuerpo? Una frase del libro La Luz del Alma tiene relación con esto:

“El cerebro, por ejemplo, es la ‘sombra’ o el órgano externo de [e251]la mente, y el investigador hallará que el contenido de la cavidad cerebral tiene una analogía con los aspectos del mecanismo humano, en el plano mental”.

Tengan presente que las fuerzas de la vida actúan a través del corazón, utilizando la corriente sanguínea, mientras que el aspecto conciencia lo hace a través del cerebro, utilizando el sistema nervioso. Éste es el primero y más importante punto a captar.

Las causas psicológicas de las enfermedades se registran en el cerebro o (si es de orden muy inferior) en el plexo solar. Sin embargo, no hacen sentir su presencia como síntomas de enfermedad en los lugares donde así se registran. Son energías o fuerzas que producen como resultado -cuando se ponen en contacto con las energías del cuerpo- (y no antes) esas condiciones que denominamos enfermedades. Las causas psicológicas constituyen tipos de energía, actuando a través de centros apropiados del cuerpo, y éstos a su vez condicionan el sistema glandular. [i338] La secreción u hormona, generada por esta estimulación esotérica, halla su camino hacia la corriente sanguínea, y el resultado de esta interacción puede ser buena salud, cuando expresa causas psicológicas sanas, o mala salud en caso contrario.

La relación interna entre las energías más sutiles que actúan a través de ciertos centros, además del sistema endocrino relacionado y su relación con la corriente sanguínea, constituyen la posibilidad de la enfermedad y su curación. Pero académicamente falta aún este reconocimiento. Gran parte de la psicología inherente ha sido captada, pero hay una brecha todavía entre los cuerpos físico y etérico y, académicamente, hasta ahora el cuerpo etérico es muy poco reconocido. Tampoco hay una verdadera comprensión de la relación que existe entre la siquis interna y la forma externa, vía el cuerpo etérico. El estudio de las glándulas ha ayudado en parte, pero la ciencia médica debe dar otro paso y relacionar el sistema glandular con los centros internos.

Los Problemas de la Melancolía.

Los problemas de la melancolía son difíciles de encasillar debido a una amplia variedad de causas. Las enumeraré aquí y quizás alguna vez podrán ser de utilidad:

1.   Un sentido de frustración, una insatisfecha vida de deseos o el reconocimiento de un fracaso fundamental en la vida.

2.   Un sentido de lo dramático, y un deseo de figurar en forma importante en el pequeño escenario de la vida personal. Esto a menudo no es comprendido y tiene un origen verdaderamente subconsciente, o podría ser un hábito o actitud cuidadosamente cultivada. [e252]

3.   Un estado de desvitalización, en gran parte de naturaleza etérica, que sustrae a la vida toda alegría y deseo y siempre presenta un sentido de futilidad. Muchas mujeres tienen esta experiencia durante la menopausia. [i339]

4.   Ciertas formas de desintegración de las células, en una zona particular del cerebro. 

5.   Basadas en el temor a la demencia y a la muerte -temor infundado, que nunca se ha materializado, pero constituye una idea fija, tanto que la persona llega a ser víctima de una forma mental bien desarrollada.

6.   Una sintonización, mediante la supersensibilidad, con el sufrimiento y el dolor masivo del mundo. Esto puede afectar temporariamente a los discípulos.

7.   Esta situación raras veces es producida por algún tipo de obsesión, tal como “una entidad aferrada a la tierra o una persona viviente, semejante a un vampiro”. Se han conocido muy pocos casos de éstos y son demasiado raros para ser considerados como un factor.

8.   A veces una persona se sintoniza con un estado de melancolía masiva, como el que se reproduce en los sanatorios o asilos. La condición no tiene nada que ver con el sujeto, pero por ser sensible, se identifica con quienes sufren de melancolía aguda.

9.   La melancolía, como síntoma de enfermedad (no como enfermedad cerebral), es también muy frecuente y desaparecerá cuando la enfermedad sea adecuadamente tratada.

Una persona puede sufrir debido a la combinación de tales causas, por ejemplo, digamos, la combinación de las causas 1, 2 y 6.

El Plenilunio y la Sicosis. 

Uno de los sectores de la medicina esotérica se ocupará en el futuro de la ley de los ciclos lunar y solar. Entonces se comprobará que es una realidad lo que siempre se ha sospechado, y generalmente se lo reconoce ahora, que el período del plenilunio tiene un efecto definido sobre las personas desequilibradas, sobre el estado de ensueño y frecuentemente condiciona [i340] drásticamente los estados neuróticos y eróticos, tan predominantes en la actualidad.

El enorme acrecentamiento de la demencia y del desequilibrio de hoy se debe a tres causas principales:

1.   El período de transición actual, que produce el choque entre las fuerzas acuarianas y pisceanas, ha llevado a tal condición, que dificulta a las personas sensibles vivir en forma normal. Expresaré la idea simbólicamente: es como si la raza después de habituarse a vivir en la tierra tuviera que acostumbrarse [e253] ahora a vivir en el agua. Hablo desde el punto de vista de la forma. 

2.   El intenso estímulo espiritual y mental aplicado hoy a las masas por la Jerarquía planetaria, tiene como intención poner fin a las antiguas formas de vivir y crear nuevas, mediante el proceso de adaptación, trayendo así una nueva civilización basada en una cultura más subjetiva. Quisiera que reflexionen sobre esta última frase.

3.   La mayor afluencia de luz desde el plano astral (hecho no reconocido hoy) y también el enorme acrecentamiento de la iluminación común en el plano físico. Esto produce supersensibilidad. El trabajo realizado por el prevaleciente empleo de la luz eléctrica y el resplandor general en que ahora vive la humanidad, exigirá su tributo a la raza, hasta que el mecanismo humano se haya adaptado a la luz. Recuerden que sólo desde hace cien años se ha generalizado el empleo de la luz y tiene un efecto esotérico, con resultados de amplio alcance.

Menciono estas tres cosas porque son responsables de la mayor parte de la predisposición a una anormal sensibilidad. Los estudiantes de ocultismo saben muy bien que, durante el plenilunio, son más fáciles de hacer que en otro [i341] momento ciertos contactos elevados, pero justamente aquí reside la dificultad.

En el momento del plenilunio (durante un periodo de cinco días) la Luna y el planeta reciben y reflejan más cantidad de luz del Sol, que en otros momentos. Ello tiene una causa subjetiva. Sólo puedo explicarla por medio de un símbolo que les impartirá la verdad o servirá de pantalla. Simbólicamente hablando, el período de más intensa meditación de nuestro Logos planetario corresponde al plenilunio de cada mes, así como ustedes meditan diariamente, también Él en Su alto lugar, tiene Su punto cíclico de contacto. Ello produce la afluencia de radiación y la entrada de energía subjetiva y objetiva y también facilita al verdadero estudiante el trabajo que realiza en el plano mental; le permite meditar con más éxito y comprender con más facilidad, compartiendo definidamente las realizaciones del Señor de Shamballa.

La Luna, como bien saben, es un cascarón, una antigua forma a través de la cual se expresó en un tiempo el Logos planetario. Se está desintegrando física pero no astralmente, en forma lenta, hallándose por lo tanto muy estrechamente vinculada con el cuerpo astral del Logos planetario y en consecuencia con los cuerpos astrales de toda la gente. Ejerce una influencia muy poderosa en el plenilunio, sobre las personas desequilibradas. Oportunamente se descubrirá la falta de equilibrio -pues en realidad es eso- entre el cuerpo astral, el cuerpo etérico y el mecanismo físico. 

[e254] Los aspirantes y las personas definidamente mentales, pueden beneficiarse en estos ciclos de plenilunio; quienes son decididamente desequilibrados, positivamente astrales y emocionales y frecuentemente arrastrados por los deseos incontrolados, se ven obstaculizados, sobrestimulados y síquicamente trastornados durante dichos ciclos. En ese momento se ilumina el velo de la ilusión con el consiguiente resultado de alucinación, visión astral, [i342] impulso síquico, y esas erróneas interpretaciones de la vida, por el excesivo énfasis puesto sobre ciertos aspectos de la misma, que denominamos fobias, locura, etc.

Quisiera sugerirles algo que yo no puedo probarles, pero que el futuro substanciará. Las principales enfermedades llamadas mentales, rara vez tienen que ver con la mente misma, y son: 

1.    Enfermedades del cerebro.

2.    Desórdenes del plexo solar.

3.    Predominio astral.

4.    Clarividencia y clariaudiencia prematuras.

5.    Obsesión.

6.    Carencia de mente.

7.    Insensibilidad anímica.

Esta amplia generalización no se refiere a ese tipo de enfermedades que involucran la mente y el cerebro. Las enfermedades de los místicos pertenecen a otra categoría, las cuales por supuesto incluyen el cerebro, indican un desequilibrio mental, producen variados tipos de enfermedades cardíacas y diversas tendencias neuróticas, que afectan tan a menudo a los santos del mundo.

Sin embargo, agregaré algo para alentarlos. A medida que toda la raza sea regida por el Señor solar, el dios Sol, el Alma, entonces los ciclos de la Luna, irán perdiendo paulatinamente sus malignos efectos y desaparecerán diversas dolencias neuróticas y enfermedades mentales, hoy tan prevalecientes. No ha llegado aun el momento, ni es conveniente que dé mayor información acerca de la Luna y de sus fases, pues constituye uno de los más grandes misterios, que serán revelados en la tercera iniciación.

[i343] La Distribución de Fuerza; la Transfusión de Sangre.

En vez de dos interrogantes tenemos aquí varios. Permítanme enumerarlos a fin de que se den cuenta de lo que quiero significar y también para responder con claridad. Algunos se deducen y no están presentados en forma definida, pero si he de ocuparme de ellos deben ser formulados como preguntas, y aún así, el tema es tan vasto que no quedará tiempo para tratarlo. [e255]

1.    ¿Cómo se podría lograr, para bien de todos, una distribución más armoniosa de la fuerza?

2.    ¿Puede darnos una instrucción más específica e indicarnos algunos métodos esotéricos, apropiados a nuestra etapa de desarrollo, en conexión con este problema de distribución?

3.    ¿La transfusión de sangre tiene alguna analogía con el proceso de transfusión de las energías sutiles en los planos internos?

4.    ¿Existe algún sistema especial, además del que ya estamos tratando de aplicar, por el cual, quienes pertenecemos al segundo rayo, podríamos hacer una transfusión más eficaz de nuestra cualidad del amor, a los hermanos de primer rayo, y viceversa?

5.    ¿Cuál es la interrelación y la colaboración, entre las vidas que pertenecen a los distintos rayos y particularmente entre las entidades de primero y segundo rayos?

6.    ¿En qué forma puede ayudarnos e inspirarnos prácticamente el ejemplo de la estrecha colaboración y amistad que existe entre el Maestro M. y el Maestro K. H.?

Verán, por lo mencionado, cuán imposible es tratar este amplio campo temático. Sin embargo responderé brevemente a algunas de ellas e indicaré las líneas que sus ideas pueden seguir. 

1.    La distribución armoniosa de las fuerzas varía en su orden y por consiguiente en sus efectos externos, no sólo [i344] de acuerdo a los tipos de rayo sino a la edad del alma y a la etapa del individuo en el sendero. Existe una diferencia en este orden en los cuerpos sutiles del discípulo en probación, del discípulo en aceptación y del discípulo aceptado y para cada grado en el sendero de iniciación. Este orden se establece de tres maneras o está sujeto a tres tipos de influencias en desarrollo.

a.    Mediante una vida de aspiración tal como se registra en la conciencia del cerebro físico. 

b.    Mediante el despertar espontáneo de los centros y su correcta progresión geométrica. Sobre esto me he referido en alguno de mis libros y no es posible decir más, porque es uno de los secretos de la primera iniciación. El reordenamiento y el reajuste continúan durante todo el período en que se recorre el sendero, técnicamente entendido. 

c.     Mediante la descentralización de toda la vida interna consciente. El servidor se convierte en: 

1.    El místico extrovertido.

2.    Aquel “que se aparta del centro”.

3.    Aquel “que vive en la periferia del corazón”.

4.    Aquel “que se cierne sobre el loto central”. [e256]

5.    Aquel “que está distante y ve desde lejos, aunque vive dentro de la forma de todo lo que es

Un estudio de estas frases descriptivas puede dar la clave de la correcta distribución de la energía.

2.   La segunda pregunta está parcialmente contestada en la breve explicación anterior: En mis instrucciones personales impartidas a ustedes 3 hago todo lo posible por lograr dos cosas:

a.   Esclarecer el campo de la vida de la personalidad a fin de que las energías superiores puedan actuar libremente. [i345] 

b.   Establecer esas condiciones y orientación que producirán armonía interna y, en consecuencia e igualmente, relaciones armoniosas externas. Sin embargo recordaré que la armonía interna del miembro de un grupo quizás no sea adecuada para lograr la armonía en otro miembro o en el grupo.

3.   La transfusión de sangre simboliza dos cosas: primero, que la sangre es vida y, segundo, que existe sólo una Vida que compenetra todas las formas, y por lo tanto es transferible cuando las condiciones son correctas. Es también un acto sintético de servicio. Reflexionen sobre esto.

4.   Su pregunta me proporciona la oportunidad de señalar que aún la comprensión y el interés puestos en los tipos de rayo (tal como están representados, por ejemplo, en un grupo pueden conducir a una sutil actitud separatista. No es necesario para un Hijo de Dios en encarnación en el plano físico o en los tres mundos, “transfundir” la cualidad de su rayo a su hermano. Estas cualidades de rayo son compartidas equitativamente por todos, y la propia alma del hermano -que no difiere de otra alma- efectuará la necesaria transmutación o transfusión en la vida de la personalidad. Se puede facilitar el proceso proporcionando esas condiciones armónicas y de paz, donde un hermano enfrenta pocas actitudes antagónicas y donde la interacción del amor puede producir una estimulación efectiva. Pero esto no es transfusión. Lo que existe en uno existe en todos, y la cualidad del amor (por encima de las demás cualidades) es la característica dominante de todos los rayos.

5.   Esta pregunta no sólo es uno de los misterios de las ciencias ocultas, sino de naturaleza tan vasta en sus implicaciones que constituye un problema demasiado complicado para ocuparme aquí.

6.   La relación entre los dos Maestros que usted menciona puede ser estudiada de dos maneras: [e257][i346]

a.    Por la consideración de la relación efectiva y activa existente entre Sus grupos de discípulos.

b.    Por el estudio de esas personas (y hay muchas) que tienen personalidad de primer rayo y Ego de segundo rayo o viceversa.

En último análisis, cuando tratamos de vivir altruistamente, efectuamos la correcta distribución de la fuerza, que conduce a las relaciones armoniosas. Para el probacionista esto significa una actividad altruista impuesta en el plano físico. Para el discípulo aceptado involucra una vida liberada de todo egoísmo y emoción autocentrada, de los cuales la autoconmiseración y autodramatización son ejemplos destacados; para el iniciado significa una actitud mental, desprovista de pensamientos egoístas y libre de dramatizaciones, en lo que al Ego se refiere.

El Sufrimiento.

El sufrimiento, en última instancia, sólo es posible cuando el alma está identificada con el cuerpo, o más bien cuando el aspecto espiritual del alma (en el cuerpo) está identificado con el alma animal que anima y vitaliza la forma y constituye su vida temporaria. Durante la inconsciencia, el alma animal es consciente del dolor y el sufrimiento, y esto lo conocen muy bien quienes cuidan y vigilan; pero no existe verdadero dolor ni angustia, cuando el hombre real, el alma espiritual, ha sido expulsado por el excesivo dolor (como en la verdadera inconsciencia) o por los narcóticos.

El sufrimiento del alma, cuando la personalidad se desvía, es sólo una frase simbólica. No existe verdadero dolor ni sufrimiento, y con frecuencia ningún conocimiento de lo que está sucediendo, porque la vibración no es suficientemente elevada como para penetrar en ese plano superior donde mora el alma. No obstante, cuando [i347] existe tal conocimiento, el alma experimenta, si puedo expresarlo así, el sentimiento de que ha perdido la oportunidad y, en consecuencia, un sentido de frustración, pero no pasa de esto, porque la paciencia del alma así como la de la Jerarquía, son ilimitadas. Si hablamos simbólicamente y decimos que el alma sufre, no debe ser interpretado en términos comunes.

El sufrimiento de Cristo o el del Logos planetario o el de Dios Mismo, no puede ser comprendido en términos de reacción de la personalidad. Empleamos esas palabras pero, realmente, significan “identificación desapegada y aislada”. ¿Esto significa algo?

Identificación errónea es causa de dolor y conduce al sufrimiento, angustia y a diversos efectos. La identificación correcta conduce a entender y comprender las actitudes psicológicas del que sufre, [e258] pero no el verdadero dolor o la angustia, como normalmente lo comprendemos.

La Energía Planetaria.

La totalidad de energías permanece la misma mientras dura un planeta con sus formas y expresión de vida. Ella forma parte del gran depósito de energía. El empleo y efecto de esta energía lo observamos cuando es apropiada por una forma o formas de cualquier tipo y atraída de su propio lugar y llevada a otro donde no actuaría comúnmente. Crea allí situaciones y dificultades estrechamente vinculadas al karma y al destino del hombre. Se produce una gran abstracción de energía que denominamos Muerte, cuya influencia en un momento dado llega a ser más poderosa que las influencias unidas de los átomos y las células del cuerpo. Tiende a retirar y finalmente a abstraer la energía del alma, que se vale de esas potencias durante el proceso de descarte de un vehículo en un plano u otro. Podría decirse que las simientes de la muerte (el germen de la muerte) están latentes en el planeta y en las formas. [i348] Cuando son suficientemente fuertes para ser reconocidas, entonces las denominamos gérmenes, pero esto significa una definida etapa de comprobación casi tangible. Cuando son indebidamente potentes, producen una enfermedad grave y la consiguiente muerte; cuando producen efectos más débiles los denominamos dolencias, y observamos sus efectos purificadores. Estas contaminaciones (como podrían denominárselas, aunque no es una palabra apropiada) lo son únicamente cuando ese conjunto de energías que llamamos hombre son puestas en contacto con estas influencias contaminantes o tipos de antiguas energías, y la reacción o respuesta es mala, en lo que al bienestar del cuerpo físico concierne.

La Transmutación del Deseo.

Debe tenerse en cuenta aquí que el deseo controla y domina la acción cuando la fuerza de la vida está enfocada en la naturaleza deseo, como sucede predominantemente en la mayoría. El control mental planificado es sólo posible cuando la vida está enfocada en el plano mental. Cuando esto sucede, no será necesario reprimir el deseo, porque el poder de la atención enfocada estará en otra parte y, en consecuencia, no habrá que suprimir ningún deseo intenso. Supresión es el esfuerzo que hace el hombre, enfocado en el cuerpo astral, para atraer el aspecto voluntad de la mente. Pero esto lo hace raras veces. El deseo podrá desvanecerse debido al intenso esfuerzo que hace el hombre para adquirir cierta conciencia mental, pero en realidad no hay supresión de la voluntad ni tampoco se la evoca. Cuando la vida del hombre ha transcurrido, controlada por la mente, desde los niveles mentales, entonces tiene [e259] lugar de transmutación; la transmutación (por la cual se cambia y altera la naturaleza astral) podrá ser de naturaleza espiritual, o simplemente de conveniencia. El deseo puede ser transmutado en aspiración espiritual o en una actitud acorde con la voluntad de la mente que la expresa. De allí la necesidad de un cuidadoso análisis de los móviles y objetivos.

[i349] El Karma.

He sugerido ya que todo el tópico del karma aún no es comprendido perfectamente. Existe una gran Ley de Causa y Efecto, pero hay un particular aspecto que nunca ha sido acentuado, y el conocimiento de la humanidad sobre el tema del karma es muy elemental. El karma ha sido siempre interpretado como desastre, consecuencias dolorosas, error y castigo, acontecimientos funestos para el individuo y el grupo. Sin embargo tal es la belleza de la naturaleza humana, y gran parte de lo que se realiza es de cualidad tan refinada y altruista y tan felizmente orientado, que frecuentemente el mal es neutralizado por el bien. En todas partes hay, aunque no se crea, abundancia de buen karma, de igual potencia (de acuerdo a la misma ley) que el malo. Esto raras veces se menciona. El buen karma pone en actividad fuerzas que pueden actuar como energías curadoras en cualquier caso específico. El curador siempre puede disponer de esas energías, para el bien, porque las ha ganado y son operantes. Éste es mi primer punto. Reflexionen sobre él.

El karma es un factor determinante, pero si el curador no es un iniciado avanzado y capaz de trabajar efectiva e inteligentemente en los niveles causales donde mora el alma, le será imposible decidir si un caso específico cederá o no al tratamiento curativo. Por lo tanto el curador o discípulo practicante asume mentalmente la posibilidad de curar (pudiendo o no ser posible), y mediante el buen karma del paciente, procede a aplicar toda la ayuda necesaria. Éste es mi segundo punto.

El tercer punto, consiste en sugerir a quienes están dedicados al arte de curar, que muchos de los llamados desastres, implicados en la enfermedad y la muerte (particularmente esta última), residen en la errónea actitud hacia la muerte y en la [i350] sobrestimación de los beneficios que otorga la vida de la forma. La liberación del alma, por medio de la enfermedad y la muerte, no es necesariamente un acontecimiento desgraciado. Es esencial que se adopte una nueva y mejor actitud hacia el fenómeno de la muerte, lo cual es posible y está cercana. Sobre esto no es necesario que me extienda, pero trato de darles una nueva perspectiva del tema de las enfermedades y la muerte.

[e260] ¿Les sorprendería si dijera que de acuerdo a la Ley se pueda “interferir el karma”? Las grandes leyes pueden ser trascendidas y a menudo lo han sido en el pasado, y en el futuro lo serán con más frecuencia. La Ley de Gravedad es contrarrestada y trascendida, frecuente y diariamente, por un avión en vuelo. La energía de la fe puede poner en movimiento energías superiores que rechacen o retarden la enfermedad. El tema de la fe y su significado y potencia vitales es tan poco comprendido como la Ley del Karma. No puedo explayarme más sobre este vasto tópico, pero he dado suficiente como para que reflexionen.

Referente a la prolongación de la vida, lograda en el último siglo de realizaciones científicas, quisiera señalar que las verdaderas técnicas y posibilidades de la organizada acción del alma son siempre parodiadas y falsamente demostradas en el plano físico por las primeras actividades científicas, que tienen un correcto móvil pero sólo son un símbolo, en la esfera externa de la vida, de la verdadera y por lo común futura actividad del alma. El lapso de vida oportunamente será corto o largo, según la voluntad de las almas que sirven conscientemente y emplean el mecanismo del cuerpo como instrumento para servir al Plan. En la actualidad, con frecuencia, se mantiene la vida en la forma -tanto en la vejez como en la infancia- que bien podría liberarse. No cumplen ningún propósito útil y causan mucho dolor y sufrimiento a formas que la naturaleza (si se la dejara actuar) no las utilizaría y las extinguiría. Observen esta última palabra. Debido al excesivo énfasis puesto sobre el valor dado a la vida [i351] de la forma, al temor universal que se tiene a la muerte -esta gran transición que todos debemos enfrentar- y a nuestra incertidumbre acerca de la realidad de la inmortalidad y debido a nuestro profundo apego a la forma, detenemos el proceso natural y nos aferramos a la vida, la cual lucha por liberarse, confinada en cuerpos muy inadaptados para los propósitos del alma. No me interpreten mal. No tengo la intención de decir nada que pueda constituir un aliciente para el suicidio. Pero sí digo, y lo hago con énfasis, que la Ley del Karma frecuentemente queda en suspenso cuando las formas se mantienen en expresión coherente, las cuales debían haber sido descartadas, pues no sirven a ningún propósito útil. En la mayoría de los casos esta preservación es impuesta por el grupo al que pertenece el sujeto y no por el sujeto mismo -siendo con frecuencia un inválido consciente, una persona de edad cuyos mecanismos de contacto y respuesta son imperfectos, o un niño anormal. Tales casos constituyen ejemplos definidos de la neutralización de la Ley del Karma.

El alma, por medio del alineamiento, comienza a utilizar correctamente el tiempo; o mejor dicho, el cerebro, que es el único factor consciente del tiempo en el hombre, ya no es el atributo [e261] predominante; la mente, como agente del alma (cuya conciencia incluye el pasado, presente y futuro), ve la vida y la experiencia tal como realmente es. Por lo tanto se habla de la muerte como de un episodio y como el punto de transición en una vasta serie de transiciones. Cuando sea comprendida esta actitud del alma se alterará totalmente la técnica de vivir, e incidentalmente la de morir.

En conclusión, aunque parezca una negación de todo lo que he dicho anteriormente, repetiré que el curador, dará lo mejor de sí mismo a quien trata de curar. Como la mayoría no posee el poder de la clarividencia, siendo consciente del factor tiempo e influido por el karma, hará todo lo que pueda, según su entrenamiento y las instrucciones dadas en este tratado [i352] sobre curaciones. Deben comprender que el objetivo que tiene ante sí actualmente todo curador, en esta época y en este punto del desarrollo evolutivo de la raza, es la necesidad, cuando se le pida, de ayudar a restablecer la salud del cuerpo y a prolongar la experiencia en la vida. Además es conveniente comprender que gran parte de lo que creen, aceptan y enseñan los metafísicos de hoy, está basado en erróneas premisas, tales como la naturaleza de la materia, la ecuación tiempo, el valor de la existencia de la forma y el temor a la muerte; traten de eliminar de la conciencia dichas actitudes y obtendrán una perspectiva más verdadera del arte de curar.

Más adelante, probablemente dentro de pocos años, podremos comenzar a ocuparnos de casos específicos. Ahora sólo procuro darles amplias generalizaciones, leyes y proposiciones básicas, y no oscurecer las cosas con ocurrencias, temporarias o crónicas, que pertenecen exclusivamente al plano físico, o con la muerte y el destino.

Ningún pedido de ayuda debe ser rechazado. No deben hacer oído sordo a los malestares, ya sean físicos, mentales o psicológicos. Llamaré la atención sobre el hecho de que el éxito en la curación no siempre podrá significar liberación de la enfermedad ni la curación física del paciente. Simplemente podrá significar para el individuo, si ha tenido éxito físicamente, la postergación del plan del alma. El éxito podrá significar la corrección de erróneas actitudes internas, equívocas corrientes de pensamiento y al mismo tiempo dejar al cuerpo físico tal como estaba. Ello podría significar que el paciente (por la paciencia y la sabia enseñanza) se pone en armonía con su alma y obtiene la consiguiente reorientación de la vida hacia las eternas verdades, lo cual podría consistir en la preparación adecuada para ese gran acontecimiento que llamamos muerte, trayendo así alivio al dolor.

[i353] La ciencia de curación, oportuna y acrecentadamente invadirá los reinos de la medicina preventiva, ocupándose de les reajustes [e262] psicológicos del individuo, dentro de su grupo, y también de proporcionar las correctas condiciones de vida y adecuada alimentación y vivienda para los pueblos. Sin embargo ello tomará mucho tiempo, y mientras la raza se encamine hacia nuevos modos de vivir, con sus resultantes efectos de buena salud, y hacia una comprensión más exacta de las leyes de salubridad, todos aquellos que en el mundo son centros magnéticos deberán continuar, de acuerdo a la luz que poseen, trabajando con la gente, a fin de ayudarlos, curarlos y auxiliarlos, para efectuar los reajustes necesarios. Nada debería evitar que ustedes emprendan este servicio, ni que comprendan que existen limitaciones e ignorancia. Hagan todo lo posible para alentar y simpatizar, para señalar las actitudes indeseables, terminar con los erróneos modos de vivir y cambiar métodos mediocres de expresión psicológica hasta donde puedan advertirlos, y ello con la máxima capacidad posible. Recuerden, no obstante, que el mejor método quizás no esté a la altura de sus capacidades futuras y deben estar siempre dispuestos a cambiar su punto de vista cuando se presenta otro superior o un método mejor. Sobre todas las cosas, den, durante la vida, la máxima medida de amor a quienes buscan su ayuda, pues el amor libera, adapta e interpreta y cura en los tres planos.

La Enfermedad Grupal.

En último análisis, la mayoría de los males del cuerpo se originan por haber respondido en cierta medida a la actividad grupal. Es necesario comprender que la frase “actividad y vida grupales” debe incluir, no sólo la herencia del pasado o las tendencias heredadas del grupo, sino también los actuales contactos del mundo, los cuales debilitan o acrecientan la resistencia, mucho más de lo que generalmente se cree. Una de las causas del cáncer, que no predominaba tanto en los primitivos y tranquilos [i354] días de la vida racial -pues entonces el instinto de REBAÑO no era tan poderoso como hoy- se debe a la creciente estimulación del cuerpo. Este estímulo es producido por el estrecho contacto con los demás, durante nuestra vida diaria, debido a la aglomerada existencia grupal, particularmente en los centros urbanos. Si las células son organismos vivientes (y lo son) responden a la vida grupal y a la emanación e irradiación celular masiva. Esta constante corriente de energía que afluye desde el conglomerado de células corpóreas en la masa humana, puede producir, en determinado tipo de gente, una sobrestimulación en alguna parte de la estructura celular corpórea. Esto comúnmente ocurre cuando hay una debilidad del cuerpo etérico o vital, lo cual significa que esas defensas celulares son deficientes, trayendo frecuentemente como resultado el cáncer o una condición general cancerosa. Esta es la causa fundamental, [e263] aunque el investigador moderno se ocupe de las causas y efectos secundarios de esta debilidad etérica. Más adelante y detalladamente me ocuparé de ello. Será evidente que cuando nos ocupemos del cuerpo vital y lo consideremos con mayor comprensión y conocimiento, podremos tratar más eficazmente las enfermedades como el cáncer.

El Empleo de la Mente y de la Imaginación para Desarrollar la Conciencia Grupal.

Cuando el miembro de un grupo, como el de curación, habla del desarrollo de la conciencia grupal, se refiere a su particular grupo de hermanos y a su grupo como una unidad, compuesta de distintas almas. Recuerden que tal unidad constituye en sí un concepto separatista desde el ángulo del todo mayor, pero cumple un propósito útil en el entrenamiento de los miembros del grupo, a fin de que piensen en términos más amplios. Sirve de peldaño para apartarse de la conciencia de la personalidad aislada.

Si pueden en realidad sentir, pensar y actuar como una unidad completa -varias personalidades y una sola alma- será relativamente fácil extender el concepto a una más amplia [i355] inclusividad, ensanchar su horizonte y llegar a ser incluyentes, en sentido más vasto.

El empleo de la mente para tal fin, involucra la aptitud de aprender a distinguir entre análisis y crítica. Para la mayoría esto es algo muy difícil y casi imposible de aprender. Aparecerán destellos de iluminación, sobre este tópico, si el grupo persiste con toda sinceridad. Los miembros deben aprender a responder, como grupo, a las mismas ideas espirituales, mentales y humanas, y en consecuencia penetrar -como una “unidad telepática”- en una sola corriente de pensamiento unido. Como grupo deben preocuparse de las mismas cosas que indica el alma del grupo y no lo que señale un miembro del grupo, como suele ocurrir. Deben aprender, como grupo, a mantener la mente firme en la Luz -la mente del grupo y no sus mentes individuales.

Cuando se utiliza la imaginación para este fin, debe cultivarse el poder de ignorar las formas externas y concentrarse en las líneas internas de luz que une a un hermano con otro, a un grupo con otro, a un reino con otro, al expresarse la Vida de Dios Mismo. El empleo creador de la imaginación produce un cuerpo etérico grupal integrado, y permite ver este cuerpo grupal de fuerza y de luz como una forma completa y expresión de la inteligencia, voluntad y propósito grupales, expresándose correctamente en el plano físico -pero no la voluntad o propósito de la mente o mentes dominantes en el grupo). Cuando los miembros del grupo están [e264] principalmente ocupados de sus propias ideas, sus planes y problemas y de cómo utilizar la luz y el conocimiento que pueden recibir, impiden toda posibilidad de emplear creadoramente la imaginación unida. Para llegar a liberarse totalmente de esto es necesario poseer una cuidadosa educación y someterse a la propia alma.

[i356] La Energía Curadora.

Los principiantes a menudo hacen las siguientes preguntas:

“¿Podría establecerse claramente la diferencia que existe entre la energía curadora, expresada por el alma y también por la personalidad? ¿ Podemos obtener alguna comprensión de la parte que desempeña el amor en el arte de curar?”

Responderé brevemente:

Cuando trabajamos como grupo con individuos a quienes tratamos de ayudar, debemos aprender a emplear los distintos tipos de energía, de acuerdo a la necesidad del individuo que debe ser curado. Serviría a un real propósito grupal si todos estudiaran lo dicho por Rama Prasad en su libro Las Fuerzas Sutiles de la Naturaleza, y por Patanjali en La Luz del Alma, sobre el tema del prana, con el cual y dentro del cual trabajamos; creo que estarán bastante familiarizados con el tópico.

Respondiendo en forma más específica diré: un iniciado o hasta un clarividente de grado inferior puede fácilmente distinguir entre las energías curadoras del alma y las de la personalidad, pero el aspirante común inteligente no puede hacerlo todavía. El iniciado conoce la fuente de donde puede provenir cualquier tipo de energía curadora. Siente su vibración y puede seguirla hasta su fuente de emanación, por un esfuerzo de la voluntad, dirigida por la intuición. El clarividente puede ver el centro desde el cual la energía curadora puede fluir, y el centro entonces indica el tipo y la cualidad de la fuerza proyectada. En el segundo caso toda la energía proviene del alma, pero en el primero toda la energía es simplemente vida, actuando con determinada orientación.

Respecto a la parte que desempeña el amor en el proceso de curación, diré que: Amor es la expresión de la vida de Dios Mismo; amor es la fuerza coherente que renueva todas las cosas (quisiera que reflexionen sobre esta frase) y amor es todo lo que es. La principal característica que establece la diferencia entre la energía del alma y la fuerza de la personalidad, tal como se aplica en la curación, reside en [i357] la zona donde se aplique y exprese el amor. La fuerza de la personalidad es emocional, plena de sentimiento y -cuando se la emplea- la personalidad es siempre consciente de sí misma como curadora y el centro dramático del escenario donde hay dos actores, el curador y el que debe ser curado.

[e265] La energía del alma actúa inconscientemente y es manejada por quienes están en contacto con sus almas y, en consecuencia, descentralizados; ellos se hallan “fuera del escenario”, si puedo emplear esta frase, dedicados completamente al amor, actividad y propósito grupales.

Entonces ¿por qué es tan extremadamente difícil, sino enteramente imposible, para los ansiosos curadores en cierne, trabajar juntos, como grupo, con la sagrada ciencia de la curación? Porque como individuos y como grupo son predominantemente personales en sus relaciones individuales e intergrupales. Esto puede demostrarse como aguda e intensa crítica, mutua y propia, como plena seguridad en la rectitud y sano juicio personales, lo cual no permite ver a quienes las ostentan, que quizás sus ideas no son tan correctas como ellos creen; también puede manifestarse corno una profunda satisfacción por los contactos personales subjetivos. Pueden estar presentes uno o todos los impedimentos mencionados, y hacer de la manifestación grupal una demostración de la personalidad que niega el trabajo constructivo, y cualquier intento solo intensificaría las reacciones de la personalidad y afectaría grandemente (y adversamente) a las personalidades de quienes tratan de ayudar.

En ese caso, ¿cómo debería procederse? Diré que cualquier miembro del grupo, que como individuo esté libre de las debilidades de la personalidad y de tales actitudes, conoce no obstante (y gozosamente reconoce) que participa de la cualidad grupal, como miembro del grupo. Ésta es una de las dificultades incidentales al trabajo grupal. Participar, sin embargo estar libre de flaquezas; reconocer que [i358] las realizaciones o fracasos de cada miembro del grupo son asuntos privados; compartir y sin embargo no dejarse dominar por los poderosos pensamientos e ideas de los miembros más fuertes del grupo, constituye siempre un problema. Señalo esto porque en la era venidera, donde el trabajo grupal será desarrollado grandemente, será de valor comprender las situaciones y problemas grupales y luego llevar adelante el trabajo grupal con quienes les corresponde trabajar. Entonces, debido a las experiencias pasadas, serán mejores y más inteligentes, y se fusionarán, como un grupo, por las limitaciones y sufrimientos compartidos y por la habilidad adquirida en los fracasos correctamente enfrentados.

Por lo tanto, permitan que el verdadero amor, en silencio, sin lamentaciones ni críticas y con firmeza, constituya su meta y la cualidad de su vida grupal. Después, cuando haya que realizar algún trabajo definido, actuarán como una unidad con un sólo corazón y mente.

La Curación Instantánea. 

[e266] Las curaciones instantáneas pueden ser de diversos tipos. Podemos citar, entre varias posibilidades que las justifican, las siguientes:

1.    La curación, como resultado de una práctica definida, consciente o inconsciente, del Hatha Yoga. Ésta se produce por la proyección del magnetismo puramente físico, que sumado a la cuota de reserva del magnetismo físico disponible para el paciente en su propio cuerpo físico, es suficiente para efectuar una cura inmediata. El magnetismo del cuerpo del paciente en vez de exteriorizarse o irradiarse, se invierte y va internamente para aportar su contribución a la reserva de la fuerza física mantenida en una condición estática, dentro del cuerpo. Cuanto más inferior es el grado del ser humano, con mayor facilidad se logra este tipo de curación. Lo mismo es aplicado al paciente como al curador. El caso citado a continuación es real. La curación se logró fácilmente [i359] por el “jeque” implicado, pues la herida (una mordedura en el brazo -A.A.B.) se la infligió él mismo y, antes de hacerlo, el paciente (si así puedo llamarlo) cortó la exteriorización de las fuerzas por un acto de voluntad, creando así una reserva de energía disponible para complementar la del jeque, que a su vez fue liberado por un mántram. Esto no constituye, definidamente, una curación espiritual.

2.    También tenemos esa forma de curación que puede ser instantánea porque la enfermedad es mayormente psicológica y alucinante. El curador entonces está en una situación que permite al paciente desechar la ilusión y así liberarse. La voluntad del curador, sumada a la del paciente, ayuda a romper la ilusión y la forma mental del espejismo; el paciente entonces queda liberado. Ésta es una curación psicológica y sólo un ejemplo de ella.

También hay un tipo de curación que constituye la verdadera curación espiritual y se lleva a cabo de dos maneras:

a.    Aquella en que el paciente establece un repentino y frecuentemente inesperado contacto con su alma, y la energía del alma es tan grande y poderosa que se precipita a través de los vehículos, produciendo efectos definidos. Así se producen curaciones en alguno de sus vehículos y frecuentemente en el físico. La condición física, o la enfermedad, absorbe tan frecuentemente la atención de la conciencia del ser humano involucrado, que el alma se precipita en el punto en que está centrada la atención. Para muchos de ustedes hay una clara insinuación en este concepto.

b.    Cuando el mal karma físico del paciente está agotado, la [e267] enfermedad en el plano físico no constituye su destino en ese momento particular. Entonces, si el curador es espiritual y posee gran conocimiento, puede comenzar a proyectar sobre la situación suficiente energía espiritual para asegurar la curación.

[i360] Confío en que estas respuestas serán sugestivas. Reflexionen profundamente sobre las implicaciones.

El Empleo de la Imagen del Señor.

Aquí tocaremos un punto de verdadero interés. El empleo de la imagen del Señor es frecuentemente de vital importancia, pero -y esto es lo que trato de hacer resaltar- debe ser una imagen creada por uno mismo, mediante la expansión de la conciencia crística en la propia vida y por haber llegado a la etapa del discipulado consciente. En esa particular etapa, cuando un hombre está definidamente vinculado con un Maestro y Su grupo, entonces automática e individualmente se vincula con el Maestro de Maestros. Luego, a través de su propia alma y el alma de su grupo particular, puede extraer la fuerza de Maitreya Buda. ¿Por qué creen que no existe una buena y verdadera imagen del Bendito Ser? Sólo hay algunas conjeturas de los devotos de la iglesia primitiva, pero ninguna, de quienes Lo conocieron. La razón es contundente. No existe Su verdadera imagen porque debe ser plasmada en el corazón y no en el lienzo. Llegamos a conocerlo porque Él es nuestro y nosotros Le pertenecemos, ¿comprenden a qué me refiero? Es el Curador y Salvador del mundo. Obra así porque es el alma personificada de toda la Realidad. Ahora obra como lo hizo en Palestina hace 2000 años, a través de grupos. Allí obró por medio de Sus tres discípulos amados, de los doce apóstoles, de los setenta elegidos, de los quinientos interesados. Reflexionen sobre este hecho tan poco destacado. Ahora obra por medio de Sus Maestros y Sus Grupos, intensificando con ello grandemente Su esfuerzo. Puede obrar y obrará por medio de todos los grupos, en la medida que éstos se capaciten para el servicio planeado, la difusión del amor y para entrar en alineamiento consciente con la potencia mayor de los grupos internos. 

[i361] Hallarán (quizás dentro de poco) que los grupos de curación emplearán los mántram de tipo definido y en ellos aparecerá el nombre del Bendito Ser. Pero el mántram para la era de Su venida no se puede emplear aún, ni el mundo está preparado para recibir la potencia liberadora. ¿Existe hoy un mántram más poderoso que la conocida frase: “Por el amor de Cristo y por la gloria de Su nombre”? Estas palabras deben ser pronunciadas con voluntad y amor o sino serán sólo un hueco símbolo y címbolo sonoro. Recuerden esto. 

El Cristo.

[e268] Algunos aspirantes y discípulos pueden experimentar casi constantemente un recuerdo del Cristo; ello se debe a su acrecentada sensibilidad a los planos internos y especialmente a que la mayor parte de la materia del cuerpo astral del aspirante avanzado, es extraída (y por lo tanto sensible a ella) del subplano más elevado del plano astral. También se debe a que el Señor Maitreya, con Sus colaboradores, se está acercando cada vez más al plano físico. En el año 1936 enfocó Su atención predominantemente, por primera vez, en el primer subplano del plano astral. He aquí por qué los sensitivos responden correcta e inmediatamente a Su energía allí expresada. Se está acercando con su pensamiento y actividad. Si los pueblos del mundo responden a la oportunidad presentada, Sus fuerza y atención podrán penetrar más profundamente y estar predominantemente en los niveles etéricos, con todo lo que yace implicado en tal situación.

Esto muchos lo saben y sienten subjetivamente, y por lo tanto es muy grande la oportunidad de ellos y de ustedes para constituir acrecentadamente un canal para esta fuerza.

Recuerden que el trabajo que Él viene a realizar, y la Jerarquía se ha comprometido ayudarlo, consiste en la “curación de las naciones”, tal como lo expresa [i362] La Biblia. Ésta es una afirmación real de un hecho inminente. Dicha curación se logrará si las personas de buena voluntad de todas partes están a la altura de su oportunidad, si el trabajo de Cristo y Sus colaboradores es llevado definidamente a la atención de la opinión pública y si se logra un relajamiento interno en el mundo de los hombres, que permita trabajar a los devas. La disposición y respuesta de los devas al acercamiento de Cristo, que muchos servidores consagrados presienten subjetivamente, los ha dejado algo perplejos. Los devas sólo pueden ser presentidos y sentidos; la humanidad no puede todavía acercarse a ellos por intermedio del mundo del pensamiento y el empleo del mecanismo mental del hombre. No implica ningún peligro para el servidor si, por intermedio del Cristo y su respuesta a Su trabajo e inminente aparición, llega a ser consciente de estas fuerzas dévicas y de sus actividades.

La frase “Madre del Mundo”. 

Según como se emplee esta frase, podrá significar cosas muy diferentes, por ejemplo: 

1.    El aspecto femenino de la manifestación, simbolizado para nosotros en muchas religiones mundiales corno la virgen madre, y [e269] en la religión cristiana como la Virgen María. Es la sustancia que permite a la Deidad manifestarse.

2.    La naturaleza misma, la madre de todas las formas.

3.    La Luna también es el símbolo de la vida procreadora y creadora que da nacimiento a las formas y, por lo tanto, el símbolo de la naturaleza de la forma.

4.    La concentración de la fuerza femenina en la naturaleza, en una forma femenina individual, denominada la “Madre del Mundo". Una persona así nunca ha existido en nuestra particular vida planetaria, aunque los avatares de un sistema solar anterior, expresándose a través de la [i363] vida planetaria, siempre adoptaron esta forma, pero no en nuestro sistema solar. La tradición de tales apariciones es puramente simbólica, y fue heredada del sistema solar anterior, del cual hemos heredado la materia de la que todas las formas manifestadas están hechas. Este simbolismo nos ha llegado del lejano período del Matriarcado, cuya religión revivió las antiguas formas del sistema anterior y durante ese período en que Lilith simbolizó a la Madre del Mundo, hasta que Eva la reemplazó.

El Sentido de Futilidad.

En lo que respecta al trabajo efectuado con el paciente que está al borde de la muerte, el curador puede experimentar un sentido de futilidad. ¿Es posible saber exactamente qué puede hacer? ¿Deberá continuar sus esfuerzos para ayudar al alma recientemente liberada, a fin de que avance hacia la luz? Con todo su conocimiento (y podrá tener mucho) y a pesar de su ansioso deseo de ayudar al que se va, lo único que aparentemente puede hacer es apartarse con un sentido de total futilidad, mientras el ser amado atraviesa la puerta que conduce ¿hacia dónde, hermano mío? Podemos llegar hasta la puerta, pero todavía no es posible ir más allá. Ni siquiera es adecuada la creencia, profundamente arraigada, de la persistencia del alma inmortal, pues sólo sirve para consolar personalmente al servidor curador, pero no es suficiente para revelarle qué ayuda puede prestar.

Poco puedo decir de este significativo momento, mientras esperamos la venidera revelación. Esta revelación es inevitable y segura, y tales preguntas se formularán durante doscientos años. La garantía de este emergente hecho, en el plano físico, la tenemos en la creciente sensibilidad de la raza a los aspectos más sutiles de la vida y a la enorme cantidad de investigaciones que se llevan a cabo en todas partes. Esta gran verdad y su garantía, la presenta constantemente, ante nosotros, la historia de la “gloriosa resurrección de Cristo” y Su reaparición [i364] postmorten, y el poderoso y poco [e270] comprendido ritual del sublime grado de la Masonería, donde el Maestro es resucitado.

La ayuda en el momento de la “entrada en la luz” depende ampliamente de dos cosas: Primero, de la intimidad del contacto establecido entre el agonizante y aquel que vigila, y del nivel donde ese contacto es más fuerte. Segundo, la capacidad de quien vigila, de desapegarse y disociarse de sus propios sentimientos, e identificarse, mediante un acto de voluntad pura y desinteresada, con el moribundo. En realidad nada de esto es posible realizar cuando el vínculo entre ambos es puramente emocional o está basado en una relación del plano físico. El contacto debe ser más profundo y más fuerte que eso. Debe ser un contacto personal en todos los planos. No existen casi problemas donde hay verdadero contacto entre alma y personalidad. Pero esto es raro de encontrar. A pesar de todo he dado aquí una indicación.

El proceso, por parte de quien vigila, deberia ser lo menos mental posible. Todo lo que se requiere y lo único posible, en la actualidad, es simplemente llevar al moribundo hacia una corriente de amor cada vez más profunda. Mediante el poder de la imaginación creadora, y no a través de conceptos intelectuales (no importa cuán elevados sean), el moribundo debe ser ayudado para descartar las vestiduras externas, con las cuales ha sido revestido y con las que ha luchado toda su vida. Esto involucra un acto de total autoolvido, lo cual muy pocos son capaces de lograr. Muchas personas son embargadas por el temor, o por el fuerte deseo de retener a la persona amada, o son desviadas de su objetivo por las actividades involucradas en el alivio del dolor y el amortiguamiento de la agonía; también están desanimadas por su profunda ignorancia sobre la “técnica de morir”, cuando enfrentan la emergencia. Son incapaces de ver lo que está más allá de los portales de la muerte, y se sumergen en una incertidumbre mental que forma parte de la gran [i365] ilusión. No existe, como sabemos, una técnica segura en este proceso de morir. Todo es incertidumbre y perplejidad. Pero ello terminará pronto y el hombre conocerá y también verá.

Respecto a quienes han penetrado en la luz, que ustedes desean ayudar, síganlos con su amor, recordando que son las mismas personas sin la mortaja limitadora del cuerpo. Sírvanlos, pero no pretendan que ellos sirvan la necesidad que ustedes sienten de ellos. Vayan hacia ellos, pero no traten de hacerlos volver a ustedes.

La vida en el plano físico es el purgatorio, y la experiencia de la vida constituye una escuela de drástica disciplina. No temamos a la muerte ni lo que está más allá. El inteligente discípulo trabaja en el campo de servicio, pero mira adelante constantemente hacia [e271] el alborear de la “clara y fría luz” donde algún día él entrará y así dará fin momentáneamente al capítulo de la fiebre y la fricción y el dolor de la existencia terrenal. Pero existen otras fases, en la experiencia de la vida, donde el servidor enfrenta hoy en el mundo el sentido de futilidad y frustración.

Desde el ángulo de la visión de un discípulo, podríamos dividir al ser humano inteligente en tres grupos, eliminando al mismo tiempo de nuestra mente el peso muerto de las masas irreflexivas que registran el deseo, pero que aún no experimentan sentido de futilidad o frustración. Desean y se satisfacen; o desean y sienten frustración, envidia o ira hacia quienes tienen lo que ellos desean y demandan, y que es atrayente para la vida de los sentidos. Los tres grupos son:

1.   Esas personalidades, integradas e inteligentes, ambiciosas y que arremeten conscientemente hacia adelante, sin embargo se sienten frustradas. Ello se debe a que las condiciones mundiales son demasiado fuertes para ellos, o a que sus propias almas observadoras [i366] se han impuesto y ponen obstáculos en su camino, a fin de guiarlos hacia la luz.

2.   Esas personas con inclinaciones místicas y aquellos visionarios correctamente orientados que no han construido aún esa estructura mental que les permite materializar adecuadamente su visión por medio de correctos procesos mentales. Actualmente son numerosos y su problema no es fácil. 

3.   Esos discípulos y aspirantes que tratan de actuar en el campo mundial, pero debido a limitaciones kármicas, a la errónea aplicación de la ley, o a alguna flaqueza básica de la personalidad, nunca llegan a su meta en esta vida y por lo tanto están embargadas por un abrumador sentido de futilidad.

Aparte de estos tres tipos que actúan como el polo opuesto de las masas luchadoras, se hallan los activos e integrados discípulos del mundo, que están en camino de realización, y muy ocupados y centralizados como para perder tiempo en sentirse inferiores o pensar en errores y fracasos.

Por la ubicación inteligente de las personas que llegan a ustedes pidiendo ayuda en cualquiera de estas cinco categorías (teniendo presente la posibilidad de pasar a otra superior) podrán auxiliadas más sabiamente.

En amplia medida, el complejo de inferioridad que afecta hoy a tantas personas, se debe a la forma de reaccionar a las afluyentes influencias espirituales. Saben que son superiores a lo que realizan; se dan cuenta inconsciente y silenciosamente de su divinidad, pero las circunstancias limitadoras y los impedimentos de la naturaleza corpórea son demasiado grandes para la correcta respuesta [e272] a la oportunidad y a la realidad. Busquen a esas almas y ayúdenlas con verdadera comprensión, apreciación y colaboración, [i367] disipando así la ilusión de la no realización, que acecha sus pasos.

Sin embargo, el exhibicionismo y las alucinaciones neurasténicas deben ser curados principalmente por el autoesfuerzo individual, la descentralización, el altruismo y la trasferencia de intereses. Las tendencias neurasténicas están propensas a acrecentarse durante algún tiempo en vez de disminuir, pues tal es la tensión bajo la cual el hombre trabaja actualmente. Las condiciones mundiales lo obligan hoy a buscar caminos de escape y volver al poder curador de su propia imaginación creadora. La liberación viene por la aceptación del drama que sufre la totalidad y no la parte, y a través de la constante dedicación al trabajo creador en el plano físico.

Más adelante se emplearán métodos de entrenamiento, que ya están entrando en las etapas elementales, debido al trabajo de los sicólogos del mundo. 

Paralelos Científicos. 

Parece ser que los estudiantes creen que nosotros, los instructores del aspecto interno, hemos leído todos los libros que pueden haberse escrito, particularmente los que exponen las verdades nuevas y avanzadas, y que también estamos en contacto con esas personalidades que son los exponentes de la creciente acumulación de nuevos conocimientos en el mundo. Pero no es así. ¿Cómo podría explicarles la realidad de las cosas? Creo que únicamente en forma simbólica. 

Cuando echamos una mirada al mundo del intelecto y llevamos nuestro pensamiento desde los puntos de viviente conocimiento que allí existe, podemos llegar a percibir zonas de luz (tal como lo entendemos) que brillan en el plano físico, las cuales indican la luz brillante de algún trabajador, algún discípulo o un miembro del Nuevo Grupo de Servidores del Mundo. Sé, por ejemplo, que tales zonas existen (respecto a los Estados Unidos) en Baltimore, Chicago, Cleveland y Rochester. Su peculiar [i368] fulgor indica que allí existe un centro donde se hallarán los más recientes conocimientos, inherentes al cuerpo del hombre. Sé que hay otras zonas de luz por todo el mundo. Mi trabajo y el de todos los instructores, en este período de transición, consiste en estimularlos y fertilizar sus mentes con ideas. Cada teoría que formulan en su búsqueda de la verdad, cada libro que escriben y cada conclusión a que llegan, no son conocidos por nosotros. Deben cargar con su propia responsabilidad, y si fracasan o triunfan para llegar a la verdad, deben hacerlo por su propio esfuerzo autoiniciado.

[e273] Hace muchos años H.P.B. profetizó el trabajo que se está realizando ahora, cuando dijo que la ciencia reconocerá finalmente a una Deidad universalmente difundida y omnipresente (también dijo que el éter del espacio es una entidad), y que el misterio de la electricidad, cuando sea develado, ayudará a solucionar la mayoría de nuestros problemas. Muchas de las teorías de la ciencia moderna han sido establecidas en Tratado sobre Fuego Cósmico, aunque los científicos no han llegado bastante lejos como para reconocer este hecho; allí se afirma la naturaleza eléctrica del hombre. Hallarán interesante y de valor leer esos párrafos. La ciencia no le da el lugar que le corresponde a la fuerza eléctrica del alma, la cual aumenta constantemente su potencia. Unos pocos científicos, entre los más avanzados, comienzan a hacerlo. El próximo paso que debe dar la ciencia es el descubrimiento del alma, descubrimiento que revolucionará, aunque no negará, la mayoría de sus teorías.

Los estudiantes podrían ayudar individualmente en esto, si tomaran algunos de los postulados básicos de un científico cuyos experimentos los atraiga, procurando por ejemplo, descubrir en mis libros o en La Doctrina Secreta, esos párrafos que arrojan luz esotérica sobre lo que allí se dice, o refutar su hipótesis. Así podrían desarrollar [i369] y emplear la mente analítica como un factor de unión entre el mundo de la ciencia humana y las ciencias esotéricas.

Iones e Irradiación. 

Los científicos han hecho declaraciones de que el aire que respiramos contiene partículas electrificadas con cargas positivas y negativas; que son capaces de producir artificialmente aire electrificado; que hasta una llama abierta en una chimenea ioniza el aire; que con un aparato apropiado se pueden extraer iones negativos o positivos, y que los pacientes expuestos a iones electrificados positivamente, tienen sensaciones de fatiga, vértigos y dolor de cabeza, mientras que los expuestos a iones cargados negativamente, experimentan una sensación de alegría; que iones positivos aumentan la presión sanguínea y producen un malestar general y los negativos disminuyen la presión y crean una sensación de bienestar y relajación.

Se plantea el interrogante de si la irradiación del curador tiene el efecto de ionizar la atmósfera que rodea al paciente. Debo señalar que la respuesta exacta a tal interrogante implicaría dos cosas: revelar uno de los misterios, para lo cual la humanidad no está preparada aún y también dar una respuesta que sería completamente inexplicable para ustedes, porque no hay terminología [e274] adecuada para explicar la verdad latente. Esa verdad contiene toda la historia de la dualidad -historia de la relación de los aspectos negativos y positivos del proceso de la vida. Sin embargo, puedo decir ciertas cosas:

1.   Los iones negativos y positivos que ocupan la atención del científico, son de naturaleza etérica, por lo tanto pertenecen al plano físico. Estas partículas invisibles de sustancia, que sólo pueden ser seguidas a través de sus efectos, y por la interferencia de sus actividades, son partículas que se mueven rápidamente, en relación con las demás, siendo al mismo tiempo [i370] afectadas por un factor controlante mayor que las mantiene en movimiento.

2.   Al tratarse de una enfermedad, el paciente sólo puede ser verdaderamente ayudado cuando la irradiación positiva del curador supera la condición negativa del paciente.

3.   La irradiación del curador debe compenetrar y vencer la resistencia de la enfermedad del paciente -no la del paciente, que puede ser mental y emocionalmente negativo, respecto al curador, y por lo tanto en condición de ser ayudado. Esto se realiza por la irradiación poderosa del curador. Entonces el magnetismo del curador se pone en actividad y, consciente e intencionadamente, puede extraer y dispersar esos átomos de sustancia donde reside y se origina el malestar del paciente. Aquí hago una insinuación sobre uno de los futuros métodos para eliminar la enfermedad en el plano físico. El poder de dirigir definidamente las corrientes magnéticas que irradian desde una fuente fuera del cuerpo físico, aún no se conoce, pero involucrará uno de los nuevos métodos de curación.

La radiación curativa, en consecuencia, afecta lógicamente la atmósfera que rodea al paciente. Sin embargo, esa irradiación es irregular y no está correctamente dirigida. Algunas personas irradian magnetismo físico o animal; otras magnetismo astral o mental; aún otros, la energía de una personalidad totalmente integrada. Unos pocos irradian magnetismo del alma, la principal energía atractiva de todas las formas. En el futuro, el verdadero curador deberá trabajar mediante la irradiación de toda la personalidad o la del alma. Digo “o” premeditadamente, porque muy pocos pueden trabajar con la energía del alma, pero muchos, si quisieran, podrían hacerlo como personalidades integradas. Cuándo un hombre ha adquirido el poder de irradiar, ¿qué pasa con el paciente? ¿Cómo puede ser llevado el paciente a un estado en que responda adecuadamente a la irradiación magnética? ¿Si él es de tipo astral, como la mayoría, podrá responder al magnetismo de un curador mental? ¿Podrá ser ayudado por la irradiación de tal curador, si [e275] él mismo es un ser humano totalmente integrado? Si me dijeran cómo es que Cristo curó a todo tipo de seres humanos, diría que en este breve tratado no me ocuparé de las leyes de la curación aplicadas por un Maestro de Sabiduría o un iniciado. Si así fuera, este libro sería un esfuerzo inútil. Escribo para los estudiantes interesados y para quienes pueden curar en algún nivel inferior al del alma, pero que no saben todavía cómo hacerlo. Más adelante, todo esto será dilucidado con mayor amplitud. 

[i371] La Vibración.

Algunos estudiantes me piden que defina el significado de la palabra “vibración” y que explique qué es exactamente la vibración. ¿Me comprenderían si digo que la vibración es una ilusión, así como la percepción sensoria lo es para el alma (limitados como están todos los seres humanos por las reacciones de una serie de vehículos, todos ellos instrumentes de percepción)? Si dijera que la reacción vibratoria se debe a que poseemos un mecanismo que responde al impacto, contestaría parcialmente a la pregunta, pero si ello es verdad, ¿qué significa para ustedes el impacto y de dónde proviene? Si diera la definición científica (que pueden encontrar en cualquier buen libro de texto sobre luz, color o sonido), haría algo que ustedes mismos pueden hacer y para lo cual no tengo tiempo. En mis libros doy varias definiciones de la vibración, ya sea directamente o por inferencia, y ustedes deben buscarlas y meditar sobre ellas. Si dilucido aquí la relación entre el Yo y el no-yo, entre la conciencia, lo que es consciente y aquello de lo cual es consciente, abarco un terreno que un cuidadoso estudio del Gita les ayudaría a comprender.

[i372] Que la simplicidad los guíe y el amor centralizado sea el principal objetivo. Elijan un campo de servicio cuyos límites sean definidos (porque todos los discípulos están limitados y no pueden abarcar un campo planetario, en sus pensamientos) y trabajen -mental y físicamente- dentro de esos límites. La consumación de una tarea autoimpuesta, dentro del campo de limitaciones kármicas y del ambiente que el destino les ha deparado, es todo lo que se exige de ustedes. ¿Qué es lo que verdaderamente están realizando en la actualidad? Presten servicio dentro del campo de contacto donde se encuentran y no traten de abarcar todo el planeta. ¿Existe mayor tarea y más importante, que cumplirla y terminarla en el lugar donde se encuentran y con los compañeros elegidos?

Permítanme asegurarles que no trato de eludir ninguna pregunta, pero sí puedo despertar en ustedes la comprensión de la necesidad de una “limitación espiritual” (tal como se dice [e276] esotéricamente, para definir la carrera de un discípulo dentro de los límites de su tarea) y llamarles la atención sobre la necesidad de alcanzar la meta autoimpuesta cuando comenzaron el trabajo, los habré ayudado mucho más que si hubiera definido la vibración o indicado cuánto han progresado, ustedes u otros, y por medio de qué procedimiento.

Las Futuras Escuelas de Curación.

Estas escuelas de curación no serán establecidas en un futuro próximo, antes de terminar este siglo. Ahora se lleva a cabo solamente el trabajo preparatorio, y se establece la base para desarrolles futuros. Las cosas no van tan rápidamente, pues en tales escuelas debe producirse una creciente síntesis de sus técnicas, las cuales son:

             1.         Reajuste y curación psicológicos.

             2.         Curación magnética. [i373]

             3.         Las mejores técnicas alópatas y homeópatas, de las cuales no podemos prescindir.

             4.         Curaciones quirúrgicas modernas.

             5.         Electroterapia.

             6.         Hidroterapia.

             7.         Curaciones por el color, el sonido y la irradiación.

             8.         Medicina preventiva.

             9.         La práctica esencial de osteopatía y quiropráctica.

          10.         Neurología y siquiatría científicas.

          11.         Cura de las obsesiones y enfermedades mentales.

          12.         Cuidado de los ojos y oídos.

          13.         Cultura de la voz, un definido agente de curación.

          14.         Curación por la mente y la fe.

          15.         Alineamiento y contacto con el alma. 

Y también muchos otros procesos y procedimientos que pertenecen al arte de curar. Algunas de las más antiguas escuelas, tales como la alópata, postulan un proceso de eliminación, para llegar a la contribución vital y verdadera que ellos han de dar. Otro tipo de escuela moderna, ensayista y experimental, debe ser sustraída de las manos de los fanáticos, porque hasta que no desaparezca el fanatismo con su ceguera y falta de síntesis inteligente (como inevitablemente sucederá cuando el sexto rayo retroceda y la era pisceana desaparezca), las nuevas escuelas no podrán existir; debe haber una comprensión más profunda del bien subyacente y fundamental en todas las escuelas y un mejor entendimiento de los principios [e277] que subyacen en el verdadero arte de curar, antes de que las escuelas mencionadas en Cartas sobre Meditación Ocultista puedan venir a la existencia. Cuando algún curador o una escuela pone el énfasis, como sucede hoy, sobre un especifico cúralotodo y desprecia todos los otros métodos o sistemas dietéticos, no podrán establecerse las verdaderas escuelas.

[i374] Llegará el período en que atravesaremos un ciclo donde recogeremos los frutos de las edades, y desnataremos (si puedo expresarlo así) la leche de la experiencia humana; entonces, con lo mejor que el pasado pueda conferirnos, inauguraremos esas nuevas actividades que apresurarán el camino de la humanidad. Entre estas nuevas actividades, el arte de curar será el más destacado, por ser el más necesario.

Descubriremos que el trabajo que absorbe nuestra atención será de tres categorías, las cuales se producirán en forma correlativa y no simultánea.

1.    El entrenamiento en los principios del arte de curar se hará a medida que:

a.    Sentemos las bases para una expansión posterior en la nueva era.

b.    Tratemos de conservar lo bueno y útil al cambiar el énfasis del hombre externo al cuerpo más sutil etérico y vital.

c.     Estudiemos este tratado sobre la nueva curación, la cual sólo obtendrá cierta medida de respuesta, pero en el futuro alcanzará su verdadera utilidad y desempeñará su misión. 

2.   Más adelante, cuando un grupo pueda actuar impersonalmente como una unidad y lograr la verdadera interacción del amor, entonces ese grupo podrá iniciar un trabajo definidamente curador, tomando para cura y ayuda un caso, por ejemplo, de enfermedad física conocida, de obsesión o de trastorno mental -dirigido por el alma o por discípulo iniciado, y de acuerdo a la enseñanza delineada en este tratado. El estudio del arte de morir debe también atraer su atención y más adelante la de todo el mundo. 

3.   Finalmente, se formarán grupos subsidiarios que serán enseñados y desarrollados por los miembros de los grupos precursores de curación, bajo la instrucción del alma o de [i375] un discípulo iniciado. Dichos grupos subsidiarios, dirigidos grupalmente, trabajarán para curar a las personas. Esto no sucederá por ahora, ni hasta que el grupo inicial (o grupos) pueda trabajar con cierto éxito, y los miembros de los grupos tengan una inteligente comprensión de la técnica y principios involucrados en la curación. Los desarrollos exotéricos de la curación, en la nueva era, provendrán de los anteriores.

[e278] Ninguna de las escuelas existentes hoy, deberá subsistir. Todas contienen alguna verdad, principio o idea útiles. Indicaré que un grupo sintético continuará siendo una entidad separatista y separada, y un grupo tal no constituye nuestra meta. Lo ideal sería la síntesis de la vida y el conocimiento y no una síntesis de personas. Existirán con el tiempo, esperemos que así sea, cientos y miles de grupos en todo el mundo, que expresarán esta nueva actitud hacia la curación, todos ligados por su común conocimiento y objetivos, y lo expresarán en su propio campo peculiar, con su máxima capacidad y método especial y con su propia y particular terminología. La unidad de vida subjetiva y el establecimiento de una red de verdaderos curadores, por todo el mundo, interesa a los instructores del aspecto interno de la vida.

Se está haciendo un nuevo comienzo. Heredamos y heredaremos el maravilloso conocimiento adquirido en el pasado, y gran parte de éste aún será utilizado. Todo lo que se necesita es eliminar lo indeseable, las malas interpretaciones de hechos conocidos y la información mal aplicada, y también poner término al interés egoísta, a la explotación comercial y a la codicia. La cirugía, los métodos sanitarios y la ciencia médica modernos son maravillosos y útiles. [i376] 

CARTA A UN CIENTÍFICO

 Hermano mío: 

Me sobran unos pocos minutos esta mañana, después del habitual dictado a A.A.B., y quisiera arrojar alguna luz sobre las preguntas que usted me ha formulado. Como observará, no digo que responderé a los interrogantes. 

Los descubrimientos de la ciencia son todavía inadecuados para el cumplimiento de las profecías que hice en Tratado sobre los Siete Rayos. Más adelante, hacia el fin de este siglo, cuando la situación mundial se haya esclarecido y el período de reconstrucción esté llegando a su fin, se harán descubrimientos que revelarán potencialidades eléctricas desconocidas hasta ahora. No conozco otra palabra para explicar estos rayos eléctricos que harán sentir su presencia y conducirán a posibilidades más allá de los sueños de los investigadores de hoy. La futura ciencia de la electricidad será tan distinta en el próximo siglo, como las modernas aplicaciones de la electricidad distan de la comprensión del científico de la Era Victoriana. 

Referente a su pregunta acerca de la fotografía de las almas desencarnadas, le advertiría que el proceso será comprendido por el estudio de la fotografía de las formas mentales. Sobre esto hubo [e279] un comienzo de parte del gran científico francés d’Arsonval, de París. A.A.B. puede darle información sobre el particular, si usted lo desconoce. La luz sobre el tema vendrá a través del perfeccionamiento de las placas de recepción y su sensibilidad grandemente acrecentada, y relacionando la electricidad con la fotografía. Quizás crea que es poco menos que imposible fabricar placas de mayor sensibilidad que las empleadas por los laboratorios mejor equipados, pero no es así. Por la línea de la fotografía del pensamiento y el equipo eléctrico, vendrá la solución. El pensamiento de los que están en el más allá y su capacidad de proyectar [i377] formas mentales de sí mismos, además de proporcionar placas adecuadamente sensibles o su equivalente, marcará una nueva era en la así llamada “fotografía espírita”. Las personas se preocupan aquí, tan frecuentemente, de los instrumentos tangibles, que se olvidan de la contribución que deben hacer aquellos que han pasado al más allá. 

El trabajo se realizará desde allí, con la ayuda material que aún no ha proporcionado el campo externo de la ciencia. Para obtenerlo, se requerirá la colaboración de un médium consciente (no un médium de trance, sino alguien que sea clarividente y clariaudiente consciente). Existen muchos de ellos entre los niños de hoy, y en la próxima generación habrá muchos más. El velo separador desaparecerá por el testimonio de miles de personas que pueden ver fenómenos y oír sonidos, más allá del alcance de lo tangible. 

Usted dice que los espíritus afirman no poder soportar la electricidad. Ello significa que no pueden resistir la electricidad tal como se aplica en la actualidad, y es un ejemplo de las afirmaciones inexactas propaladas por los médium ignorantes o por quienes no poseen, en el más allá, mayor comprensión de las leyes de la electricidad que las que probablemente poseían en cuerpo físico. Sólo existe electricidad en la manifestación, el “misterio de la electricidad” al cual se refiere H.P.B. en La Doctrina Secreta. Todo en la Naturaleza es de naturaleza eléctrica; la vida misma es electricidad, pero hoy hacemos contacto y utilizamos sólo aquello que es físico y está relacionado con lo físico e inherente a la materia física y etérica de todas las formas. 

Debe recordarse que los denominados “espíritus” actúan en el ilusorio cuerpo astral, mientras que los "espíritus” avanzados lo hacen únicamente como mentes, y sólo puede [i378] llegarse a ellos por la mente y no por otro camino. Nunca podrá ser fotografiado el vehículo mental; sólo el cuerpo astral será susceptible de ello. Cuanto más burdo sea el cuerpo, deseos y apetitos, más fácilmente será fotografiado el individuo después de pasar al más allá (si es que alguien quiere hacerlo), y cuanto más avanzada la persona, será más difícil obtener una fotografía. 

[e280] Respecto al empleo de la radio, como medio de comunicación con el “mundo de los espíritus”, los instrumentos eléctricos actuales son de actividad vibratoria muy lenta (si puedo emplear un término tan poco científico) para realizar el trabajo; si los “espíritus” revestidos de materia astral se aproximaran a ellos, podrían producir un efecto desintegrador. Sin embargo, la primera demostración de la existencia postmorten, en forma tal de poder ser registrada en el plano físico, vendrá por medio de la radio, porque el sonido siempre precede a la visión. Reflexione sobre esto. Sin embargo no existe hasta ahora una radio suficientemente sensible para propalar ondas sonoras captadas desde el plano astral. 

Por lo tanto el secreto se halla oculto en los futuros descubrimientos científicos. Esto no constituye una evasiva de mi parte, es simplemente la afirmación de un hecho. Los descubrimientos eléctricos se hallan recién en las etapas iniciales, y todo lo obtenido es simplemente el preludio del verdadero descubrimiento. La magia de la radio sería totalmente incomprensible para el hombre del siglo dieciocho. Los descubrimientos y desarrollos que hay por delante, en el siglo veintiuno, serán igualmente increíbles para el hombre de este siglo. Un gran descubrimiento, en relación con el empleo de la luz, mediante el poder y la agencia rectora del pensamiento, se producirá al fin de este siglo o en los comienzos del próximo. Dos pequeños niños -uno que vivirá en este país (EE.UU.) y otro en la India- descubrirán una fórmula científica que eliminará algunas brechas existentes en la escala de la vibración de la luz, partiendo desde los rayos y [i379] ondas de alta frecuencia como ustedes los conocen. Esto requerirá instrumentos hasta ahora no soñados, pero que en realidad son posibles. Serán tan sensibles que se pondrán en movimiento por el poder del ojo humano, mediante la dirección enfocada del pensamiento. Desde ese momento será posible una relación tangible con el “mundo de los espíritus”. Todo lo que puedo hacer es darle esta indicación. 

Estoy restringido por la total ignorancia de A.A.B. acerca de estas cuestiones, que involucran conocimientos y términos eléctricos. No existe en su mente un pensamiento simiente sobre el cual yo pueda trabajar o desde el cual pueda expandir la idea. Ella le explicará lo que quiero significar si usted se lo pide. Pero aunque recibiera un entrenamiento como el suyo no podría explicarle con claridad, porque antes debe hacerse el descubrimiento, lo cual revolucionará las ideas actuales y aún las sobrepasará. Un tratado común de electricidad, como los estudiados por los ingenieros electricistas, hubiera sido completamente incomprensible aún para los hombres más cultos de hace doscientos o cien años, y lo mismo sucede ahora. Mientras tanto, trabaje con la fotografía de los pensamientos, como preludio para la futura ciencia, porque de ella y [e281] del gradual desarrollo de métodos más sensibles de captación y registro de los fenómenos sutiles, vendrá la nueva idea y las posibilidades. ¿Significaría algo para usted si digo que la electricidad y la fotografía están estrechamente relacionadas, porque el ser humano es de origen y naturaleza eléctrica? Esto debe ser demostrado en el plano físico con la ayuda de los necesarios aparatos sensibles. 

Febrero 1944. 

Notas

             1.   Tratado sobre Fuego Cósmico, págs, 90-121.

 2.  La Luz del Alma, Libro I, Af. 34; Libro II, Afmos. 44-50; Libro III, Afmos. 21, 39 y 40

             3.   Tratado sobre Magia Blanca, págs. 14-39.

             4.   Discipulado en la Nueva Era, T. I y II.


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