Discipulado en la Nueva Era II - Cartas a R. V. B.

      


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R. V. B.

 

Septiembre de 1943

     Es una gran satisfacción, hermano mío, verlo actuar nuevamente como miembro reconocido de mi grupo de discípulos. Usted y yo supimos siempre que el vínculo era indisoluble y que el intervalo del trabajo interno y el período en el cual agotaba el karma (engendrado hace muchos años) fue necesario y fructífero. Es de gran valor para el alma que la personalidad reconozca conscientemente la actividad del karma y se dedique a dar fin a los efectos derivados de relaciones anteriores con el objeto de finalizar esa relación. Los discípulos deben recordar que, cuando es conocida la relación kármica en el plano físico y se emprende la acción necesaria, se presentan dos Posibilidades, las cuales dependen de que el karma sea momentáneo o que la relación sea perdurable. Una de las posibilidades es la identificación espiritual, entonces la relación nunca puede ser interrumpida y la [e480] transacción termina en forma totalmente correcta, mediante la total cesación de la relación. Estos períodos de decisión y adaptación son muy difíciles, pero en forma curiosa, cuando el discípulo mantiene internamente una actitud correcta (aunque confusa), raras veces decide él. La vida, la circunstancia, los eventos o las personas, se hacen cargo de la situación y -aferrándose a su alma- el discípulo permanece firme hasta que desaparece el problema o la relación.

     Ahora está dentro de mi Ashrama, teniendo un conocimiento [i559] más claro y una fe más sólida. Un servicio más pleno se abre ante usted -servicio que puede prestar en el lugar en que está y a pesar del vehículo físico que en ciertos momentos le acarrea molestias y dificultades. No permita que la limitación física lo controle indebidamente, sino recorra valientemente el Camino Iluminado a pesar y por causa de los problemas y las dificultades. Perdone el giro que le di a esta antigua fraseología.

     El vínculo entre usted y A.A.B. se estrecha cada año y esto usted lo ha reconocido internamente. Mucho puede hacer para ayudarla, porque confía en usted y necesita su ayuda. El trabajo de ella es cada vez más pesado, su salud está seriamente quebrantada y las necesidades del mundo la presionan más de lo que ustedes podrán jamás creer por muy cerca que estén de ella. A.A.B. valora su colaboración y usted puede hacer mucho para interpretar el trabajo que proviene de mi Ashrama y ayudar así a las almas que buscan la luz. Lo exhorto nuevamente a que haga este trabajo.

     La meditación que le pediré practicar tiene el carácter de un acto de servicio. En nada le concierne a usted, pero sí a algo que está cerca, muy cerca de mi corazón. Le pediría que tome el nuevo libro El Discipulado en la Nueva Era, y medite cada día sobre su significación, su utilidad y su valor educativo en este período de posguerra. Léalo cuidadosamente, aunque conoce mucho de lo allí expuesto; construya una forma mental del mismo y véalo distribuyéndose hasta los mismos confines de la Tierra. Este libro, si es correctamente distribuido, puede actuar como gran imán, atrayendo personas de todo el planeta a los Ashramas de los Maestros, aumentando el poder de quienes trabajan para la humanidad y acrecentando también su número. Además deberá imponerse por medio de la meditación y usted puede ser un poderoso punto focal en los planos internos para tal proceso de meditación, si lo desea. ¿Querría, hermano mío, unirse a mí en el lanzamiento de este libro para que siga su curso de servicio? Sé que prestará este servicio a quienes buscan la Luz y a mi, porque soy uno de los distribuidores de Luz.

     [e481] Su vida debe estar cada vez más dedicada a prestar este tipo de [i560] servicio; conducirá al establecimiento de líneas de relación, las cuales, en vidas posteriores, serán menos tenues y se manifestarán como el núcleo de ese grupo que cada discípulo comienza a reunir a su alrededor, antes de formar su propio ashrama en una vida aún posterior. Por eso la cuestión de la radiación y el magnetismo se funda en el método jerárquico de trabajo. Un discípulo se hace espiritualmente magnético y su radiación comienza a hacerse sentir, cuando inevitablemente la cabeza y el corazón se relacionan conscientemente. Gradualmente ese magnetismo y esa radiación hacen sentir su presencia en el medio ambiente del discípulo y evocan respuesta de los demás. No sólo eso, sino que la vibración magnética y radiatoria atrae la atención del Maestro y el discípulo encuentra su camino al ashrama en la línea o el rayo de su propia actividad radiatoria, afín al ashrama. Con el entrenamiento intensificado, allí recibido, hace que sea más espiritualmente eficiente y "esotéricamente atractivo" en el mundo de los hombres. Debe continuar su tarea de reunir aquellos a quienes puede ayudar y lo reconocen como auxiliador y guía elegido. De este modo se forma un ashrama -cada uno en su propia vibración de rayo y cada uno consagrando su tiempo y muchas vidas para la decisión y la irradiación. Actualmente hay muchos discípulos como usted en entrenamiento, a fin de manejar esta fase del trabajo jerárquico entre los hombres. Podría decirse que éste es el móvil subyacente y el propósito jerárquico de la Escuela Arcana. Todo discípulo de mi ashrama debería ser consciente de que esta vida y la siguiente están destinadas a formar su propio grupo. Este libro está destinado a ayudar en este proceso, y sobre este aspecto le pediría que ayude durante la meditación.

     Le daré ahora seis enunciados que pueden constituir seis pensamientos simientes si lo desea, sobre este tema particular durante el próximo año:

1. La vida del ashrama palpita. Su radiación penetra hasta en la lobreguez y la oscuridad externas; dentro de ese haz de luz aparecen uno por uno y solos, los aspirantes que esperan.

2. Por ese haz llega el discípulo hacia el punto [i561] central de luz, el Maestro en Su Ashrama. El Maestro espera. No va hacia él, sino que silenciosamente irradia.

3. El discípulo atraviesa la puerta del Ashrama y permanece ante el Maestro de su vida. Sabe que él mismo es un alma. Sabe que ahora su mente y todos sus fuerzas naturales inferiores deben irradiar la luz adquirida. [e482]

4. A medida que los discípulos encuentran uno por uno su camino al Ashrama y a la Luz central, esa luz se intensifica. La radiación del Ashrama aumenta con gran intensidad. El pequeño haz de luz enfocado en el corazón del discípulo, dirigido por su ojo, penetra a su vez la oscuridad externa, y todos los que esperan ven.

5. He ocupado el lugar que me corresponde en el Ashrama. Mi pequeña luz se fusiona y mezcla con la luz mayor, porque así puedo servir mejor. Enfrento al Maestro y sé que Su luz y la mía son la misma. Giro y envío mi luz hacia la oscuridad para guiar hacia el hogar a quien se ha extraviado.

6. Concédaseme la luz para que yo pueda brillar. Permítaseme irradiar la luz por el mundo donde existe tiempo y espacio, crear una luz, transmitirla y hollar así el Camino Iluminado (que es mi Yo iluminado). Penetrar en la luz y así devolver la luz a quienes la necesitan y a Aquellos de los cuales provino.

     De esta manera, mi hermano y amigo, recorra el camino de la vida, trabaje en mi Ashrama, ayude a sus semejantes y conozca el gozo del servicio y del sacrificio constantes.

Noviembre de 1944

Mi hermano y colaborador:

     Su vida espiritual se ha profundizado durante el último año y su luz dentro del Ashrama es más brillante. Creo que es justo decírselo para alentarlo. La soledad de su vida justifica a veces reforzar toda confianza espiritual que pueda poseer. Los discípulos deben aprender que su estado espiritual no evoca [i562] siempre una vida de violenta actividad externa. Personas como usted, impedidas por un cuerpo débil y las limitaciones del karma, deben triunfar donde están y dentro de la circunferencia de una esfera física algo limitada. Allí -sin ningún estímulo externo- el discípulo, por sí solo, se convierte en un punto focal de poder. Entonces su influencia puede extenderse a puntos inesperados y a menudo desconocidos para él. Antes de dar un destacado paso adelante, que no se debe únicamente al progreso normal de un aspirante persistente, con frecuencia el alma del discípulo lo obliga a ir a un lugar silencioso, donde siente inclinación y tiene tiempo de profundizar y de integrarse más conscientemente en el Ashrama, para enfocarse con la definida intención de trabajar con materia mental, bajo una impresión clara e interna. Esta es ahora su oportunidad.

     [e483] Pero, hermano mío, para que sea definidamente efectiva y obtenga un verdadero y real beneficio de la oportunidad, el discípulo debe acostumbrarse a no concentrarse totalmente en su vehículo y medio ambiente físicos. Observe que no digo descuidar la concentración. Es su sendero y destino en la vida entrar en lo que se ha llamado "el camino superior"; debe aprender en esos niveles y vivir constructivamente allí, sin reducir la efectividad de la vida normal práctica, en el plano físico.

     Quizás se pregunte ¿con qué fin específico? Sabe que ese modo de vida diaria no debería ni debe durar varias vidas, porque la meta así expresada hace cada vez más activo su servicio externo y la forma en que lo presta. Sin embargo, recordará, hermano mío, que hay momentos en que el Maestro, técnicamente hablando, entra en un estado de conciencia que llamamos "samadhi". Esto significa que por un tiempo establecido y calificado, abandona el triple vehículo inferior que creó y "viaja en la conciencia a esos niveles en los cuales el aspecto espíritu puede comunicarse con Él, donde la fuerza de la Tríada espiritual puede reestimularlo y revitalizarlo". En estos niveles Su visión es renovada y Él extrae de la fuerza de Shamballa -de acuerdo al grado- la inspiración (hablando también técnicamente) para un nuevo ciclo de servicio. Esto requiere que se ausente o retire [i563] durante varias horas, como se cuentan en la Tierra, de Su cuerpo de manifestación. En el caso de un discípulo en entrenamiento, el verdadero "samadhi" no es posible. Los ciclos de silencio obligatorio y de retiro consciente de la presión de la vida diaria en el mundo de los negocios y de los hombres, deben ser de gran extensión, aunque -a medida que se progresa- estos períodos son cada vez más breves. En una vuelta inferior de la espiral, el ashrama es para el discípulo lo que los atrios de Shamballa son para el Maestro. Por esa razón, hermano mío, le di el año pasado esa meditación especial sobre el tema del ashrama. Confío en que la siguió cuidadosamente.

     El objetivo de esta vida de intervalo y experiencia y algo drástica y obstaculizadora, y además de frustración repetida, es adaptarlo a una vida posterior (la próxima, si se beneficia por la oportunidad presentada) para transferirlo al Ashrama del Maestro K.H.. Como sabe, una de las tareas que emprendí en este momento de crisis mundial fue aliviar a varios de los Maestros de la tarea de instruir y vigilar a Sus discípulos más jóvenes. Los discípulos mayores y aquellos que se denominan discípulos mundiales, mantuvieron su posición en los Ashramas más antiguos y poderosos. Uno de estos discípulos mayores, A.A.B., como bien sabe, me ha ayudado en esta tarea. Comprendí también la [e484] preparación de ciertos discípulos que nunca estuvieron en el Ashrama de los Maestros K.H. o M., de manera que pudieran ser transferidos de mi Ashrama al de Ellos, y entre todos se encuentra usted. Ésta es en su caso la principal razón de que existan sus actuales circunstancias.

     Otra razón fue que hizo una gran transferencia de energía desde el centro sacro al centro laríngeo, y ésta es una de las causas de su actual condición física, pero sólo una de ellas, hermano mío. Una transferencia y centralización de los fuegos inferiores a un centro superior, causa a menudo dificultades en el cuerpo físico; agradezca que así haya sido, porque la centralización en uno de los cuerpos más sutiles es mucho más difícil de manejar.

     Lo antedicho es un claro enunciado de la meta que tiene ante sí y también la corroboración de muchos pensamientos que han surgido en su mente. Puede [i564] ahora eliminar toda duda respecto al futuro, ¿no es verdad? Allí donde reside puede ahora aplicar en forma nueva y fresca el poder creador de la mente y emplear la pluma con más poder y dinamismo.

     El enunciado que antecede le proporcionará también el necesario incentivo para el resto de su vida; no necesita instrucción mas detallada de mi parte -salvo que su progreso sea tan importante que me obligue a vigilarlo más de cerca. Eso también queda en sus manos. Recuerde que no lo apremio para que arremeta adelante más intensamente, pues tengo muy en cuenta su condición física.

     Sin embargo, hay algo que debe vigilar atentamente. Como bien sabe y le dije hace algunos años, usted tiene un indebido número de rayos en determinado línea, por lo tanto, su equipo de energías no está bien equilibrado, y deberá equilibrarlo antes de poder entrar en el poderoso Ashrama de K.H.. El poder de un Ashrama lógicamente depende del estado, el grado y la experiencia del Maestro que Se halle en su centro o corazón. Cuanto más avanzado es el Maestro, mayor energía shambállica afluirá al Ashrama, siendo el Maestro K.H. un Chohan y uno de los Maestros principales (después del Cristo), que puede "penetrar a voluntad en los atrios de Shamballa". Los Maestros de grado análogo al mío pueden hacer contacto con Shamballa sólo en períodos ya determinados y uno de los objetivos de nuestro entrenamiento es alcanzar una relación más estrecha con el Cristo y, por Su intermedio con el Señor del Mundo. Por consiguiente, los Ashramas de los cuales somos responsables yo y los Maestros de mi mismo grado, no son tan poderosos.

     Será necesario que aplique más fuerza de primer rayo a su experiencia externa; además deberá crear esas condiciones que [e485] le permitirán ser y trabajar como personalidad de primer rayo en la próxima encarnación. Para realizarlo le sugeriría que estudiara las instrucciones que le di el año pasado a I.S.G-L, donde le transmití seis enunciados sobre [i565] este misterioso y sagrado centro denominado Shamballa. Para la meditación de este año, tome el tercer enunciado y reflexione profundamente sobre él, relacionándolo con el sexto, y esfuércese por comprender a ambos. Podrá hacerlo por medio de la clave contenida en la primera frase de la meditación que le asigné en esa misma serie. Si comprende realmente estos tres enunciados hallará que contienen el método por el cual puede ponerse en armonía con la fuerza shambállica. Ningún discípulo podrá hacerlo si no ha tendido previamente un tenue hilo por el cual podrá algún día llegar a esos niveles sublimes donde se desempeñan el Logos planetario y Su Concilio. El primer paso que usted debe dar consiste en responder a la energía de primer rayo; luego la utilizará consciente y constructivamente -sin aplicar su aspecto destructor-, y aprenderá así a emplear la energía de primer rayo como un canal de acercamiento, aunque sea en una etapa muy posterior.

     Si reflexiona sobre los tres puntos mencionados bastarán para su trabajo de meditación durante el año y podrá obtener grandes beneficios. Sin embargo, practique los domingos la meditación que le di el año pasado, dedicándole treinta minutos, estableciendo todas las semanas un vínculo más estrecho conmigo y mi Ashrama. Mi Ashrama podrá denominarse puerta de entrada para el Ashrama del Maestro K.H.; algún día la atravesará y pasará a ese centro más elevado y poderoso.

Agosto de 1946

Hermano mío:

     Se ha beneficiado grandemente debido a la atención que le ha dedicado a mi última instrucción; también realizó un buen trabajo creador al ayudar a A.A.B.. Aunque no estaban involucrados sus propios rayos, le sugerí que temporariamente trabajara en líneas de primer rayo, pues le otorgarían mayor fortaleza y el aspecto Voluntad se expresaría más definidamente. Habrá comprendido que fue necesario un mayor desarrollo de su voluntad y la obtención de una fuerte determinación y gran comprensión, antes de pasar al Ashrama de K.H.. Esta transferencia tendrá lugar oportunamente, pero usted todavía no está preparado [i566] para soportar la fuerte presión de Shamballa que se experimenta siempre en el Ashrama de un Chohan, del cual el mío, como sabe, es un Ashrama subsidiario.

     [e486] ¿Por qué lo dirigí hacia el aspecto voluntad cuando ambos Ashramas son de segundo rayo y usted es predominantemente discípulo de segundo rayo? Los ashramas subsidiarios se ocupan de las cualidades de rayo cuando están activos y prestan servicio, mientras que los ashramas mayores se ocupan siempre de la voluntad en acción, por medio de las cualidades de rayo. Esto es posible porque quienes presiden los ashramas mayores han recibido la sexta iniciación; los ashramas como el mío están dirigidos por un Maestro o Iniciado de quinto grado.

     Fue necesario intensificar grandemente su estudio sobre la naturaleza de la voluntad. Las ideas del discípulo respecto a este tema generalmente están muy lejos de la realidad; la comprensión de la voluntad es un asunto progresivo y los discípulos de todos los rayos deben llegar a comprender la actividad de la Voluntad a medida que avanzan.

     Quizás obtendrá una idea de lo que quiero darle a entender respecto al trabajo llevado a cabo en el Ashrama de un Maestro o de un Chohan, si medita sobre las palabras: Buena Voluntad y Voluntad al Bien. Se considera que la buena voluntad cualifica la vida en todos los Ashramas presididos por un Maestro de Sabiduría; la Voluntad al Bien se desarrolla y se comprende en los Ashramas de Aquellos que han obtenido una realización aún mayor. Buena voluntad concierne al Plan, mientras que voluntad al bien, al Propósito. Además, en esta misma conexión tenemos Visión e Iluminación. Aquí hay una insinuación vital para todos ustedes respecto a la diferencia de trabajo en ambos ashramas.

     Puede, si lo desea, elaborar también la misma idea vinculando los tres vehículos periódicos, descubriendo una tercer palabra afín y descriptiva para formar una imagen correlativa y educativa.

1. Vista Visión Iluminación
2. Acción Plan Propósito
3. Autovoluntad Buena Voluntad Voluntad al Bien

     [i567] Observará que la creación de combinaciones similares de palabras espiritualmente explicativas es un valioso ejercicio.

     Con lo antedicho no infiero, hermano mío, que su voluntad es débil. Constantemente va dirigida a lo bueno y a la Jerarquía. Pero el empleo de la voluntad espiritual para afectar y dirigir los asuntos de la personalidad es algo muy diferente; es aquí donde debe conocer la acción directa de la voluntad del alma cuando enfrenta las oportunidades y las crisis de la vida. Por lo tanto, practique la meditación delineada más abajo. Conoce bastante sobre el proceso de meditación para aplicarlo en el [e487] transcurso de los años a su propia reflexiva norma de vida, a medida que usted produce gradualmente resultados y ahonda más el tema de la voluntad.

1. Entone el OM conscientemente como:

a. El cuerpo físico, empleando el cerebro como centro de dedicación.

b. El cuerpo astral, "elevando el corazón al Señor", ignorando en realidad la existencia del cuerpo astral.

c. La mente, orientándola directamente hacia el alma.

2. Entone el OM tres veces, como alma, inundando con luz y amor al triple instrumento.

3. Procure que la personalidad exprese durante algún tiempo la buena voluntad.

4. Nuevamente centre la conciencia en el alma, orientando a su personalidad fusionada con el alma, hacia la Tríada espiritual. Esto requerirá el empleo de la imaginación, hasta hacerlo una realidad.

5. Luego tome correlativamente los temas siguientes como reflexión meditativa, uno por mes, y cuando los haya hecho todos, repita la secuencia:

a. Desde el centro donde la Voluntad de Dios es conocida.

b. Que el propósito rija a las pequeñas voluntades de los hombres.

c. El propósito que los Maestros conocen.

d. El propósito que los Maestros sirven.

e. Que la Luz restablezca el Plan en la Tierra. [i568]

f. Que el Amor restablezca el Plan.

g. Que el Poder restablezca el Plan en la Tierra.

h. Que se cumpla Su Voluntad en la Tierra así como en el Cielo.

i. Desde ahora hasta la eternidad, me dedicaré a cumplir Su Voluntad.

6. Entone el OM tres veces inaudiblemente.

     Acuda a mí cuando usted quiera, y sólo cuando es necesario. Las palabras "cuando usted quiera" tienen una significación oculta. En el caso de un discípulo que, como usted, alcanzó la etapa del contacto ashrámico, es imprescindible el empleo de la Voluntad cuando es necesario llamar la atención del Maestro. Su vínculo conmigo permanece intacto.

Noviembre de 1948

Mi amigo y hermano:

     [e488] Tengo relativamente poco que decirle este año, en que establezco un "contacto de reconocimiento" con todos los que están afiliados activamente a mi Ashrama. Las circunstancias de su vida son de índole tal, que puede manejar sus asuntos eficientemente y resolver sus crisis, enfrentando, por lo tanto, un estado de cosas poco común en la vida del discipulado. Se le ha concedido un intervalo donde puede perfeccionar el trabajo que lleva a cabo para las almas individuales, por eso recibió una preparación completa. Quisiera que reflexione profundamente sobre estos conceptos.

     Cuando llegó a la edad de la comprensión, usted ya no actuó en esta vida como miembro de su raza; los lazos familiares no lo ataron en forma posesiva, aunque haya estado siempre en contacto con los parientes; asimiló la Sabiduría Eterna sin dificultad alguna y durante muchas décadas ha servido conscientemente a la Jerarquía; brinda una ayuda real a A.A.B y sé que le pedirá que intensifique la naturaleza de esa ayuda, aunque no la acreciente... Su mala salud ha constituido un obstáculo, pero no lo es en realidad en su caso, sino que tiene una finalidad destacada y definidamente [i569] planeada, a fin de que el discípulo aprenda ciertas lecciones de desapego y, perciba ante todo -a medida que aprende-, la poca y relativa importancia de la forma. Estas cosas ya las pasó y se le presentaron estas lecciones para que las asimilara; ahora debe prestar un servicio esotérico muy profundo, y lo prestará allí donde usted se halla.

     Como habrá observado, hermano mío, su vida es rica, plena y libre y promete serlo aún más. Debe aceptar las limitaciones del cuerpo físico, que no aumentarán hasta que llegue la vejez, tratando al mismo tiempo de ignorar ese cuerpo para que no haga impacto alguno sobre su conciencia, ni lo restrinja, e impida prestar el servicio al cual se ha consagrado.

     Ha progresado más allá de las etapas de las meditaciones establecidas y de las fórmulas definidas; ahora debe comenzar todos los días de su vida un período cada vez más profundo de reconocimiento espiritual, período en el cual deberá hacer cuatro cosas:

1. Reconocer que su propia alma

a. es una con el alma de los hombres y

b. que cumple firmemente el propósito de su vida. [e489]

2. Reconocer el ashrama al que está vinculado y al grupo de colaboradores con los cuales decidió colaborar.

3. Reconocerme a mí como su Maestro, D.K., mediante un fugaz pensamiento y amor.

4. Reconocer que su personalidad es un servidor divino.

     Si sigue este procedimiento, aparentemente tan sencillo, por la mañana y por la noche antes de dormirse, descubrirá una renovada dedicación y vislumbrará profundamente otro estrato (si así puedo denominarlo) de la verdad esotérica y de la conciencia divina.

     Estamos eternamente vinculados como trabajadores de la Jerarquía una, guiados por el Cristo y Su Sucesor, en un lejano siglo. Confíe en esto, hermano mío, y siga adelante con mi amor y bendición.


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