Astrología Esotérica - Capítulo 4
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CAPITULO IV
LOS PLANETAS SAGRADOS Y LOS NO SAGRADOS
[e375] [i503] COMO se han de imaginar, poco puedo decir sobre este tópico, pues concierne a uno de los grandes y principales misterios de la iniciación. Trata y se relaciona con el estado espiritual de los Logos planetarios, esos grandes Seres en quienes todas las formas de vida de los planetas viven, se mueven y tienen su ser. Se ocupa de Sus estados evolutivos, de Sus metas y objetivos en el Sendero cósmico y de la iniciación, para la cual Ellos -en su vivencia incomparable e incomprensible- se están preparando.
Puede decirse fundamentalmente que un planeta es considerado sagrado cuando la Vida espiritual que lo anima ha recibido cinco iniciaciones cósmicas mayores y se considera no sagrado aquel cuyo Logos planetario no ha recibido tales iniciaciones. Esta definición es inadecuada y sólo podrán comprenderla si tienen presente que la iniciación es el proceso por el cual se desarrolla la inclusividad.
Por lo tanto, verán que este capítulo que ahora emprendemos, será necesariamente breve, porque consideraremos factores que deben continuar siendo incomprensibles Por consiguiente, sería [e377] pérdida de tiempo tratar extensamente este tema, tanto para ustedes como para mí.
Podrán obtener alguna comprensión de la diferencia que existe entre un planeta sagrado y otro no sagrado, si se dan cuenta de que existe una analogía paralela entre la conciencia del iniciado (hasta la tercera iniciación inclusive) y la conciencia del Logos de un planeta no sagrado. Alma y cuerpo, conciencia y forma, se mezclan, [i506] teniendo lugar una definida fusión. Dos aspectos divinos están en proceso de relacionarse íntimamente. El discípulo efectúa esta relación dentro de su pequeño sistema, y el Logos planetario lo hace en una escala mucho mayor dentro de su campo de influencia y control. Durante este proceso lleva consigo los cuatro reinos de la naturaleza. Para ambas vidas -micro y macrocósmica- esta fusión trae la Transfiguración, la tercera iniciación. El Logos de un planeta sagrado ha continuado el trabajo divino y se ocupa de sintetizar la tarea en un solo ente que responde y actúa conscientemente sobre el aspecto superior divino, el de la Mónada, el aspecto voluntad. Cuando esto se realiza, la voluntad, el amor y la inteligencia, están fusionados, y el espíritu, el alma y el cuerpo, se han unificado. Entonces la cualidad de la divina expresión constituirá el propósito divino, impulsado por la voluntad, motivado por el amor y llevado adelante por la inteligencia.
Los astrólogos deberían observar que, en su trabajo, no han considerado debidamente (al tratar con las doce casas o mansiones del alma) si el planeta es sagrado o no. El efecto de las influencias de un planeta sagrado es muy distinto del de las de un planeta no sagrado, pues uno afectará principalmente la vida en los tres mundos, mientras que un planeta sagrado será de valor en los procesos que afectan la fusión del cuerpo y del alma, de la conciencia y de la forma, y también activará la intuición (el alma espiritual), aspecto inferior de la Mónada. Como bien saben, los planetas sagrados son siete:
[e378] [i507] Los planetas no sagrados son cinco:
Resulta interesante observar aquí, que los planetas no sagrados rigen las casas primera, cuarta, quinta y octava, en el zodíaco menor. La Tierra es también un planeta no sagrado. Por lo tanto, existen cuatro planetas no sagrados que controlan o rigen a un quinto planeta no sagrado -analogía de los cuatro aspectos del hombre inferior. Tenemos así, primero, el cascarón físico externo, el cuerpo etérico o vital, el cuerpo astral y el cuerpo mental, más una fusión con el quinto cuerpo, la personalidad. Se evidencia con claridad la tarea de nuestro Logos planetario y la de los seres humanos avanzados. Considerado desde una actitud más amplia y sintética, tenemos cuatro reinos de la naturaleza, más el quinto reino oculto, el reino de Dios. Desde otro ángulo tenemos:
Aries-regido por Marte.
Observarán que menciono aquí a Plutón y no a Marte, como planeta no sagrado que rige a Escorpio. La razón estriba en que hay una relación entre Marte y Plutón, análoga a la de Venus y la Tierra. Hablando esotéricamente, Marte es el alter ego de Plutón; la actividad de Plutón en la actualidad y en este ciclo mundial menor es muy importante debido a su acercamiento esotérico a la Tierra, impelido a ello porque su vida ha sido vivificada por un despliegue de energía marciana. La Tierra, Marte y Plutón [i508] forman un triángulo interesante, teniendo a Venus detrás de la escena, actuando como lo hace el alma impelente hacia una personalidad que se integra rápidamente. Cuando se confecciona el horóscopo, debe recordarse que este triángulo indica una relación y una posibilidad que puede constituir (aunque no a menudo) un importante factor determinante, antes de entrar en el sendero de probación. Las cuatro casas, regidas por los cuatro planetas no sagrados (sin contar al Sol), son casas [e379] de la personalidad, orientadas mundanamente, y la razón de esto no está muy lejos. Las siete casas restantes, regidas por los siete planetas sagrados no son tan estrictamente materialistas ni están tan exotéricamente orientadas, aunque las doce indican limitación, o lo que impide que el Morador de la mansión expanda su conciencia, si se deja aprisionar por ellas. Por otra parte, ofrecen una oportunidad si está orientado hacia la vida superior.
Quisiera señalar nuevamente que Marte es el transmisor de la fuerza de sexto rayo y esto hace que la primera casa de actividad que corresponde al cuerpo físico sea la del devoto que lucha por lo que desea o aspira. El guerrero, consagrado a una causa, viene a la existencia en el campo de acción, la Tierra, que es en sí misma una expresión del tercer Rayo de Actividad Inteligente. Aries, la primera casa, Marte y la Tierra, inician el conflicto, enfocado en una forma.
Repito, la Luna es el regente de Cáncer, está relacionada con el cuarto rayo y rige la cuarta casa. He aquí una idea de que la forma custodia la esencia espiritual viviente, el hogar, aunque el hogar sea el cuarto aspecto inferior de la personalidad, el cuarto reino de la naturaleza, pero todos regidos por el cuarto Rayo de Armonía a través del Conflicto -armonía que debe lograrse dentro de la forma, en la Tierra.
El Sol, el transmisor de la energía de segundo [i509] rayo, rige la quinta casa o mansión del alma, el cuerpo causal en este caso; la fuerza de Leo está también implicada, la fuerza del alma autoconsciente. El hombre espiritual, consciente de su identidad en esta casa expresa: Soy la causa eterna de toda relación. Soy y existo. El hombre comprende el dualismo del segundo rayo, el personificado quinto principio, primero en la quinta casa.
Plutón, que trasmite energía de primer rayo, rige a Escorpio, el signo del discipulado, del hombre preparado para la fusión, obtenida mediante la influencia de los planetas sagrados, y rige la casa de las principales separaciones y de la muerte. La flecha de Dios perfora el corazón y tiene lugar la muerte. A este respecto debe recordarse que la muerte es producida definitivamente por el alma. El alma lanza la flecha de la muerte. (La flecha que apunta hacia arriba es el símbolo astrológico de Plutón).
Sólo en el ciclo actual el Sol y la Luna velan a ciertos planetas y son los símbolos exotéricos de ciertas fuerzas esotéricas. A medida que sigue la evolución, los planetas no estarán velados ni sus influencias serán tan remotas. En la actualidad, el mecanismo de la mayoría de la familia humana no está [e380] sintonizado con la recepción de los rayos desde Vulcano, Urano y Neptuno, mientras que Plutón actualmente, sólo evoca respuesta. de los grupos, o esos discípulos que están suficientemente evolucionados como para responder correctamente. Los tres planetas velados -Vulcano, Urano y Neptuno-, son sagrados y personifican las energías de los rayos primero, séptimo y sexto. Vulcano no es un regente exotérico, y únicamente entra en actividad cuando un hombre se halla en el sendero, mientras que Urano y Neptuno son regentes de las casas undécima y duodécima y rigen a Acuario y a Piscis. Creo que las implicaciones son claras.
No intento considerar las casas en detalle. Los astrólogos modernos lo han hecho en forma relativamente satisfactoria, [i510] pues las casas se refieren a la prisión del alma y a sus limitaciones, y con éstas hay una amplia familiaridad. Como saben, me ocupo de la astrología del alma y de las influencias de los planetas esotéricos. Sin embargo, haré tres sugerencias:
Si el astrólogo considera estos tres puntos y está dispuesto a experimentar con ellos, habrá dado un gran paso en la revelación de la astrología del alma. También será útil establecer las analogías superiores de las realidades materiales representadas por las casas. Proporcionaré alguna idea sobre [i511] las analogías relacionadas con las dos primeras casas: [e381]
Primera Casa: Cuerpo físico o forma. - El cuerpo causal del alma. Apariencia o manifestación. - El surgimiento del alma. La cabeza. El cerebro. - El centro coronario. Actividad personal. - Expresión del alma. Modalidades, etc. - Tipos y cualidades de rayo.
Segunda Casa: Finanzas. - Intercambio monetario. - Prana. Gastos. - Empleo de energía. Posesiones. - Control de la forma. Pérdidas. - Abandono de la materia. Ganancias. - Adquisición de poderes espirituales.
Ustedes pueden establecer las otras diez casas por sí mismos. Resulta interesante observar, por ejemplo, en relación con la segunda casa (y la misma idea puede ser aplicada a todas) que Tauro, la madre de la iluminación, y Venus, que otorga la mente -más el alma ya incorporada, están relacionados y activos en esta casa. La luz de la materia y la luz del alma están implicadas en el empleo de la energía y en el problema de lo que se desea, o lo que se considera perdido y el objetivo alcanzado. Por lo tanto, es la casa de los valores espirituales o materiales.
1. Los Centros, los Rayos y los Signos.
Vamos ahora a considerar -en forma breve e inadecuada, pero espero que sea sugestivo- los centros tal como se relacionan [i512] los planetas, observándolos como expresiones y transmisores de las influencias de rayo.
Se darán cuenta que me refiero sólo a la interacción entre los planetas y los centros, en lo que se refiere al hombre, y lo hago en un sentido amplio y general, porque esa interacción depende:
Unicamente son posibles estas generalizaciones, dada la vastedad del tema y los incontables detalles en el mundo de los efectos. Otra dificultad reside en que así como existen siete centros principales, existen doce planetas que condicionan a los centros en tiempo y espacio. Los centros de los iniciados están regidos únicamente por los siete planetas sagrados; en el hombre común dominan algunos de los planetas sagrados y no sagrados. En el hombre no evolucionado, controlan los cinco planetas no sagrados, y los centros cardíaco y coronario están regidos por dos planetas sagrados, determinados por los rayos del alma y de la personalidad. Debido a que el tipo del rayo no aparece hasta no haber obtenido un desarrollo avanzado, es evidente que el tema se complica aún más, y las aseveraciones dogmáticas no [i513] serán posibles hasta el momento en que el astrólogo esté seguro de cuáles son los dos rayos principales del sujeto. No obstante pueden hacerse ciertas afirmaciones básicas:
Si se agregan estos enunciados a los tres dados anteriormente, tendrán doce sugerencias respecto a las líneas que debe seguir la nueva investigación astrológica, proporcionando una prueba de la exactitud de la deducción astrológica y la garantía de la verdad de lo que expongo.
Resulta imposible determinar cuál de las influencias planetarias condicionan los centros en el cuarto reino de la naturaleza o en la Tierra (considerándola como el vehículo del Logos planetario) como también en el hombre, el individuo, a no ser que se conozca su grado de evolución, o determine en qué etapa del Sendero de Retorno se halla el Morador de la forma -macro y microcósmica. El tema cambia constantemente, así como el ser humano individual cambia su enfoque o actúa primero en una zona [i515] de su cuerpo de fuerza (los tres cuerpos sustanciales) y luego en otra.
Cada personalidad que cambia ve entrar un rayo de fuerza distinta, y cada rayo rige o trasmite su fuerza por intermedio de uno de los siete centros; el signo del Sol será diferente en cada encarnación, conduciendo, lógicamente, a un signo ascendente distinto y, por lo tanto, a una serie completamente nueva [e384] -de influencias planetarias. Así los centros del cuerpo vital quedarán bajo distintas presiones y estímulos. El estímulo aplicado puede en una vida tender a vivificar el plexo solar, o a impulsar sus energías hacia arriba a un punto más elevado de transferencia, el centro cardíaco. En otra puede vérselo enfocado en el centro laríngeo y, por una actividad indirecta, afectar al centro sacro -de acuerdo a la esencial Ley de Atracción-, produciendo una elevación de la fuerza al foco creador superior.
Como teóricamente saben, la Ciencia del Ocultismo es la Ciencia de las Energías y de las fuerzas sobre las cuales ellas hacen su impacto; esto, cuando concierne al hombre, el individuo, y a los centros dentro del vehículo humano (mayores y menores), conducen a la Ciencia del Laya Yoga, o ciencia de los centros de fuerza. También éstos, de acuerdo a la deducción astrológica, quedan bajo la influencia de ciertos regentes planetarios, que a su vez los relacionan con ciertos grandes Triángulos de Fuerza, formados por tres principales constelaciones condicionantes. A ello se debe el énfasis puesto sobre la Ciencia de los Triángulos y su incluyente Ciencia de la Astrología Esotérica, la cual debe inevitablemente erigirse en términos de energía, recibida, transferida y empleada, y arrojar luz sobre los factores abstrusos que condicionan los centros y llevan al hombre a ser lo que es en un momento dado, siendo veraz la afirmación de que el mundo del ocultismo es el mundo de las energías, de las fuerzas, de su origen, de su punto de impacto y de los métodos para su asimilación [i516] y transferencia, o eliminación. Sin embargo, a no ser que exista algún método científico de captación, algún modo de adaptar la vida a estos factores y algún proceso de experimentación, a fin de comprobar el hecho, la enunciación es relativamente inútil para el ser humano inteligente, resultando una hipótesis que debe ser comprobada o no. El hombre que trata de dominar su naturaleza inferior y tiene como meta expresar su divinidad innata, necesita el hilo dorado por el cual hallar el camino que lo saque de las cavernas de la confusión y de las zonas de especulación y de exploración. La Ciencia de la Astrología Esotérica y sus ciencias subsidiarias, proporcionarán con el tiempo este proceso de investigación, deducción y comprobación. La base ha sido establecida. Lo que aquí expongo puede constituir otro paso y arrojar más luz. Podría decirse que hasta que no se esté construyendo definidamente el antakarana (el puente de luz entre las mentes superior e inferior, entre la Tríada espiritual y la triple personalidad), estas ciencias permanecerán a oscuras para el intelecto común. Sin embargo, cuando la intuición [e385] pueda entrar en acción, por conducto del antakarana, la luz empezará a afluir gradualmente. El mundo debe comenzar a aceptar y dar importancia a las conclusiones a que llegan los intuitivos, pues ellos han dado siempre los necesarios primeros pasos, en el desarrollo de la conciencia humana. La complejidad de los detalles es principalmente responsable de la confusión. La intuición (tal como el filósofo la comprende) es la capacidad de llegar al conocimiento por medio de la actividad de algún sentido innato, aparte de los procesos del razonamiento o de la lógica. Entra en actividad cuando los recursos de la mente inferior han sido empleados, explorados y agotados. Sólo entonces empieza a entrar en acción la verdadera intuición, es el sentido de síntesis, la capacidad de pensar en términos del todo y entrar en contacto con el mundo de las causas. Cuando esto llegue a ser posible, el [i517] astrólogo investigador hallará que las complejidades del problema desaparecerán y los detalles se encasillarán de tal manera que la suma total aparecerá con una exactitud asombrosa. Según el proverbio, los árboles impiden que los estudiantes puedan ver el bosque, y el proverbio es exacto. Estas ciencias se interpretan mutuamente.
Durante el ciclo de vida de la humanidad por el cual estamos pasando ahora, vemos en relación a los centros y los rayos y a los centros y los planetas, que los centros están regidos por los rayos siguientes:
[e386] A estos rayos debe añadirse (en los dos grupos de seres humanos) el cuarto rayo que rige a la humanidad como centro en el cuerpo del Logos planetario, llevando así todas las influencias de rayo a una séptuple corriente de energía, que actúa sobre el yo inferior en los tres mundos, o sobre quienes están entrando en el quinto reino de la naturaleza, o forman parte de él. Intensificando el problema de la humanidad como un todo, existe el problema del individuo dentro de ese todo. A las influencias a que está sujeto como individuo por su [i518] pasado y su propio horóscopo particular, y a las que participa como integrante del cuarto reino de la naturaleza, deben agregarse los efectos de sus dos rayos principales (personal y egoico). Éstos indican el tipo del mecanismo y la cualidad del alma. No debe olvidarse que sus siete centros están en estrecha relación con los centros planetarios y que está condicionado no sólo por los centros de su propia naturaleza y sus rayos, sino por los centros que se hallan dentro del reino humano y también por los planetarios, los cuales Consideraremos a continuación
2. Las Razas, los Rayos y los Signos.
Este tema es de interés general y no de importancia individual. Arguyendo como debe hacerse siempre desde lo universal a lo particular, es esencial que la humanidad relacione su propio mecanismo con el mecanismo mayor por medio del cual funciona la Vida planetaria, y vea a su alma como una parte infinitesimal del alma del mundo. Por lo tanto, es necesario que relacione su signo del Sol con su signo ascendente y su alma con su personalidad, considerando a ambos como aspectos y partes integrantes de la familia humana, y esto sucederá en forma acrecentada. Este proceso comienza a manifestarse en la constante expansión de la conciencia grupal, nacional y racial, que la humanidad demuestra en la actualidad -conciencia que se expresa como inclusividad espiritual (desde el punto de vista del alma) o como una tentativa anormal y maléfica de fusionar y unificar todas las naciones en un solo orden mundial, basado en cuestiones materialistas y dominado por una visión materialista. Nada espiritual había en la visión de los conductores de las denominadas potencias del Eje. Pero la intención espiritual del género humano se va acrecentando lentamente y la gran Ley de los Contrastes traerá eventualmente la iluminación. [i519]
Me he referido a la actual situación mundial, porque si lo que tengo que decir no tuviera un valor práctico durante este [e387] siglo del destino, podría dedicarme a otros modos y métodos de elevar la conciencia humana. Pero existen quienes ven con toda claridad los resultados y aplican debidamente las verdades impartidas, y para ellos escribo.
Nuestro tema concierne a los centros planetarios, los rayos y los signos que los rigen y controlan. Ante todo, quisiera llamarles la atención sobre los siguientes hechos, que merecen ser repetidos:
Por lo tanto, podría decirse que, en realidad, lo que sucede hoy en el mundo es la transferencia de la energía del plexo solar planetario al centro cardíaco planetario. Las fuerzas de la voracidad, de la agresión, del espejismo y de la codicia, serán transmutadas en la hoguera del dolor y la terrible agonía y serán elevadas al centro cardíaco. Allí se transformarán en poder de sacrificarse, en dedicación incluyente, en una clara Visión de la totalidad y en colaboración que es un aspecto del principio de participación
Al decir esto no hablo en forma idealista ni mística. Estoy señalando la meta inmediata, indicando un problema de nuestra Deidad planetaria y dando [i521] la clave de un proceso científico que se lleva a cabo ante nuestros ojos y se halla hoy en un punto de crisis.
Como ésta es la quinta raza raíz o Aria (y no aplico este término en el sentido germanófilo materialista y falso), existen hoy en el cuerpo de Aquel en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, cinco puntos focales de energía espiritual, expresándose por intermedio de cinco centros, que han despertado en ese cuerpo, y son:
Actualmente estos cinco centros están siendo estimulados y vitalizados en forma anormal y deliberada La energía que fluye de ellos está afectando profundamente al mundo y constituyendo una gran esperanza para el futuro, pero produciendo efectos destructores y desastrosos en lo que se refiere al aspecto material de la vida humana. Hay dos centros en la Vida planetaria que están todavía relativamente pasivos, en lo que atañe a cualquier efecto mundial, a los cuales no les asigno ningún otro punto focal, fuera [e389] de señalar que algún día se descubrirá uno dentro del continente africano y, mucho después (varios millones de años), otro será descubierto en la región de Australia. Sin embargo, sólo nos conciernen los cinco centros de esta quinta raza raíz.
La fuerza que el centro de Ginebra está expresando (sin ningún efecto, aunque más tarde se producirá un cambio) es la de segundo Rayo de Amor-Sabiduría, con su principal énfasis puesto sobre la cualidad de la inclusividad. Atañe a la unión por medio del amor fraterno y [i522] a la expresión del servicio. Este centro planetario, que condiciona a esa pequeña nación, Suiza, ha tenido un poderoso efecto sobre ese país; un estudio de esto demostrará la posibilidad futura del mundo, cuando la afluencia de su energía esté menos obstruida. Ha producido la fusión, en forma grupal, de tres tipos raciales poderosos, pero no mediante una mezcla como en los Estados Unidos; ha permitido que dos sectores relativamente antagónicos de la fe cristiana actuaran juntos con un mínimo de fricción; ha hecho que en Ginebra se originara la Cruz Roja -esta actividad mundial actúa imparcialmente con los nativos de todos los países y a favor de los prisioneros de todas las naciones- y albergó a ese penoso aunque bien intencionado experimento que se denominó Liga de las Naciones; ha protegido a ese pequeño país del golpe agresivo de las potencias del Eje. El lema o la tónica de este centro es Trato de fusionar, mezclar y servir.
La fuerza centrada en Londres es de primer rayo, Rayo de Voluntad o Poder, en su aspecto constructivo y no destructivo.
El servicio a la totalidad se está ensayando a un alto costo, y el esfuerzo consiste en expresar la Ley de Síntesis, lo cual constituye el nuevo énfasis que afluye desde Shamballa. De allí que los gobiernos de muchas naciones hallaron asilo en Gran Bretaña. Análogamente, si triunfan las Fuerzas de la Luz, por la colaboración de la humanidad, la energía que se expresa mediante este poderoso imperio será potente para establecer un orden mundial de justicia inteligente y una equitativa distribución económica. La nota clave de esta fuerza es Sirvo, como lo he señalado anteriormente en este tratado (véase la última página del Tratado sobre los Siete Rayos, T. I.).
La fuerza que se expresa por intermedia del centro ubicado en Nueva York, es de sexto Rayo de Devoción e Idealismo. [i523] De allí los conflictos prevalecientes en todas partes, entre las diversas ideologías, y el conflicto mayor entre quienes representan el gran ideal de la unidad mundial, llevado a cabo por el esfuerzo unido de las Fuerzas de la Luz, respaldadas por el esfuerzo colaborador [e390] de todas las naciones democráticas y la actitud materialista y separatista de quienes tratan de impedir a los Estados Unidos asumir su responsabilidad y su lugar correcto en los asuntos del mundo. Si triunfa en su esfuerzo, este último grupo negará a los Estados Unidos la parte que le corresponde de los dones que aportarán los dioses en la era venidera de paz que vendrá después de este momento de suspensión crítica, según reza en El Antiguo Comentario. El sexto rayo es militante y activo o místico, pacífico y actualmente fútil; ambos aspectos condicionan hoy a los Estados Unidos. La nota clave de este centro mundial es Ilumino el Camino y éste es el privilegio de los Estados Unidos si su pueblo lo decide y permite que el autosacrificio humanitario y mundial (autoiniciado) y la firme decisión de apoyar la rectitud, gobierne su política y actitudes actuales. Esto va sucediendo lentamente, y las voces egoístas de los idealistas miopes, de los temerosos y los separatistas, están desvaneciéndose. Ello se debe a la inspiración de prestar servicio, motivado por el amor. De esta manera, las dos democracias principales pueden restaurar oportunamente el orden mundial, negar el antiguo orden de egoísmo y agresión e inaugurar el nuevo orden de comprensión, participación y paz mundiales. La paz será el resultado de la comprensión y la participación y no su origen, como lo insinúan tan a menudo los pacifistas.
La fuerza que afluye a través de Darjeeling, en la actualidad, es de primer Rayo de Voluntad o Poder. El rayo egoico de la India es el primero y de allí que el inmediato efecto de la fuerza que afluye de Shamballa consiste en estimular la voluntad al poder de todos los dictadores, sean los seudos dictadores mundiales [i524] como Hitler y su grupo de hombres malignos, dictadores eclesiásticos de cualquier religión, dictadores financistas de cualquier grupo económico en cualquier parte del mundo, o esos pequeños dictadores, por ejemplo, los tiranos del hogar. Resulta interesante señalar que la nota clave de la India es Oculto la Luz y esto ha sido interpretado como que la luz afluye desde Oriente y que el don que otorga la India al mundo es la luz de la Sabiduría Eterna. En cierto sentido ello es verdad, pero hay otro más amplio y profundo que demostrará ser verdad. Cuando el intento y el propósito de la gran Vida que actúa por intermedio de Shamballa sea llevado a cabo y esté en proceso de expresarse, será revelada una luz que nunca ha sido vista ni conocida. Una frase en las Escrituras cristianas dice En esa luz veremos la luz, lo cual significa que por intermedio de la luz de la sabiduría, derramada en nuestros corazones, mediante la Sabiduría Eterna, [e391] veremos eventualmente la Luz de la Vida algo sin significado e inexplicable para la humanidad actual, pero que será revelado más tarde cuando se haya dominado la crisis actual. Sobre su naturaleza y efecto, nada tengo que decirles ahora.
Deseo intercalar aquí algunas observaciones. Es de profunda importancia comprender que Gran Bretaña y los Estados Unidos están estrechamente relacionadas y que esta relación hará inevitables ciertas realidades y actividades, cuando el alma de cada nación esté funcionando poderosamente, y también que la India y Gran Bretaña están relacionadas por intermedio de la personalidad de primer rayo de Gran Bretaña y el rayo egoico de la India. Las implicaciones son claras e interesantes y también alentadoras. El aspecto conciencia del pueblo británico está cambiando constantemente hacia la expresión de su alma de segundo rayo, y debido a esto han aprovechado ahora la oportunidad de prestar servicio a la humanidad a tan inmenso precio. Lo mismo le sucede al pueblo norteamericano. Como he señalado, el problema del cambio de idealismo es muy grande, [i525] y tienen la tendencia a ocultarse detrás del espejismo de la lucha por un ideal, en vez de reaccionar a la necesidad mundial y no al rayo del alma, el segundo rayo de amor.
Las fuerzas que afluyen a través de Tokio son de primer Rayo, en su aspecto materialista inferior. Japón está regido por el rayo del alma mediante la conciencia de sus conductores. Su personalidad de sexto rayo responde al llamado de la energía de primer rayo, de allí las actuales actitudes y actividades poco felices, y también su vínculo con Alemania, a través del rayo del alma de ambas naciones, y con Italia, por medio de los rayos de la personalidad, y de allí, por lo tanto, la existencia del Eje.
Señalaré que en estas interrelaciones no hay un sino inevitable ni un destino ineludible. El objetivo del discípulo individual consiste en manejar las fuerzas que actúan a través de él, sólo para obtener un bien constructivo, pudiendo emplear mal la energía, o bien aplicarla a los fines del alma. Lo mismo pasa con las naciones y las razas. El destino de las naciones está generalmente en manos de sus conductores, los cuales distribuyen las fuerzas de las naciones, enfocan la intención nacional (si son suficientemente intuitivos) y desarrollan las características de los pueblos, dejando tras ellos el recuerdo de los símbolos de la intención, corrupción o ideales nacionales. Esto puede verse actuando ya manifiestamente en dos grandes grupos orientadores de conductores mundiales: el primero está formado por los tres grupos de conductores del Eje, dominados por el maligno grupo [e392] alemán; Italia y Japón luchan a intervalos (rara vez conscientemente, pero a menudo inconscientemente) contra la mala influencia, y el segundo grupo formado por los conductores que representan a sus naciones en la Causa Aliada. No importa lo que la historia pasada indique respecto a muchas naciones aliadas (agresiones pasadas, antiguas crueldades y actos erróneos), ellas trataron de colaborar con las Fuerzas de la Luz [i526] y se esforzaron para salvar la libertad humana -política, religiosa y económica.
Indicaré además que las dos divisiones principales del mundo -Occidente y Oriente-, están regidas por ciertas energías de rayo:
Quisiera recordarles que estamos en un período de rayos mutables, que cambian para individuos y naciones, como para hemisferios y planetas. Todo puede trasladarse de un rayo menor a otro mayor, si el destino lo ordena. Un estudio de la clasificación que antecede arrojará mucha luz sobre la relación interhumana. Actualmente, tres grandes países tienen el destino de la humanidad en sus manos: los Estados Unidos de América, Gran Bretaña y Rusia. Grandes fusiones y experimentos raciales se están llevando a cabo en estos países, en los cuales se está desarrollando el gobierno por el pueblo, aunque todavía en etapa embrionaria. En Rusia se ha retrasado debido a la dictadura que terminará pronto; en los Estados Unidos por la política corrupta y en Gran Bretaña por las antiguas tendencias imperialistas; pero están desarrollando los principios democráticos, aunque todavía no controlan; la unidad religiosa se va estableciendo, aunque aún no actúa y los tres países están aprendiendo rápidamente, aunque los Estados Unidos en la actualidad, lo hace con más lentitud.
Oriente y Occidente están ligados por el rayo de la personalidad de Occidente y el rayo egoico de Oriente, y esto indica una comprensión eventual una vez que el alma occidental de segundo rayo llegue a ser el factor dominante. Cuando las diferentes relaciones sean en parte comprendidas por los pueblos del mundo, se tendrá la clave de los diferentes acontecimientos que tienen lugar actualmente y se comprenderán, con más claridad, la meta [i527] y el método de lograrlo. Hay mucho trabajo de profunda investigación a realizar, pues la ciencia de las [e393] relaciones de la energía está todavía en su infancia. En los años próximos verán su desarrollo. Lo que realmente sucede es que la conciencia humana cambia su enfoque de las energías individuales, que actúan a través de un específico círculo infranqueable (individual, nacional, continental o racial) a una comprensión de su interrelación y efectos mutuos. Esta ciencia puede ser estudiada de varias maneras, desde:
En consecuencia, a través de los cinco centros principales del planeta, afluye hoy la energía espiritual y, de acuerdo con el vehículo de expresión que recibe su impacto, así será la reacción y la actividad y también el tipo de conciencia que la interpretará y empleará. La antigua verdad oculta es exacta: La conciencia depende de su vehículo de expresión y ambos, para existir, dependen de la vida y la energía. Ésta es una ley inmutable. [i528]
Las cinco ciudades que constituyen la expresión exotérica del centro esotérico de fuerza, a través del cual la Jerarquía y Shamballa tratan de actuar, son la analogía en el cuerpo planetario, de los cuatro centros a lo largo de la columna vertebral y del centro ajna en el cuerpo de la Humanidad y del individuo. En los tres casos, son puntos focales vivientes y vitales de fuerza dinámica, en mayor o menor grado. Algunos expresan predominantemente energía del alma y otros alguna fuerza de la personalidad; algunos están bajo la influencia de Shamballa y otros de la Jerarquía. El centro coronario de Occidente está empezando a reaccionar a la energía de segundo rayo y el centro ajna a la energía de cuarto rayo, y en esto reside la esperanza de la raza de los hombres. [e394]
3. Centros planetarios y del sistema.
Aquí y en otra parte he impartido todo lo que es posible dar hoy acerca de los centros planetarios y los rayos, incluso los rayos de las naciones y las razas. Si investigan debidamente y reúnen el material en un todo coherente, hallarán informaciones valiosas ocultas en mis diferentes enunciados. Les pediría que estudien y comparen, lean, busquen por tópicos, y extraigan todo lo que he dicho respecto a las diferentes naciones, sus constelaciones gobernantes y sus regentes planetarios. Hay aquí un amplio campo de investigación, que se clasificará en varias categorías.
Estudiando primero el microcosmos, como clave del macrocosmos, pero tratando al mismo tiempo de visualizar el macrocosmos, a fin de comprender el microcosmos, el hombre establecerá algún día una relación inteligente con el todo, del cual es una parte, y lo hará colaborando conscientemente Así la mente superior y la inferior, lo abstracto y lo concreto, lo subjetivo y lo objetivo, serán llevados a una unidad funcionante, y el hombre será íntegro.
No puedo dar la relación de los centros planetarios con los centros humanos, o de los centros del sistema con los planetas, porque sería dar mucho conocimiento demasiado pronto y antes de que exista suficiente amor en la naturaleza humana para contrarrestar el posible mal empleo de la energía con [i532] sus consecuencias a menudo desastrosas. Los colores, el grado matemático de las vibraciones superiores que emanan de los centros -individuales, planetarios y del sistema- y la cualidad (esotéricamente comprendida) de las energías, deben constituir el tema de la investigación humana y han de ser autocomprobados. Las claves y las indicaciones han sido dadas en la Sabiduría Eterna. El método mas lento de investigación es actualmente el más seguro. En el próximo siglo y a comienzos del mismo, vendrá un iniciado que continuará esa enseñanza y lo hará bajo la misma égida, porque mi tarea no ha terminado y esta serie de tratados que vinculan el conocimiento materialista del hombre con la ciencia de los iniciados, tiene aún otra faz que recorrer. El resto de este siglo debe ser dedicado a reconstruir el santuario de la vida humana, la forma de la vida humana, la nueva civilización, erigida sobre los cimientos de lo antiguo, y a reorganizar la estructura del pensamiento y la política mundiales, más la redistribución de los recursos del mundo de acuerdo al propósito divino. Sólo entonces será posible hacer una revelación mayor.
[e397] Todo depende del triunfo de las Fuerzas de la Luz y la consiguiente victoria de quienes representan la libertad humana. Si las fuerzas del materialismo y la crueldad triunfan, y los intereses y ambiciones pecaminosas y egoístas nacionales prevalecen, también se hará la revelación, pero vendrá mucho más tarde. El resultado no está en juego y no es necesario desesperar. El valor de los que luchan por la libertad es inigualable. La Jerarquía permanece. La luz está penetrando en el mundo, a medida que lo real de la situación emerge con más claridad.
Alégrense, porque no existe una verdadera derrota del espíritu humano, no hay una final extinción de lo divino en el hombre, porque la divinidad siempre surge triunfante desde el más oscuro [i533] abismo del infierno. Sin embargo, es necesario sobreponerse a la inercia materialista en respuesta a la necesidad humana, en forma individual y por las naciones que no están absorbidas por las esencialidades de la situación. Hay signos de que esto está sucediendo. Ningún poder en la Tierra puede evitar que el hombre avance hacia su meta destinada y ninguna combinación de poderes puede detenerlo.
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