Discipulado en la Nueva Era I - Sección Uno

      


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SEPTIMA PARTE

     [i63] La necesidad de desarrollar la sensibilidad telepática de todo grupo de discípulos, se basa en tres cosas imprescindibles. Quisiera que comprendieran esto con mayor claridad:

  1. Es esencial cultivar la interrelación de naturaleza telepática en el plano mental. Ésta es una condición o un hecho ya establecido en el caso de un Maestro y Su discípulo y entre los miembros avanzados de cualquier grupo formado por discípulos aceptados. Ha llegado el momento en que esta cualidad grupal sea desarrollada por los discípulos menos avanzados del grupo, para bien de un mundo necesitado.

  2. El desenvolvimiento telepático trae una mayor sensibilidad hacia los demás. Éste es el secreto del trabajo de un Maestro y el factor que le permite trabajar por medio de Sus discípulos, utilizándolos como avanzadas de Su conciencia. Para poder hacerlo con exactitud cuando Él lo decide, debe ser capaz de saber cuál es su condición mental, síquica y física. Así descubrirá si son aptos o no, para algún servicio específico, o si pueden ser utilizados sin peligro, o si su sensibilidad es de tal naturaleza y su interpretación de lo que siente es suficientemente exacta, como para responder inteligentemente a la necesidad. ¿No es así como tuve que estudiarlos a todos ustedes? Cavilen sobre esto y reflexionen sobre las implicancias. [e73]

  3. Tal sensibilidad telepática traerá también la nueva ciencia de la intercomunicación, que en la nueva era se generalizará y comprenderá. La radio es el símbolo físico externo de esto.

     Surgen aquí ciertas preguntas y será conveniente responder a algunas de ellas. Cabría preguntar, ¿tiene alguien derecho a actuar telepáticamente sobre la mente de otra persona? Responderé que ustedes lo hacen en todo momento, consciente o inconscientemente, sin capacidad ni objetivo alguno, o si lo hay, es generalmente de la personalidad. A través de la telepatía se han diseminado ideas por el mundo, mediante el proceso de plasmarlas mentalmente en la mente de algún [i64] discípulo o una persona sensitiva, entonces su tarea es descubrir y dirigir la mente y las actividades de los individuos dedicados no sólo a responder a esta impresión, sino a inculcarla en la conciencia de los pensadores del mundo. Se han preguntado ¿cuáles son los aspectos del trabajo respecto a la telepatía, que despertaron dudas en sus mentes? ¿No será desconfiar de la intención o puntos de vista personales, o dudar también de su propia sinceridad o móvil? Si este trabajo no se lleva a cabo en forma altruista, libre de todo prejuicio y preferencias personales, políticas o religiosas, no podrá hacerse un trabajo seguro. Por eso hago tanto hincapié en la necesidad de realizarlo en el punto más elevado de la meditación, y con total obediencia a mis decisiones sobre la cuestión.

     Otra pregunta podría ser: ¿Cuál es la diferencia entre el trabajo que les sugiero y el de la Logia de los Señores de la Forma? Ninguno, salvo el móvil y el punto desde el cual deben procurar trabajar. Los Señores de la Forma trabajan enteramente sobre y desde las regiones inferiores del plano mental y con la energía del conocimiento. El aspecto amor del alma está inactivo; en consecuencia, desde el ángulo y la visión de la Gran Logia Blanca, los móviles son erróneos y los objetivos egoístas. Esto es verdad tanto en los grupos como en los individuos. Recuerden que los Señores de la Forma son almas de edad muy avanzada y de excepcional ceguera. Pero más adelante, en un remoto ciclo, cuando hayan agotado el karma, y la Gran Ley haya exigido el pago por el mal cometido, ellos también empezarán a desarrollar el aspecto amor y a trasmutar sus móviles. Ustedes también deberán trabajar desde las esferas mentales, pero el conocimiento y el amor tendrán que actuar juntos para producir sólo resultados armoniosos e inteligentes, de acuerdo al Plan. No se permite a los discípulos invocar y poner en actividad el aspecto Voluntad del alma, a no ser que sean iniciados de tercer grado. Antes de eso [e74] raras veces conocen la diferencia entre la imposición de la voluntad y la impresión directa de ideas. Prevalece mucho el deseo (que es voluntad embrionaria) en el equipo de ustedes, para que se les pueda confiar este aspecto más elevado de la actividad mental. Les pediría que en [i65] conexión con el trabajo telepático, comprendan con toda claridad en sus mentes el trabajo que deben hacer estos grupos bajo mi dirección y que la impresión de ideas y no a la dirección impuesta, es el ideal grupal -algo muy diferente hermanos míos.

     Además se preguntarán ¿cómo puede llevarse a cabo esta impresión colectiva y al mismo tiempo dejar libre al hombre? Quedará libre porque se mantendrá alejado de toda fuerza volitiva dirigida; lo único que harán los trabajadores y discípulos en mis grupos, es plasmar en ciertas mentes los delineamientos o sugerencias respecto al Plan; estas ideas se relacionarán particularmente con el concepto de que la separación pertenece al pasado y que la unidad es la meta para el futuro inmediato; que el odio es retroactivo e indeseable y que la buena voluntad es la piedra de toque que trasformará al mundo.

     ¿De qué modo pueden mantener sus mentes, libres de sus propios deseos e interpretaciones? Alcanzando la negatividad equilibrada y positiva de los dos aspectos inferiores de la personalidad, el cuerpo astral y el cerebro, lo mismo que el cerebro etérico, los cuales determinan las reacciones de los centros inferiores, especialmente las del centro plexo solar. Así la mente quedará libre para desarrollar tres funciones:

  1. Establecer contacto con el alma, lo cual dará como resultado la iluminación y el conocimiento práctico de los aspectos inmediatos del Plan.

  2. Formular ideas y crear formas mentales. De esta manera se puede construir una forma mental definida, la que puede ser dirigida positivamente.

  3. Trabajar en los niveles mentales con sus hermanos de grupo, para que la forma mental que ustedes puedan crear sea parte de la forma mental del grupo y por lo tanto producir unidos una forma mental viviente y corporificada, que podrá ser dirigida como yo lo determine.

     Otra pregunta podría formularse aquí. ¿Existen reglas específicas y breves, que deben ser obedecidas? Les daré algunas, recordándoles que lo que más cuenta en este trabajo es lo que ustedes son. El factor regulador es inofensividad de pensamientos y de palabra; la práctica de esta cualidad, adecuadamente [e75] observada, los ayudará mucho. Deben negarse a pensar mal o a [i66] censurar -esto es esencial en el caso de aquellos cuyas mentes tratan de impresionar. El silencio total e ininterrumpido de lo que están haciendo, es también un factor vital; hablar referente a esta tarea sutil y confidencial (o discutir el trabajo de los condiscípulos) puede desbaratar la delicada forma mental que están tratando de construir, lo cual puede hacer abortar el trabajo de semanas. También se debe cultivar una actitud equilibrada hacia quienes ejercen el poder en todo el mundo; sobre todo necesitan inspiración, que puede llegarles desde la Jerarquía.

     Les recomiendo, por lo tanto, eliminar de sus mentes toda censura y mal pensamiento, para que puedan alcanzar una actitud de divina indiferencia hacia las efímeras y pasajeras personalidades y el caos existente en todas partes, esforzándose por sintonizar la actitud de la Jerarquía. Esto implica acentuar el aspecto conciencia y observar cuidadosamente todo lo que ocurre bajo la superficie -procurando despertar y estimular a las masas, hasta ahora inconscientes, para que entren en una actividad mental más pronunciada. Los acontecimientos que tienen lugar en todos los países lo están logrando con gran rapidez; la humanidad se está vivificando, y su conciencia se está despertando acerca de los valores subjetivos. La Jerarquía se ve en apuros para satisfacer la creciente necesidad que tiene la humanidad de ser guiada. La sensibilidad de la raza humana (como resultado de la insuficiencia económica de la guerra, la ansiedad y el dolor) se está haciendo tan aguda, que quienes trabajamos en el aspecto interno debemos apresurarnos a plasmar la correcta impresión en los síquicos sensitivos y despiertos. De allí nuestro esfuerzo para crear estos grupos y utilizar a personas como ustedes que, teóricamente, son inofensivas, aunque en realidad están llenas de prejuicios y juzgan ligeramente. Pero debemos utilizar el material que tenemos a mano y eso nos entorpece grandemente en todo momento.

     Una vez que hayan trabajado conscientemente en la purificación de la mente e intentado liberarse de los prejuicios, de las ideas preconcebidas y de los juicios y decisiones precipitados (basados en su propio trasfondo, tradición y estado social y racial), podrán cavilar conscientemente sobre el proceso de construir formas mentales. Deben recordar que para el propósito grupal y en bien de la sencillez, son de importancia las tres etapas dadas a continuación:[i67]

  1. La etapa de reflexión sobre la idea que debe plasmarse en la mente de algún individuo. Esta reflexión y [e76] cavilación cuidadosamente dirigida construye; es una actividad creadora y constituye la primera y verdadera etapa de nuestro trabajo. No quiero que traten de construir formas mentales. Lo que quiero es que piensen con claridad, en las líneas que pueda indicarles. De esta manera la forma mental deseada se perfilará automáticamente y todos habrán contribuido a ella con algo.

  2. Una vez construida la forma mental, sobreviene un período en que cobra vida, convirtiéndose lentamente en la personificación viviente de la idea deseada -vibrante, activa y dispuesta a servir.

  3. Alcanzada esta etapa, grupalmente pueden pasar a la etapa de orientación. Manteniendo en la mente a la persona que se debe impresionar y al grupo como agente impresor (proporcionando los dos polos entre los cuales se desea establecer la interacción), tratarán de visualizar la idea viviente personificada, oscilando entre los dos polos. Deben enviarla en alas del amor, impelida por el inteligente deseo de servir y obedeciendo a mis directivas. Posiblemente la forma vuelva a ustedes una y otra vez, para ser revivificada y enriquecida, antes de realizar la tarea en forma satisfactoria.

     Los grupos de discípulos que se han exteriorizado están destinados a expresar un tipo de relación grupal que será mejor conocida y comprendida cuando el mundo llegue al próximo ciclo y era de paz. Ciertos tipos de fuerza, como bien saben, más adelante serán utilizados por los grupos para fines grupales específicos y servicio mundial. Mientras estudian y trabajan en el grupo de un Maestro, no deben perder de vista el móvil del servicio a prestar. El objetivo no es ayudarlos ni desarrollarlos individualmente, sino entrenarlos en ciertos alineamientos y actividades grupales, lo cual permitirá a estos grupos de discípulos trabajar en forma específica y definida. Sin embargo, el hecho de que un grupo trabaje con un tipo de fuerza y otro emplee uno distinto, de manera alguna puede considerarse que indica una actividad independiente o intereses separatistas. Todos [i68] perseguirán un sólo objetivo o meta, todos trabajarán con la misma energía divina, diversificada en varias fuerzas, a fin de servir a un aspecto de la vida. Les pido que reflexionen profundamente sobre los diversos aspectos del plan o sistema delineado para el trabajo grupal que he presentado, por ser un esfuerzo experimental o un ensayo para exteriorizar en la tierra ciertas fases de la tarea jerárquica.

     [e77] La energía utilizada en el trabajo telepático es la de la sustancia mental o "chitta" (según la denominan los indúes), siendo la sustancia que subyace en la manifestación misma. Dios, la Vida planetaria o Logos, trabaja sin embargo con la analogía superior de esta sustancia mental, y las fuerzas del plano mental son el reflejo o, mejor dicho, la densificación de la sustancia mental superior. Estas fuerzas o sustancia mental, fluye y se mueve constantemente, lo cual produce en el mundo mental esa actividad creadora de formas mentales puestas en movimiento por mentes que trabajan individual o grupalmente. En el trabajo verdaderamente telepático (llevado a cabo sin errores en forma correcta y desde un punto equilibrado de acción), las corrientes de esta sustancia mental se ponen en movimiento entre determinados puntos, mediante la voluntad y la idea cuidadosamente expresada y formulada en la mente del pensador. Con una parte de esta sustancia mental, ya en movimiento, se va construyendo la forma y luego pasa por la corriente establecida entre los dos puntos. El trabajador telepático, por ejemplo, yo, actúa desde el ángulo de la mente del trasmisor y la del receptor, estableciendo ante todo una corriente de relación, que ustedes a veces llaman "sentir la vibración del Tibetano", y a través de esta corriente envío la impresión, la idea o la forma mental que quiero que haga impacto primero en sus mentes y luego -si son capaces de tal alineamiento- en sus cerebros. Este proceso puede ser rápido o lento. Cuando el alineamiento es bueno, pueden responder casi inmediatamente a mi pensamiento; si es malo quizás trascurrirán días, hasta semanas, para que sea captada finalmente la impresión y registrada en forma consciente por la mente y el cerebro del discípulo.

     Otros grupos trabajan también conscientemente con la energía que puede disipar el espejismo y la ilusión, la energía del nivel más elevado del plano astral. Este nivel es [i69] susceptible de reaccionar o responder a la energía de la intuición o de budi, si prefieren la terminología oriental. Constituye la energía de la sabiduría. Es el único tipo de energía adecuada para disipar las brumas y las nieblas del mundo del espejismo. Los discípulos que trabajan en estos grupos deben aprender a utilizar esta energía, trabajar inteligentemente, pensar con sabiduría y darse cuenta de que la sabiduría misma es una fuerza. La comprensión de esto hace que una persona busque a otra que posea mayor conocimiento, cuando está en apuros y dificultades y ansía ver con claridad el camino que debe seguir, y también impulsa a los miembros de la familia humana hacia los Maestros de Sabiduría.

     [e78] En los días atlantes (voy a decirles algo interesante, que deberá evocar el sentido de responsabilidad) la tarea principal de los Maestros de Sabiduría era implantar la gran ilusión mundial, o más bien el espejismo. Trabajaban entonces principalmente en el plano astral, y si no lo hubieran hecho, la vida y las condiciones humanas no serían tan buenas como son -porque en realidad contienen mucha belleza, la belleza en potencialidad que está al borde de expresarse inmediatamente.

     Hoy los Maestros trabajan principalmente en el plano mental. Se ocupan de las ideas y de plasmarlas en las mentes de Sus discípulos y de la humanidad evolucionada. El problema de la humanidad en su totalidad es actuar en el mundo del espejismo; los aspirantes del mundo son responsables de sacar a la humanidad del valle del espejismo. Los hombres deben aprender a comprenderlo y con el tiempo, ayudados por los discípulos avanzados del mundo, entrenados por los Maestros de Sabiduría, a trasmutarlo y disiparlo.

     En consecuencia, deberán recordar que la tarea que tiene ante sí el discípulo moderno consiste en introducir en la nueva era la idea de conducir el espejismo y la gran ilusión hacia la luz. En esa luz desaparecerán. En esta era se han dominado quizás demasiado bien las fuerzas de la naturaleza y se han obtenido, para propio beneficio, los recursos materiales del plano físico. Los hemos conquistado y doblegado a nuestra voluntad y empleado frecuentemente en forma egoísta, aunque a veces con intención pura y buena. En la nueva era se controlará paralelamente [i70] el mundo de los fenómenos astrales y las fuerzas del espejismo y la ilusión. Ahora se trata de dominarlas, mental y teóricamente; pero sólo la energía de la sabiduría podrá disipar las fuerzas de los mundos del espejismo y la ilusión. Apliquen la sabiduría hermanos míos y ayudarán así a la humanidad y abreviarán también su lucha astral.

     Otros grupos tienen la tarea de trabajar con esa tan conocida y discutida energía, el prana o energía de vida -la energía de la vitalidad. El correcto empleo de las siete energías pránicas eliminará con toda seguridad la enfermedad y los males corporales y aliviará los dolores del vehículo físico humano. Pero en relación con esto, dos cosas son esenciales, aunque pocas veces van juntas:

  1. La energía del alma -análogamente a la de la mente universal y la energía de budi o intuición- debe ser puesta en actividad en el plano físico por quien debe ser curado y por el curador. Ambos deben trabajar en colaboración. [e79]

  2. Debe haber un correcto conocimiento de la enfermedad y su causa, además de la situación kármica del paciente y la condición de sus centros, su alineamiento y su etapa de evolución.

     Debido a que recién estamos en el abecé de estas ciencias relativamente nuevas, gran parte de nuestro trabajo inicial debe ser de índole aclaratoria, pues se han distorsionado demasiado estos sistemas esotéricos para utilizar la energía y se han aplicado muy erróneamente estos poderes.

     Existen otros grupos asociados en forma peculiar al número cuatro, y se ocupan de establecer un puente entre la personalidad y la mónada, es decir, entre el triple hombre inferior y la Tríada espiritual, y también entre la mente inferior, el alma y la mente superior -vinculando así la triplicidad relativamente inferior con la Unidad, la Tríada espiritual. El cuarto reino de la naturaleza es a su vez, el puente entre los tres reinos superhumanos y los tres subhumanos. También el cuarto plano, al que se debe llegar por el puente de luz, el antakarana, es el eslabón entre los tres mundos [i71] superiores de existencia espiritual y los tres inferiores del esfuerzo y la experiencia humanos. La energía con la cual debe trabajar el grupo de discípulos en esta línea de actividad, es la Luz del alma, recordando siempre que la luz es sustancia; su esfuerzo debe ser crear, como individuos y también como grupo de discípulos, una gran senda de luz entre la personalidad y la Tríada espiritual (atma-budi-manas, o voluntad espiritual, comprensión intuitiva y mente superior).

     No me he ocupado de algunas actividades de estos grupos de discípulos de la nueva era, ni he indicado las energías con las cuales deben trabajar, a fin de hacer resaltar nuevamente los planes para mis grupos de discípulos. Los grupos de los cuales me ocupo, como parte de la actividad de mi ashrama, son esencialmente Grupos Simientes. Tienen por objeto servir como avanzada de la conciencia jerárquica, enfocada por mi intermedio, del mismo modo que el discípulo aceptado individual es la avanzada en el mundo de la conciencia de su Maestro. Éste es el nexo que quiero hacer resaltar -la exteriorización, por primera vez en la historia, del trabajo interno de la Jerarquía planetaria y la precipitación (si les agrada el término) de una condición interna ya preparada para ello. La nueva era está ya sobre nosotros, y la integración de la humanidad en los tres mundos justifica cambios definidos en las técnicas, aunque no en los planes básicos.

     Sin embargo, debo recordarles que todo esto es un experimento que yo y varios iniciados llevamos a cabo como miembros [e80] de una organización espiritual. Si tiene éxito, si el impulso espiritual de todos ustedes es adecuado al esfuerzo hecho y si pueden continuarlo con persistencia y con incansable esfuerzo e interés, podría ponerse fin a la etapa experimental. Entonces la Jerarquía podrá reconocer como establecidos efectivamente en la tierra, ciertos puntos focales de energía capaces de constituir centros magnéticos o puntos de reunión para la nueva religión, la nueva medicina, la nueva psicología, la nueva educación y la nueva política. Las potencialidades son grandes. Las dificultades no son insuperables, de otra manera no se me hubiera permitido hacer este gran experimento. Nunca emprendemos actividades que de antemano estén destinadas al fracaso. En la actualidad varios miembros de la Jerarquía, en Sus diversos grados y con Sus [i72] grupos especiales, llevan a cabo en el mundo muchos de estos experimentos. El esfuerzo puede tener éxito únicamente en la medida en que los discípulos del mundo lo deseen y hagan los sacrificios requeridos y, con el pensamiento, traigan a la existencia los diversos objetivos.

     Menciono esto ahora, debido a la presión de los asuntos mundiales, a las luchas de la propia existencia individual y a la fatiga derivada del trabajo cotidiano; a los consiguientes impedimentos físicos inevitablemente sobreviene el enfriamiento del primitivo y ardiente entusiasmo y el agotador reconocimiento de la monotonía del esfuerzo exigido (el frecuente hastío y aspiración sin iniciativa), que el incansable trabajo espiritual demanda.

     El discípulo aprende a no prestar atención a estos ciclos e intervalos que ocurren entre los pares de opuestos, porque reconoce que son intermitentes. Sin embargo, trato de señalar este peligro -pues es un peligro- y les pido que persistan en el trabajo "como si" fuera totalmente nuevo y fascinador.

     Es necesario también que tengan en cuenta que estos grupos están destinados a ser los Grupos Simientes de la Nueva Era, no obstante deben recordar dos factores en relación con ellos:

  1. Constituyen un experimento único en el sentido de que, conociendo las posibilidades, comprendiendo algo de las fuerzas que poco a poco adquieren prominencia -en un mundo que se adapta con rapidez a los nuevos ritmos-, son no obstante y en primer lugar, un experimento emprendido por mí, vuestro instructor Tibetano, miembro de cierta categoría de la Jerarquía, en colaboración con otros iniciados. Como ya dije, no soy el único trabajador en este sentido, y estos grupos simiente no son los únicos en el mundo. Hay, por ejemplo, varios grupos simiente [e81] en formación, dentro de la estructura de la Iglesia Católica, inspirados por el Maestro Jesús. Éstos son, sin embargo, algo más subjetivos que los grupos en los cuales estoy particularmente interesado, y su aparición es más lenta, pero existen. También dos de estos grupos en China y cuatro en la India. Menciono esto a fin de protegerlos del sentido de excepcionalidad, pues es la sutil semilla de la gran herejía de la separatividad.[i73]

  2. Estos grupos de discípulos están pasando por la etapa de formación, de cambios y de reajustes. Su canon es todavía fluido, debido a que demasiados discípulos son receptivos a la palabra de los Maestros, pero no tanto a las ideas sobre las que Ellos fundan Su trabajo. Este comentario merece la atención de ustedes. Más adelante cuando se hayan hecho los reajustes necesarios y los grupos de discípulos puedan trabajar unidos, sin críticas ni malos entendidos, podrán emprender un trabajo grupal organizado. Esto depende necesariamente del nivel general del esfuerzo grupal, de la aspiración y de la persistencia que apliquen. En lo que a nuestra parte concierne estamos dispuestos por lo tanto a trabajar en los planos internos por medio de dichos grupos. El instrumento adecuado para poder trabajar deberán proporcionarlo ustedes.

     Debe llegar el momento, sin embargo, en que el trabajo de cada grupo de discípulos se integre definitivamente y pase de lo teórico y experimental a lo definido y práctico. Entonces llegará el período de utilidad para el grupo. Esto dependerá naturalmente de dos cosas:

  1. Cuando el grupo obtenga cierto grado de síntesis, podrá trabajar como grupo poderoso.

  2. Si el grupo no llega a integrarse ni aprovechar la oportunidad grupal y este llamado particular al servicio, entonces será esencial un reajuste del personal. Algunos discípulos tendrán que retirarse y los que no estén a la altura de los requisitos que su propia alma les ha fijado, ni del punto de realización sobre el cual estoy a la expectativa, serán absorbidos en otros grupos o formarán el núcleo de una unidad reorganizada.

     Toda la enseñanza dada sobre los grupos de discípulos que actúen en la nueva era, está destinada a todos los grupos, y más adelante se impartirá en forma general. La enseñanza sobre el trabajo grupal específico se dará en la medida en que se pueda utilizar [e82] conscientemente y se aplique el conocimiento dado con fines prácticos de servicio al mundo. Hermanos míos, lo que se necesita es servir al mundo.


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