Discipulado en la Nueva Era II - Cartas a R. A. J.
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R. A.
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Agosto de 1940 Mi amigo y hermano: Para usted, como para todos los discípulos en este momento de crisis mundial, la vida ha sido excesivamente difícil. Esta no es una repetida verdad, no obstante la observación tan amable de A.A.B. de que lo era. Me conoce tan bien que durante años sus comentarios fueron para mí una fuente de alegría y a veces muy útiles, ayudándome a comprender la mente occidental. Soy oriental, pertenezco a la cuarta raza raíz, y aunque haya tenido dos encarnaciones europeas a veces no capto ni comprendo las reacciones occidentales. Pero la [i474] observación que antecede no es simplemente una presunción, sino que encierra la clave de su futuro. [e409] Sus dificultades actuales derivan más de otros que de usted, siendo más instructivas que kármicas. Ha llevado una vida útil y fructífera; le queda mucho por hacer, lo cual le permitirá impartir amor a otros corazones y otras vidas; al hacerlo, los relaciona con usted y los pone bajo "el ojo directriz". En esta vida no le ha tocado realizar el trabajo principal y más grande de un discípulo. Su tarea ha sido preparatoria para ello y -si lo recuerda por el resto de esta encarnación- pasará a un ciclo de vida que le revelará el sendero que, como iniciado, ha elegido hollar. A este respecto, no olvide, hermano mío, que lo condiciona el rayo de la enseñanza y que existe una gran diferencia entre la enseñanza como ser humano, no importa cuán buena sea, y la enseñanza como iniciado; usted como discípulo consagrado aprenderá esta diferencia básica, lo que tendrá un efecto definido sobre su vida. Este pensamiento me brinda la oportunidad de señalarle (incidentalmente a sus hermanos de grupo) que hoy muchos discípulos -que como usted, no están comprometidos en ningún trabajo mundial espectacular- se dedican a establecer estos contactos, aquí, allá y en todas partes, que formarán el núcleo de ese grupo de aspirantes y jóvenes discípulos que cada discípulo avanzado e iniciado reúne a su alrededor automáticamente. Nunca en una encarnación particular va hacia el mundo y dice: "Voy a formar un grupo que constituirá mi futuro ashrama". Si lo hace, fracasará; sin embargo, es algo muy distinto si trata de ayudar espiritualmente y estimular divinamente a aquellos con quienes entra en contacto al cumplir sus deberes diarios. Entonces todos son importantes. Deliberadamente reúne a esas personas porque ama y ayuda constantemente. Algunas pueden estar de tránsito hacia otras metas, y no forma con ellas un vínculo permanente; otras -a medida que se desarrolla su intuición- le envían una corriente comprensiva de respuesta y de solicitud, entonces las reconoce como propias; esotéricamente, "entreteje [i475] el hilo de su vida con el de ellas", haciéndose cargo de la responsabilidad y formando un vínculo más permanente, tanto en la respuesta como en la relación kármica. Ambas se vinculan indisolublemente. Durante su vida como instructor hizo contacto con muchas vidas y, en cierta medida, conoce y comprende como tal, a quienes le han respondido -a usted como individuo, y también como aquel a quien se dirigen para obtener cierta medida de comprensión. Para el resto de su vida, le pediría tener presente estos pensamientos y comenzar a sentar las bases proyectadas para el [e410] futuro. Éstas son mis instrucciones para un trabajo definido en la actualidad. Implicará una detenida observación y una determinada exteriorización para ayudar donde sea necesario. En muchos sentidos posee eso, a lo cual mentalmente me he referido a medida que lo observé, como un complejo de inferioridad muy bien manejado -en tal forma que se las ha arreglado para que no constituya un verdadero obstáculo, sin embargo existe y a veces le presenta problemas. Le pediría además que lo ignore cada vez más, y en las decisiones que deberá tomar durante los próximos doce meses, actúe con fe, positiva creencia en sí mismo y, sin duda alguna, elija el campo de mayor oportunidad. Agosto de 1942
Hermano mío: Me pregunto si pudo extraer de las seis afirmaciones, la orientación e instrucción que estaban destinadas a serle impartidas. Quisiera llamarle la atención sobre la quinta afirmación que se refiere a "la diadema, al manto de color rosa, a las sandalias en los pies". ¿Qué le impartieron estas palabras simbólicas? Las menciono porque quiero delinear su meditación para los próximos meses, en torno a los conceptos ocultos en estas fórmulas de palabras. Las primeras tres afirmaciones son fáciles de comprender. La cuarta encierra una profecía. La quinta contiene algunas Palabras de Poder y están destinadas a instruirlo sobre la naturaleza de su orientación en la vida y la cualidad deseada de su [e411] servicio durante los diez años venideros. Insinúan algo que usted posee en este momento, pero necesita una creciente apreciación de parte suya. Le daré una idea sobre sus significaciones:
Por lo tanto, estableció un ritmo mental que no puede cambiar, que constituirá un poderoso incentivo para determinar el momento de su retorno cuando esta encarnación llegue a su fin, y el tipo de vehículo que como alma usted construirá y la naturaleza de la raza, nación y campo de servicio, que el alma influyente le asignará a la personalidad. La energía sigue al pensamiento. La personalidad de un discípulo podría definirse de la manera siguiente: un punto focal de energía establecido por el alma. El "ojo que dirige", a que se refiere la segunda afirmación, se relaciona principalmente con la amplia visión del alma [i478] cuando lo observa a usted y la preparación que lleva a cabo para prestar un servicio más pleno en la próxima vida. El estudio de estas tres frases lo conducirá al nivel de la cualidad y no simplemente del simbolismo; los conceptos de la radiación del corazón, del poder de atracción y de la responsabilidad de prepararse, surgen con claridad de las tres ideas que subyacen en la meditación sugerida más abajo. Le propongo que practique esta meditación sólo dos veces por semana -los domingos y un día a mediados de la semana. Los demás días practique con sus hermanos de grupo, sólo la asignación reflexiva grupal. De esta manera, esperará gozosamente los días de meditación para su orientación personal. ¿ Quiere llevar a cabo este plan, hermano mío? Etapa I. La Diadema.
Etapa III. Las Sandalias en los Pies.
Al darle esta instrucción personal (que quizás sea suficiente para esta vida) me pregunto: ¿ Qué puedo decirle de tanta importancia como para impartirle fortaleza y seguridad positivas que le permitan prepararse para dar el próximo gran paso inmediato? Pocas veces se dan cuenta los discípulos de la responsabilidad que asume un Maestro cuando trata de preparar a un grupo de personas para el servicio mundial; tampoco comprenden el problema que Él enfrenta, aunque se trate del menos avanzado o dinámico de Sus neófitos. ¿ Qué factores debe considerar de suficiente poder como para anular gran parte de su esfuerzo (como sucedió en este grupo), los cuales condicionan con frecuencia al discípulo en tal medida que no da paso definido alguno para cumplir con los requisitos ashrámicos, aunque técnica y teóricamente acepte la responsabilidad? Explicaré algunos de estos factores para su guía y la del grupo:
Estos y varios factores más sutiles debe tenerlos en cuenta el Maestro, además de la edad, el trasfondo y los ciclos de tiempo del discípulo. Diría, por lo tanto, que en sus manos reside el acrecentamiento de su utilidad en el ashrama. Si usted me preguntara qué aspecto de su desarrollo debería recibir atención, respondería que trate consciente y esforzadamente de vencer la negatividad. La cultivada y consciente negatividad fue para usted el mecanismo para escapar a la naturaleza ejecutiva y administrativa de su vida. Durante décadas su alma lo ha obligado a ocupar el cargo de agente ejecutivo, supervisor y administrador. Básicamente, ello era contrario a su inclinación natural. No obstante, le fue sumamente necesario y educativo. Pero una vez que cumplió con sus deberes y obligaciones y llevó a cabo la tarea con éxito y adecuadamente (como lo hizo siempre), su personalidad -retraída y sensitiva- se refugió en una actitud negativa hacia todas las personas, aislándose de tal manera que le dificultó establecer importantes relaciones con otras personas. Sin embargo, hermano mío, por poco que lo comprenda, esas relaciones con los demás y el intercambio positivo con quienes entró en contacto, fueron deseados por ellas; la gente [i483] siempre quiso acercarse a usted; anheló conocerlo mejor, prestarle algún servicio y serle útil. Como ejecutivo usted está a disposición de ella; como alma, dentro de una personalidad, vivió su propia vida apartado de los demás; no ha sido fácil entrar en contacto con usted ni conocerlo; nunca respondió al acercamiento, y sus reacciones hacia quienes anhelaban ese contacto fueron negativas, y esto ocurrió en momentos que usted ansiaba una relación más estrecha. Aquí reside su tarea y su problema para los años que le restan de vida. Hermano mío, le ruego que aprenda a exteriorizarse individualmente hacia las personas con quienes entre en contacto y a las cuales la vida y las circunstancias lo han asociado. Despréndase, por duro que sea, de las formas mentales, basadas con frecuencia en un complejo de inferioridad que tan poderosamente lo condicionan; no permita que lo controlen esos factores que condicionan tan fuertemente a la persona instruida [e417] y culta y al hombre que es producto de la tradición, de la herencia y de generaciones de antepasados civilizados. Su trabajo con los niños también ha tendido a apartarlo y a convertirlo en víctima de una soledad forzada. Siempre se dio a ellos libre y magnéticamente, pues no llegaban a entrometerse en 'la atrincherada y fortificada fortaleza de su ser. Ahora deberá capacitarse para enseñar a adultos en su próxima encarnación, y esto necesitará un acercamiento distinto que invocará e involucrará todos los aspectos de su ser. El discípulo enseña principalmente según él es, dándose plenamente a todos aquellos con quienes entra en contacto. Se exterioriza espontáneamente cuando alguien entra en la esfera de un posible contacto. Esto es casi ignorado por usted. Por lo tanto, la lección que el discípulo entrenado debe dominar es el discernimiento. Necesita aprender la discriminación en el contacto, si quiere evitar una inútil, aunque bien intencionada promiscuidad. El escenario mundial está estructurado de tal forma que hoy tiene una gran oportunidad de descubrir una amplia esfera de contacto, para trabajar colaborando plenamente con otras personas y con sus condiscípulos y así obligarse a liberar el poder magnético de su personalidad fusionada con el alma. Su desarrollo interno es mucho mayor que su expresión externa; por lo tanto, no necesita trabajar y perseverar para obtener el desarrollo interno; [i484] deberá esforzarse por lograr la facultad de establecer contacto externo, influir y evocar respuesta de cada uno y todos aquellos con quienes lo ha unido el destino. El rechazo, la incomprensión y la falta de respuesta serán naturales al principio, hasta que descubra y aplique activamente la "técnica de contacto". Cada discípulo desarrolla su propia técnica. Usted aún tiene que descubrir la suya. Le daré tres palabras como acostumbro hacer con algunos otros, para que reflexione sobre ellas a medida que transcurra el tiempo, de las cuales puede esperar resultados definidos si el aforismo "como un hombre piensa en su corazón así es él", encierra alguna verdad. La primera palabra que le sugiero es Contacto. Para usted es fácil hacer contacto con el alma y también con sus hermanos de grupo en los niveles internos; aunque no lo crea lo hace sin ninguna dificultad. Al respecto ya tiene un contacto bien establecido, pero su cerebro físico no lo registra en forma adecuada, y ello se debe totalmente al estado de insensibilidad, inherente a sus células cerebrales, y esto no es de gran importancia. Desde el punto de vista de su meditación diaria le pediría que cada día inicie el trabajo cotidiano con la intención de atraer [e418] magnéticamente, a fin de ayudar y servir, como mínimo a tres personas, conocidas o no. Hallará de valor (por lo menos durante un tiempo) mantener un diario de los contactos, anotando toda conversación que le trajo un acercamiento a alguien, el contacto que estableció con un desconocido y que le pareció fructífero e interesante, o un trabajo de conjunto en completo entendimiento con otra persona. Esto desarrollará en usted el espíritu de exteriorización y el interés por conocer el entero proceso del contacto. El secreto para ampliar todas las relaciones reside en el establecimiento de contactos y en la formación del resultante mecanismo, además del hábito de relacionarse magnéticamente, que es preliminar a la iniciación. Reflexione sobre esto, porque es de primordial importancia para usted. La segunda palabra es Impresión. Esta palabra contiene mucho tema para la reflexión, porque invoca todo el problema de la respuesta sensible a los contactos internos y las relaciones externas. Constituye la clave para el entrenamiento de un sicólogo y es una rama de ese aspecto de la mente universal que llamamos verdad. El secreto del [i485] diagnóstico, en lo que concierne a la psicología, reside en la facultad de registrar correctamente la impresión, en la capacidad de interpretarla con exactitud y en llegar a una correcta deducción. Cuando el discípulo considera esto y lo relaciona a las personas con las cuales entra en contacto, le es de enorme utilidad; la impresión -cuando se la analiza y se aplican los resultados del análisis- constituye un estudio muy útil, particularmente para las personas como usted. Por último, le pido que reflexione sobre la palabra Relación. Hágalo con la finalidad específica de comprender por qué usted, un discípulo en entrenamiento, puede establecer esas relaciones que ayudarán y fortalecerán a otros, sosteniendo así el trabajo del ashrama. No me explayaré sobre esto, pues quiero que lo conozca por sí mismo y llegue a sus propias conclusiones. En realidad, le estoy indicando, hermano mío, su futuro campo de entrenamiento -entrenamiento que le absorberá el resto de su vida, y debe iniciarlo usted mismo y emprenderlo siempre con el fin de capacitarse para trabajar en el ashrama, como rama del gran Ashrama de la Jerarquía. Usted está peculiarmente adaptado para este trabajo; sólo necesita liberar la cualidad magnética de su naturaleza ya desarrollada y derribar las barreras existentes; de esta manera hallará que se amplía grandemente su campo de servicio y puede aplicar el poder que usted posee en el campo de incluyente efectividad.
Hermano mío: [e419] No es culpa suya que este grupo quede disuelto en el plano físico hasta el próximo ciclo de vida de la mayoría de sus miembros. Es penoso tener que poner fin al trabajo en el plano físico, pero un detenido y honesto análisis, por parte del grupo, probablemente demostraría que la principal reacción fue una mezcla de dos reacciones: primero, porque no pudieron integrarse y segundo, el sentido de pérdida, debido a que mis comunicaciones con todos ustedes exotéricamente han terminado. Ambas reacciones son de la personalidad. Desde el punto de vista de un Maestro que conoce la poca importancia de [i486] los años, tales reacciones son insignificantes. Pocos son realmente jóvenes; algunos de edad avanzada, aunque ninguno es tan viejo como yo; en un lapso relativamente breve todos se desprenderán de ese obstáculo externo, el cuerpo físico, y estarán dispuestos a iniciar una nueva empresa espiritual. Esotéricamente (si alguno lo desea) la situación permanecerá inalterable siempre que la mantengan así. El contacto interno sigue exactamente como antes; cada uno tiene por delante la misma meta, y la puerta de mi Ashrama permanece ampliamente abierta para quienes llenen los requisitos. Básicamente, ¿ cuál es su meta, hermano mío? Su meta, si tiene en cuenta su rayo y tipo, consiste en infundir energía del alma a su personalidad. Esto es bien sabido y usted quizás diga que atañe a todos los aspirantes. Ciertamente es así, pero en esta vida su particular objetivo egoico consistió en hacer descender hasta los tres mundos esa energía de los cuerpos más sutiles, a fin de energetizar el cerebro, trayendo como resultado un acelerado desarrollo de la cualidad del alma, a medida que se manifiesta en el plano físico. Como ya le dije, ha obtenido un buen desarrollo en los planos internos, pero la expresión esotérica de tal desarrollo interno no es adecuadamente dinámica, ni hace la debida impresión sobre las condiciones externas de la vida. Esto lo sabe, y estoy seguro que habrá reflexionado y analizado las tres palabras -Contacto, Impresión y Relación- que le di en mi última instrucción. Confío también que lo ha encarado con la idea de fortalecer su contacto conmigo, con el Ashrama y con el grupo; ser sensible a la impresión espiritual y también establecer una relación correcta en dos direcciones: hacia el Ashrama y 'hacia sus semejantes. Todo ello es bueno, pero -en bien de su propio desarrollo y creciente utilidad- quisiera que tome estas tres palabras y (por el resto de su vida) dirija su pensamiento hacia el establecimiento del [e420] contacto con sus semejantes, hacia el tipo de impresión que puede causar -impresión que le permitirá impresionar en otros el deseo de descubrir la verdad y de perseverar hasta el fin, lo cual implicará también que usted deberá establecer con ellos una [i487] relación educativa, evocada por la cualidad de su acercamiento y el "matiz satisfactorio" de su vida, como lo expresó uno de los Maestros. En consecuencia, hasta que nos veamos en el más allá, deberá realizar tres trabajos y en dos direcciones: la estabilización y orientación de esa expresión hacia el Ashrama (que en su caso es casi un hábito y, por lo tanto, no debe convertirlo en una campaña) y además la intensificación del esfuerzo para dilucidar el significado de estas palabras con sus semejantes. Eso será bastante más difícil. Usted posee mucho poder espiritual reprimido; si lo dejara actuar libremente en todo lo posible y en todas direcciones, se sorprendería del resultado. Entonces los últimos años de su vida serían fructíferos y compensatorios, mucho más de lo que fueron en el pasado. Su vida ha sido amorosa, aunque algo empañada por la negatividad. Está en proceso de traspasar la periferia del Ashrama hacia su centro. Un pequeño esfuerzo dinámico de su parte le dará la absoluta seguridad de que se halla dentro del círculo infranqueable del Ashrama y que actúa como discípulo consciente. La mayoría del grupo no ha llegado todavía a esa etapa. El Ashrama envuelve a todos, pero el siguiente paso que todos y cada uno debe dar, sin ayuda ni asistencia, es trasponer la barrera mental que los separa del conocimiento consciente y que una vez logrado, les permitirá actuar "libremente en la ciudad". Una idea que los discípulos hallarán de valor captar es que pasar al más allá no implica interrupción de los tres procesos de Contacto, Impresión, Relación. Éstas son las tres palabras que le indiqué anteriormente, y me parece que hoy son las más importantes de su vida; quisiera que en lo posible captara algo de su permanente importancia. Respecto a la masa humana común, que enfoca todas sus actividades y pensamiento en el plano físico, el período después de la muerte es de semiinconscíencia, de desconocimiento del lugar y de desorientación emocional y mental. En lo que a los discípulos concierne, se mantiene el contacto con las personas (generalmente con las que han estado asociados) durante [i488] las horas de sueño; continúan recibiendo impresiones del medio ambiente y de los asociados y reconocen la relación, y así (como en la tierra) asumen la responsabilidad. Uno de los estudiantes de este grupo me hizo una pregunta, hace algún tiempo, que demoré en contestar. Como tiene relación [e421] el tema que estamos considerando, la responderé ahora. Desde algunos comentarios marginales, el estudiante dijo: "Hasta ahora he podido aquietar las envolturas o cuerpos externos, me atreví aún a soltar el cordón vinculador. ¿Sería peligroso hacerlo? ¿Puede ver en qué condición me encuentro y decírmelo?" Mi respuesta es muy simple y sé que la comprenderá: Si fuera veinte años más joven, hermano mío, podría romper el cordón vinculador sin peligro alguno, pero, debido a su edad, no sería conveniente hacerlo en este momento. Tiene aún que ayudar a algunos y recoger uno o dos hilos más. La indebida tensión sobre el vehículo físico -no importa que uno sea joven o viejo- nunca es necesaria y a menudo es perjudicial. Muchos aspirantes de este grupo, de la Escuela Arcana y de otras partes, se entrenan para trabajar en la nueva era y en el próximo ciclo de vida; poseen un conocimiento a menudo mayor que el permitido por el actual equipo de células cerebrales. Por lo tanto, el conocimiento y la efectiva expansión de conciencia están reprimidos momentáneamente hasta que se disponga de un vehículo físico mejor. Menciono esto porque algunos se desalientan cuando, después de años de trabajo y de llegar a la vejez, se hallan en una condición estática o la consideran como tal. Es un sentimiento injustificado, siendo necesario tener cuidado y continuar el trabajo interno, aunque, en apariencia, no se registre externamente. Volviendo a su instrucción, si quiere acrecentar la capacidad de las tres actividades -contacto, impresión, relación- puede practicar un ejercicio simple antes de retirarse a dormir. Después de lograr en lo posible una posición cómoda, trate de adoptar la actitud interna de que suavemente se va desprendiendo del cuerpo físico, manteniendo el concepto en el plano mental, comprendiendo, sin embargo, que es una simple actividad [i489] cerebral. De ninguna manera debe involucrar el corazón. La finalidad es mantenerse consciente cuando aparta la conciencia del cerebro y la lleva a los niveles sutiles de la percepción. Usted no abandona permanentemente el cuerpo físico, por lo tanto, no está involucrado el hilo de vida arraigado en el corazón. Durante unas horas y mientras está revestido con los vehículos astral y mental, el objetivo es mantenerse en otra parte conscientemente consciente. En forma terminante se convierte en un punto de conciencia enfocado e interesado, empeñado en salir del cascarón del cuerpo físico. Se aferra a ese punto, se niega a mirar atrás al vehículo físico, las preocupaciones, los intereses y las circunstancias de la vida diaria, esperando firmemente el momento en que su negativa actitud hacia el plano físico y su actitud positiva hacia los planos internos le traigan un instante de liberación, [e422] quizás un destello de luz, la percepción de una puerta de escape o el reconocimiento de lo que lo circunda, más la eliminación de toda sorpresa o la expectativa que se produzca un fenómeno. Cuando practica este ejercicio de abstracción realiza simplemente un proceso diario muy común. Si consigue hacerlo con facilidad, cuando llegue la hora de la muerte podrá automática y fácilmente -debido a que su cuerpo físico no ofrece resistencia alguna, sino que permanece pasivo y negativo- hacer la Gran Transición sin preocuparse por lo desconocido ni temerlo. Quisiera que este ejercicio lo practique todo el grupo. Sólo involucra mantener constantemente una actitud y una fija determinación de aferrarse al punto de conciencia de su permanente yo, más una viva expectativa. Elijo estas palabras con cuidado y les pido que las estudien con el mismo cuidado. Quisiera además que formularan su meditación sobre estos tres conceptos: Contacto, Impresión y Relación. La extensión de la meditación depende totalmente de su propia elección o de la necesidad momentánea; es susceptible de ser aplicada a toda o cualquier circunstancia, y podrán utilizarla por el resto de la vida (muchos o pocos años) sin agotar sus posibilidades o utilidad. El delineamiento no es una fórmula rígida, como la mayoría de las que di al grupo. Está destinada simplemente a sugerir. Puede convertir su vida en una rica experiencia si emplea estas sugerencias: [i490]
Si sigue estas sugerencias, hermano mío, progresará rápidamente hacia la objetividad espiritual y su luz [i492] brillará con más luminosidad. Yo, su Maestro, conozco su radiación interna. Debe permitir que el mundo externo también la conozca. Lleguen a usted los buenos deseos de mi corazón. |
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