Discipulado en la Nueva Era II - Enseñanza sobre la Iniciación VIII

      


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ENSEÑANZAS SOBRE LA INICIACION

OCTAVA PARTE

 

     Considero necesario volver a reiterar que la iniciación concierne al aspecto conciencia del discípulo, o del grupo que debe someterse al proceso. Antiguamente el énfasis se había puesto sobre el contacto con la Jerarquía y, según [i350] vimos, se empleó como medio de contacto la dedicación consagrada y emotiva. Además observamos que en el tiempo transcurrido desde la época en que H.P.B. dio esta enseñanza al mundo moderno, todo ha cambiado, poniéndose ahora el énfasis sobre la iniciación de la conciencia del discípulo o del grupo, en zonas de expresión divinas hasta ahora desconocidas. Antiguamente los iniciados eran admitidos en el mundo de las ideas, de la percepción intuitiva o del conocimiento búdico; su tarea era trasformar estas ideas en ideales; así presentaban metas espirituales y objetivos jerárquicos a la raza, siendo ésta su forma principal de servir. Actualmente, debido al pronunciado desarrollo del género humano, los discípulos aceptados del mundo, los que recibieron la primera iniciación (y son legión) y los iniciados de grado más elevado, tienen objetivos que son posibles por su desarrollo mental, los cuales pueden ser admitidos en zonas divinas de conciencia condicionadas, que no fueron traídas a la existencia por las ideas divinas sino por la Voluntad divina (su percepción de esa Voluntad estará de acuerdo con el grado de control iniciático). Por consiguiente, su tarea consiste en percibir el Plan, que es el sistema jerárquico de [e308] complementar la Voluntad divina, además del Propósito percibido por los Guías de la Jerarquía. Deben procurar que el Plan se convierta en expresión efectiva en el plano físico y en parte de la reconocida conciencia de toda la humanidad. Por ser este desarrollo relativamente nuevo, debido en su mayor parte al karma planetario y a la terrible situación que enfrentó la humanidad, no avanzó suficientemente. Quisiera que observaran la fraseología que empleo aquí.

     Sin embargo, la evidencia del desarrollo del intelecto humano en las necesarias líneas receptivas, puede verse en los planes de las diversas naciones y en los esfuerzos de las Naciones Unidas para formular un plan mundial que dará por resultado paz, seguridad y rectas relaciones humanas. Es interesante observar que, desde el mismo comienzo de este desenvolvimiento, tres factores ocultos rigieron el desarrollo de estos planes: la significación claramente delineada, que ustedes aún no han percibido, y el establecimiento de un límite de tiempo por las naciones que formulan estos planes, [i351] dentro de cuyos límites se supone que será posible alcanzar ciertos objetivos.

     Será evidente por lo tanto y debido a que los discípulos del mundo han cambiado la polarización, que la cualidad, los procesos y la manera de actuar de la Jerarquía, han sufrido y están sufriendo un cambio. La naturaleza o cualidad de los discípulos aceptados para que participen jerárquicamente, condicionan el ritmo y Ia nota clave de la Jerarquía en cualquier momento dado. Al mismo tiempo, nada de lo que hasta ahora se ha desarrollado u obtenido se pierde y la cualidad devocional sigue estando poderosamente presente; prosigue el enriquecimiento del acervo y, si puedo emplear una frase tan inadecuada, la percepción de todos dentro de la Jerarquía se ha expandido enormemente; se revelan constantemente zonas de divina percepción que revisten el propósito divino.

     La revelación no es sólo la prerrogativa y recompensa del iniciado que se va realizando, sino que adopta acrecentadamente nuevas formas y renovados delineamientos para los Maestros que alcanzaron la realización -proceso hecho posible por la percepción mental superior de los discípulos que ingresan. El trabajo grupal, la reacción grupal y las posibilidades grupales, son llevados a su punto de expresión más elevado dentro de la Jerarquía. Quisiera que estudiaran esto cuidadosamente y que no consideren a la Jerarquía como un punto estático de amor y actividad mediadora, que es con frecuencia la actitud que adopta el discípulo. El proceso evolutivo condiciona a la Jerarquía, al condicionar a [e309] la humanidad y todo lo demás en el universo manifestado. Sin embargo, hay una interacción evolutiva que -en esta era y en este momento de crisis- está produciendo efectos en la relación.

     Abordando este tema desde otro ángulo, la polarización mental del discípulo que trata de entrar en la esfera jerárquica del trabajo está unificando el esfuerzo iniciático, que es nuevo en la historia espiritual del planeta y el primer paso que se está dando en este momento en los planos internos y sutiles para crear ciertas grandes "Crisis de Iniciación", involucrando simultáneamente a los tres centros principales planetarios, algo hasta ahora desconocido. Hasta el año 1875, la iniciación fue un proceso secuencial, así como también mayormente individual. Esto va cambiando lentamente; los grupos están siendo aceptados [i352] para la iniciación debido a la relación reconocida y sentida, que no es la de discípulo y Maestro (como hasta ahora), sino que está basada en la relación iniciática grupal que existe entre la Humanidad, la Jerarquía y Shamballa. Esta relación espiritual y sutilmente sentida, se está expresando hoy en el plano físico como esfuerzo mundial para establecer rectas relaciones humanas.

     A la iniciación ya no se la considera esencialmente como el acercamiento más estrecho de un ser humano que aceptó ciertas disciplinas por propia determinación y en forma progresiva y consciente y avanzó para establecer un contacto más estrecho con la Jerarquía y un grupo dentro de la Jerarquía; ese punto de vista se convertirá rápidamente en cosa del pasado. Esto constituye el avance de un grupo de discípulos e iniciados de mente espiritual, a nuevas esferas de la conciencia divina y a una armonía más estrecha con la Mente del Señor del Mundo. Discípulos e iniciados lo llevarán a cabo juntos, de acuerdo a su grado y etapa de evolución espiritual. No me refiero aquí a la evolución de la forma, por cuyo medio se obtendrán tres cosas:

1. Un vínculo más estrecho de los tres centros divinos (Shamballa, la Jerarquía y la Humanidad) de modo que la afluencia de energía divina sea menos obstruida, facilitando el Propósito, el Plan y su Precipitación en el plano físico.

2. Una Jerarquía más poderosa y mucho más estrechamente vinculada a la Humanidad, por el principio de la inteligencia -que complementa el principio del amor- y una mayor armonía con el Propósito, enfoque dinámico de toda energetización, desarrollo y crecimiento evolutivo planetarios.

3. Una fusión o establecimiento de relaciones dentro de la humanidad misma, que traerá rectas relaciones humanas [e310] y la consiguiente integración en la Jerarquía, lo cual constituirá una iniciación masiva, posible por el proceso relativamente nuevo de la iniciación grupal, que emerge del lento método de la iniciación individual.

     [i353] Hermanos míos, estas cosas resultan difíciles de aclarar, pero quizás haya logrado impartir una idea general como base para una mayor reflexión.

     El discípulo individual que va en pos de la iniciación, se fusiona deliberadamente en el grupo con pleno y libre consentimiento; realiza esta fusión por propio esfuerzo individual, siendo (a través de todo el proceso) un agente totalmente libre, que avanza y va siendo mentalmente incluyente en forma rápida o lenta según lo prefiera. Determinará por sí mismo cuál será el acontecimiento y cuándo ocurrirá sin interferencia u obstrucción de alguna fuerza externa.

     Es una técnica espiritual relativamente nueva y aceptada por iniciados y discípulos de todos los grados en los tres centros divinos. Como todo lo que sucede en el plano subjetivo del vivir humano, aparecerá en los asuntos humanos, en una forma u otra, una gran distorsión del proceso y de la nueva técnica que constituirá una gran obstrucción (aparente y temporaria) para el progreso humano y tendrá el carácter de una desviación y un espejismo; lo emplearán en forma impulsiva y compulsiva los enemigos de la humanidad y quienes trabajan constantemente contra las Fuerzas de la Luz. Esta distorsión puede verse ya en todos los países totalitarios; el individuo no es libre y su fusión con el estado y su progreso como entidad absorbida por el estado -privada del derecho de elegir libremente y obligada por el temor y el castigo a abandonar su propia vida autodirigida -es una creciente amenaza para el género humano.

     El uso correcto de esta misma energía posibilita la fusión con la Jerarquía Estos puntos son dignos de consideración e impartirán alguna comprensión de las condiciones mundiales actuales. El subyacente Principio de Fusión y de esfuerzo grupal es correcto y parte del plan divino; su complementación por hombres codiciosos, ávidos y ambiciosos, o por discípulos engañados, es terriblemente errónea y conducirá al desastre. La Jerarquía trata de evitarlo, pero los Maestros se ven obstaculizados (como de costumbre) porque pueden confiar en muy pocos, debido a la falta de comprensión del conjunto de personas bien intencionadas. [i354] Éstas, por ignorancia más que por intención de hacer mal, no saben cómo detener la oleada del mal.


[e311] Las Insinuaciones

     Hasta ahora les he dado -para su búsqueda investigadora- siete insinuaciones. Intento darles únicamente estas siete, porque tienen suficiente para muchos años de estudio. En efecto, cada una podría proporcionar tema para un libro y la búsqueda de su significado necesitará toda la percepción mental e intuitiva que ustedes poseen. La significación inmediatamente evidente pueden captarla y apreciarla los discípulos en probación. No obstante, las significaciones mucho más profundas están al alcance de los discípulos y sobre éstas le llamo la atención al grupo.

     Señalaré que la significación evidente es aplicable al entrenamiento y desarrollo de los aspirantes individuales y, por lo tanto, está de acuerdo a la forma en que antiguamente la empleaban los Maestros de Sabiduría. Pero el significado más profundo que deben buscar, no es fácilmente discernible y concierne a la impresión jerárquica, que involucra necesariamente la intención ashrámica y su precipitación como servicio. Aquí son de primordial importancia los Puntos de Revelación, y por esa razón pongo tanto énfasis sobre este poco comprendido tema de la revelación.

     Como es bien sabido, una insinuación es susceptible de innumerables interpretaciones, de acuerdo a la etapa de evolución y al grado alcanzado por el discípulo. Un Maestro puede calcular la capacidad que tiene un discípulo para seguir adelante y alcanzar el correspondiente grado de discípulo, por la manera de interpretar una insinuación. En la instrucción precedente, les presenté una serie de preguntas que se relacionan con este tema, pero no les dije que era una prueba. Estaban expresadas en palabras que exponían las preguntas como aplicables en forma general y personal. ¿Las consideraron así? No era necesario hacerlo, y (si comprendieron realmente lo explicado sobre las insinuaciones) se habrán preguntado por qué fueron redactadas en esa forma; entonces habrán considerado los temas involucrados y las respuestas requeridas, desde el ángulo del [i355] ashrama, que no es el punto de vista del individuo. No sé qué hicieron. Sólo espero que su acercamiento sea correcto. Si interpretan, por ejemplo, la sexta insinuación, entre otras cosas dice "mi esfuerzo es sólo indicar la relación entre la iniciación y la revelación"; reflexionen además sobre la iniciación que creen que ustedes recibirán como individuos, y la consiguiente revelación que se les hará, entonces actuarán como un aspirante y no como un discípulo. Si por el contrario sintieron, aunque sea débilmente, que cada grupo iniciático enriquece el ashrama con su revelación invocada, entonces se habrán acercado a la conciencia deseada.

     [e312] Para conocimiento de ustedes, me propongo tomar estas siete insinuaciones y -en esta instrucción y la siguiente- les "desmenuzaré" cada insinuación y procuraré demostrarles algo (no todo) de lo que una insinuación correctamente abordada puede impartir. Al hacerlo evidenciarán que en la insinuación deben tener siempre presente tres cosas:

1. Que concierne al grupo -su interrelación, su fusión, su iniciación y el servicio que presta.

2. Está destinada a enseñarles algo nuevo en su experiencia, aunque teóricamente les sea muy familiar.

3. Como todo lo demás en la enseñanza ocultista, es susceptible de siete interpretaciones que pueden, en forma general, dividirse en tres. Una es la insinuación del discípulo en probación o aspirante, otra la del discípulo aceptado y aún otra la del Maestro o iniciado superior. La interpretación que quiero indicarles concierne al significado que tiene para el discípulo aceptado y, por lo tanto, para quienes lean estas palabras.

     El discípulo en probación puede llegar a la significación de una insinuación, porque puede ser comprendida en términos de los tres mundos, es decir, su aplicación física, su expresión emocional o devocional, y su formulación mental; el discípulo debe interpretarlo y aplicarlo en términos del Plan, de la energía dirigida y [i356] del ashrama, puesto que existe como servidor de la humanidad. Si se esfuerzan por llegar a esta actitud y también a un espíritu de verdadero autoolvido, con toda seguridad aprenderán mucho. No podré explicarles plena y adecuadamente las interpretaciones, ni escribir extensamente sobre cada insinuación, pero daré suficiente material para permitirles profundizar más las significaciones, que de otra manera no sería posible. Debido a que estamos considerando los siete rayos, no pierdan tiempo tratando de asignar las siete insinuaciones a las siete influencias de rayo o a los siete principios. Los discípulos de todos los rayos pueden trabajar con ellas en términos de los siete rayos si desean, pero las siete interpretaciones de los rayos deben ser aplicadas a cada insinuación, tarea demasiado grande para nuestro esfuerzo actual.

     Las siete insinuaciones se emplean en todos los ashramas como medidas educativas y cuando las di por primera vez (diseminadas a través de los escritos durante los últimos años, comenzando en 1941 y en forma más esporádica desde 1945, para que ustedes reflexionaran sobre ellas) no mencioné este hecho. Sin embargo, pueden ver la riqueza de la contribución de los discípulos desde la inauguración de la nueva técnica. Desde ese momento, los discípulos de todos los ashramas y, por lo tanto, de todos los rayos, [e313] hurgaron en el significado y llegaron a la revelación. Les hice estas siete insinuaciones en su simple acepción moderna. Trataré de dárselas en su presentación más esotérica, tal como se conservan en los Archivos de la Jerarquía.

     Insinuación una. Esta insinuación la di con las palabras siguientes: "Los cambios producidos en la Jerarquía se debieron al trabajo de los discípulos del mundo".

     Aquí tienen un sencillo enunciado pero característicamente desconcertante por sus implicancias. Su antigua formulación en los Archivos consiste en un mandato al Maestro y reza:

"Considerar y reconocer los cambios en los corazones de los hombres y cambiar las reglas a medida que los hombres, con el tiempo y cíclicamente, cambian [i357] su acercamiento al ashrama. El ashrama no permanece quieto. Nueva vida afluye de ambos lados".

     Esto quizás arroje luz sobre la interpretación que les di originalmente. Una de las tareas más difíciles que enfrenta el Maestro es enseñar al discípulo a pensar en el ashrama y a actuar y servir, pensar e invocar, como lo haría normalmente un miembro del ashrama. Por lo tanto, surgen dos pensamientos al estudiar las dos versiones de esta insinuación:

1. La Ley de Cambio rige tanto a la Jerarquía como a la humanidad.

2. El discípulo que actúa de acuerdo a esta ley debe hacer lo siguiente:

a. Ocuparse de los cambios constantes y transformadores de su propia personalidad.

b. Adaptarse a los eventos que se desarrollan, cambian rápidamente y tienen lugar en la Jerarquía.

c. Contribuir a la inteligente circulación y dirección de las nuevas energías que afluyen en, y por intermedio del ashrama, sabiendo que es un centro de energías cambiantes. De esta manera actúa la Jerarquía.

     Ustedes que leen y estudian las actuaciones de los ashramas, son testigos de un período de cambio y ajuste extremos y de una reorganización de gran alcance. Siempre rige la ley oculta: "como es arriba, así es abajo", y la reorganización de los asuntos planetarios que está teniendo lugar ahora es parcialmente efecto de los cambios producidos en la Jerarquía por dos factores principales, a los que me he referido con frecuencia:

1. El discípulo de tipo superior y de mayor inteligencia que se afilia ahora al ashrama y demanda instintivamente, trabajo y reconocimiento grupales. [e314]

2. Las nuevas energías que afluyen por intermedio de Shamballa a la Jerarquía, son de naturaleza extraplanetaria, [ì358] y se originan mayormente en la cualidad acuariana del ciclo actual, energías que eliminan constantemente a las de la era pisceana.

     Por lo tanto, hermanos míos, desde el ángulo del discípulo investigador, esta primera insinuación (en uno de sus más profundos significados) proporciona tres líneas de pensamiento y reflexión meditativa: Cambio Evolutivo, Reorganización y Responsabilidad Grupal.

     Siempre está presente la idea del servicio que presta la Jerarquía. Proporciona también el método para los cambios mundiales. Pone el énfasis sobre la Jerarquía como lugar de reunión de las energías, y -en la conciencia del discípulo- estos factores empiezan a emerger como vitales vórtices de fuerza que reciben y distribuyen por mandato, constituyendo ese mandato la voluntad enfocada y dirigida de los numerosos ashramas dentro del Ashrama Uno. Grupos de discípulos actúan en ellos, ciega e ignoradamente al principio, pero con un creciente sentido de responsabilidad, de relación y de dirección. Al trabajar para el Plan en el plano físico, imparten al ashrama el sentido que registraron y le trasmiten el agudo conocimiento de los cambios básicos producidos en la conciencia humana, que son los resultados inmediatos de los asuntos mundiales; debido a sus reacciones, a la cualidad de su reconocimiento de la necesidad inmediata y a sus esfuerzos para presentar la verdad en términos que emplean las "nuevas mentes" -como se lo denomina esotéricamente-, el Maestro del Ashrama puede cambiar Sus técnicas, aplicar nuevas ideas a las mentes receptivas e ir a la par del rápido desarrollo de la humanidad y ocuparse de ella.

     Al reflexionar sobre este problema el discípulo debería extraer la idea de que él es ya parte de la Jerarquía y al mismo tiempo parte de la esforzada e infeliz humanidad. Por consiguiente, no está sólo o aislado, sino que forma parte de la Jerarquía porque ha "entrado con su grupo"; esto es una realidad, aunque no comprenda las plenas implicancias de esa frase. Al mismo tiempo aprende que sólo en la medida en que ha desarrollado la conciencia grupal y empezado a actuar como aquel que fue "absorbido dentro del grupo", podrá entrar en una relación más estrecha y más [i359] vitalmente colaboradora con el ashrama al cual pertenece.

     Insinuación Dos. "La actual planificación humana constituye la primer indicación del surgimiento del aspecto voluntad".

     Así reza la segunda insinuación. Esto parece algo relativamente simple y una trillada afirmación, y se debe a que realmente da [e315] una idea y sinopsis general de la antigua fórmula. Estas fórmulas que llegan al candidato a la iniciación como insinuaciones, son fundamentalmente instrucciones para el Maestro, proporcionando en su totalidad una secuencia de la enseñanza y desenvolvimiento progresivo de la verdad. Este hecho emerge con más claridad en la redacción original, hasta donde puedo traducirlo o transferir en palabras lo que originalmente fueron símbolos de palabras o de ideogramas:

"Cuando el que busca el aspecto interno observa la corriente que dirige, entonces el Maestro le indica el diseño; luego debe esperar los resultados. Esto puede tomar tiempo. Los resultados no vienen por la acción de uno sólo; aparecen cuando los muchos responden en la Tierra a lo que llega del Centro superior a través del Uno. Lo hacen ciegamente cuando están en la primera etapa; después avanzan con cuidado en la correcta dirección. Así se cambian los asuntos en la Tierra".

     La afirmación sobre la planificación fija la atención del aspirante sobre el plano físico, entonces comienza a ver lo que se denominan "indicaciones de dirección"; las ve como propósito inmediato de la humanidad y es consciente de la ínfima parte que puede desempeñar, colaborando en esta planificación o quizás negándola. En ambos casos la decisión depende de su trasfondo, entrenamiento, circunstancias y prejuicios, más su capacidad de elección. Sólo hasta esto puede llegar, sintiéndose generalmente satisfecho de la parte desempeñada en los distintos procesos, considerando a sus elecciones y decisiones como aspectos de su determinación mental.

     Pero en realidad está equivocado, y el asunto tal como lo visualiza [i360] no es así. Debe aprender a funcionar en forma completamente distinta. Esta insinuación nada tiene que ver con la parte que debe desempeñar el aspirante como individuo, ni incluye el factor mental de las cualidades de su propia naturaleza. En lo que al verdadero discípulo se refiere, tres cosas se hallan involucradas y condicionan todo su acercamiento a este problema de planificación humana:

1. Su relación con el Plan, tal como le fue comunicado dentro de los límites del ashrama.

2. Su capacidad de emplear cierta medida de la verdadera Voluntad divina, cuando afluye a través del ashrama desde Shamballa, para complementar el Plan, constituyendo su agente directriz.

3. La secuencia del planeamiento a medida que lo materializa en la Tierra en relación con el factor tiempo. Tres cosas surgen en el pensamiento del discípulo en este momento: [e316]

a. Los pasos inmediatos que tiene que dar a fin de llevar adelante el Plan, lógica y prácticamente, empleando lo menos posible el aspecto destructor de la voluntad.

b. La probable duración del ciclo en el cual el Plan puede progresar desde su comienzo hasta su cumplimiento.

c. La valoración del diseño en desarrollo, del cual la planificación material es una expresión. Es necesario que descubra -hasta dónde la planificación humana está de acuerdo con ese diseño. Debe sentir dónde se origina la disconformidad y qué pasos debe dar el ashrama -hasta donde se lo permite su particular etapa de evolución- para contrarrestar la distorsión del Plan. Sólo así él aprenderá a hacer planes.

     Por lo antedicho observará que es muy distinto el acercamiento cuando el discípulo encara una insinuación, porque se le abren amplios horizontes, predomina su actitud subjetiva, e inevitablemente su relación grupal respecto a la planificación se hace muy evidente e importante para él, como individuo, y para el grupo, como un todo.

     [i361] Por esta razón los discípulos de un ashrama no tienen convicción política ni poseen prejuicio nacionalista, lo que no les es fácil lograr inmediatamente, pero va controlando gradualmente la conciencia grupal, y junto con eso aumenta la capacidad del discípulo para pensar y trabajar con el grupo en términos del Plan. Oportunamente comprende que, en relación con la humanidad, la planificación de la Jerarquía se agrupa en ciertas y definidas fases de actividad -todas relacionadas, todas tendiendo a la exteriorización del Plan en cualquier siglo, ciclo o período mundial determinado, y son:

1. La fase del Propósito, que se origina en Shamballa y es registrada por los Miembros mayores de la Jerarquía.

2. La fase de la Planificación jerárquica, que es la formulación del Propósito en términos de posibilidad, inminencia, adecuación y disponibilidad de los discípulos, además de las energías para complementar el Plan.

3. Luego viene el Programa, donde el ashrama particular involucrado en la complementación del Plan, lo toma y lo reduce a etapas formativas de impresión y dirección humanas, condiciones necesarias para el surgimiento del Plan y de las dos fases de este acondicionamiento. Cada una tiene dos aspectos, la destrucción de todos los obstáculos y la presentación del Plan. [e317]

4. El surgimiento del Diseño jerárquico (basado sobre el reconocimiento del propósito, el cuidadoso planeamiento y un programa detallado y cabalmente pensado), tanto en las mentes de los discípulos del ashrama que están involucrados en la complementación del Plan, como entre los intelectuales de la Tierra. Ambos grupos tienen como tarea el primero, conscientemente y el otro inconscientemente- introducir en la conciencia de las masas el diseño de las cosas que vendrán, tarea nada fácil, como lo demuestra el actual estado de los asuntos mundiales.

5. Después viene la fase final de la Precipitación, cuando se ha realizado todo el trabajo subjetivo sobre la base de la posibilidad y cuando el diseño y una parte del programa son reconocidos por los pensadores mundiales en cada nación, sea en forma [i362] antagónica o favorable. Habiendo llegado a su etapa final, sigue entonces por propio impulso la planificación.

     Estas son algunas de las ideas que subyacen en la insinuación particular que les di, en lo que al discípulo concierne. Su énfasis estará de acuerdo a su desarrollo y etapa de evolución; algunos discípulos pueden ayudar al Maestro en el proceso de planificación, porque van siendo sensibles a la impresión de Shamballa; otros están absorbidos en formular el programa e impartir algunos de sus rasgos a discípulos más limitados, poniéndolos así a trabajar. La Jerarquía siempre conserva un grupo de discípulos cuidadosamente elegidos que se dedican a trabajar exclusivamente de acuerdo al diseño; ésta es una fase muy importante del trabajo y requiere un espíritu de síntesis y la habilidad de controlar las corrientes de energía jerárquica. Los discípulos que no están tan adelantados y que, por lo tanto, se hallan más cerca del pensamiento humano, en un momento particular de la historia, emprenden la supervisión de la precipitación del Plan. Su trabajo es lógicamente mucho más exotérico, pero es de gran responsabilidad, porque cuando el Plan ha alcanzado la etapa de la complementación humana, pueden surgir errores y desaciertos.

     En cada ashrama se encuentran esos discípulos cuya tarea consiste en hacer los reajustes necesarios del diseño y los cambios que exige el programa a medida que se lleva a cabo el proceso de precipitación. La libertad humana, por ley, no puede ser infringida. La ejecución del Plan y su desarrollo es, en último análisis, un asunto de la entera humanidad, una vez que ha alcanzado la etapa de precipitación, la cual depende de las respuestas de los cerebros humanos, del reconocimiento de la necesidad y de su origen. Esto no debe olvidarse.

     [e318] La precedente breve explicación de las implicaciones de una insinuación y particularmente de la segunda, debería demostrarles cuán rica es la zona o la atmósfera de una insinuación, si puedo emplear una frase tan peculiar, y también que las insinuaciones conciernen mayormente al deber ashrámico.

[i363] Las Fórmulas.

     En lo que respecta a las fórmulas, presenté cinco y como la sexta no puede darse, sólo mencioné su naturaleza. Es todo lo que puedo hacer ahora. Sin embargo, quisiera resumir aquí lo dado ya, debido a la gran importancia del tema.

     Di varias definiciones de una fórmula y es necesario repetirlas. No son muchas, pero indican una fase de la actuación jerárquica y del entrenamiento por medio de una definida técnica esotérica, que esencialmente debe captar todo trabajador de un ashrama. Por lo tanto les concierne a ustedes.

     Abarqué también su descripción y significación, haciéndolo de dos maneras, la primera concernía a la forma en que el discípulo aplica la fórmula al servicio y a su vida ashrámicos; la segunda se refería más al significado universal y general. Por lo tanto, podemos resumir lo dado, en forma triple, proporcionando así un acercamiento a las fórmulas fundamentales, más estrechamente integrado, aunque de muy amplia utilidad. Todo eso me ha proporcionado el trasfondo de lo que siento necesidad de decir sobre estas fórmulas:

I. Definición de las Fórmulas.

1. Son modos en que el segundo rayo presenta las ideas del alma. Constituyen, esencialmente, formas geométricas que están detrás de todas las manifestaciones exotéricas, siendo, aunque se presentan como palabras o frases, susceptibles de ser reducidas a fórmulas definidas. Son diseños para la construcción.

2. Expresan significación e intención. Cuando el discípulo y el iniciado las emplean con corrección y comprensión, indican la dirección que sigue la energía, como parte definida del trabajo creador que emana constantemente del mundo de las almas, del reino de Dios y de la Jerarquía. Son los diseños para la energía correctamente orientada.

3. Se relacionan con el mundo del significado y son los símbolos [i364] esotéricos detrás de todas las formas exotéricas. Ocultan lo que está en proceso de ser revelado. Son diseños reveladores. [e319]

4. Contienen o velan los seis requisitos previos para la iniciación, los cuales son seis. Indican las seis relaciones o las seis etapas intermedias de conciencia entre las iniciaciones. Están excepcionalmente relacionadas con el diseño de la conciencia iniciática.

5. Son definidamente fórmulas de integración universal e individual. Presentan ciertos grandes diseños creadores, relacionados con la integración de las formas menores en un todo mayor.

6. Atañen al entero proceso de la muerte. La muerte -desde el ángulo de la forma- dentro del diseño que produjo su manifestación exotérica. Conciernen al descubrimiento del diseño.

II. Las Fórmulas desde el ángulo del Discipulado.

Fórmula 1 Concierne a la integración dentro del ashrama y a la "revelación del sentimiento grupal". Se relaciona con la sensibilidad y condiciona la vida del ashrama.
Fórmula 2 Concierne al alineamiento superior entre la personalidad y la Tríada espiritual, por conducto del antakarana. Condiciona al entero hombre espiritual.
Fórmula 3 Concierne al alma y al loto egoico. Se refiere a la trasferencia de la energía del alma al antakarana, trayendo la percepción consciente del tiempo y del espacio, en términos del Eterno Ahora. La correcta interpretación de esta fórmula otorga la visión interna del pasado y de la Ley de Causa y Efecto; confiere también la apreciación inteligente de la oportunidad actual, así como también la percepción intuitiva de [i365] las futuras posibilidades que enfrenta la Jerarquía.
Fórmula 4 Concierne a la energía dinámica y constituye la base del verdadero Laya-Yoga, yoga que trata del punto dentro del círculo y su relación con otros puntos que condicionan al proceso evolutivo.
Fórmula 5 Concierne a la Voluntad y se relaciona con el propósito divino. Condiciona el establecimiento de las correctas relaciones. [e320]
Fórmula 6 Concierne a los procesos de la muerte, que producen un efecto muy definido sobre las relaciones ya establecidas. Conciernen a la trasferencia de la vida y tiene relación con la presentación de la oportunidad.

III. Las Fórmulas desde el Aspecto Creador Universal.

Fórmula 1 Transición de la oscuridad a la luz. La creación en la Luz.
Fórmula 2 Transición de lo irreal a lo Real. La naturaleza de la realidad. La creación en tiempo y espacio tal como se la comprende en los tres mundos.
Fórmula 3 Transición de la muerte a la Inmortalidad. La naturaleza de la Vida. El proceso creador y la energía de la vida.
Fórmula 4 Transición del caos a la Belleza ordenada. La relación entre el mundo de los efectos y el mundo del significado. La relación con el mundo de las causas. La naturaleza del karma. La creación evolutiva y progresiva.
Fórmula 5 Transición de la conciencia individual a la universal. El proceso evolutivo va desde el Propósito divino al Plan y luego a la manifestación. La naturaleza del renunciamiento individual. La Vida una.
Fórmula 6 Transición del vivir cíclico a la vida misma. El Propósito de los ciclos. Control de la conciencia tiempo-espacio.

     [i366] Al estudiar detenidamente estas tres clasificaciones surgen dos ideas importantes: Diseño y Transición. Quisiera que constantemente reflexionaran sobre ellas. En los últimos años les llamé con frecuencia la atención sobre la necesidad de formular, exponer o ejecutar por sí mismos un programa vital y activo, por eso estas clasificaciones contienen muchas cosas que pueden arrojar luz sobre esa necesidad y las líneas que debe seguir el programa; recuerden que el programa de un discípulo y el de un aspirante común, de ninguna manera son iguales.

     El programa -si se cumple con exactitud espiritual- revelará el diseño de vida que diseñó el alma por si misma y será la expresión del propósito de la vida. Este resumen de la vida de [e321] un discípulo es análogo al de la vida del Señor del Mundo, a Cuyo programa autoiniciado, complementado por la energía evolutiva, revelando en forma creciente el "diseño de las cosas que vendrán", se Lo conoce cada vez más como expresión del propósito inicial divino.

     Esta sección dedicada a las fórmulas es quizás la más exigente de toda la serie de instrucciones que les estoy dando, porque involucra el pensamiento creador, la percepción intuitiva y el empleo de la voluntad espiritual, tres actividades relativamente nuevas para el aspirante, que presentan aún grandes dificultades que deberán resolverlas por sí mismos adquiriendo así el entrenamiento que les permitirá ver la vida en el proceso de crear grandes fórmulas del vivir que producirán, a su vez, los esenciales diseños creadores.

     No es necesario decir más sobre este tema. Una enseñanza posterior sobre el mismo estará disponible en el próximo siglo. Les he dado más de lo que pueden comprender, pero no más de lo que pueden comenzar a estudiar lentamente y comprender oportunamente, formulando directamente el programa de su propia vida, convirtiéndolo, al mismo tiempo, en parte esencial del programa del ashrama al cual pueden estar afiliados. Esto deberán hacerlo mediante fórmulas autoideadas, produciendo así un diseño de la vida, que indicará a los Maestros observadores la etapa de evolución alcanzada por los discípulos.

[i367] Puntos de Revelación

     Al considerar el tema de la revelación desde el ángulo del iniciado, observarán que (durante el proceso iniciático, en lo que al discípulo concierne) la revelación es simplemente una forma de expresar los efectos ininterrumpidos de la presión progresiva y de la visión. En todo el proceso evolutivo, no hay esencialmente más que una creciente revelación. Los términos Evolución y Revelación, van juntos. Cualquier diferencia reside en el campo de la revelación -en otras palabras- en los distintos niveles de conciencia y, particularmente, en el nivel que tiene lugar la revelación. Anteriormente dije que "la próxima y sucesiva revelación sería la de la creatividad, la del mundo de las formas mentales creadas por la entera humanidad y la puesta en vigencia -por la humanidad y en relación con su propio destino- de la Ley de Causa y Efecto o Karma. Esto nos retrotraerá a la misma noche del tiempo y demostrará la esperanza de la era actual".

     La revelación es amorfa, y está contenida en la forma, y cuanto más cerca esté de la realización, tanto más sutil y amorfa será la revelación. Desde luego, ésta es una verdad muy trillada y bien [e322] conocida por ustedes, pero deben reconocerla nuevamente. Además, en la revelación tenemos siempre e imprescindiblemente el concepto de la Luz y lo que ella revela. La luz en el plano físico es producida por el órgano de la vista, el ojo, por el cual es posible la revelación de zonas físicas de conciencia; el tema de la luz también prevalece en los procesos análogos llevados a cabo en todos los planos, por medio de instrumentos sincronizadores; no obstante, el concepto físico del instrumento va quedando relegado a segundo término, y será reemplazada por otras palabras cuando nos ocupemos de niveles de conciencia superiores: Percepción Reconocedora, Percepción Interpretadora, Percepción Espiritual, Percepción Decisiva. Estos términos bastarán para hacerle saber al discípulo la forma en que reconocerá la revelación que se desplegará ante él, cuando llegue a ser un iniciado dentro del ashrama y vaya cambiando su mecanismo tangible de percepción en los tres mundos (tangible porque [i368] está en el mundo de las formas), por el de las analogías superiores que debe utilizar en el futuro.

     En la sexta Iniciación de la Decisión, la Percepción y el Reconocimiento de la revelación llegan a la máxima altura para el iniciado. Después, las analogías sutiles de los sentidos tangibles del gusto y del olfato comienzan a demostrarse definidamente, pero no los consideraremos ahora porque son efectos de la revelación, tan alejados de la posible realización de la mayoría de los Maestros, que no nos conciernen en absoluto; se relacionan más apropiadamente con la conciencia en desarrollo, de Quienes actúan en la Cámara del Concilio en Shamballa. La evolución o el proceso evolutivo humano se ha concentrado totalmente alrededor del sentido de la vista, con los consiguientes efectos y resultados de la visión, reconocimiento y percepción, que constituyen lo que queremos significar al referirnos a la revelación.

     La revelación puede ser -como he dicho- con o sin forma; un símbolo pictórico o una manifestación sutil, puede estar expresada con palabras o adoptar la forma de un reconocimiento sin palabras; puede ser una meta o una presentida futura posibilidad; puede también constituir el incentivo o impulso dinámico de la vida del iniciado, por no estar distante y por ser un aspecto real de su equipo divino -no sé cómo expresar estas posibilidades hermanos míos. Estamos considerando tales aspectos de la revelación, por constituir exclusivamente desarrollos de la aspiración, estando disponibles como resultado del entrenamiento ashrámico y de la iniciación jerárquica.

     Les recordaré que lo que he expuesto en esta serie de instrucciones tiene que ver con las iniciaciones. jerárquicas y no con las etapas avanzadas del desarrollo, mencionadas cuando surge el [e323] tema del Cristo o cuando se habla de Él como Instructor de Ángeles. Mantengamos nuestro pensamiento y su aspiración resultante, en la esfera de las posibilidades humanas. Quisiera que observaran la diferencia existente entre la aspiración que precede al pensamiento y se supone es la orientación emocional hacia la luz y la revelación, y aquello que es consecuencia del pensamiento y la simiente de una percepción orientada, percepción [i369] de lo que se halla permanentemente dentro de la conciencia de la Jerarquía.

     Al considerar estas revelaciones, quisiera abordarlas desde un ángulo algo nuevo; les pediría recordar que el concepto Luz debe establecerse siempre en forma mental, a la par de la revelación misma. Tampoco olviden que me ocupo de revelaciones que ya no son reales, pues fueron formuladas por los actuales iniciados y hechas visibles en palabras. Por lo tanto, la revelación en lo que a ustedes concierne, es de dos tipos:

1. Las que fueron reconocidas y percibidas en el pasado y en consecuencia han sido "reducidas a palabras" empleando la frase en su significación oculta y limitadora.

2. Las que todavía no han sido reveladas a nadie, excepto a quienes recibieron la cuarta iniciación. Los tres puntos de revelación que he indicado pueden ser debidamente relacionados con las tres primeras iniciaciones, aunque tienen necesariamente una interpretación apropiada para todas las iniciaciones.

     Expondré aquí -en forma muy breve- los cuatro puntos de la Revelación indicados y luego los consideraremos "en la luz", tal como he sugerido anteriormente:

1. La energía sigue al pensamiento y el ojo dirige la energía.

Involucra el plano físico.
Se relaciona con la primera iniciación.
Concierne al centro ajna y al así llamado tercer ojo.

2. La voluntad es una expresión de la Ley de Sacrificio.

Involucra el plano astral.
Se relaciona con la segunda iniciación.
Concierne al centro cardíaco, el "punto de Luz que avanza".

3. La Mónada es para el Logos planetario lo que el tercer ojo para el hombre. [e324] [i370]

Involucra el plano mental.
Se relaciona con la tercera iniciación.
Concierne al centro de la cabeza. La luz del Propósito.

4. El Propósito mismo es una energía liberada dentro de los límites de la Cámara del Concilio.

Allí debe tomar forma.
Involucra el plano búdico o intuitivo.
Se relaciona con la cuarta iniciación.
Concierne al centro laríngeo, la luz en el Sendero.

Le sigue la quinta revelación, que es:
5. Cuando la luz de los siete rayos se mezcla con la del séptimo, entonces puede conocerse la luz sempiterna.

Involucra el plano átmico.
Se relaciona con la quinta y sexta iniciaciones.
Concierne al centro alta mayor. La luz extraplanetaria.

     Por lo tanto, hermanos míos, como verán, estos enunciados aparentemente simples, respecto a la revelación, pueden ser muy abstrusos. Según los formulé anteriormente indican el primero e inicial reconocimiento individual de la revelación; sin embargo, el significado es mucho más importante de lo que parece y, en realidad, está relacionado con el propósito en desarrollo del Logos planetario, involucrando al Concilio planetario. Todo lo que he expuesto en conexión con los siete centros (si lo vinculan con lo que impartí en Tratado sobre Fuego Cósmico), proporcionará una idea general de las diversas significaciones planetarias. Personalmente no tengo tiempo para hacerlo, por muy deseable que sea, pero evidentemente lo que indiqué como analogías debe ser verdad, porque la antigua verdad "como es arriba, así es abajo" rige eternamente y la tarea de la Jerarquía es demostrarlo. La relación entre el microcosmos y el macrocosmos jamás podrá interrumpirse, y está profundamente involucrada en estos cinco puntos de revelación.

     [i371] Se ha afirmado esotéricamente que:

"Los cinco vértices de la estrella de cinco puntas son pirámides de ascensión, y en la cúspide de cada punta -oculto en los rayos emanantes- hay un punto de revelación que neutraliza la radiación, pero preserva el magnetismo profundamente arraigado. De esta manera están [e325] simbolizados la salida, el retorno y el punto de paz, rodeados por la actividad".

     Trataré (cuando consideremos estos puntos de revelación) de explicar lo mejor posible la relación entre lo menor y lo mayor, entre la parte y el todo, entre los cinco puntos de contacto espiritual en el plano físico, salidas de la energía generada en los centros planetarios) y la suma total de los medios de expresión. Dichos centros se expresan -en lo que a los puntos de revelación concierne- en las respectivas indicaciones:

1. El centro ajna.
2. El centro cardíaco.
3. El centro coronario.
4. El centro laríngeo.
5. El centro alta mayor.

     No digo que las cinco salidas para la energía planetaria constituyan los centros planetarios, pues no lo son, sino que son puntos a través de los cuales la energía de un centro planetario es dirigida para servir a la humanidad en este momento particular. Shamballa dirige lógicamente lo que entra y sale de los centros del Logos planetario, siendo expresiones del Propósito subyacente en el proceso evolutivo creador. Las correspondientes cinco salidas son las que en este ciclo dispersan la energía -generada por la Jerarquía, inspirada por el Propósito divino y dirigida hacia el desarrollo del Plan.

     Sería conveniente recordar aquí que el Plan es esa parte del Propósito divino que puede expresarse en el planeta de acuerdo a la Ley de Evolución y a la tensión de la [i372] crisis planetaria que estamos pasando en este momento -o en cualquier momento o época particular en tiempo y espacio. Consideraremos ahora estos puntos de revelación a fin de llegar a una real comprensión:

     El Primer Punto de Revelación: La energía sigue al pensamiento y el ojo dirige la energía.

     Esto no es una simple afirmación de que el poder del pensamiento es una energía y que el proceso de pensar genera automáticamente energía, produce formas objetivas, induce a una acción relacionada y, por lo tanto, es la fuente de origen de todo lo que aparece o se manifiesta. Actualmente esto es bien conocido y la humanidad es cada vez más consciente del poder subjetivo del pensamiento y de sus consecuencias -el conocimiento objetivo. Debemos ocuparnos de lo que está detrás de la percepción mental del hombre común y de la revelación que le llega al discípulo [e326] iniciado que pertenece a un ashrama y percibe -como resultado del proceso iniciático- la naturaleza del Plan divino, tal como se lo ve actuar en los diferentes planos de nuestra existencia planetaria. Tres cosas observa el iniciado cuando se despliega ante él, en un destello de luz, el nuevo panorama:

1. El punto de tensión que precede a la revelación. Muchas cosas deben considerarse en relación con la tensión, como vanguardia de la iniciación y la consiguiente revelación.

2. El silencio que circunda a la visión reveladora, si puedo expresar la idea tan inadecuadamente. La revelación le llega al iniciado como si en el mundo sólo existiera él (un punto de tensión) y el vórtice de fuerzas que va tomando forma ante sus ojos, revelándole una inevitable pero futura actividad.

3. El nivel donde la revelación (captada en el punto de conciencia más elevado posible para el iniciado) debe ser oportunamente materializada o traída a la existencia.

     La iniciación se recibe siempre en niveles de conciencia [i373] superiores al mental, y el iniciado no sólo tiene que comprender la significación de la revelación sino saber también cuál será la esfera de actividad que la revelación le inspirará. Reflexionen sobre las palabras de esta última frase.

     Cada uno de los cinco puntos de revelación indican al iniciado el procedimiento, el lugar y el objetivo. Por lo tanto, cada uno es susceptible de muchas y diversas interpretaciones, las cuales dependen del grado iniciático del discípulo. No podemos ocuparnos de ellas porque implicaría escribir otro tratado completo, mayormente incomprensible para el lector no iniciado. Sin embargo, puedo darles una idea respecto a los cinco puntos de revelación indicados, dejando que la intuición dilucide su importancia -o que lo haga la imaginación, si la intuición no está aún creadoramente activa; recuérdese siempre que la imaginación es la simiente de la intuición, porque no podemos imaginar lo que no existe en nuestro aparentemente complejo sistema planetario.

     Respecto al aforismo de que la energía sigue al pensamiento, quisiera que relacionen el concepto con la Ciencia de Impresión, recordando siempre que los Maestros de Sabiduría trabajan de tres maneras, cuando se esfuerzan por complementar el Plan divino:

1. Formulan deliberadamente y de acuerdo a Su intención establecida, las formas mentales que deben ser "plasmadas" en la sustancia del nivel de conciencia deseado. [e327]

2. Estas vivientes formas mentales son entonces esotéricamente energetizadas, trasformándose en centros o depósitos de energía, teniendo en su centro la forma mental original como fuente creadora. Dichas formas mentales y la energía generada se mantienen firmemente en el aura del Maestro o de un grupo de Maestros.

3. La energía luego es proyectada a un plano determinado, o a la conciencia mental de los discípulos que están en relación con el Maestro, o a esos grupos de discípulos o aspirantes que trabajan en estrecha asociación con algún grupo jerárquico. Si les dijera que el discípulo iniciado emplea el centro ajna, sería sólo una verdad [i374] parcial; gran parte de los Maestros no actúan por medio de un mecanismo físico o etérico, sino que utilizan lo que podría denominarse "punto de proyección" dentro del ashrama, punto de séptuple contacto, disponible en todo momento para los iniciados que han recibido la tercera iniciación. Por consiguiente actúan desde ese lugar elevado dentro de la jerarquía, prescindiendo del centro ajna o cualquier otro centro dentro del cuerpo etérico. Debido a que escribo para los discípulos e iniciados que no han recibido la tercera iniciación y aún están confinados dentro de vehículos físicos, la explicación de que el "ojo dirige la energía" es simple y más fácilmente comprendida.

     Desde el ángulo de nuestro estudio, la revelación acordada al iniciado se relaciona con la ejecución del Plan divino en el plano físico y con la complementación de la voluntad de Shamballa, por intermedio de los discípulos y aspirantes y la humanidad evolucionada que actúa, consciente o inconscientemente, en nuestro mundo moderno.

     En el nivel de la vida diaria, los discípulos aprenden actualmente tres cosas: la Técnica de la Impresión, a generar energía y a emplear el centro ajna. Muchos responden a la impresión, pero no reconocen ni usan la energía de la cual la impresión es simplemente precursora; otros responden a la energía, pero no registran el Plan que aquella está destinada a complementar, lo cual conduce a una gran e infructuosa actividad. Aún otros, están aprendiendo a emplear el centro entre las cejas, actuando como silenciosos y aplomados receptores, controlando el tercer ojo, agente directriz de la energía recibida. Debe tenerse muy en cuenta que la energía a emplearse no es la que genera el propio discípulo o la fuerza de su vida, sino algo diferente que recibió de la Jerarquía y de lo cual es simplemente agente o canal. Por lo tanto, debe aprender a distinguir las diferentes energías con las que [e328] entra en contacto. El iniciado debe dominar la técnica para diferenciar entre:

1. Su propia energía, o energías generadas [i375] como resultado de las experiencias adquiridas en la vida, durante el transcurso de las edades o siglos.

2. Su energía de rayo que, correctamente empleada, condiciona su trabajo con y para la Jerarquía.

3. La energía del ashrama de la que puede disponer cuando lleva a cabo las actividades. En las primeras etapas la denomina energía de su Maestro, pero posteriormente aprende que, en realidad, la genera el grupo de su Maestro, el Ashrama.

4. La energía jerárquica, o energía de cierto ashrama asociado, o de todo el grupo del Ashrama, la Jerarquía misma. Esta energía altamente cualificada y muy poderosa, sólo puede emplearse cuando el discípulo tiene derecho a ciertos privilegios y puede confiarse que empleará correctamente los poderes.

5. La energía del Guía de la Jerarquía o la fuerza crística, como se la denomina a veces. Esta fuerza introduce en las energías generalmente disponibles, ciertas cualidades condicionantes que emanan de Shamballa y, por lo tanto, están relacionadas con el aspecto Voluntad. Este tipo de fuerza no estaba disponible para los discípulos activos, pero ahora lo está, porque fue liberada en el Festival de Wesak de este año (1948), aunque sólo pueden emplearla los discípulos que merecen ser dignos de gran confianza y por lo general aquellos que pertenecen al primer Rayo de Poder o Voluntad, o al segundo Rayo de Amor-Sabiduría. Éstos son los rayos a que pertenecerá alguno de los dos vehículos principales -el del alma y el de la personalidad. Hay, desde luego, excepciones a esta regla, que aumentarán a medida que transcurre el tiempo, pero en la actualidad, los vehículos de primero o segundo rayo constituyen la línea de menor resistencia.

     El primer punto de revelación tiene imprescindiblemente una extraordinaria relación con el plano físico, con los trabajadores jerárquicos que tienen cuerpo físico y con quienes utilizan conscientemente el centro ajna. El número de los que pueden trabajar con la energía del pensamiento es ahora muy grande, porque muchos centenares de miles de personas han recibido la primera iniciación. Esto resultará claro cuando nos demos cuenta del incontable número de personas que están definidamente [i376] orientadas hacia la luz, espiritualmente motivadas y tratando de hollar conscientemente [e329] el sendero o -expresando la idea en fraseología cristiana- seguir los pasos de Cristo. Quizás nada sepan de la enseñanza ocultista o de las técnicas esotéricas, pero la vida disciplinada, la fija intención y el servicio que prestan, los conduce inevitable y oportunamente al camino ocultista. Están aprendiendo a pensar; ansiosamente anhelan saber cuál es el camino correcto para la humanidad y desean conocer la Voluntad de Dios, por lo tanto, construyen formas mentales y desarrollan la capacidad de recibir impresión. En la actualidad, ponen el carro delante del caballo y necesitan aprender a pensar después de recibir la impresión, lo cual se corregirá oportunamente por el conocimiento de distintos procesos de meditación. Posteriormente el poder directriz del centro ajna (el centro entre las cejas) atraerá su atención y ellos dominarán el triple proceso, la impresión, la construcción de formas mentales y la dirección de la energía; entonces, el primer punto de revelación ya no constituirá una revelación y se les confiará la inteligente complementación del Plan en el nivel físico.

     El Segundo Punto de Revelación: La Voluntad es una expresión de la Ley del Sacrificio.

     El segundo punto de Revelación es particularmente interesante. Concierne al primer contacto establecido entre el discípulo iniciado y la energía que emana de Shamballa, trasmitida por intermedio del Maestro del Ashrama al que está asociado en este momento. No ha llegado a la etapa donde se le permite el contacto directo, pero aún necesita la protección ashrámica que le brinda el Maestro. En la segunda iniciación recibe cierta calidad de estímulo que le permite "ver" el plano astral tal como esencialmente es; junto con esta revelación reconoce la fundamental necesidad humana de "santificar" o "renovar" el elemento más perturbador en la existencia del género humano.

     [i377] No puedo ocuparme aquí de las condiciones síquicas ni de los impulsos o espejismos astrales, tampoco perder tiempo explicando las usuales condiciones astrales -bien conocidas y seguidas cuidadosamente por la masa humana. Cada ser humano tiene que tomar oportunamente una definitiva decisión respecto al plano astral y tratar de liberarse de su control, luego (durante varias vidas) debe apartarse de los fenómenos de ese plano. El discípulo iniciado recibe una revelación excepcional y se somete a un condicionamiento que le permite reconocer el plano astral como un todo, mundo o estado de conciencia (empléese el término que se quiera), que el hombre ha creado y algo que debe ser trasformado. En consecuencia, dos cosas surgen en su conciencia: [e330]

1. Que el plano astral no lo creó Dios ni fue divinamente "inspirado", sino que es producto del deseo humano, expresado desde los mismos albores de la inteligencia humana, deseo que ha construido formas mentales que están en armonía o son afines con cada fase del deseo humano, desde el deseo físico más bajo hasta la aspiración espiritual del hombre que busca la liberación. Por lo tanto, ¿qué puede hacer el discípulo para santificar o apartar el plano astral y segregarlo de todo lo creado por el divino Pensador, Sanat Kumara, que afortunadamente para el hombre se ha mezclado -por medio del mundo astral- con los deseos del género humano? En este punto, el discípulo sabe que inevitable y oportunamente tendrá que contribuir con algo. Comprende que debe trabajar inteligentemente para separar el plano astral de los seis planos de la creación divina. Recuerden hermanos míos que la estrella de la creación es la de seis puntas y no la de siete puntas.

2. Cuando en el corazón y en la mente del iniciado penetra el conocimiento del servicio que debe prestarse, simultáneamente se le revela el método. Dicho método consiste en emplear un "punto de luz que avanza", sin embargo, es una luz que sólo puede ser complementada por la voluntad, la cual puede llevar a su fin la tarea, únicamente cuando los tres [i378] aspectos de la voluntad -ejemplificados por los tres puntos de la Tríada espiritual- fueron aplicados correlativamente.

     Habrán observado, por lo tanto, que es diferente la revelación que le llega al iniciado y la que el aspirante común y el discípulo consideran revelaciones asombrosas. Su sentido de los valores es erróneo. La revelación que nos ocupa contiene la cualidad de servicio grupal y hay algo también en estas cinco etapas de la revelación que permanece desconocido hasta que haya sido creado el antakarana, vinculando así la Tríada espiritual con la personalidad. La energía que debe emplearse se relaciona con el aspecto Voluntad de la divinidad, la cual no es la buena voluntad aplicada, como lo expresa por lo general la humanidad evolucionada, sino que se manifiesta como Voluntad espiritual dinámica y destructiva, agregando su cuota de energía destructora a la tarea de destrucción que enfrenta la Jerarquía, en relación con el plano astral.

     Este Punto de Revelación trae consigo otras revelaciones inesperadas y producen en el iniciado resultados nuevos y significativos que la conciencia iniciática registra como verdades. Descubre que debe conocer la naturaleza divina del aspecto destructor de la Voluntad; aprende que cuando se manifiesta en este [e331] aspecto particular, no tiene relación con la determinación o intención fija, sino que es una energía fluida que puede ser dirigida hacia el plano del deseo donde y cuando quiera entrar en contacto con ese plano; descubre también que debe aplicar un aspecto de la luz para combatir a este vasto y vibrante mundo astral y, por lo tanto, se le ofrece la primer oportunidad de trabajar con la luz, inspirado por la Voluntad -como lo hacen todos los Miembros de la Jerarquía; se da cuenta en consecuencia, que debe emplear este aspecto de la luz bajo la acción -definidamente dirigida- de la Voluntad, para que ese mundo desaparezca como entidad sensible y consciente; sabe que debe destruir principalmente los fenómenos astrales de los cuales es el creador responsable, y (una vez destruidos) demostrar en la primera; segunda, tercera y cuarta iniciaciones, que se ha liberado totalmente de todo contacto fenoménico con el plano astral. [i379] Esto debe hacerlo por medio de la "luz que avanza", contenida en la sustancia mental inferior, y de la acción del nivel búdico de actividad; luego debe agregar a ello el poder destructor del nivel átmico de actividad. En este proceso debe observar cierto grado de responsabilidad. De esta manera podrá finalmente destruir (por medio de la luz que avanza, contenida en el plano átmico) una parte determinada de sustancia astral de la cual no es individualmente responsable pero, no obstante, está relacionada con el grupo o la nación, a los que puede estar afiliado por nacimiento o inclinación. El empleo conjunto o sintético de estas tres expresiones triádicas de la energía, otorga eficacia al trabajo de los servidores del mundo.

     Habrán podido observar por el breve resumen dado sobre los resultados del segundo punto de revelación, la amplitud que abarca el tema de la revelación al complementar, impulsar y motivar la actividad jerárquica. Por medio de esas revelaciones, el iniciado discípulo es consciente de la tarea que debe cumplir y del siguiente paso inmediato que debe dar la humanidad a través de cualquier conglomerado masivo. Estas revelaciones tienen que ver con el empleo de la voluntad para complementar el aspecto evolutivo del propósito divino. En estos puntos de revelación está involucrada la Tríada espiritual, siendo cada revelación -en un firme crescendo de luz- el resultado de la iniciación.

     Los cinco puntos de revelación se imparten o plasman en cada iniciación, pero difieren grandemente según la iniciación. El empleo del aspecto Voluntad para santificar o apartar, no sólo se manifiesta en la segunda iniciación, sino en todas y -en un sentido peculiar- en la sexta iniciación de la decisión, cuyo símbolo es la estrella de seis puntas. La decisión allí involucrada pone a prueba al iniciado respecto a la liberación de todos sus deseos [e332] -factor que impregna a todo el mundo creador. Liberarse de ese control indica el reconocimiento de la Voluntad como expresión de la Ley del Sacrificio.

     La interpretación cristiana de la Voluntad de Dios y de la significación del sacrificio, se basa realmente en la rebeldía y negación humanas que sólo ve en la vida espiritual la ignorante aceptación de la inescrutable Voluntad [i380] divina; implica también la creencia en la necesidad de sentir dolor y sufrimiento por el sacrificio, en el sentido de repudiar totalmente todo lo que se ha considerado bueno y útil, deseable y placentero. Esta rebeldía ha matizado toda presentación de lo que los teólogos cristianos consideran como Voluntad de Dios, e implica la ineludible imposición de la Voluntad de una Deidad trascendental, conduciendo en forma inevitable (aunque no del todo concluyente) a la terrible y simbólica muerte del Cristo en la Cruz y a la dolorosa vida sacrificada del hombre espiritual. La iglesia ha dado mucha enseñanza sobre la necesidad de que la voluntad humana se someta a la voluntad divina; sin embargo, poco o nada enseña sobre el empleo gozoso de la voluntad del Cristo, inmanente en cada forma y peculiarmente activa en la forma de la humanidad, por lo tanto, susceptible de emplearse gozosa y comprensivamente. No contiene la idea de que el sacrificio significa infelicidad, ni de que es un proceso gozoso de "santificar" el deseo; los teólogos se niegan a reconocer que no captan ni comprenden que la liberación de la energía confinada y aprisionada en el plano astral, se convierte en servicio iluminado en los demás planos.

     El concepto sustancia persiste durante todo el tema impartido aquí, y nunca se tiene en cuenta el atrofiamiento de la sustancia del plano astral, la fusión de la sustancia "iluminada" con la de otros planos, el empleo de la sustancia de la luz como un medio de destrucción espiritual, introducción de los tres tipos y cualidades de la sustancia de la Tríada espiritual (a fin de liberar a la humanidad). Sin embargo, estos tres tipos de sustancia (mental, búdica y átmica) están simbolizados para nosotros en el Monte de la Crucifixión. Existen otros significados mucho más profundos que en los bien conocidos o estudiados simbolismos del Evangelio.

     Sin embargo, he arrojado alguna luz sobre este segundo punto de la revelación y di mucho material para meditar y reflexionar.

 


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